Domingo 26 de marzo de 2023
El día siguiente de haber subido al Gra de Fajol y al Bastiments no tenía pensado hacer gran cosa. Algún paseo corto para estirar las piernas, comer en alguno de los pueblos de la zona y luego poner rumbo a Betxí. Ni siquiera con la pretensión de subir a la ermita de Sant Antoni empezamos a andar, pero poco a poco me fui viniendo arriba y además de subir a la ermita fuimos añadiendo otras cositas interesantes, tan interesantes como para que esta pequeña ruta circular por Camprodon fuese merecedora del reportaje que estáis empezando a leer.
Ahora mismo no recuerdo de donde saqué la idea de subir a la Ermita de Sant Antoni, pero si que os puedo decir que este recorrido, totalmente improvisado, lo hicimos sin ningún tipo de ayuda digital. Con las señales que fuimos encontrando, preguntando a la gente con la que fuimos coincidiendo, y con un poco de intuición le dimos forma a esta circular. No es que pretenda echarme flores y tal, de hecho, tampoco fue muy complicado trazar la ruta, pero es que hoy en día parece que sin el GPS o Wikiloc no somos capaces de ir a ninguna parte... Quizás deberíamos practicar más a menudo lo de dejar la tecnología guardadita en la mochila y aventurarnos más en la improvisación y el descubrimiento, sin que nos duela retroceder si no hemos tomado el sendero o el camino correcto, y es que, parafraseando a Marc Parrot, quizás nuestras botas descubran la belleza de un camino equivocado...
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El Pont Nou de Camprodon sobre el Ter, uno de los muchos atractivos culturales de esta bonita localidad del Ripollès. Foto tomada en la tarde noche del sábado, antes de cenar . |
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Aunque se denomine Pont Nou este puente de estilo gótico es de la época medieval. Fue construido ente 1196 y 1226. |
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Pasamos al domingo por la mañana. Camprodon es una de esas localidades privilegiadas en las que sales del núcleo urbano y enseguida te plantas en el monte. |
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Enseguida nos vimos inmersos en un frondoso hayedo... |
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...por el cual el sendero se fue poniendo más y más pindio. |
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Tan explosiva subida culminó en el Coll de Sant Antoni. |
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Allí, a nuestra derecha, estaba la ladera que había que remontar para acceder a la ermita... |
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...pero mirando a nuestra izquierda vimos una montaña gemela a la de la ermita, así que decidimos subir primero a esta. |
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Así vimos el cerro de la ermita, hasta arriba de hayas, desde el inicio de la subida al cerro vecino. |
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Esta montaña también esta poblada hasta arriba de hayas, entre ellas escarcea el senderete. |
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Ermita de Sant Antoni, vista en un claro del bosque. |
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Desde otro claro vimos Camprodon y su valle, con algunas montañas del Pirineo Gerundense al fondo. |
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Investigando luego durante la comida leí que la primigenia Ermita de Sant Antoni fue construida aquí arriba en 1679, y fue destruida durante la guerra entre España y Francia años después. No nos fijamos mucho, pero lo que son restos, no vimos. Eso si, hayas a mogollón. Sant Antoni Vell, 1341 metros. |
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Entre el ramaje de esas hayas, y algún boj, vimos la Ermita de Sant Antoni. |
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Coronada esta primera cima volvimos al collado, para ponernos con la subida a la ermita. |
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Durante este tramo de la subida, antes de vernos inmersos en el hayedo, nos pudimos deleitar con estos sugerentes perfiles del Pirineo más oriental, con cimas como el Puig de Bassegoda, el Faig Gros, el Mont o el Puig de Bestracà. |
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Un ancho sendero nos condujo hasta lo más alto de esta montaña... |
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...que como habíamos visto está coronada por la Ermita de Sant Antoni. |
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Esta fue construida en 1700, y al lago de todos estos años se le han practicado diversas restauraciones. |
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Además de la ermita allí arriba también encontramos esta mesa de orientación, a la que se subió a posar Laia. Sant Antoni, 1361 m. |
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Las vistas desde allí arriba son excelentes. Repasémolas un poco. Vemos, en el valle, el pueblo de Llanars, y tímidamente, Villalonga de Ter. Al fondo aparecen cimas pirenaicas como el Balandrau, el Torreneules, el Puig de Fontlletera, les Borregues y el Bastiments. |
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También pudimos ver al completo el macizo del Canigó/Canigou. |
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Acercamos con el zoom el Bastiments y el Gra de Fajol, las dos cimas ascendidas el día anterior. |
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Más cercana, y por lo tanto no requirió el uso del zoom, está la Serra Cavallera, la cual está coronada, en su extremo más occidental, por el Taga. |
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En la cima, unos compañeros me sugirieron que me acercara al vértice de Sant Antoni, en el cual me dijeron que había muy buenas vistas. No les costó mucho convencerme. Tomamos un sendero que evita volver a pasar por el Coll de Sant Antoni y va de manera directa al Coll de la Brossa. |
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Coll de la Brossa. De camino allí nos cruzamos con un numerosísimo grupo de excursionistas. |
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Cerca del collado, en el Pla de Bonaire, encontramos el sendero al vértice. Vemos las dos montañas gemelas, con el Coll de Sant Antoni, tras el que asoma el Massís del Canigó, en medio. |
