24 de septiembre de 2024

Picos de Astazu (3071 y 3013 m.)

 Lunes 3 y martes 4 de julio de 2023

Empezamos a desgranar las vacaciones pirenaicas de julio de 2023, que sin duda fueron las vacaciones de la resiliencia, ya que no hubo día, y fueron quince, en el que no tuviésemos ningún contratiempo o imprevisto. Nos tuvimos que sobreponer, por ejemplo, a una fuerte avería mecánica de la furgoneta, a una enfermedad, con visitas a urgencias inclusive y hasta algunas cosas inexplicables. No quedó otra que ir adaptándose a según como viniese cada día la situación e ir tirando de improvisación, de tal forma que la hoja de ruta que completamos al final de las vacaciones apenas tuvo nada que ver con la que llevábamos al principio. De hecho, solo esta ascensión a los Astazu que os voy a narrar, y la ruta que os contaré en diez días, fueron las únicas actividades planeadas que realizamos.



Desde el día que supe que quería subir a los Astazu tuve claro que sería con un vivac o acampada en el Ibón de Marboré, y así lo llevamos a cabo. No hicimos experimentos e hicimos el ascenso desde Pineta, en el que va incluida la célebre subida al Balcón de Pineta. No vamos a descubrirla ahora, el que a estas alturas no haya oído hablar de ella es que vive en una cueva... Pero vamos, que se trata de una subida espectacular en todos los aspectos, una de las imprescindibles del Pirineo. Si la encontráis jalonada de flores, como nosotros, os gustará mucho más... A nivel personal me pude quitar la espinita de 2014, cuando en el marco de la Monte Perdido Extrem hicimos esa subida, y al llegar arriba no vimos un carajo. En aquella ocasión aún nos quedaba un buen trecho hasta el Refuge des Espuguettes, hoy nos quedábamos en el lago, bajo la protección del Glaciar de Monte Perdido. Con la tienda montada, y ya sin ninguna obligación hasta la hora de cenar, matamos las horas disfrutando de este majestuoso paisaje, y por si nos aburríamos, que no, un numeroso grupo de sarrios nos brindó un bonito espectáculo, con continuas idas y venidas a la zona de nuestra acampada, acercándose, curiosón, bastante alguno de ellos. Pero para espectáculo el del amanecer, ya que tras formarse una pequeña tormenta, que me trajo recuerdos 😱 de mi anterior vivac en Ordesa, emergió, de la base del glaciar, un bonito arco-iris. Inolvidable. Pero en vez de ir en busca de la olla repleta de oro de los Leprechauns nos fuimos, bajo una fina pero heladora lluvia, a por el tesoro que esconden los Astazu, creemos que muchísimo más valioso, aunque si hubiésemos encontrado oro tampoco nos hubiese importado cargar con él 😂... Por suerte la lluvia cesó pronto, dando paso a un viento moderado, que ayudo a secar las dos estrechas pasarelas, situadas a 3000 metros, que dan acceso a las cimas de los hermanos Astazu. Por aquello de las jerarquías subimos primero al mayor y luego al pequeño.

Durante la bajada a Pineta alguien nos preguntó si por allí había algún valle  🙃🙄🫥🤭...

Ya en Bielsa nos tomamos un par de birras por cabeza, una por cada Astazu. Luego pusimos rumbo a Gavarnie, donde teníamos pensado hacer una ruta y una vía ferrata los dos siguientes días, pero bajando el Puerto de Bielsa una rueda delantera de la furgoneta empezó a echar humo, obligándonos a volver al sur de la divisoria en busca de un taller, pero eso ya fue otra historia...

Pineta. Casilla de salida de esta aventura.

Clásica foto del Circo de Pineta, con el el Cilindro, las Cascadas del Cinca, el Pico de Pineta y la Punta el Garién.

Y aquí el equipo inicial de estas vacaciones. Esther, Ampa y yo. Como iréis comprobando en los próximos reportajes, a lo largo de las vacaciones fueron entrando y saliendo miembros del equipo.

Por delante casi 1400 metros de desnivel positivo y un paisaje espectacular. Al tramo inicial por el hayedo le siguió otro entre helechos. A partir de aquí subida a pleno solano, en un día bastante caluroso.

No podía faltar una foto de las cascadas que traen a la luz al Cinca.

Mis dos compis contemplan embelesadas este soberbio paraje del Pirineo Aragonés.

