Sábado 11 de agosto de 2012
Tras haber ascendido el majestuoso Midi d'Ossau el día anterior podía parecer que la ascensión al Anayet iba a ser como un segundo plato, pues nada más lejos de la realidad, porque esta preciosa y espectacular cima, además de ser un privilegiado mirador del Midi, nos deparó una bonita y entretenida ascensión, que puso la guinda a dos días fantásticos de montañismo.
Viernes 10 de agosto de 2012
Para los buenos amantes de la montaña el Midi d'Ossau no necesita ningún tipo de presentación, su monolítica, imponente, prominente y aislada silueta, su cima bicéfala y su pasado volcánico no tienen parangón y la hacen inconfundible con otras moles pirenaicas y la convierten sin ninguna duda en la montaña más bonita de la cordillera, luego esa incomparable belleza unida a la dificultad de su ascensión la hacen anhelado objeto de deseo de cualquier buen alpinista que se precie.
Pues bien, tanto Jesús, Luis y yo, alpinistas los tres(no sé si buenos o malos) también opinábamos(y lo seguimos haciendo, ahora todavía más) que era la más bella de los Pirineos, y los tres la deseábamos subir con anhelo(yo desde que la vi por primera vez con mis ojos, en marzo) y este pasado viernes 10 pudimos cumplir nuestro sueño y tuvimos la gran suerte de poder escalar esta preciosidad francesa llamada Midi d'Ossau.
Martes 31 de Julio de 2012
Tras coronar el Tuc de Mulleres el lunes, el día siguiente tocaba el plato fuerte de nuestro periplo pirenaico de julio, la ascensión a las tucas o picos de Ballibierna y Culebres, los dos tresmiles más meridionales de la cordillera pirenaica.
Pues bien, estas dos cimas nos dejaron un grandísimo sabor de boca, por sus vistas, por su contraste paisajístico de sus dos vertientes y sobre todo por el el espectacular paso que une las dos cumbres, el famoso y peligroso Pas del Cavall.
Lunes 30 de julio de 2012
Aprovechando que este pasado fin de semana se celebró en Benasque el Trail del Aneto, en cuya maratón tomaron parte Cristian, Jose María, Luis y Paco, nos fuimos a pasar unos días a los Pirineos, con la idea también de realizar algunas ascensiones que nos sirvieran de preparación de cara al Mont Blanc.
La primera elección fue el Tuc de Molières o Mulleres, una sencilla y bonita ascensión pero que requiere de una larga caminata, eso si, entre hermosos valles y fenomenales vistas.