14 de noviembre de 2024

Vía Ferrata Cascada del Sorrosal

 Sábado 14 de julio de 2023

Último reportaje de las vacaciones pirenaicas de julio de 2023. Al final decidí no reseñar todas las actividades o rutas que hicimos, pues los paseos por Barrosa y Añisclo no fueron lo suficientemente largos como para dedicarles un reportaje, y del descenso de los barrancos del Gorgol y Os Lucas hay poco documento gráfico, y el que existe es de muy baja calidad. Tampoco tenía pensado en un principio dedicarle un reportaje a esta vía ferrata de la Cascada del Sorrosal, pues ya le hice uno muy completo en su día, pero al final he decidido que si, primero por que mi blog mis normas 🤪, y segundo por que esta ferrata fue el estreno en la materia de mis amigos Toni y Maru, y solo por eso ya merecían ser escritas unas líneas en el blog, con sus respectivas fotografías.



Durante los días que anduvimos por Bielsa, que fueron la mayoría, descubrimos la Vita, donde preparan las mejores patatas bravas de todo el Sobrarbe. Convertimos esta pizzería en nuestro cuartel general cervecero, al cual acudíamos religiosamente todos los días tras la ruta de turno. También lo hicimos tras la ruta de los lagos de Barroude, allí, entre cerveza y cerveza, unas cuantas raciones de bravas y un par de pizzas, convencimos a Toni y a Maru para ir a hacer la ferrata del Sorrosal el día siguiente... Lo celebramos con más cerveza y algún que otro pacharán y a mi se me fue la cosa de las manos... Por eso tiene más mérito lo de mis amigos, ya que el día siguiente se dejaron guiar por un tío que unas horas antes había cogido una cogorza considerable...

Unos días después de publicarse estas líneas se cumplirán diez años de la primera ruta conjunta, y por lo tanto de la amistad, con Toni y Maru. He hecho muchas amistades durante todos estos años de montaña, pero ninguna alcanza el nexo que hemos labrado Toni, Maru y yo... Toni y Maru, Maru y Toni, a lo largo de esta década he descubierto lo importante que son el uno para el otro, tanto que Toni no duda en manifestarlo en una de las cosas que mejor se le dan, la palabra escrita. Es muy frecuente leer algunos de sus escritos, en redes sociales, o en su blog, y encontrar una mención hacia su Maruja, siempre haciendo hincapié en lo vital que resulta tener en su día a día a una mujer como ella. Pues bien, y ya centrándonos en lo que nos ocupa, que es la ferrata, a Maru le quisiera otorgar todo el protagonismo, ya que, no lo voy a negar, el día siguiente, y ya analizándolo más fríamente y con cierta resaca, pensé que nos habíamos venido un poco arriba, yo proponiendo la ferrata y ellos apuntándose, sobre todo por Maru, de la que conocía su miedo a las alturas, que no había tenido jamas ni el más mínimo contacto con la escalada y que cuando habíamos hecho rutas con pasos equipados estos siempre le habían echado un poco para atrás... Pero me equivocaba, pues una vez se puso el arnés, el casco y el disipador, Maru se concentró única y exclusivamente en cada paso de la vía y en las instrucciones que yo le iba dando sobre la marcha, las cuales cumplía a rajatabla. Poco a poco se fue deshaciendo de la por otra parte normal tensión inicial y ya fue negociando los pasos sin que yo le dijese nada, incluso conseguí que sonriera en las fotos y que mirase alguna vez hacia abajo 😅. Al final acabó disfrutando de esta bonita experiencia, y es que la primera ferrata, al igual que todas las primeras veces de la vida, son experiencias difíciles de olvidar. Maru, amiga mía, estoy muy, pero que muy orgulloso de lo que hiciste ese día, y también de ser tu amigo, y espero que me perdones, que seguro que si, el haber dudado de ti.

La doble y bella cascada del Sorrosal, principal reclamo turístico de Broto. Era la cuarta vez que estaba ante ella. Siempre ha sido para hacer la vía ferrata.

