Domingo 19 de noviembre de 2017
Como muchos sabréis la provincia de Alacant es uno de nuestros destinos montañeros favoritos, sus calizas y alpinas montañas nunca nos han dejado indiferentes. Ya son muchas y muy buenas rutas las que hemos hecho allí, pero esta que os voy narrar a continuación, en la que subimos a las cimas del Ponoig y el Cabal y visitamos el espectacular paraje del Racó de les Tovaines superó con creces cualquier expectativa, tanto que me atrevería a afirmar con total rotundidad que está ha sido la mejor ruta que he hecho hasta la fecha en montañas alicantinas. Si queréis conocer los motivos que me impulsaron a realizar tal afirmación, os invito a seguir leyendo.
Hacia ya bastante tiempo (seis meses) que no poníamos rumbo a montañas alicantinas, pero es que el caluroso verano no es la época más propicia para visitarlas, así que pensé que ahora que ya habían bajado definitivamente las temperaturas y antes de que acabase el año estaría bien hacerles una nueva visita. Nos bajábamos esta vez hasta la Serra d'Aitana, con el propósito de ascender en ruta circular a dos de sus cimas más orientales, el Ponoig, conocido como el León Dormido, y el Cabal. Poco sospechábamos, que el Racó de les Tovaines, también incluido en el track que traíamos con nosotros, nos iba a impresionar más incluso que las dos cimas y sus vistas. Pero no adelantemos acontecimientos, cada cosa a su debido tiempo.
Fue solo llegar al punto de inicio, bajar de la furgoneta y ver las vistas que teníamos desde allí y ya sabíamos de sobra que el madrugón y las dos horas y pico de coche iban a valer la pena, y que los 12 pavos de la autopista habían sido una buena inversión. Poco iba a importar que los tres primeros kilómetros de la ruta transcurriesen por carril, por que las vistas que iríamos dejando a nuestras espaldas (el desplomado Penyó, las sierra de Bèrnia y Ferrer, el Morro de Toix y el Penyal d'Ifac...) durante este tramo, en el que remontaríamos la primera parte del valle que separa los macizos del Ponoig y el Cabal y por el que discurre el Barranc del Gulabdar iban a ser increíbles.
La remontada del valle la íbamos a completar por un buen y bonito sendero, en el que además de disfrutar de las anteriormente mencionadas vistas, que a medida que iríamos ganando altura serían más y más buenas, también nos iba a otorgar la ocasión de contemplar por primera vez la verticalidad caliza de la pared SE del Cabal. Así ganaríamos un primer collado, divisoria del valle que habíamos remontado con otro que se desprende hacia poniente, y por el que transcurre el Barranc de Zacarés. En este collado podremos encontrar una diminuta oquedad en la roca, conocida como la Coveta de la Moscarda. Desde el collado, seguiríamos subiendo, en busca de un collado superior, este más estrecho, el Coll o Collao del Llamp, donde tendríamos la primera de las muy grandes perspectivas que íbamos a tener hoy del colosal Puig Campana.
Desde este segundo collado se nos abrían dos opciones para subir al Ponoig, o bien retroceder unos metros y coger el sendero balizado hasta la cima o bien seguir la cresta, que sería a la postre la opción que elegiríamos. Al vernos a nosotros, un grupo con quienes fuimos coincidiendo durante la ruta y que iban al Puig Campana también incluirían en su plan de ruta el Ponoig y elegirían la cresta, así que uniríamos fuerzas. El cresteo en si no tiene ninguna complicación, pero si tiene su punto aventurero, se trata de ir buscando los mejores pasos y el mejor camino de forma intuitiva, a lo que nos ayudarán unos puntos rojos, siempre con una brutal perspectiva del Puig Campana a nuestras espaldas. Hasta aquí todo bien, pero llegaríamos a un punto, justo cuando tendríamos por fin contacto visual con la cima del Ponoig, en el que nos toparíamos con una pequeña brecha, por la que los puntos rojos nos mandaban descender, haciendo un destrepe de unos 5/6 metros, seguramente yo no elegiría el mejor punto para bajar (Laia lo hizo sin problemas), por lo que la roca no me dio confianza, así que optaría por buscar otro manera de continuar, mientras que mis improvisados compañeros optarían por dejarlo allí. Retrocederíamos unos metros, hasta que encontré un paso que consideré más seguro, por el que pudimos bajar unos metros a la vertiente norte de cresta, y avanzar bajo ella hasta llegar a la base de la brecha. Apuntar que, buscando este paso, y destrepando unas rocas, me di un golpe en mi rodilla derecha con ellas, en ese momento no le di mucha importancia, pero al final de la jornada la cosa resultó ser un poco más seria de lo que imaginé en ese momento... Recuperaríamos el rastro de los puntos y ya sin más complicaciones, al final resulta que el león no estaba tan dormido, alcanzaríamos la cima del Ponoig, que nos brindaría unas excelsas vistas hacia las dos Marinas y sus espectaculares sierras, así como de comarcas y serranías más interiores. No me extenderé desgranando las vistas, solo diré que a quien oiga Alacant y enseguida lo asocie a playa, sombrilla y chiringuito le invito a subir aquí, que observe, se maraville y luego opine.
