17 de junio de 2018

A la Lloma Bernat y la Roca Noguera (1172 m.) por el Barranc del Riu Llucena

Sábado 12 de mayo de 2018

Tiempo íbamos detrás de la Lloma Bernat, y también tiempo llevábamos Paco Domingo (Sube y Baja) y yo persiguiendo el realizar una ruta conjunta. A raíz de un comentario mío en su blog, en el que le dije que no iba a pasar de esta primavera que tachase de la lista la Lloma Bernat, él me contestó que le encantaría acompañarme, así que pusimos fecha y lugar, el 12 de mayo y desde Xodos. Pero surgió un pequeño imprevisto, que se me pasó por alto al elegir esa fecha y que Paco se encargó de recordarme, y es que ese mismo día se celebraba en la provincia el Campeonato del Mundo de Trail, y quizás sus diferentes pruebas, en especial la Marató i Mitja, pudiesen influir en nuestra ruta, especialmente en al acceso en coche a Xodos. Así que de inmediato mi cabecita se puso a carburar un plan alternativo. Lo primero que me vino a la mente fue el Barranc del Riu Llucena, en la agenda desde hace a saber cuando, así que, ¿por qué no intentar combinarlo con la Lloma Bernat y matar dos pájaros de un tiro?, a parte de que la Lloma Bernat es mucho más atractiva vista desde el término de Llucena, lo pudimos comprobar en nuestra reciente ascensión a la Picosa, que desde el de Xodos, saldría una ruta más aventurera y con más desnivel que subiendo desde Xodos, así que apoyándome en varios tracks de Wikiloc casi tracé una larga e inédita circular que se antojaba interesante, y digo casi por que para el tramo que faltaba para cerrarla no encontré nada más que la foto satélite, así que este iba a ser toda una incógnita, que le iba a dar más aventura si cabe, y vaya si se la dio, a la ruta. Sabiendo que Paco es un amante de las rutas con "picantillo", no dudé en que aceptaría encantado mi propuesta. Ahora solo quedaba esperar la llegada del día y que la meteo, nos tuvo en vilo en algunas partes de la ruta, nos respetase. Lo que aconteció en esta gran jornada de montaña, os lo paso a relatar a continuación.






Nos citamos con Paco en Llucena, que acudió a la cita con algunos de sus compañeros habituales de correrías; Manolo, Begoña, Fernando y Jesús, que nos hicieron sentir muy a gusto en todo momento y como dos componentes más del grupo. De Paco decir que aunque nos conocíamos físicamente (un breve encuentro casual en la Vall de Laguar) hasta el momento nuestra amistad había sido virtual, especialmente por los comentarios que nos solíamos dejar en nuestros respectivos blogs. Esos comentarios dejaban entrever que Paco era un tío muy interesante, y vaya si lo es, muchísimo más en persona, además de ser una tío con una pasión y un entusiasmo por la montaña realmente contagiosos. Un autentico placer, amigo Paco, espero que esta haya sido solo la primera de muchas rutas conjuntas, pero es que, como dijiste en tu blog, que invito a todo el mundo a visitar, lo de Sube Per Dalt y Baja Per Baix suena muy, pero que muy bien.

Nos montamos en los coches y nos fuimos al punto de inicio, siguiendo la carreterita que baja al río y al Mas de Galapo y a partir de allí prestando atención a las señales que indican el área recreativa del nacimiento del Riu Llucena. Nosotros aparcamos bastante antes y cubrimos la distancia hasta el nacimiento ya a pie. Hay que apuntar que aunque el agua del Llucena mana aquí, la rambla, barranco y estrecho que se extienden al norte de la surgencia y que íbamos a recorrer viene en los mapas como Riu Llucena. Tras el nacimiento la ruta sigue un buen rato por la pista que nos trajo a él y que va en paralelo a la rambla, seca en todo momento con la única excepción de una poza que encontramos más adelante. Este tramo fue ideal para ir poniendo a tono las piernas, pues nos esperaba una distancia larga, ir disfrutando del bonito paisaje de esta zona más abierta del barranco y en nuestro caso para ir compartiendo inquietudes con nuestros nuevos amigos.


