Ludiente: Muela del Buey Negro (753 m.)- Desfiladero del Río Villahermosa

Sábado 5 de abril de 2014

Por segunda semana consecutiva la comarca del Alto Mijares se lleva todo el protagonismo, en esta ocasión me fui hasta Ludiente, a realizar una aventurera ruta a caballo entre esta población y la de Argelita en la que subí hasta lo más alto de la imponente Muela del Buey Negro y su espectacular y vertiginoso precipicio, para luego regresar a Ludiente por el lecho del Río Villahermosa y disfrutar así mejor de su no menos espectacular desfiladero, así que gustad de acompañarme en este recorrido que aúna la más pura esencia salvaje del Alto Mijares. 

A eso de las ocho y cuarto ya estaba con la mochila a la espalda y caminando por las calles de Ludiente dispuesto a comenzar una ruta que sobre el papel pintaba muy bien y que seguro que no me iba a defraudar y no lo hizo en absoluto.
Nada más salir del núcleo urbano pasaré por una zona de cultivos, donde un puente cruza el Río Villahermosa que con poco de caudal baja del norte y que enseguida confluye con la Rambla de Santa Ana que viene seca desde el oeste.
Nada más cruzar la rambla tomaré rumbo sur para empezar a seguir un bonito sendero en dirección al Morrón Royo y donde me cruzo con un buen grupo de senderistas mucho más madrugadores que yo y que bajaban hacia Ludiente.
El sendero acaba convirtiéndose en una pista que aún en ascenso me llevará por el único tramo monótono de la ruta, rodeado de una infinita maraña de pequeños pinos de reforestación, plantados a semejanza de un cañar.

Primeros compases de la ruta, afueras de Luiente, con el puentecillo que cruza el Río Villahermosa

Bonita captura de Ludiente

Por la senda que sube al Morrón Royo

Unas vistas durante el tramo de pista, mucho y pequeño pino de reforestación, al fondo del valle ¿la Muela de Cirat?

Por suerte unas grandes vistas de la Loma Sincabo y mi objetivo la Muela del Buey Negro, con el Río Villahermoa discurriendo entre sus paredes rompen de golpe esa monotonía, el paisaje empieza a ser más variado en cuanto vegetación, apareciendo numerosos grupos de carrascas entre los ahora sí, más bonitos pinares, un bonito rincón presidido por un gran roble acaba por engalanar este tramo del recorrido.
Un poco más adelante vuelve a nacer un nuevo sendero, muy empinado al principio y más llevadero después que me acabará llevando a un collado donde encontraré unos antiguos corrales y un aljibe amén de unas imponentes vistas de la vertiente sudeste de la Muela del Buey Negro.

Enormes vistas, a la izquierda puntiaguda Loma Sincabo, profundo Río Villahermosa, imponente Muela del Buey Negro a la derecha

Ésta última con más zoom

Bucólico rincón, con éste gran roble presidiéndolo

Y de nuevo la Muela del Buey Negro, cuyas paredes y fajas me atraen sin remedio

Tramo más inclinado de la senda hacia el collado

De nuevo la muela, más la Loma Sincabo desde las inmediaciones del collado

Corrales del Buey Negro en el collado

A partir del collado empiezo a andar por terreno conocido, ya que hace un par de años recorrimos este sendero local para visitar el Castillo del Buey Negro y la Ventanica de Ludiente, el sendero, donde sorprendo a un grupo de jóvenes cabras, no tiene desperdicio y va ganando altura entre los roquedos y las ruinas de las murallas del castillo hasta alcanzar el llano donde está la Casa de la Muela donde vuelvo a encontrar un nuevo grupo de cabras, esta vez más adultas.
Inmediatamente después de pasar por la casa abandonaré el sendero que lleva a la Ventanica para empezar a seguir otro más difuso que me llevará directamente hasta los cortados de la Muela del Buey Negro.
Lo que encontraré a partir de ahora me va a sobrecoger, primero,  y mira que la he visto veces, una espectacular visión de Penyagolosa como no había tenido hasta ahora, apareciendo tras la Loma Sincabo, parecía que la podía tocar con la mano, y luego un sendero, prácticamente colgado en algún tramo, que me iba a llevar al pilón que divide los términos de Ludiente y Argelita, donde iba a disfrutar de unas verticales, brutales, vertiginosas, y por que no decirlo peligrosas vistas, pondría la mano en el fuego y me atrevería a decir que con casi 400 metros de caída hasta el Río Villahermosa, este es uno de los mayores precipicios de la provincia.
Allí estuve un buen rato deleitándome con el vuelo de los vencejos y los buitres y disfrutando de las vistas, ¡¡¡si hasta pude ver el espectacular salto del Barranco del Manzano desde allí!!!, lástima que no tuviese agua como hace un año cuando lo descendimos, hubiese puesto el colofón visual a esta cima.