Desde la cima regresaríamos hacia el Collao del Llamp, y lo haríamos esta vez por el sendero balizado, que transcurre unos metros más abajo de la cresta. Bonito sendero este, con vistas constantes hacia la pared sur del Cabal. Luego desandaríamos camino hasta el primer collado, en de la Coveta de la Moscarda. Desde allí tomaríamos el sendero por el que nos aproximaríamos a la cima del Cabal, primeramente por una zona boscosa y luego ya por terreno más pedregoso. Justo al alcanzar la vertiente más occidental del macizo del Cabal abandonaríamos el sendero, para empezar a seguir, rumbo este, una dura, larga e incómoda sucesión de hitos, que combinado unos tramos de canchal, otros de cresta, otros de lapiaz otros de terreno descompuesto y unas aéreas vistas sobre el Barranc del Gulabdar y el Ponoig, nos conducirían hasta la cima del Cabal, en la que disfrutaríamos de unas vistas casi clavadas a las que habíamos tenido en el Ponoig, es decir, espectaculares.
Para la bajada se nos volvían a abrir dos opciones, una era volver por donde habíamos venido y la otra bajar al collado entre la cima del Cabal y la Cresta del Sanxet, opción que me desaconsejaron tres montañeros, buenos conocedores del terreno, con los que coincidimos en la cima, ya que me dijeron que a lo mejor el destrepe existente le pudiese presentar problemas a Laia. "¿Problemas?, ¿a Laia?", pensé para mis adentros, "a lo mejor al que se le atraganta es mi", y más cuando la rodilla ya me estaba empezando a molestar. Aún así optamos al final por la segunda opción. El destrepe tiene su "miguilla", pero si se negocia con cuidado no nos supondrá ningún problema. Acabaríamos llegando al mencionado collado, donde pondríamos rumbo oeste para recuperar el buen sendero que llevábamos antes de habernos desviado para subir al Cabal. Unos hitos desperdigados nos guiarían en una pedrera inicial, que acabaría desembocando en un bosquecillo, donde ya encontraríamos un trazo de sendero más claro por el que recuperaríamos el sendero principal, cerca del Mas o la Casa de la Carrasca.
Desde este punto, y retomado el hilo al sendero, pondríamos rumbo N, que viraría de forma brusca a NE tras superar el sendero y de forma atractiva un paso entre rocas, tras el que se enfilaría por toda la vertiente norte de la cresta del Sanxet por zona de umbría y por tanto con buena y variada vegetación, y con buenas vistas, a nuestra izquierda, del valle en el que está el centro de retiro budista Guhyaloka, valle que nos recomendó visitar encarecidamente uno de los chicos con quienes coincidimos en la cima del Cabal, que se nos irían ocultando con el avanzar. Tras un largo tramo sin vistas a larga distancia nos volvíamos a asomar al balcón hacia levante del principio de la ruta, y también hacia el norte, donde se nos descubriría la parte alta de la atractiva cresta caliza del Malladar y el Penyó Roc. Hacia allí cambiaríamos nuestro rumbo ahora.
Empezaríamos bajando a un paraje conocido como el Salt, como su propio nombre indica, y también los indicios encontrados, allí en épocas muy lluviosas se debe formar un bonito salto de agua, pero con la sequía en la que lleva sumida Alacant, a saber del tiempo que no se verá con agua este lugar, de hecho he estado hurgando en Internet y no he encontrado ninguna foto de este salto con agua. Al menos al ser una zona húmeda da pie a que allí vivan un grupete de arces, que hoy tenían un bonito toque otoñal. En ligero pero constante ascenso nos iríamos aproximando hacia los farallones calizos que habíamos visto desde lejos, que cada vez nos iban pareciendo más impresionantes, si ya íbamos flipando con el paisaje, y por si fuera poco, un escorzo del sendero, tras superar otro bonito paso entre rocas nos descubriría el espectacular Racó de les Tovaines, un anfiteatro de lisas y altas paredes calizas, bajo las que extiende una espesa vegetación, en la que hoy los arces y demás caducifolios dispersos por ella resaltaban aún más, una maravilla, y el sendero iba a continuar bajo esas paredes, y luego bajo los farallones rocosos del Malladar y el Penyó Roc, no nos hubiésemos querido marchar de allí.
De buen gusto hubiésemos seguido el sendero, que continuaba paralelo a las paredes calizas, pero ese ya no era nuestro rumbo ahora, tocaba pensar en cerrar la circular. Tomaríamos un sendero, ya descendente, que nos abocaría a una zona de antiguos cultivos, desde donde afrontaríamos la parte final de la ruta. El Racó de les Tovaines y la cresta caliza del Penyo Roc, que poco a poco, y a nuestras espaldas, se ocultaban, algunos toques otoñales en el camino, recuperar las vistas matinales...no, tampoco nos importó en absoluto que los últimos kilómetros de la ruta fuesen por pistas y carriles. Qué dura y a la vez tan espectacular ruta habíamos realizado!! Eso sí, esta vez tuve que pagar un pequeño, espero, precio por ello. ¿Recordáis el golpe en la rodilla?. Terminé la ruta con una ligera molestia en la rodilla, que se tornó más persistente cuando llegué a casa. El día siguiente por la mañana fue peor, ya que me dolía horrores y me costaba andar, tuve que ir a urgencias. Diagnostico: edema con derrame de liquido sinovial, cuando empecé a escribir esta crónica caminaba ayudado de muletas, con un aparatoso vendaje en mi rodilla y a base de pastillas, cuando terminé de escribirla ya no me eran necesarios ni muletas ni vendaje ni pastillas, pero seguía de baja, así que ahora me toca parón forzoso. Hay que recuperar bien esa rodilla. Así que cuando la recuperación sea completa, que espero que sea pronto, retomaremos las rutas, que por supuesto os contaré aquí en el blog.
Hasta entonces, un saludo amig@s.
