24 de agosto de 2017

Mallo d'Acherito (2374 m.)

Lunes 7 de agosto de 2017

Por segundo verano consecutivo nos vamos a los Pirineos con el equipo Magia Serrana. Repetimos en los Pirineos más occidentales, durante cinco días montaremos campo base en el camping de Zuriza, para desde allí dar vida al plan que ideamos el año pasado durante la Ruta de las Golondrinas y que bautizamos como la "triple A", es decir: Acherito, Alanos y Anie, en la que intercalaríamos una "L" (el Lakora). Decir de antemano que la meteorología solo nos fue benévola los dos primeros días y "solo" pudimos completar las ascensiones al Acherito y a los Alanos, una espesa niebla que entró por Francia en una mañana muy fría echó al traste la ascensión al Lakora, cuando ya habíamos hecho buena parte de ella, y el Anie, ante tan mal tiempo decidimos ni intentarlo. El plan "B" fue subir al Ibón de Acherito, pero nuestros cuerpos no aguantaron tanta lluvia y frío y esa subida también se quedó a medias. Así que lo que iban a ser cuatro crónicas pirenaicas de estas vacaciones al final serán dos. Empecemos pues por la primera, en la que os contaré la subida al Acherito desde el Refugio de Linza.




6 de agosto de 2017

Peña Oroel (1770 m.)

Jueves 20 de julio de 2017


Desde que en 2015, volviendo de ascender la Collarada parásemos en Jaca a comer en la Casa de la Montaña, siempre que hemos ido a los Pirineos más occidentales, o bien a la ida o bien a la vuelta siempre nos hemos detenido en la capital de la Jacetania a comer en este restaurante. Ambiente distendido, exposición cambiante de fotografías y pintura, museo y biblioteca de montaña y buena comida, con multitud de opciones vegetarianas y veganas hacen que nos encontremos siempre muy a gusto en este sitio, y por eso hemos venido ya unas cuantas veces desde aquel primer día. Esta vez volvíamos del Valle de Tena, no nos viene de paso Jaca, pero solo es cuestión de desviarse en Sabiñánigo no llega a 20 kilómetros, además, ya lo habíamos hecho en una anterior ocasión. Pero hoy le propuse a Eva levantarnos un poco antes de lo previsto, para así llegar más pronto a Jaca y que antes de comer nos diese tiempo de ascender Peña Oroel. Le pareció perfecto el plan, y así, de esta manera casi improvisada subimos a la cima de esta emblemática montaña, una de las imprescindibles, que siempre habíamos mirado con deseo en todas nuestras visitas a Jaca, al final ese deseo se cumplió y esta es la crónica de esa subida.