El sendero que va desde el collado hasta el castillo no tiene desperdicio, lo comprobaréis en el enlace que he puesto más arriba de la ruta que hicimos por allí en 2012

Como en la última ocasión que estuve por aquí, y en el mismo punto, vi unas jóvenes cabras

Y estas no fueron las únicas que vi...

...en las inmediaciones de la Casa de la Muela vi otro grupo de ejemplares más adultos de los que solo pude fotografiar a este

Alcanzo la parte más alta de la Muela del Buey Negro, esta bonita estampa de Penyagolosa asomando tras la Loma Sincabo me recibe

Con un poco más de zoom

Y ya en el pilón, el vacío, espectacular es poco

Un vistazo hacia Ludiente, con la sombra de la muela proyectada

El pilón que divide los términos de Ludiente y Argelita y que hace las veces de vértice de la Muela del Buey Negro a 753 m., viendo tal división de términos me vino a la cabeza el típico chiste: ...ahora estoy en Argelita, ahora estoy en Ludienteeeeeeeeeee....

El pilón, la Loma Sincabo y Penyagolosa

Los mismos protagonistas con algo de desenfoque

Y de nuevo una mirada al impresionante precipicio

Desde aquí se pueden apreciar las distintas fajas, la zona donde esta la Ventanica de Ludiente y el Barranco del Manzano

El precipicio desde otro punto de vista, con Ludiente al fondo

Una gozada, no me hubiese ido de allí

De regreso al collado empiezo a seguir el SL en dirección Argelita, que fue el que utilizamos en su día para subir y bajar en nuestra visita al castillo y a la Ventanica, este sendero, menos boscoso me ofrece buenas vistas del Barranco de Quiles, recientemente equipado para su descenso, y del primer tramo del desfiladero del Río Villahermosa.
Llega un punto donde dejo de seguir el sendero homologado para empezar a seguir otro menos claro y más pedregoso que me bajará directamente hacia la carretera y el desfiladero, momento de disfrutar de las vistas del Valle del Mijares, Argelita, Peña Saganta o el Turio, ya que en breves momentos las paredes del desfiladero me iban a ocultar toda visión panorámica.

Antes de iniciar la bajada hacia el desfiladero le echo una mirada desde arriba, en las inmediaciones de la Casa de la Muela

En esta panorámica se añade el Barranco de Quiles...

...aquí visto desde su cabecera

La Muela del Buey Negro también tiene muy buena pinta desde aquí, ¿verdad?

Y antes de que el desfiladero cope toda visión, un vistazo hacia Argelita, el Turio, las Picorzas, Peña Saganta, la Cueva Negra...incluso en la lejanía aparece el Pic d'Espadà

Este tramo de carretera que discurre por el desfiladero del Río Villahermosa es en mi opinión el más bonito de toda la provincia y es una gozada recorrerlo, por ejemplo, en moto, y la única alternativa que se me ocurría para recorrerlo a pie y sin tocar asfalto era hacerlo por dentro del cauce del río, así que hoy iba a aprovechar que bajaba con poco caudal para probar.
Ahora tocaba buscar la manera de bajar al cauce, y tras andar unos metros por la carretera encuentro un caminito que tenía toda la pinta de hacerlo, ¡¡¡bingo!!!, y no sólo eso, a donde llevaba era a la Fuente los Ignacios, un bonito paraje con área recreativa, donde el agua del Río Villahermosa vuelve a surgir, y como me explicó un chico que estaba haciendo allí fotografías, tras filtrarse cerca de Ludiente, o sea que iba a tener un buen tramo del río seco, y eso a priori iba a facilitar mi avance por él.

Y entro en el desfiladero...

...primero lo haré por la carretera, desde donde buscaré un punto para bajar al río

El camino que baja hasta la Fuente los Ignacios me viene de perlas, bonito paraje éste

Desde aquí surge el agua...