Finaliza el reportaje fotográfico pero no el visual, ya que grabé algunas panorámicas en vídeo en el transcurso de la ruta, con las que he editado este vídeo, al que acompaña una deliciosa canción de The Black Crowes, claros herederos del sonido sureño de Lynyrd Skynyrd. Aquí lo tenéis.
Aproximación al punto de inicio de la ruta desde Callosa d'en Sarrià.
Como muchos sabréis la provincia de Alacant es uno de nuestros destinos montañeros favoritos, sus calizas y alpinas montañas nunca nos han dejado indiferentes. Ya son muchas y muy buenas rutas las que hemos hecho allí, pero esta que os voy narrar a continuación, en la que subimos a las cimas del Ponoig y el Cabal y visitamos el espectacular paraje del Racó de les Tovaines superó con creces cualquier expectativa, tanto que me atrevería a afirmar con total rotundidad que está ha sido la mejor ruta que he hecho hasta la fecha en montañas alicantinas. Si queréis conocer los motivos que me impulsaron a realizar tal afirmación, os invito a seguir leyendo.
Laia junto al hito cimero del Cabal, con la colosal silueta del Puig Campana detrás. |
Hacia ya bastante tiempo (seis meses) que no poníamos rumbo a montañas alicantinas, pero es que el caluroso verano no es la época más propicia para visitarlas, así que pensé que ahora que ya habían bajado definitivamente las temperaturas y antes de que acabase el año estaría bien hacerles una nueva visita. Nos bajábamos esta vez hasta la Serra d'Aitana, con el propósito de ascender en ruta circular a dos de sus cimas más orientales, el Ponoig, conocido como el León Dormido, y el Cabal. Poco sospechábamos, que el Racó de les Tovaines, también incluido en el track que traíamos con nosotros, nos iba a impresionar más incluso que las dos cimas y sus vistas. Pero no adelantemos acontecimientos, cada cosa a su debido tiempo.
Fue solo llegar al punto de inicio, bajar de la furgoneta y ver las vistas que teníamos desde allí y ya sabíamos de sobra que el madrugón y las dos horas y pico de coche iban a valer la pena, y que los 12 pavos de la autopista habían sido una buena inversión. Poco iba a importar que los tres primeros kilómetros de la ruta transcurriesen por carril, por que las vistas que iríamos dejando a nuestras espaldas (el desplomado Penyó, las sierra de Bèrnia y Ferrer, el Morro de Toix y el Penyal d'Ifac...) durante este tramo, en el que remontaríamos la primera parte del valle que separa los macizos del Ponoig y el Cabal y por el que discurre el Barranc del Gulabdar iban a ser increíbles.
Vistas desde el punto de inicio. El Castellet (zona de escalada) en primer término, al fondo la Serra de Bèrnia, distinguimos incluso el Penyal d'Ifac. |
Lo que nos espera al principio, remontar el valle del Barranc del Gulabdar. A la izquierda las laderas del Ponoig, a la derecha el Cabal. |
Vemos, 400 metros más arriba, el collado al que tenemos que llegar, cabecera del Barranc de Gulabdar, desde allí parten las dos sendas que nos aproximarán a las dos cimas de hoy. |
Estas son las vistas que tendremos cada vez que giremos el cuello. La furgoneta la dejamos a la izquierda de la pequeña elevación del centro de la imagen. |
Vamos ganando altura poco a poco. Se nos muestra, atractivo, el macizo del Penyó, la masía que vemos en la imagen se la conoce como la Casa de Dèu. |
Le damos al zoom para ver mejor el desplome del Penyó. |
Nos seguimos aprovechando del zoom para ver los farallones de esta vertiente del Cabal. |
Otra con zoom, Bèrnia, acaparadora de las vistas en este primer tramo, que todavía no se había terminado de desperezar. |
La remontada del valle la íbamos a completar por un buen y bonito sendero, en el que además de disfrutar de las anteriormente mencionadas vistas, que a medida que iríamos ganando altura serían más y más buenas, también nos iba a otorgar la ocasión de contemplar por primera vez la verticalidad caliza de la pared SE del Cabal. Así ganaríamos un primer collado, divisoria del valle que habíamos remontado con otro que se desprende hacia poniente, y por el que transcurre el Barranc de Zacarés. En este collado podremos encontrar una diminuta oquedad en la roca, conocida como la Coveta de la Moscarda. Desde el collado, seguiríamos subiendo, en busca de un collado superior, este más estrecho, el Coll o Collao del Llamp, donde tendríamos la primera de las muy grandes perspectivas que íbamos a tener hoy del colosal Puig Campana.