El Pla de les Saleres es el punto de inicio de esta excursión. Si os fijáis el pino caído ha hecho efecto "guillotina" en la masía.

Al poco de echar a andar llegamos a les Fonts, punto en el que nace el agua del Riu Llucena.

Seguimos por el Camí de la Pedrera. Frente a nosotros la Roca de les Estaques.

Seguimos por este camino durante un buen trecho destaca el circo rocoso al que se asoma el salto de 80 metros del Barranc de la Canaleta.

Otra atractiva roca junto al camino.


La pista muere al llegar a una antigua cantera en desuso, por lo que a partir de los próximos kilómetros circulamos por el pedregoso lecho de la rambla. El paisaje que nos envuelve se fue tornando cada vez más grandioso y no tardaron en aparecer los primeros pasos rocosos a superar, que junto a los robustos robles que salieron a nuestro paso y el espectáculo brindado por unas intrépidas cabras amenizaron más si cabe esta primera sección más abierta del barranco.
Nos plantamos ante el primero de los pasos equipados, y a medida que el barranco se iba estrechando más y más fueron apareciendo los siguientes. Una serie de cadenas y pequeñas ferratas que hicieron las delicias de montañeros ávidos de aventura como nosotros. Decir que llegado a este punto, sin las cadenas y grapas sería imposible avanzar por esta preciosidad de estrecho de paredes blancas excavado por el Riu Llucena, por lo que es necesario apuntar que parte de este itinerario equipado no se encuentra en muy buenas condiciones que digamos, en especial alguna grapa suelta o rota y algún que otro spit que no inspira mucha confianza. Ya que se ha equipado, debería mantenerse, ¿no?.


Llegamos a la antigua cantera, punto en el que termina el camino y empezaremos a caminar por el lecho del barranco.

No tardan en aparecer los primeros obstáculos.

La acción desde el objetivo de la cámara de Paco.

Bonito paso bajo un "pequeño" "canto rodao".

Se nos presenta un paisaje impresionante.

Del lecho del barranco hasta la parte alta de las rocas hay más de 600 metros de diferencia.

Las laderas del barranco están pobladas de vegetación.

Entre tanta vegetación no pasan desapercibidos algunos robles, alguno tan portentoso como este.

Llegamos al primer paso equipado, lo componen una cadena y unas grapas.

Ahí estamos Manolo, Eva y yo esperando nuestro turno, rodeados de un entorno fantástico.

Eva en negociando el paso.

Y aquí estoy yo en plena faena.

El barranco, visto desde el mismo paso.

Seguimos avanzando, sorteando, las muchas de las veces, grandes bloques.

Llegamos al paso estrella del barranco.

Esta mini-ferrata.

Un tramo para disfrutar.

Aunque no hay que bajar la guardia, ya que no hay cable de vida y la caída no es manca.

Begoña y Manolo encaramándose por las blancas rocas del barranco.

Único punto del barranco en el que encontramos agua, una bonita poza.

El paisaje no hace más que mejorar conforme vamos avanzando.

Llegamos a otra nueva zona equipada, conocida como l'Estret.

Se puede apreciar en la imagen lo deterioradas que están las grapas en este punto.

Sencillamente espectacular.

l'Estret, el estrecho, el topónimo no está puesto por que sí, nuevamente espectacular.

Otra pequeña ferrata, esta instalada en una bonita marmita.
La acción desde dos puntos de vista, nuevamente desde la cámara de Paco...

...y desde la mía, con Begoña como protagonista.

La meteo, que fue empeorando a medida de la jornada, fue benévola con nosotros en el tramo del barranco y nos regaló sol, con el que la belleza de estas paredes resalta y luce más.

Otra marmita, en la que está el último de los pasos equipados.

Y que aún no conociéramos, teniéndola tan cerca de casa, esta maravilla.

Último tramo del estrecho, muy bonito también, antes de salir de él.


