El Aneto desde Penyagolosa, la Historia tras la Foto

Hola amig@s. Al leer el título de la entrada, mis amigos más cercanos, y los que me siguen en las redes sociales ya sabrán de lo que va la cosa, para los que no, pues deciros que se trata de una ascensión con raquetas a Penyagolosa que hicimos tras el paso de Gloria. Ascensión que dicho sea de paso no tenía pensado reseñar en el blog de no haber sido por la circunstancia que acaeció, y es que logré divisar los Pirineos desde la cima, y además, fotografiarlos. Esta fotografía tuvo bastante repercusión en mi círculo de amigos y en mis redes sociales. Pero no era la primera vez que veía la cordillera divisoria desde el Gegant de Pedra, hay una historia tras esa foto y me apetecía contárosla.




Todo aquel que haya subido alguna vez a Penyagolosa sabe de sus amplísimas vistas, y que en días de excelente visibilidad se puede alcanzar a divisar incluso la isla de Mallorca, pero ni por asomo pensaba yo que se pudiesen ver los Pirineos, quizás por eso, y si en alguna de mis anteriores visitas invernales a Penyagolosa se habían divisado los Pirineos, este hecho me había pasado desapercibido.

Pero llegó el 30 de diciembre de 2018, ese día alcanzábamos la cima de Penyagolosa tras haber subido por su Canal Sur. Un anticiclón reinaba en toda la península, el cielo estaba limpio como nunca y la visibilidad era excelente. No sé por qué razón ese día mi primera mirada se fue hacia el norte, y fue cuando adiviné a ver algo que me pareció fuera de lo común, y es que muy en la lejanía se entreveía una silueta blanca que asemejaba a una cordillera montañosa. En seguida le dije a mi compañero, que aquel día era David, que podrían ser los Pirineos, a lo cual él me dijo que era imposible, pues había mucha distancia (casi 300 kilómetros en línea recta), y que seguramente se tratasen de nubes. Nos pusimos a almorzar, y a lo tonto estuvimos una hora larga en la cima. Antes de marcharnos volví a echar un vistazo en aquella dirección, y aquellas supuestas nubes no se habían movido ni un pelo... estaba totalmente convencido de que eran los Pirineos!!, en ese momento me arrepentí de no haber cogido la cámara más grande y con mejor zoom para poder haber fotografiado el momento.
Lo primero que hice nada más llegar a casa fue preguntarle a Google si era posible divisar los Pirineos desde Penyagolosa y enseguida encontré un artículo en el blog Ventanas de Aire, que si, me confirmaba que aquella silueta blanca que vimos no eran nubes, sino los Pirineos.

Desde aquel día había estado esperando la oportunidad de volver a subir a Penyagolosa en invierno, época en la que los Pirineos están nevados y es más fácil verlos desde la distancia, y esta llegó el pasado 28 de enero. Y para allá nos fuimos Laia y yo, dispuestos a subir una vez más a Penyagolosa. Además del correspondiente equipo invernal también llevaba conmigo mi cámara bridge, que no es ninguna maravilla pero tiene un zoom brutal. Habían algunas nubes en el cielo, pero lo ventoso del día me hacía tener la corazonada de que vería de nuevo los Pirineos. Así fue, nada más llegar arriba miré al norte y ahí estaba esa silueta blanca, que hoy se veía incluso más nítida que en 2018, volvía a ver los Pirineos desde Penyagolosa (y además se los hice ver a otros compañeros que habían allí arriba), y hoy los iba a poder fotografiar. Enfoqué hacia aquella dirección, exprimí a tope el zoom, tiré de pulso e hice diversas fotografías. Estaba impaciente por llegar a casa para ver como habían quedado. 
Pasé las fotos al ordenador y seleccioné la más nítida, la recorté, le subí las sombras... y bingo!!, salió una impresionante imagen de los Pirineos, y no se trataba cualquier parte de los Pirineos, no me costó mucho acertar que se trataba del Macizo de la Maladeta, con el Aneto a la cabeza. Estaba super emocionado y lleno de júbilo, menudo regalo me había hecho Penyagolosa por mi vigésimo segunda ascensión a su cima, regalo que he querido compartir con todos vosotros.

Empiezo mostrándoos la distancia entre Penyagolosa y el Aneto, trazada en el mapa. Según Google Maps la distancia entre un punto y otro es de 280 kilómetros y 640 metros.

A continuación vemos el campo visual que se puede abarcar desde Penyagolosa en 360º, según el fantástico programa informático de Ulrich Deuschle.

Y ahora, con el mismo programa reducimos ese campo visual hacia el Norte, viendo que el Macizo de la Maladeta, además de otras zonas pirenaicas, está dentro de ese campo visual.

Ahora os muestro la foto original, sin retocar.

Y finalmente la foto recortada y con las sombras subidas, en la que se aprecia mejor la orografía de la vertiente sur del Macizo de la Maladeta, distinguiéndose por ejemplo el Pico Maldito y la cresta que baja al Collado de Cregüeña, la Cresta de Llosas, la arista del Tempestades, y por supuesto en el centro, el rey de los Pirineos, el Aneto.

Y para finalizar os pongo algunas fotos de la ascensión, en la que los bosques y laderas de Penyagolosa lucían más bellos que nunca cubiertos de nieve.

Un saludo a tod@s y hasta la próxima!!.