Hasta el momento la subida estaba siendo bastante cómoda, pero poco a poco el terreno se fue poniendo más áspero, y la pendiente más acusada...

...la mejor manera de acometer esta subida sin "petar" en el intento es poner velocidad, corta, de crucero, e ir tirando para arriba, sin dejar de hacer paraditas para disfrutar y fotografiar el paisaje...

...como por ejemplo esta propulsión de una de las cascadas del Cinca.

No me gusta poner fotos de cartelitos, pero incluyo esta imagen por que en este punto, en el que paramos a comer algo, tuvo lugar el primer incidente de las vacaciones, ya que una de nuestras mochilas empezó a rodar ladera abajo, y estuvo a nada de caer en un barranco. Por suerte la pudimos recuperar.

Repuestos del pequeño susto continuamos para arriba, vigilados por las torres calizas del macizo de Monte Perdido.

Tampoco nos quitaban ojo las picudas cimas cercanas al Balcón y Puerto Nuevo de Pineta o de la Lera.

En concreto este pico es la Punta el Garién...

...un bellezón, que en tiempos masificación de ciertas montañas y de sobre-información sobre ellas en Internet, del que apenas encontraremos reseñas de ascensión por la red.

Durante el ascenso fuimos encontrando una gran variedad de flores, que le dieron un colorido extra a esta espectacular subida. Rosa pendulina, o Rosa alpina.

Al fondo empezaron a aparecer cimas como la Munia, la Robiñera y el Comodoto.

A punto de afrontar las rampas que dan acceso al Embudo, tramo final de esta subida.

Eso, unido...

...al brutal paisaje, nos espoleó a seguir hacia arriba con más energía.

Nos vino bien esa energía, ya que podría decirse que estábamos en el tramo más duro de todo el ascenso.

Hablando de energía, positiva, Amparo "All cookies", siempre en mi equipo!!🤪

En este tramo de subida vimos muchos Leontopodium alpinum, es decir, edelweiss o flor de nieve.

Ya en pleno embudo, con todo el Valle de Pineta o la Valle Verde tras nosotros. Aunque empezaron a acumularse nubes estas no nos ocultaron estas vistas. En 2014 a partir de este punto ya no vimos nada...

...si os apetece echarle un vistazo al reportaje de aquella espectacular primera etapa de la Monte Perdido Extrem os dejo aquí el enlace.

Las nubes empezaron a cubrir las cotas más altas...

...por ejemplo la Munia, la cual veíamos perfectamente unos minutos antes.

Ya casi estábamos arriba. Está claro por que le llaman el Embudo, ¿no?.

La subida al Balcón se remata con esta elegante y aérea travesía horizontal.

Estábamos a punto de entrar en un mundo de fascinante geología. Tras Esther un sinclinal de libro.

Desde arriba vimos mejor las zetas del sendero que remonta el Embudo.

Y de repente apareció el Cilindro...

...lo cual fue un auténtico subidón, normal que mis dos compis estuviesen tan contentas.

Ahí estamos, Ampa y yo, en el Balcón de Pineta, que ya me vale, pues no eché ninguna foto hacia el valle 😅.


En 2014 apenas pudimos apreciar el Glaciar de Monte Perdido. Hoy lo pudimos ver, y pese a las nubes, con bastante claridad. Contentos con ello, pero a la vez tristes de comprobar la agonía de este glaciar.

También tuvimos el primer contacto visual con el Gran Astazu, que asomaba la cabeza tras la cascada.

La cara norte de Monte Perdido, uno de los escenarios más bonitos de todo el Pirineo.

Tras el Balcón afrontamos un laberíntico tramo entre un caos de bloques.


Las nubosidad que había empezado a formarse en la última parte de la subida ya no parecía tan amenazante cuando llegamos aquí.

Enorme "plateau" a pies del Glaciar de Monte Perdido. Se le conoce como Plana Marmorés.

Sorprendimos a este sarrio, que salió disparado tras vernos, ¿iría a pedir refuerzos?...

Y por fin llegamos ante el Ibón de Marboré o Marmorés, también Lago de Pineta en algunos mapas. Asombroso paisaje.

Mejor sin el de la gorra naranja, ¿verdad? 🤪.

Ibón de Marboré, con la Brecha, o Forqueta, de Tuca Roya, en la cual se encuentra el refugio, libre, homónimo. En 2014 subimos hasta allí para luego, en vertiginosa, delicada y descompuesta bajada, seguir hacia el Refuge des Espuguettes.