Justo al salir de la parte más estrecha topamos a nuestra derecha con las marcas rojas, excesivas para nuestro gusto, que indican un incipiente sendero de salida del barranco y que utilizamos nosotros para ir remontando hacia la Lloma. Este fue ganando metros sin tregua, por lo que no tardaron en abrírsenos unas amplias vistas hacia la zona del Cabeço Pelat y las distintas masías que salpican sus laderas. Este sendero enlazó con otro más principal que además de tener sabor a ancestral dibujaba un trazado mucho más suave. En este tramo tuvimos una buena y aérea perspectiva del lecho y los meandros del barranco por el que fuimos hace un rato y nos pudimos percatar de lo rápido que habíamos ganado un buen porrón de metros.


Salimos del barranco y empezamos a remontar los 600 metros de desnivel que nos separan de la parte alta de la Lloma. El sendero se pone bravo y exige paradas.

Entramos en la parte panorámica de la ruta, justo en esos momentos empezaron a entrar nubes de forma muy rápida.

El sendero pierde fuerza y entramos en una parte más horizontal.

Mirad el barranco allá abajo y donde estamos, eso deja a las claras la dureza del sendero.

Paco, degustando con la vista la bonita sección de sendero que nos esperaba ahora.

El murete apuntalando el sendero, señal inequívoca de que se trata de un sendero ancestral.

Un tramo de sendero de los que hay que degustar.

A punto de enlazar con la pista que sube al Mas de la Lloma. La cima que queda más o menos en el centro de la imagen es la Picosa, a la que subimos unas semanas antes.

Aparecen los primeros gigantes de l'Alcalatén, los 1466 metros del Marinet...

...o los 1815 del Penyagolosa, emergiendo tras el Tossal de la Carrascosa.

En las laderas de este último localizamos el Mas de les Roques Llises.


Este sendero acabó dándose de bruces con el empinado cementado que sube hasta el Mas de Lloma, el cual nos desviamos a visitar antes de acometer la subida final a la Lloma Bernat. Este caserío, que da señas de estar habitado y que tiene todas sus casas bien conservadas, posee unas privilegiadas vistas del sector oriental del Massís de Penyagolosa, con este a la cabeza y las poblaciones de Xodos y Vistabella, aunque a nosotros un cielo cada vez más encapotado y amenazante nos impidió disfrutarlas con nitidez.


Llegamos al altiplano, a unos 1000 metros de altura, en el que está situado el Mas de la Lloma.

Aquí tan aislados, y con estas vistas de Penyagolosa, ¿a que no os importaría pasar una temporada en plan desconexión aquí arriba?, a mi desde luego no me importaría en absoluto..

Xodos, también lo vemos desde el Mas, desde allí partía inicialmente esta subida a la Lloma, pero no estuvo nada mal el cambio de planes, ¿verdad?. Por supuesto que no descartamos en un futuro hacer la ruta que teníamos planeada desde Xodos.

También son bien visibles desde el Mas los cortados de la Lloma, a los que ya nos estamos dirigiendo.


Desde el Mas continuamos por la pista que nos había llevado a él, que convertida en camino de tierra se encamina hacia la caseta de vigilancia forestal de la Lloma, aunque también lo hace un sendero que nace casi al instante y que evidentemente seguimos, parcialmente eso sí, por que aunque dibuja unas bonitas secciones entre el pinar pasa alejado de los bordes occidentales de la Lloma, y nosotros queríamos asomarnos a ellos, así que abandonando el sendero cruzamos un incómodo lapiaz y nos plantamos en la linea de cortados de la Lloma, que nos sorprendieron gratamente, ya que por altura, canales, pedreras y una franja rojiza nos recordaron bastante a los de la sur de Penyagolosa. Pero más sorprendidos quedamos cuando llegamos al punto más alto de la Lloma, marcado con una chapa geodésica, allí nos recibió, como queriéndose independizar de la Lloma, la espectacular Roca Noguera, un imponente farallón calizo al que es imposible acceder sin material, con esto también podríamos establecer una comparación, salvando más aún las distancias, con el Petretxema/Aguja d'Ansàbere. Lo dicho, todo un sorpresón el que nos hemos encontramos aquí arriba. Por el contrario las cada vez más abundantes y intimidantes nubes nos privaron de disfrutar de las buenas vistas que debe haber desde lo alto de la Lloma, pues esta es bien visible desde otros muchos de la provincia.