Esta vez tampoco iba a ser la excepción. Aquí tenéis a mis dos amigos, a punto de enfrentarse a su primera vía ferrata.

La vía comienza tomando altura por los pliegues de la derecha orográfica de la cascada.

Si por algo se caracteriza este primer tramo es por la variedad de elementos que nos ayudarán en la progresión. No veo necesario profundizar en los detalles de esta ferrata tan popular.

La cuestión es que fuimos adquiriendo bastante altura, y logré sacarle esta sonrisa a Maru, aunque de momento no conseguí que mirase abajo.

Un poquito de protagonismo para el amigo Toni, que como veréis en otras fotografías, se lo pasó pipa.

Finalizando este vertiginoso primer tramo vertical.

Superada la primera vertical vino la travesía horizontal que da paso a las escaleras.

Aquí nos encontramos con una dificultad añadida, ya que caía mucha agua desde arriba, cosa que además de empaparnos de arriba a abajo hizo que encontrásemos los agarres mojados y el terreno resbaladizo.

Creo que de las cuatro veces que he hecho esta ferrata es la vez en la que más agua caía desde arriba.

Tanta que me vi obligado a guardar la cámara durante el espectacular tramo de las escaleras. Me supo muy mal no poder fotografiar a mis amigos en este tramo. Para documentarlo en este reportaje he tirado de fotos de archivo, como esta de agosto de 2014, cuando hice la ferrata con Eva y Pedro...

...o esta otra de cuando hice la ferrata por primera vez en 2013, con Alberto (en la imagen), Graciela y Paco.

Aquí tenemos a una sonriente Graciela, finalizando las escaleras y a punto de entrar en el túnel.

Volvemos a 2023. Las fotos del túnel corrieron a cargo de Toni.

Como era de suponer corría mucha agua por el túnel. El encargado del sitio donde alquilamos el material para Maru y Toni nos dijo que habían instalado recientemente unas presas de escalada con fin de evitar remojones de pies. Nosotros, que hicimos el túnel armados con un mísero frontal, ni las vimos 😅, por lo tanto nos dimos un baño extra de pinreles.

Salimos del túnel y entramos en la bella zona del estrecho.


Un ligero desplome para volver a tomar altura sobre el río.

Enseguida encontramos otro de los célebres pasos de la ferrata, el puente cable.

Toni: Montañero, blogger, poeta y escritor, cocinillas, gourmet cervecero, mejor persona... Y ahora también funambulista 😅.

Tras el puente el recorrido pasa a discurrir por la margen izquierda del río.

En esta y la siguiente foto denotamos la concentración extrema de Maru, que contrasta con... ¿Cómo definiríamos lo de Toni? 😅.



Este tramo del estrecho, con sus cascadas y sus estratos, es de una sublime belleza.


Aquí coincidimos con unos barranquistas, con los que mantuvimos una divertida charla. Les tomé esta simpática foto.

Mientras unos se disponían a bajar otros seguíamos subiendo.

Llegamos al punto en el que se sale del estrecho y se abandona la compañía del río. Se puede decir que es aquí donde se acaba la parte más espectacular y técnica de la vía. Toni, sabedor de ello, empezó a desempeñar con más ahínco si cabe su rol en el equipo 🤪.

Tras unas repisas viene el último tramo vertical de la vía.

Toni, de funambulista a estrábico en cuestión de minutos 😂.

Siempre me ha parecido curioso este paso entre dos rocas.

Subida por placa tumbada, última dificultad reseñable de la vía.


Mis amigos, en dicho paso, con Broto detrás.

Lo mejor de este último tramo son las vistas hacia las cascadas...

...ya que el recorrido de la ferrata discurre por unas repisas que se hacen andando, y entre las que encontraremos algún corto resalte.

Hora de relajar tensiones y disfrutar.

Uno de los resaltes que mencionaba antes, con espectaculares vistas a la vertical cascada.

Última repisa...

...y último resalte. Maru con cara de no creerse lo que había hecho. Misión cumplida. Más que orgulloso de mis amigos. Nos esperaba una deliciosa y más que merecida comida en un restaurante de Broto.


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