Hoy nos quedábamos aquí. Entre la abundante oferta de vivacs elegimos este, en el cual plantamos la tienda. Había que inmortalizar el momento.

Bonito hotel el que nos habíamos buscado, ¿no creéis?.

Ya cerca del atardecer bajamos a pie de lago a hacer algunas fotos...

...y a disfrutar del ocaso en tan privilegiado rincón..

...pero sin esperárnoslo el espectáculo nos vino por otro lado, efectivamente el sarrio había ido a llamar a su cuadrilla. Os dejo con una secuencia de fotos de este mágico momento.






Se acabó la función, a cenar y a intentar dormir, mañana nos esperaban los Astazu.

El amanecer vino acompañado de una tormentilla de verano, que trajo como premio este bonito arco-iris. Vimos nacer un arco-iris en el Glaciar de Monte Perdido!!, y no se nos va olvidar nunca este mágico momento!!!

"...Now, look, look, look, look. Look at this tower of stone. I see a rainbow rising. Look there, on the horizon. And i'm coming home, i'm coming home, i'm coming home. Time is standing still. He gave back my will. Going Home. I'm going home. My eyes are bleeding. And my heart is leaving here. But it's no home. But it's no home.."

Stargazer
, Rainbow.

El otro extremo del arco caía hacia la Collata de Astazu. Increíble como lo que quedaba dentro del arco-iris estaba más iluminado que lo del exterior.

Pese a que la lluvia no cesaba, y sin perder la sonrisa, partimos hacia los Astazu.

Poco a poco fue escampando y se empezaban a abrir claros hacia el este, aunque no llegó a despejarse del todo durante la mañana.

Empezamos a remontar hacia el Collado de Swan por la zona que albergó el hoy extinto glaciar sur de Astazu. Este vídeo de Francesc Navarro nos ilustra sobre él. Os recomiendo su canal de YouTube GeologUia, en el que podréis encontrar vídeos muy interesantes sobre geología, sobre todo del Pirineo.

Ganamos altura con bastante rapidez, tanta que el Ibón se dibujaba como una manchita, que incluso se confundía con los neveros existentes.

Empezaban a abrirse también algunos claros en la zona por la que andábamos. Vemos el Pico Marboré, en cuya pared, unos minutos antes, habíamos oído y visto desprenderse una gran roca, y creerme, ese sonido acojona, y mucho.

Esther, con el Ibón de Marboré, que ya habíamos dejado bastantes metros más abajo.

Monte Perdido, su glaciar, el Cuello del Cilindro, el propio Cilindro y la Plana Marmorés.

Afrontando el último tramo de subida hasta el collado.

Más rápido de lo que esperábamos ganamos el Collado de Swan (qué bonito nombre), y nos vimos asomados hacia valles y montañas francesas. Como de costumbre la vertiente norte del Pirineo mucho más verde, y con mares de nubes matinales.

Una breve paradita en el Collado de Swan, a 2967 metros de altitud.

Este collado divisorio separa el picudo Astazu Occidental...

...del mastodóntico Astazu Oriental. Dejamos las mochilas en el collado y nos fuimos a por el mayor primero. 104 metros de desnivel nos separaban de su cima.

En el la parte inicial de la subida fuimos alternado trepadas por la vertiente aragonesa...

...con tramos en los que fuimos por la cresta divisoria.

En una de las brechas de la cresta vimos el Pic Rouge de Pailla y el Lac des Gloriettes.

El tránsito por la cresta es sencillo, pero con cierta exposición sobre todo hacia el norte, por lo que no está de más extremar las precauciones. Impresionantes estratos de la cara norte del Astazu Occidental.

Nueva trepada por la escalonada vertiente de Marboré...

...y ya salimos definitivamente a la cresta, por la cual remataríamos la subida.

Un recorrido muy disfrutón...

...pero en el que, como decía antes, no hay que bajar la guardia...

...y si no mirad el patio que tenía Ampa a su izquierda en este pasito.

Un pequeño franqueo...

...y llegaba el último tramo de cresta, que se hace caminando.

Hito cimero a la vista.

Astazu Oriental o Grand Astazou, Marmorés d'el Cul Gran en aragonés, 3071 metros.

Las nubes nos limitaron bastante las vistas desde la cima, pero aún así gozamos de alguna bonita panorámica, como esta hacia el Ibón de Marboré...