Comienza el sendero, nos plantamos bajo la espectacular pared sur del Cabal. |
Nos recreamos con su verticalidad. |
Nos vamos aproximando al collado, estas son las vistas hacia el este. |
Vemos al fondo la Serra del Ferrer, otra de las muchas alicantinas que tenemos en la agenda. |
Panorámica desde el collado, más en concreto desde la Coveta de la Moscarda. |
Miramos ahora hacia poniente, donde resalta sin duda la cresta de la Serra dels Castellets, muy atractiva, pero esta se escapa ya a nuestro nivel técnico. |
La acercamos con el zoom, con el cual no estuve muy fino en la jornada de hoy, distinguimos, al fondo del todo las cimas del Maigmó y la Penya Migjorn, en lista de espera también. |
No tendrá que esperar mucho el Cabal, pero antes será el Ponoig. Ponemos rumbo al Coll del Llamp. |
Coll del Llamp, a 977 metros, vemos desde allí el Mediterráneo, la Serra Gelada y Benidorm, con sus horribles rascacielos y su islote... |
...cuenta la leyenda que ese islote es un trozo del Puig Campana, que vemos colosal aquí. Sin lugar a ninguna duda el rey de las montañas alicantinas. |
Desde este segundo collado se nos abrían dos opciones para subir al Ponoig, o bien retroceder unos metros y coger el sendero balizado hasta la cima o bien seguir la cresta, que sería a la postre la opción que elegiríamos. Al vernos a nosotros, un grupo con quienes fuimos coincidiendo durante la ruta y que iban al Puig Campana también incluirían en su plan de ruta el Ponoig y elegirían la cresta, así que uniríamos fuerzas. El cresteo en si no tiene ninguna complicación, pero si tiene su punto aventurero, se trata de ir buscando los mejores pasos y el mejor camino de forma intuitiva, a lo que nos ayudarán unos puntos rojos, siempre con una brutal perspectiva del Puig Campana a nuestras espaldas. Hasta aquí todo bien, pero llegaríamos a un punto, justo cuando tendríamos por fin contacto visual con la cima del Ponoig, en el que nos toparíamos con una pequeña brecha, por la que los puntos rojos nos mandaban descender, haciendo un destrepe de unos 5/6 metros, seguramente yo no elegiría el mejor punto para bajar (Laia lo hizo sin problemas), por lo que la roca no me dio confianza, así que optaría por buscar otro manera de continuar, mientras que mis improvisados compañeros optarían por dejarlo allí. Retrocederíamos unos metros, hasta que encontré un paso que consideré más seguro, por el que pudimos bajar unos metros a la vertiente norte de cresta, y avanzar bajo ella hasta llegar a la base de la brecha. Apuntar que, buscando este paso, y destrepando unas rocas, me di un golpe en mi rodilla derecha con ellas, en ese momento no le di mucha importancia, pero al final de la jornada la cosa resultó ser un poco más seria de lo que imaginé en ese momento... Recuperaríamos el rastro de los puntos y ya sin más complicaciones, al final resulta que el león no estaba tan dormido, alcanzaríamos la cima del Ponoig, que nos brindaría unas excelsas vistas hacia las dos Marinas y sus espectaculares sierras, así como de comarcas y serranías más interiores. No me extenderé desgranando las vistas, solo diré que a quien oiga Alacant y enseguida lo asocie a playa, sombrilla y chiringuito le invito a subir aquí, que observe, se maraville y luego opine.
Ponemos rumbo hacia la cima del Ponoig, con el Puig Campana y ese "Diente de Llardana" en miniatura 😏 a nuestras espaldas. |
Enfilamos la cresta, a veces iremos al filo de la misma... |
...y otras escoraremos a la izquierda, nos unimos a este grupo, mira por donde tendré figurantes para la fotos 😏. |
La cresta combina tramos de caliza desnuda con otros en los que tendremos que buscar el mejor paso entre pequeñas carrascas. |
Vistazo atrás, a lo que llevamos recorrido de cresta. |
Volvemos a ver la cima del Cabal, a la que se le une la del Sanxet. |
Fácil transcurrir por la cresta, eso sí, siempre sin sendero. |
Imponente cima del Ponoig, unos metros más adelante de donde está tomada la foto nos topamos con el paso que nos presentó complicaciones. |
Superado ese escollo, no hay fotos, proseguimos hacia la cima. |
Aquí nos tenéis en ella, Ponoig o Ponotx, 1183 metros. |
Veamos un poco las vistas, Cabal y Sanxet, al fondo Aitana. |
Coll del Llamp, Serra dels Castellets, Serra de Sella, al fondo sierras y comarcas más interiores... |
...entre las que destaca el Cabeçó d'Or, otra de las pendientes en Alacant. |
La cuerda del Ponoig se extiende hacia el este. En esta vertiente de la montaña hay instalada una famosa vía ferrata. |
Costa Blanca, Serra Gelada y Benidorm. |
Y como no, el Puig Campana. |
Desde la cima regresaríamos hacia el Collao del Llamp, y lo haríamos esta vez por el sendero balizado, que transcurre unos metros más abajo de la cresta. Bonito sendero este, con vistas constantes hacia la pared sur del Cabal. Luego desandaríamos camino hasta el primer collado, en de la Coveta de la Moscarda. Desde allí tomaríamos el sendero por el que nos aproximaríamos a la cima del Cabal, primeramente por una zona boscosa y luego ya por terreno más pedregoso. Justo al alcanzar la vertiente más occidental del macizo del Cabal abandonaríamos el sendero, para empezar a seguir, rumbo este, una dura, larga e incómoda sucesión de hitos, que combinado unos tramos de canchal, otros de cresta, otros de lapiaz otros de terreno descompuesto y unas aéreas vistas sobre el Barranc del Gulabdar y el Ponoig, nos conducirían hasta la cima del Cabal, en la que disfrutaríamos de unas vistas casi clavadas a las que habíamos tenido en el Ponoig, es decir, espectaculares.