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Antes de llegar al vértice ya encontramos algún que otro mirador natural en el que tuvimos buenas vistas. |
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Preciosas vistas hacia el valle, y a sierras catalanas más meridionales, como el Montseny o Puigsacalm. |
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Enseguida vimos el roquedo sobre el que construyeron este vértice geodésico. No me habían engañado los compañeros, las vistas eran amplísimas. |
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Laia ya sabe cual su misión cuando hay un vértice 😉. Al fondo Puig de Bassegoda, Faig Gros y el Mont. |
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También destaca al fondo, un poco a la derecha del pilón, el Comanegra. |
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Sant Antoni Camprodon, 1322 metros. |
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La Ermita de Sant Antoni, desde esta tercera cima. |
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Volvimos al Pla de Bonaire, en el que hay un conjunto de siete pequeñas balsas naturales. Vemos una par de ellas en la imagen. |
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Y allí, a sugerencia de unos postes indicadores, decidimos hacer la ruta circular... |
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...lo cual fue un acierto, pues lo que restaba fue todo por el interior de un precioso bosque. |
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Nuestras botas, al contrario que las de Marc Parrot, si que se paran a pensar en las pequeñas flores. |
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La primavera había entrado con fuerza. |
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Pasmos por la zona rural del Coll dels Vedells... |
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...donde vimos algunos robles de buen porte... |
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...pero lo que más abundan en la zona son los hayedos, y son muy frondosos. |
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Pasamos también junto al Monument a Cèsar August Torras, hijo adoptivo y predilecto de Camprodon y que fue pionero del excursionismo en Catalunya. |
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Cerca del monumento encontramos el bonito paraje de la Font del Boix, de la cual está echando un trago Laia. |
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Grandes hayas en la Font del Boix. |
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Cerramos la circular haciendo un pequeño circuito, y haciéndonos un lío, por el campo del golf de Camprodon. De la improvisación salió una bonita ruta alrededor de la Ermita de Sant Antoni, la cual vemos en lo alto de su cerro. Una rica comida en una pizzeria de Ripoll puso el broche a este fructífero e inolvidable fin de semana en el Pirineu de Girona. |
Hola Dani.
ResponderEliminarMe encantan este tipo de rutas a priori más humildes pero que de deja a uno con las retinas llenas de belleza, lejos de las rutas super planeadas, de muchas horas y mucho desnivel. Y, sobre todo, como tú bien dices, hecha a la manera de antes, la de toda la vida; sin tecnología, solo indicaciones de personas o carteles, o el simple empirismo, incluso la intuición.
Yo por la serranía de Cuenca y aledaños siempre las he hecho así (el viejo mapa de papel ha sido la única ayuda durante muchos años), pero si es verdad que ahora, sobre todo, cuando salimos fuera, tiramos de la tecnología a la mínima.
Estos paijsajes con los hayedos invernales y los prados verdes son muy chulos, al igual que la ermita coronando su colina, orlada de hayas, y con ese horizonte pirenaico. Precioso de verdad.
Qué bien se aprecia desde estas perspectivas la formas redondeadas de esos dos gigantes que son el Bastiments y el Gra de Fajol.
Ah y me encanta eso a lo que haces referencia cuando Laía ve un vértice al final va disparada a él, porque lo tiene aprendido, y es verdad. Lo que pasa que hasta que no lo has puesto, uno no cae en ello, de verlo tan normal.
Un abrazo.
Hola Toni.
EliminarLaia, la caza vértices jejeje...
A mi también me chocó que esos perfiles más orientales de los Pirineos, con montañas que rondan los 1300/1700 metros, fuesen más dentados que las montañas de la zona de Núria y Ulldeter, que coquetean y alcanzan algunas de ellas los 2900 metros.
Al ser improvisada, y no haber estudiado nada de esta ruta, todo lo que fuimos encontrando y viendo nos sorprendió muy gratamente, por lo que acabé muy contento por haber trazado este recorrido, en el que en poca distancia, y sin tener que realizar mucho esfuerzo, tuvimos un poco de todo. Complementó a la perfección un bonito fin de semana en montañas catalanas.
Un abrazo.
Hola Dani.
ResponderEliminarYo, tengo la suerte de tener el monte en la puerta de casa y aunque llevo un reloj con GPS, solo lo utilizo para controlar la distancia, porque, siempre que salgo a correr, caminar o en bici por el monte, voy sobre la marcha, enlazando senderos al gusto y siempre que veo alguno que no conozco, si voy bien de tiempo, lo sigo a ver donde lleva, aunque a veces, me las he visto y deseado para salir, pero bueno, conozco la orografía de la zona y si hace falta, se sale como las cabras.
Bonita está circular improvisada, me ha encantado esa cima secundaria con el haya haciendo de vértice geodésico. Pequeñas montañas, que son unos miradores excelsos.
Y sin duda, muy chula la ubicación de la ermita y del vértice geodésico de Sant Antoni Camprodon, sin duda, no hay nada mejor, que preguntar a la gente de la zona.
Salud y montaña.
Hola Eduardo.
EliminarPues tenemos la misma suerte. Yo también vivo en una zona en la que con un breve desplazamiento rodado, y muchas veces ni eso, tengo al alcance de la mano una extensa red de senderos que me permite hacer muchas combinaciones en mis salidas a diario por el monte. También, alguna vez si veo algún sendero que no conozco, tengo la curiosidad de seguirlo y me enmarronado, pero yo básicamente por el tema de que no llevo reloj, y a la que me doy cuenta se me acaba la luz, pues siempre suelo salir a última hora de la tarde 😅.
Salud y montaña!!