...o esta hacia la dupla Munia/Robiñera.

No nos demoramos mucho allí arriba, pues el vientecillo era bastante molesto. Desandamos la cresta de regreso al Collado de Swan. Al fondo el Taillón se encontraba tapado por las nubes...

...al igual que el Pico Marboré.

De nuevo el Pic Rouge de Pailla, esta vez con el Pimené, y si agudizáis la vista se distingue también el Refuge des Espuguettes.

La cresta en descenso...

...en el que extremamos más si cabe las precauciones.

Regresamos al Collado de Swan, nos esperaba ahora el Astazu Occidental...

...en un principio, y por evitar un rodeo, pensamos ir allí ceñidos a la divisoria...

...pero no lo vimos claro, y bajo la imponente mirada del Astazu Oriental volvimos al collado. Nada, daríamos el rodeo.

Cargamos de nuevo con la mochilas y empezamos a bajar por este tedioso pedregal...

...para de inmediato empezar a remontar hacia la Collata de Astazu, desde donde es más sencillo acceder a la cima.

Remontando hacia el collado, por terreno pedregoso.

Collata de Astazu o de Gavarnia, 2962 metros. Efectivamente, y como indica el segundo nombre, nos vimos asomados al majestuoso Cirque de Gavarnie...

...en el que os propongo un nuevo juego de agudeza visual, para a ver si sois capaces de localizar en la imagen dos puntos emblemáticos de este circo, la Brecha de Roland y el Refuge des Sarradets.

Dejamos las mochilas en un vivac del collado y empezamos a subir hacia el Astazu Occidental.

Para acceder a esta cima también tuvimos que recorrer una cresta, que ganamos con facilidad.

Cresta muy facilona...

...pero diría que un poco más aérea que la del Astazu Oriental.

Menuda pasarela de altura, ni la Cibeles, oiga 😅.

Esther nos regaló un baile en la cima del Astazu Occidental.

Astazu Occidental, Petit Astazou o Marmorés d'el Cul Chicot, 3013 metros.

El Astazu grande desde el Astazu chico.

Mar de nubes en el valle de Gavarnie.

Satisfechos con el doblete volvimos al collado, con impresionantes vistas hacia el Cirque de Gavarnie.

Desde el collado tomamos el itinerario que baja de forma más directa al Ibón de Marboré, trazando así una pequeña circular.

El primer tramo de la bajada, por la pedrera, lo hicimos rápido, luego ya encontramos más roca, lo cual nos ralentizó.

Pero no teníamos ningún tipo de prisa. Llegando a las inmediaciones del lago.

Bonita perspectiva del Ibón de Marboré, con el Pico de Pineta.

También es muy bonita esta imagen de mis dos compis con un serac del Glaciar de Monte Perdido.

Nos despedíamos del que había sido nuestro hotel la noche anterior.

Y de la bajada del Balcón al Valle de Pineta, y por no sobrecargar más el reportaje, solo pondré dos fotos, esta de mis compis calibrando la grandeza del lugar...

...y esta, toque floral para despedir. Aguileña alpina, Aquilegia alpina.


6 comentarios:

  1. Hola Dani.

    Qué buen rato he pasado viendo y leyendo con toda atención las fotos y la crónica de esta ruta doble, majestuosa dónde las haya. Además, hecha de vuestra manera, con vivac en el ibón, es ya supremo, excelso, alucinante. Se acaban los adjetivos. La entrada es para volver a verla un par de veces más, y eso haré.

    Creo recordar que en esas vacaciones que Maru yo estuvimos -otra vez- a pie de las cascada del Cinca las nubes cerradas estaban a mitad de la subida y desistimos de subir al Balcón, aunque bueno, luego llegó nuestro encuentro, y qué bien nos lo pasamos, y qué bueno equipo hicimos con Esther, pese a todos vuestros inesperados contratiempos (nos hubiera gustado mucho conocer a Ampa, porque seguro que habríamos congeniado todos la mar de bien).

    Y, a todo esto, no me voy a adelantar pues ya tocará pero leyéndote es imposible que no me vengan a la cabeza cierto bar de Bielsa, cierto plato culinario de alto voltaje y ciertas personas trasbillando al levantarse de la terraza y con un mareillo.......bueno hablando claro, personas borrachas ,jajajaja, como si un montañero no pudiera ir borracho.