El sendero de descenso del Ponoig pasa por un grupito de carrascas, entre las que vemos el Cabal, cuya cima será el próximo objetivo de la ruta. |
Puig Campana y Coll del Llamp, por el cual no pasaremos ahora para volver al collado inferior. |
Desde el collado tomaremos este sendero, que se vuelve pedregoso tras un breve tramo por el bosque, por el que nos aproximaremos hacia la cima del Cabal. |
Cresta del Sanxet, desde el punto donde nos desviaremos hacia el Cabal, visualizamos también el pequeño valle por el que bajaremos de la cima. |
Ahí la tenemos, la cima del Cabal, no va a ser cómodo el camino para llegar a ella, se nos hará largo y pesado. |
Unos hitos nos orientarán entre estos pedregales. |
Chino chano le vamos ganando metros a esta arista, vistazo atrás a lo que llevamos recorrido de ella. |
Los hitos nos alejan de la parte alta y nos escoran hacia los cortados, donde el terreno parece más practicable. |
Al acercarnos a los cortados gozamos de unas buenas vistas del Barranc de Gulabdar, con la cima del Ponoig... |
...vistas que cada vez se irán tornando más aéreas. |
De aquí hasta el fondo 400 metros casi verticales. Impresionante parte final de la ascensión, valió la pena el esfuerzo. |
Cima del Cabal, 1189 m., foto que nos hizo uno de los tres compañeros con los que coincidimos y charlamos en la cima, gracias si leéis esto!!. Al fondo del todo, la Serrella. |
Hagamos un pequeño repaso de las vistas, Puig Campana, omnipresente y acaparador. |
Cresta del Sanxet, valle budista, Serra de Sella y Aitana. |
Cumbre del Sanxet, al fondo Serra de l'Aixortà, el núcleo urbano que vemos en la imagen es Callosa d'en Sarrià. |
Serra dels Castellets, Cabeçó d'Or, Maigmó. |
Ponoig, hace unas horas estábamos en su cima. |
Para la bajada se nos volvían a abrir dos opciones, una era volver por donde habíamos venido y la otra bajar al collado entre la cima del Cabal y la Cresta del Sanxet, opción que me desaconsejaron tres montañeros, buenos conocedores del terreno, con los que coincidimos en la cima, ya que me dijeron que a lo mejor el destrepe existente le pudiese presentar problemas a Laia. "¿Problemas?, ¿a Laia?", pensé para mis adentros, "a lo mejor al que se le atraganta es mi", y más cuando la rodilla ya me estaba empezando a molestar. Aún así optamos al final por la segunda opción. El destrepe tiene su "miguilla", pero si se negocia con cuidado no nos supondrá ningún problema. Acabaríamos llegando al mencionado collado, donde pondríamos rumbo oeste para recuperar el buen sendero que llevábamos antes de habernos desviado para subir al Cabal. Unos hitos desperdigados nos guiarían en una pedrera inicial, que acabaría desembocando en un bosquecillo, donde ya encontraríamos un trazo de sendero más claro por el que recuperaríamos el sendero principal, cerca del Mas o la Casa de la Carrasca.
Zona rocosa que tuvimos que destrepar para bajar al collado entre el Cabal y el Sanxet. Precaución aquí. |
Hablando del Sanxet, aquí lo tenemos. |
Y parte de su cresta, durante la bajada por la pedrera, al fondo Aitana. |
Mas de la Carrasca, donde retomamos el sendero principal. |
Desde este punto, y retomado el hilo al sendero, pondríamos rumbo N, que viraría de forma brusca a NE tras superar el sendero y de forma atractiva un paso entre rocas, tras el que se enfilaría por toda la vertiente norte de la cresta del Sanxet por zona de umbría y por tanto con buena y variada vegetación, y con buenas vistas, a nuestra izquierda, del valle en el que está el centro de retiro budista Guhyaloka, valle que nos recomendó visitar encarecidamente uno de los chicos con quienes coincidimos en la cima del Cabal, que se nos irían ocultando con el avanzar. Tras un largo tramo sin vistas a larga distancia nos volvíamos a asomar al balcón hacia levante del principio de la ruta, y también hacia el norte, donde se nos descubriría la parte alta de la atractiva cresta caliza del Malladar y el Penyó Roc. Hacia allí cambiaríamos nuestro rumbo ahora.
Bonito paso entre rocas, con tramos de sendero apuntalados y empedrados. |
Nos despedimos del Puig Campana, ya ha pasado bastante tiempo desde que lo ascendimos, será cuestión de ir planificando una nueva visita a este gigante. |
Senos ocultan las vistas del Puig Campana, pero se nos abren estas... |
...este gendarme da la bienvenida al valle budista, arriba a la derecha tenemos el Penyó Diví o Divino, otro que está en la agenda, desde esta perspectiva no parece muy apetecible, pero, ¿que os parece visto desde esta?. |
Hipnotizados estábamos con estas panorámicas. |
Cresta del Sanxet, desde su vertiente norte. |
Valle budista, lo anotamos también en la agenda. |
Recuperamos las vistas de la mañana, Bèrnia sigue con la "txapela" colocada. |
Nos centramos en la zona por la que discurrirá la ruta a partir de ahora... |
...sobre todo nos llaman la atención esas torres calizas del fondo. |
Empezaríamos bajando a un paraje conocido como el Salt, como su propio nombre indica, y también los indicios encontrados, allí en épocas muy lluviosas se debe formar un bonito salto de agua, pero con la sequía en la que lleva sumida Alacant, a saber del tiempo que no se verá con agua este lugar, de hecho he estado hurgando en Internet y no he encontrado ninguna foto de este salto con agua. Al menos al ser una zona húmeda da pie a que allí vivan un grupete de arces, que hoy tenían un bonito toque otoñal. En ligero pero constante ascenso nos iríamos aproximando hacia los farallones calizos que habíamos visto desde lejos, que cada vez nos iban pareciendo más impresionantes, si ya íbamos flipando con el paisaje, y por si fuera poco, un escorzo del sendero, tras superar otro bonito paso entre rocas nos descubriría el espectacular Racó de les Tovaines, un anfiteatro de lisas y altas paredes calizas, bajo las que extiende una espesa vegetación, en la que hoy los arces y demás caducifolios dispersos por ella resaltaban aún más, una maravilla, y el sendero iba a continuar bajo esas paredes, y luego bajo los farallones rocosos del Malladar y el Penyó Roc, no nos hubiésemos querido marchar de allí.