Mas de Sergio, a medio camino entre el Mas de la Lloma y la cima.

Bonito sendero entre enebros y bajo el influjo de Penyagolosa.

Estas secciones de sendero tampoco tienen desperdicio.

Un pino "siamés".

Llegamos al extenso altiplano cimero.

El sendero pasa alejado de los cortados de la Lloma, así que nos desviamos para asomarnos a ellos.

Vemos el cauce del Barranc del Riu Llucena, por el que andábamos instantes antes, 600 metros más abajo.

Manolo y Fernando se asoman a los precipicios occidentales de la Lloma Bernat.

El equipo Sube y Baja desde la perspectiva del equipo Per Dalt i Per Baix...

...y viceversa.

Tras disfrutar de los cortados nos vamos hacia la cima...

...cima de la que se ha independizado la Roca Noguera.

Nuestra Aguja d'Ansàbere particular.

Brutal caída vertical.

La línea de cortados hacia el norte.
La fusión Per Dalt i Per Baix/Sube y Baja en lo más alto de Lloma Bernat, a 1172 metros.


Antes de ponernos con el descenso nos acercamos a saludar a la vigilante forestal y su perrete. Antes de despedirnos le hicimos dos preguntas, y las respuestas no nos gustaron en exceso, primero cuando le preguntamos la previsión del tiempo y nos contestó que daban tormentas por la tarde, y luego cuando le contamos nuestro plan de ruta y como veía la bajada que queríamos hacer y nos dijo la palabra que más repetimos y maldecimos en la parte final de la ruta: aliagas.
Sabiendo que nos íbamos a pinchar, y tal vez a mojar, iniciamos el descenso. El buen sendero primero pierde metros de forma bastante rápida, para luego sostenerse al irnos aproximando al Molló del Comptador y acabar muriendo junto al Mas del Collet de Dalt.


Puesto de vigilancia forestal de la Lloma Bernat, a él nos dirigimos para enlazar con el sendero de bajada.

Aquí tenemos dicho sendero, Fernando y Jesús encabezan el grupo.

Paco me caza cazando.

He aquí la presa.

Molló del Comptador, que el sendero bordea por el este.



Desde esta masía tomamos el carril que nos lleva hasta las ruinas del Mas del Collet de Baix, en el que sorprendimos a un grupo de cabras. Desde allí tomamos el caminito que nos salió a la derecha, que en suave ascenso nos fue aproximando al punto crítico de la ruta. Tocaba abandonar la placidez del camino y lanzarse ladera abajo y al trochemoche, en busca de la Casa del Gatín, en la que sabíamos que arrancaba un buen camino, marcado en los mapas, hasta el lecho del Riu Llucena, donde encontraríamos el primer camino de la mañana y volveríamos a los coches. Decir que estudiando a fondo las fotos del satélite parece que no iba a ser un tramo muy "conflictivo", y así lo parece al principio, ya que, quitando de la inclinación, avanzamos bastante bien, incluso parece que encontramos una tenue trocha, falsa alarma, topamos con unos antiguos bancales inundados de aliagas por los que es imposible pasar y nos hicieron retroceder. Escrutamos el terreno y vimos una pequeña pedrera cercana, por la que pudimos perder metros sin pincharnos mucho. Nos salió bien lo de perder metros, pero no lo de evitar las aliagas, ya que terminamos saliendo de nuevo a los bancales sembrados de ellas. Tocaba cruzarlos sí o sí, lo hicimos lo más pegados posible a los muros, para evitar algunos pinchazos. Superada esta primera sesión de acupuntura natural aleatoria hallamos otra trocha, que nos permitió avanzar con relativa comodidad y no pinchándonos en demasía. Esta nos depositó ante otro grupo de bancales, que no presentaron tanta batalla como los anteriores. Al final acabamos localizando un sendero aceptable, por el que llegamos al tan ansiado objetivo de la Casa del Gatín, había terminado el suplicio de las aliagas...o al menos eso pensábamos.