    Un abrazo.

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    1. Hola Toni.

      Bueno, en breve llegará al blog vuestra entrada en escena en estas vacaciones, de hecho ahora mismo estoy liado con el reportaje del Comodoto, y por supuesto también haré referencia a esas chispas vespertinas en la Vita, lugar al que no me importa en absoluto hacerle publicidad 😅.
      Pues no coincidisteis con Ampa y Natalia de milagro, pues ellas dos se fueron un rato antes de vuestra llegada a Bielsa y nuestro encuentro, por supuesto, en la Vita... Os hubiesen caído genial. Bueno, seguro que surge la ocasión de conoceros.
      Si no recuerdo mal, fue el día siguiente, mientras nosotros nos fuimos de nuevo a urgencias de Aínsa, cuando intentasteis subir al Balcón de Pineta. Si que es verdad que es una subida que es mejor hacerla sin nubes, pues comerte los 1300 metros de duro desnivel para luego llegar arriba y no ver nada... Nosotros la primera vez que subimos en 2014 nos pasó eso, pero teníamos que subir si o si, pues estábamos en travesía. También es una subida en la que la calor suele hacer mella, por la orientación este del Valle de Pineta. Seguro que en un futuro volvéis por la zona y podéis subir al Balcón de Pineta y al Ibón de Marboré.

      Un abrazo.

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  2. Hola Dani.

    Veo que fueron una vacaciones moviditas, con mucho incidentes, pero bueno, hay que saber sobreponerse a las circunstancias adversas y tomárselo de la mejor manera posible y te lo dice uno, que suele pillarse unos cabreos, que no hay quien me hable 😅.

    Esa zona del Parque Nacional, aunque en verano hay mucha gente, yo creo, que al ser más de Alta Montaña, está algo menos masificada que la zona de Ordesa. Hagas lo que hagas, aunque sea subir hasta las cascadas del Cinca o a los Llanos de Lalarri, toca subir desde el comienzo y eso, no es para todo el mundo.

    Eso sí, desde el aparcamiento, hay una panorámica, que para mi gusto, es una de las más espectaculares del Pirineo Aragonés, sin la necesidad de tener que dar un paso.

    Es una zona, a la que hace ya unos años que no voy, fuimos varios años seguidos y me quede un poco "saturado", intentamos varias veces subir a los Astazus y al Marboré, pero todas salieron rana, porque, iba con los amigos y son de poco patear la montaña.

    La subida hasta el ibón de Marboré, es preciosa y el lugar en el que se ubica, es de los que deja huella. Me imagino, que para esas fechas el refugio de Tucarroya, estaría muy solicitado para dormir, porque, es otro de esos refugios con mucho encanto.

    Y las crestas, técnicamente no son complicadas, pero, la del Grand Astazou se ve que tiene ambientillo. A pesar de las nubes, las vistas son espectaculares, el que no conocía, es el Pic Rouge de Pailla, que tiene una pinta estupenda y la cumbre principal, veo que es una sucesión de trepadas de I y algún II, aunque, el cresteo son palabras mayores.

    La vuelta, cuando uno ya va más tranquilo y con el objetivo cumplido, se relaja y disfruta más del entorno, además, el tiempo ayudo. Pues nada, me dejo muchos detalles, pero, leí la entrada hace más de una semana y me faltaba dejarte el comentario, estoy con pocas ganas de blogs, el mío, tengo media entrada escrita hará mes y medio.

    Salud y montaña.

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    1. Hola Eduardo.

      Nah, no te preocupes hombre, te entiendo perfectamente en lo que comentas sobre los blogs. Corren malos tiempos para ellos, y es fácil caer en la pereza de no visitar los que leemos con asiduidad, e incluso de mantener con vida los nuestros... Por eso son siempre bienvenidos tus comentarios.
      Coincido completamente en la comparación Pineta/Ordesa y la masificación. En Ordesa puedes adentrarte valle adentro, y hacer una buena caminata sin tener que chuparte mucho desnivel. En Pineta, solo con que quieras ver de más de cerca las cascadas del Cinca, o subir a los Llanos de Larri, ya te tienes que chupar buenas cuestas, y eso ya tira mucho para atrás al que no es montañero.
      Esa vista de todo el circo de Pineta desde el parking es sublime, es de mis roncones favoritos del Pirineo, tanto que este puente del 1 d e noviembre voy a subir con mi madre, para que vea todo aquello, y darnos algún paseo por los hayedos de la zona.
      Nos gustó mucho la ruta a los Astazu. Independientemente de la subida al Balcón, y toda la zona del lago y del glaciar, que ya conocíamos, y que no nos importó en absoluto repetir. De lo que no conocíamos, la zona de los collados fronterizos, más la geología de los picos, y las aéreas crestas para llegar a ambas cimas, nos pareció todo maravilloso.
      No nos planteamos en ningún momento subir a pernoctar al refugio de Tucarroya, pues mi amigo Miguel Ángel subió a dormir allí el año anterior por las mimas fechas, y no me habló muy bien. Me dijo que siendo entre semana estaba a tope, y les tocó dormir a él en el suelo y a su compañero sobre una de las mesas del comedor, y que además olía mucho a orín...