El Salt, nos dio la sensación que para verlo con agua antes deberá haber llovido a raudales... |
...aún así es un rinconcito chulo con su arces poniendo pinceladas de color. |
Desde el Salt seguimos progresando, empiezan a aparecer imponentes paredes, nada comparado con lo que nos aguardaba más adelante. |
Echemos una mirada atrás... |
...porque a partir de ahora, lo que tendremos delante acaparará toda nuestra atención. |
Pasamos debajo de esta imponente aguja... |
Impresionante, y os aseguro que en directo lo es mucho más, las fotos no le hacen justicia al lugar. |
Y lo mejor de todo es que iremos bordeando esa pared, nos sentiremos muy pequeños. |
Vaya lugar, y eso que era por la tarde, la luz de la mañana debe resaltar aún más su belleza. |
Habíamos subido a dos atractivas vistas, gozado de muy buenas vistas, pero sin duda de la ruta nos quedábamos con este paraje. |
Lógico que nos recreáramos. |
Un paisaje que nos evoca a cordilleras más altas y famosas , y que por supuesto, nada tiene que envidiarles. |
Cada vez que volvemos de las montañas alicantinas lo hacemos más enamorados de ellas, ¿por qué será?. |
De buen gusto hubiésemos seguido el sendero, que continuaba paralelo a las paredes calizas, pero ese ya no era nuestro rumbo ahora, tocaba pensar en cerrar la circular. Tomaríamos un sendero, ya descendente, que nos abocaría a una zona de antiguos cultivos, desde donde afrontaríamos la parte final de la ruta. El Racó de les Tovaines y la cresta caliza del Penyo Roc, que poco a poco, y a nuestras espaldas, se ocultaban, algunos toques otoñales en el camino, recuperar las vistas matinales...no, tampoco nos importó en absoluto que los últimos kilómetros de la ruta fuesen por pistas y carriles. Qué dura y a la vez tan espectacular ruta habíamos realizado!! Eso sí, esta vez tuve que pagar un pequeño, espero, precio por ello. ¿Recordáis el golpe en la rodilla?. Terminé la ruta con una ligera molestia en la rodilla, que se tornó más persistente cuando llegué a casa. El día siguiente por la mañana fue peor, ya que me dolía horrores y me costaba andar, tuve que ir a urgencias. Diagnostico: edema con derrame de liquido sinovial, cuando empecé a escribir esta crónica caminaba ayudado de muletas, con un aparatoso vendaje en mi rodilla y a base de pastillas, cuando terminé de escribirla ya no me eran necesarios ni muletas ni vendaje ni pastillas, pero seguía de baja, así que ahora me toca parón forzoso. Hay que recuperar bien esa rodilla. Así que cuando la recuperación sea completa, que espero que sea pronto, retomaremos las rutas, que por supuesto os contaré aquí en el blog.
Hasta entonces, un saludo amig@s.
Parte final de la ruta, los ojos se nos siguen yendo hacia el Racó de les Tovaines. Menuda ubicación la del Mas de Cardona, ¿verdad?. |
Los "Alanos" alicantinos. |
Y por fin Bèrnia se quitó la boina!!. |
El Penyó será nuestro faro en esta parte final del recorrido... |
...en el que gozaremos de algún luminoso toque otoñal. |
Fascinados... |
...no podíamos evitar echar la vista atrás. Nos despedimos del Racó de les Tovaines... |
...del Cabal... |
...y del Ponoig, aunque aquí solo veamos una parte de su ladera norte. |
Finaliza el reportaje fotográfico pero no el visual, ya que grabé algunas panorámicas en vídeo en el transcurso de la ruta, con las que he editado este vídeo, al que acompaña una deliciosa canción de The Black Crowes, claros herederos del sonido sureño de Lynyrd Skynyrd. Aquí lo tenéis.
Pinchad sobre la imagen si queréis visualizar o descargaros el track de la ruta. |
Vaya pasada de ruta eh Dani!!
ResponderEliminarSiempre que pensamos en subir una montaña alicantina; Montcabrer, Bernia, Campana, Aitana, etc se llevan el gato al agua. Pero este coloso llamado Ponoig y su gregario de lujo El Cabal, para mi, están a su misma altura.
El Coll del Llamp ,el Pas de Sanxet, el Raco de Tovaires (también conocido como Circ de les Almasseres), el Penyó de Cabal; se encuentran entre los lugares de auténtico excursionismo alicantino.
Yo hice una circular también ascendiendo a las montañas, pero saliendo del aparcamiento del Ponoig;ver Blog.
Que Laia iba a tener problemas con el destrepe, jeje, trepa y desprepa mejor que su dueño ;) jiji.
Y viendo las panorámicas que hacías, seguro que ya piensas en la siguiente.
Salud y a recuperar esa rodilla.
P.D. Según tengo entendido para esas lesiones va bien una dosis de birra y rock`n´roll.
Entonces la mejor receta AC/DC (de la época de Bon Scott por supuesto, que ya estará en el infierno roqueando con Malcom) y la birra a elegir ¿no?.
EliminarPues pasa un poco con esta zona entre el Puig Campana y Aitana como con l'Aixortà, que al estar entre Serrella y Bèrnia pues parece que no se les preste tanta atención. Si con l'Aixortà ya me lleve una gratísima sorpresa que decir de estos Ponoig, Cabal, Sanxet & cia. espectacular zona.
¿La siguiente?, ese Divino es muy atractivo, y no solo por el nombre...