Mas del Collet de Baix, donde hicimos una pequeña parada para engañar al estómago.
Saltamos directamente al tramo de las aliagas, más o menos por el centro de la imagen se ve la casa del Gatín, a la que tenemos que intentar llegar.

Buscando el mejor paso entre las aliagas, parece que lo habíamos encontrado a la primera, pero no.

El plan de la pedrera también salió rana.

Así que fuimos saltando de bancal, yendo pegados a sus paredes y cruzándolos por donde menos nos pinchábamos.

Al final, con algún pinchazo de más, alcanzamos la Casa del Gatín.


Resulta que el curvoso camino que sube desde el río a la Casa del Gatín, ese que esta dibujado en los mapas, ese que se ve tan bien en google earth, estaba totalmente invadido por las aliagas, y quedaba el hueco justo para que pasase una persona, por lo que la bajada hasta el río fue un continuo maldecir a estos punzantes arbustos. Nos quedaba el consuelo de no haber hecho la ruta con pantalón corto, aún así los brazos acabaron hechos un "ecce hommo". Al final tampoco llovió y acabamos secos, no quiero imaginarme como lo hubiéramos pasado en el tramo de las aliagas si se llega a poner a llover. Pero lo que cuenta es que cerramos la circular con éxito, los pinchazos y arañazos fue el precio a pagar por ello, minúsculo borrón en un autentico rutón que al final se nos disparó hasta los 20 kilómetros.
Semejante excursión solo podía finalizar en un bar de Llucena, y es que Paco y sus amigos, ahora también nuestros, también son, al igual que nosotros, de los que no perdonan la cerveza después de la ruta.

Un saludo a tod@s.


Desde la Casa del Gatín iniciamos el descenso definitivo hacia el lecho del barranco. Pensábamos que se habían acabado los pinchazos pero no fue así, creo que fue peor el tramo Gatín-Barranco que el anterior.
Utilizamos la táctica "fusil arriba" para intentar pincharnos lo menos posible los brazos

Algún soberbio roble emerge de entre las aliagas y nos alegra este penoso tramo.

También lo hacen las vistas.

l'Alcalatén en estado puro, que mejor manera de despedir esta crónica que con este espectacular paisaje.




11 comentarios:

  1. Hola Dani.

    Te iba a echar la bronca por no haberme presentado este paraje, ni siquiera hablado de él, aunque luego he visto que tampoco vosotros lo habíais visitado.

    No tiene desperdicio, es grandioso y espectacular, tiene aires a las mejores rutas alicantinas pero con el toque serrano del Ibérico Sur. Ya investigaré yo por esos lares a ver .... aunque si la hago pienso llevarme mi machete para hacer la senda de las aliagas transitable.
    No quiero ni imaginarme si llegáis a ir en pantalón corto, tiene que ir el 112 a por vosotros, jajaja. Recuerdos a Paco Domingo y su gente. Buen grupo hacíais.

    Toni MS.
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hola Toni.

      Creo recordar que para allá por 2013 ya me invitaron, en una quedada montañera de facebook, a hacer el tramo del barranco, pero al final no fui, supongo que imaginarás que el motivo fue por lo poco que me van estos encuentros tan multitudinarios. Desde entonces lo tenía en la agenda pero no en prioritarios, la verdad, quizás no imaginaba que el lugar alcanzase tales niveles de espectacularidad.

      Un abrazo.

      Eliminar
  2. ¡hOla, Dani! Pues este verdadero rutón no puede recibir otro adjetivo que no sea el de "ESPECTACULAR". El precioso y fabuloso barranco, la Lloma Bernat y la compañía de lujo no hacen más que corroborar esa espectacularidad que se parecia tan perfectamente en tu post, con esas fotos y esa narración que nos lleva a ir recorriendo paso a paso esa extraordinaria ruta que habéis hecho.
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hola Emilio.