...que va esta poza y devuelve el caudal al Río Villahermosa

Y digo a priori, vale que el río bajaba seco, pero la verdad es que no iba a resultar muy cómodo andar por su lecho, ya que el terreno, lo que esperaba, dicho sea de paso, era muy pedregoso, pero por suerte, nada resbaladizo, cosa que también esperaba, y también me iba a tocar en varias ocasiones abrirme paso entre los cañares tumbados por el curso del agua, pero todo eso era poco con tal de disfrutar de los enormes y espectaculares paredones rocosos y agujas que me envolvían a izquierda y derecha, privando la entrada a la luz del sol, y de las saltarinas cabras que habían bajado a buscar agua al río y que se sorprendían de verme a mi, un vulgar humano, caminando por allí, todo un machaque para los tobillos y rodillas este tramo, pero un deleite para la vista y los sentidos, repito, espectacular.

De la fuente para arriba el río baja seco, ideal para poder remontarlo cómodamente, aunque con tanto guijarro eso de cómodamente...

Algunas agujas atestiguan mi paso, a partir de ahora mejor que hablen las fotos

La idea era llegar hasta el meandro y tras superarlo salir del cauce del río por el mismo camino que cuando salimos de él cuando descendimos el Barranco del Manzano.
Pero antes de llegar a él me topé con un caos de rocas de grandes dimensiones que aunque salvables me iban a ralentizar mucho el paso, y quería estar en casa a la hora de comer, así que vi un paso factible para salir a la carretera de nuevo, que al final no resultó tan factible y que me obligó a realizar una expuesta trepada, si seguís mis pasos, ¡¡¡ojo a este punto!!!.
Total, que al final superé el meandro y por tanto finalicé la parte más espectacular del desfiladero por el asfalto, pero tras andar unos centenares de metros por él encontraría el camino que os mencionaba antes y decido volver a bajar al río.

Mientras yo me las apaño como puedo entre estas rocazas...

...ellas triscan por ellas como Pedro por su casa

Vuelvo a salir a la carretera...

...aunque eso no le resta espectacularidad al paisaje

El tramo que me espera ahora es mucho más amable y la piedra es mucho más fina, semejante a la que podríamos encontrar en cualquier rambla, por lo que empezaré a andar con más comodidad, también empezaré a encontrar pozas residuales de agua, señal inequívoca de que por algún punto cercano se filtra y de que en cuestión de momentos me volveré a encontrar con el caudal del río, volví a ver cabras, que se quedaron un rato pasmadas mirándome, y yo a ellas, más pasmado aún, antes de salir corriendo despavoridas por una exigua repisa donde el resto de mortales nos hubiésemos despeñado.
Y como presumía llego al punto donde el río vuelve a llevar caudal, y allí me toparé con uno de los mejores momentos de la mañana, ya que vi dos jóvenes cabras bebiendo del río, tras deleitarme con la escena, me acerqué sigilosamente con el fin de inmortalizar el momento, pero me vieron y salieron disparadas, una lástima.

Y de nuevo por el río, los líquenes fluviales se han secado y hacen este efecto nieve en el suelo

¿A donde irá este "colgao"?, se preguntarán ellas

Miralas que curiosas...

A medida que voy avanzando voy encontrando más agua

Lástima, no pude capturarlas mientras bebían

Esto dejaba claro que por dentro del río ya no podía seguir

Estaba claro que por el río ya no podía seguir, así que tendría que buscar un nuevo modo de volver a salir a la carretera, por suerte encuentro una empinada pedrera marcada con hitos (seguramente puestos por  pescadores) que con relativa facilidad me lleva de nuevo a la carretera la cual no abandonaré hasta llegar a Ludiente.
Me esperan ahora un par de kilómetros de asfalto, pero en ningún momento se me llegarán a hacer monótonos, buenos bosques, unas buenas vistas de la Muela del Buey Negro y la Ventanica y el ver unos coches antiguos de rallie que estuvieron pasando toda la mañana (se ve que se celebraba algún rallie en esta modalidad) amenizaron mi caminar hasta llegar de nuevo Ludiente y dar por finalizada esta gran y espectacular ruta por la comarca del Alto Mijares, en la que como de costumbre volví a sucumbir ante sus encantos salvajes.

Un saludo a tod@s.

La pedrera por la que volvía a salir a la carretera, como observareis una rampita de nada

La Muela del Buey Negro desde la carretera

Y desde el mismo punto la Loma Sincabo, que pasa directamente a la lista de pendientes

La Ventanica de Ludiente...

...y Ludiente, se cerraba el círculo

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