Salud!!
Hola Dani.
ResponderEliminarYa sabes que soy el anónimo Toni MS.
A ver a ver, si me está esperando un plato de Rape con langostinos y tú me pones al lado una merluza a la vasca con salsa verde. ¿Que demonios hago? Yo planeando para este invierno/primavera la subida al Puig Campana y tu poniéndome los dientes largos con las montañitas de al lado.
Guauuu que sobredosis de calizaca. Ya desde Bernia veia este Ponoig y Cabal igual de atractivos que el Puig Campana, pero es que como narras tan bien la ruta he estado contigo y Laia en todo el trayecto y con muchas ganas de sentir lo que sentiste el el Raco de les Tovaines (Magia serrana llamo yo a esa sensación repentina ante el descubrimiento de un rincón especial).
He estado investigando sobre la Serra dels Castellets y vaya, que espinazo puntiagudo más peculiar.
No se...pero pensando a lo mejor le propongo a Maru que se coja un día libre y una casa rural por allí y hacer noche y dos jornadas, una para el Puig y otra para sus escuderos.
Vamos con esa rodilla, en menos que canta un gallo la tienes en perfecto estado.
Un abrazo.
Hola señor de incógnito jeje.
EliminarY te subirías a cualquiera de estas y verías en la carta una infinita variedad de pescados, preparados de las más deliciosas maneras y no sabrías por cual decantarte jejeje.
Pues te juro que durante esta ruta pensé varias veces en vosotros, la primera evidentemente fue por que andaba expectante por como os iría en el Moncayo, y también para recordaros lo del Puig Campana. Pero luego, una vez pasado el Racó de les Tovaines y de regreso a la furgo pensé "esta ruta la tengo que repetir con Eva, aunque no se suba a las dos cimas" que igualmente sale un recorrido espectacular, e inmediatamente me vinisteis a la cabeza "guau, a Maru y a Toni también les encantaría", así que ya sabes, todo es ir planeándolo.
Ayer ya empecé a trabajar, y de momento parece que responde bien la rodilla, a ver si este finde la probamos con una ruta sencillita.
Un abrazo.
Hola Dani
ResponderEliminarDespués de esto creo que ya no queda nada mas por decir de estas montañas Alicantinas, de estas vistas y de estos pedazos de rutas que podemos hacer por esta zona, algo que parece mentira siendo Alicante pero es verdad.
Cuídate esa rodilla y ten paciencia para que no quede ninguna secuela, un montañero como tú tiene que estar al 100% para poder afrontar lo que le venga y eso pasa por hacer el reposo necesario para ello.
Un abrazo
Jose
TROTASENDES BENICALAP
Hola Jose.
EliminarCuantas satisfacciones nos da esta provincia en cuanto a grandes montañas y las buenas rutas que hemos hecho en ellas, ¿verdad?, normal que cada dos por tres pongamos rumbo sur jejeje.
Gracias Jose, pues como le comentaba a Toni ayer volví al trabajo, la rodilla parece que va bien, eso si, voy poco a poco y sin forzar, tampoco tendré prisa a la hora retomar las rutas, iré empezando con algo ligerito y poco a poco iré subiendo el ritmo.
Un abrazo.
Poco que decir a la vista del rutón. Montaña alicantina en estado puro. El Ponoig es una espinita que tengo clavada y que pronto tendré que "solventar" y si la acompañamos de su escudero Cabal pues mejor que mejor. Apuntada queda.
ResponderEliminarY como te dije ... ¡que vaya bien la recuperación que, imagino, estará en su fase final!
Un abrazo.
Gracias Paco, parece que la recuperación va por buen camino!!
EliminarTodos tenemos espinitas clavadas jeje, la tuya se llama Ponoig y la mía Maigmó, o Cabeçó d'or, o Penya Migjorn, o Serra deL Ferrer...
Un abrazo.
Hola Dani.
ResponderEliminarHay que ver lo lejos que queda esa zona de Valencia, recuerdo cuando fuimos a Altea, a la vuelta me confundí, cogí la nacional y casi nos da algo, así que la autopista en esta caso está más que justificada, a pesar de que son carísimas!
Me ha resultado curioso la denominación de León Dormido, ya que en la Sierra de Cantabría, una de sus principales cimas, también se le conoce con ese sobrenombre, y es una sierra muy parecida a las alicantinas.
Un recorrido sin duda, visualmente espectacular, siempre me ha resultado curioso, lo verticales que son estas sierras, y los desniveles tan majos que salen, ya que a pesar de su modesta altura, no hay que olvidar que el punto de inicio suele estar próximos al nivel del mar.
Seguro que insitu, aún es más bonito, normalmente este tipo de parajes, es complicado plasmarlo con la cámara, pero aún así, te aseguro que te ha salido un reportaje muy guapo.
Y como no podía faltar, esos dos tramos aventureros, la cresta se veía en general sencilla, a falta de ver el destrepe ... Y esa bajada desde la cima del Cabal, que ya te digo yo, que si la perra no baja tu menos, ellos tienen de serie instalado los pies de gato, y bajan por donde quieran, y si no bajan, es porque es imposible.
Pues nada a recuperarse de la rodilla, ves yo no tendría problemas para seguir publicando, aunque estuviese un año parado, me sobraría material, jaja
Salud y montaña!
Hola Eduardo.
EliminarPara estas montañas alicantinas pegadas al litoral o pillas la autopista o ya te puedes preparar para meterle horas por la nacional, venga a cruzar pueblos, o en su defecto por las serpenteantes carreteras del interior, yo si me diesen a elegir prefiero lo segundo, de hecho en esta ruta al volver a Betxí así lo hice.