      Con todos los ingredientes que tuvo la ruta si que se le puede considerar como un rutón al que todos los adjetivos que se pongan no son exagerados. Una gran jornada, y van unas cuantas, en esta magnífica comarca de l'Alcalatén.

      Un abrazo.

      Eliminar
  3. Hola Dani,

    Vaya un rutón que os marcasteis.

    Me ha encantado el ascenso por ese barranco con esas blancas rocas, lástima que me pille tan lejos de casa, porqué te aseguro que de tenerlo cerca no tardaría mucho en acercarme.

    Que raro, vosotros haciendo un trochemoche y metiéndoos en un berenjenal... jajaja, si es que en el fondo os gustan esos momentos de aventura que le dan un toque diferente y más divertido a la ruta aunque acabes lleno de pinchazos y arañazos.

    Y como no, nade mejor que acabar una ruta con unas ricas y frescas cervezas.

    Un abrazo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hola David.

      Esta vez ya sabíamos de antemano que nos íbamos a marcar un trochemoche jajaja, pero no imaginábamos que fuese tan punzante.

      Pues de Montanejos a Llucena no tienes ni una hora, así que no lo tienes tan y tan lejos...

      Un abrazo.

      Eliminar
  4. Bonica ruta però un fallo de principiant, Dani. Quan passes pel riu on comença la pista de Casa Gatin ja se veu que està tapada.
    En conte de baixar des de la Talaia hi ha una senda preciosa i neta que baixa per la Casa Nova. Pot ser un poc més llarga però més ràpida (també es pot baixar per pista al mas de la Cabra).

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hola Xavier.

      En compte vaig tenir la opció que m'anomenes, però temia que la ruta es fes massa llarga, però pot ser hagués estat arribar a casa amb més kilòmetres a les cames que no amb punxades jajaja. Però bé, ara ja sabem com les gasten les argelagues de l'Alcalatén ;-).

      Eliminar
    2. Per cert, el primer tram camí de la Casa del Gatín vist des del riu es veia i estava prou net.

      Eliminar
  5. Hola Dani, por fin he podido disfrutar de tu crónica ...
    Gracias por tus más que amables palabras y me alegro de que estuvierais tan a gusto con nosotros. Mira que ha pasado más de un mes desde aquel día y todavía tengo el regusto en el paladar. Que sepas que mis compis también quedaron encantados y felices de haberos conocido tal y como os reflejáis en tu blog. Tenéis un gran corazón y nos habéis dado una lección de humildad y compañerismo que no ha pasado de largo, te lo aseguro. Con gente como vosotros, amantes y buenos conocedores de la montaña, de la naturaleza y de sus gentes, da gusto salir. Poco más que añadir, sólo esperar a la próxima ... a ser posible con los Magos de la Serranía, con Laia y con esa "oda cervecera" que me tiene intrigado.
    Un abrazo con mis mejores deseos para ti, Eva y los tuyos.
    Feliz verano.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hola Paco.

      Es verdad, lo del regusto, bueno, en el paladar, durante bastante tiempo después de haber realizado una gran ruta me suele pasar, por suerte muy a menudo jeje, y en esta que hicimos en Llucena también me pasó, ¿por qué será?, yo creo la mayor parte de la culpa, y mira que el paisaje y la aventura hicieron lo suyo, fue por la compañía. Tenemos, ambos grupos, una filosofia similar a la hora de salir a la montaña, y es por eso que habrán muchas más salidas conjuntas. A ver si cuando pasen estos calores que han venido de golpe podemos montar una a tres bandas con los amigos serranos y os deleitamos Toni y yo con nuestra serenata cervecera (tendremos que recordarla y ensayarla antes, pues fue todo fruto de la improvisación). Eso sí, no esperes ni entonación ni calidad vocal ;-)

      Un abrazo.

      Eliminar