La denominación de León Dormido le viene al Ponoig por que desde diversas perspectivas si que lo asemeja.
Respecto a la ruta, de las que se disfrutan de principio a fin, cosa que siempre nos suele pasar cada vez que bajamos a Alicante, pero es que en esta ruta esa sensación se multiplicó, y como algunas veces decimos eso de "para hacer una buena ruta no es necesario subir a ninguna cima", aquí se cumplió, vale que en esta ruta subí a dos, y con su toque de aventura, pero lo que más destacó y más me gustó de este espectacular recorrido, fue sin duda el Racó de les Tovaines.
Gracias, de momento ya he empezado a currar, a ver si este finde probamos con algún recorrido sencillo. Pues eso pensé en un principio, no publicar hasta que no tuviese material nuevo, pero me han venido un par de ideas a la cabeza y las próximas semanas, y hasta que vuelvan las rutas, al final si que publicaré alguna cosilla, no os librareis tan fácilmente de mí jejeje.
Un saludo.
Hola Dani,
ResponderEliminarUfff... no se que decir, esta ruta me ha dejado sin palabras...
Que maravilla de caliza que hay en Alicante, no sabes la envidia sana que me das, que lo tienes tan cerca.
¿Que Laia no iba a poder destrepar? Como se nota que no la conocen, ella trepa y destrepa que la mayoría que estamos aquí... jajaja
Este Ponoig y su cresta me han encantado, pero es que toda la ruta ha sido espectacular, es dificil quedarse solo con una parte de ella.
Ya que has de volver al Puig Campana, cuando vayas avisa, que tengo muchas ganas de subirlo y estrenarme en las montañas alicantinas e intentaré escaparme.
Ánimo con la rodilla, ahora toca hacer bondad y recuperarse bien, que ya sabemos como somos, que a la que nos vemos un poco bien ya queremos de nuevo hacer el cabra por el monte, pero vale la pena parar 2-3 semanas que por salir antes de tiempo tener que parar 2-3 meses.
Ya tengo ganas de ver que publicas, que últimamente tus publicaciones sin ruta me han ido muy bien para descubrir literatura montañera, jejeje
Un abrazo.
Hola David.
EliminarSi, fue una ruta muy completa y espectacular, hoy, semanas después veo una y otra vez las fotos y sigo flipando. De las que no me importaría repetir, sin ninguna duda.
Supongo que también sabrás que en el Ponoig hay una potente K4, la clausuraron hace poco, pero la han remodelado y ya vuelve a estar practicable. Así que tienes doble excusa para bajar a esta zona, el Puig Campana me volvió a susurrar tu nombre jejeje.
Tranquilo que iré poco a poco con la rodilla, además, le estamos dando duro en el almacén, con decirte que hemos trabajado los dos festivos, así que poco tiempo tendré para salir al monte este mes de diciembre.
Frío, frío, no tiene nada que ver con literatura, aunque no descarto retomar el tema en un futuro no muy lejano.
Un abrazo.
Hola Dani...
ResponderEliminarPor Alicante anduvimos,con una semana de diferencia...jejeje.
Yo viendo de lejos y asomándose ese Ponotx,con el Maigmo y el Cabeçó entre medias y tu al contrario...jejeje.
Gran y agreste entrada,la que nos has mostrado,con panorámicas de esas montañas alicantinas que son un lujo.La verdad es que impone verlas,con esas dos imágenes,después de la de Laia,con las que comenzabas la crónica.
Pendiente tengo ese Ponotx,ya que quería hacerlo con mi amiga Paqui Calvo y su grupo El León Dormido,aunque esta versión tuya,tiene muy buena pinta.Ingredientes mas que de sobra,para una completísima jornada montañera.
Por supuesto,cuida esa rodilla,que las montañas seguirán ahí,siempre esperando nuestra ''visita''...
Un abrazo.
Hola Juane.
EliminarSi que me di cuenta, leyendo tu crónica de la Silla del Cid, de esa foto en la que se veía a lo lejos el Ponoig.
Esta opción de subida esta muy bien, pero he visto algunas reseñas de la circular desde Polop, bien subiendo por el Barranc de Gulabdar o bien por el Barranc de la Canal y tiene muy buena pinta también, además se le pueden añadir los toques aventureros del Passet del Cigarrí y la propia cresta hacia el Ponoig, elijáis la opción que elijáis no os decepcionará este gran escudero del Puig Campana.
Ahí estamos, intentando no forzar mucho en el curro, y en los pocos ratos que me deja este en diciembre dando paseos cortos, gracias por el interés Juane.
Un abrazo.
¡Hola, Dani! La montaña alicantina siempre nos sorprende gratamente y nos recuerda montañas de latitudes màs septentrionales por sus colosales e imponentes perfiles. Este es un claro ejemplo de ello. Rutón en toda regla de esos que definen una ruta montañera y aventurera, incluso con riesgo de lesión que esperemos se recuperen pronto para que nos puedas seguir contando rutas como esta.
ResponderEliminarUn abrazo, Dani y que te recuperes pronto.
Hola Emilio.
EliminarQué bien has descrito todos esos ingredientes y por lo tanto buenas razones por las que caemos seducidos a las sierras alicantinas y unas cuantas veces al año ponemos rumbo sur, sin importarnos las dos horas (mínimo) de carretera, tanto para ir como para volver.
Gracias Emilio. Ayer salí ya a dar una vuelta corta por el monte, sin apenas desnivel y parece que la rodilla respondió bien, iremos poco a poco y sin prisa para que se recupere bien.
Un abrazo.