      Un saludo.

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  3. Pedazo documental, chaval. Yo que suelo subir entre 20 y 30 fotos... y veo aquí 116. Menudo currazo.
    Hemos estado sólo una vez por ahí. Subimos muy temprano, en julio del 21. La subida es muy calurosa, pero si le metes cuando casi está clareando... el calor te pega ya bien arriba. Es que el valle se orienta directo a Levante. Oye, vaya preguntita la de si por aquí hay algún valle... eso denota cómo han cambiado los tiempos. A mi una vez, en Grazalema, se me acercan unos chavales y me preguntan: Oiga, ¿Para hacer senderismo? Yo no sabía donde mirar... dios mío...
    Mi idea primigenia, aquella vez, fue la de subir, dormir, y bajar al día siguiente... pero al final, madrugamos y hice el Astazu (sólo el grande) en una tacada. Isabel, cuando llegó al Ibón... se quedó allí. Y yo me fui solo a toda pastilla. Se hace rápida esa subida desde el lago.
    Un detalle que no he llegado a comprender: ¿Por qué llevabais las mochilas para arriba? Yo las hubiera dejado ocultas por ahí, por las inmediaciones del lago.
    Sobre la geología de ese valle glaciar... menudo libro de historia es aquello. Es increíble, vaya.
    Ese lago tiene un color... y ese glaciar de Monte Perdido... qué pasada. Y ese arcoiris... con Ronnie James Dio... qué puntazo. Ah, y muy guapo el video que has enlazado sobre el glaciar de Astazu. Muy buen documento, sí señoría.
    Oye, veo que Ampa va con unas zapatillas demasiado ligeras, ¿no? A mi, con mochila, me gustan más las botas. Con el peso, siempre llevas el pie más sujeto. A veces, he ido en zapas, y he porteado las botas en la mochila, para cambiarme... cuando la aproximación es por pista cómoda y ancha... por ejemplo, subiendo al Caballo desde Nigüelas... son más de 2000m de desnivel y al principio hay mucha pista.
    Veo que hubo todo tipo de problemas en aquel viaje... vaya contratiempos, joder. Pero lo importante es acabar todos sanos... la montaña puede esperar...
    Bueno... me ha encantado esta entrada, y cuando conoces el sitio, parece que gusta más, porque sabes de lo que se va hablando y lo vas entendiendo mejor... de todas formas, lo explicas muy bien, incluso alguien que no haya estado ahí, lo disfruta igual, creo yo.
    Un saludo, Dani.

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    1. Bueno, ten en cuenta que yo siempre suelo cargar bastante de fotos los reportajes, y aquí son dos días, y además en un lugar, Pineta/Marbore/Monte Perdido, que parece sacado de un relato mitológico, así que...

      "Ya sabes que a mi la altura que tengan las montañas me da bastante igual, pero la verdad es que estos dos tresmiles, los hermanos Astazu, son de los que más ilusión me hace subirlos algún día. Ya lo planeamos hace un par de años, pero al final se fastidió la cosa. Cuando se tercie de nuevo el plan será el mismo, portear la tienda y pernoctar junto al Ibón de Marboré, o bien hacerlo en el refu de Tucarroya. Debe ser una pasada que lo último que veas al acostarte, y lo primero al despertarte, sea el Glaciar de Monte Perdido..." Eso fue lo que te comenté en su día en tu reportaje de ascenso al Astazu. Como ves, cumplí mi palabra y nos subimos con la tienda allí arriba jejeje. Y si, fue una pasada lo de acostarnos y despertarnos viendo el glaciar, y más con el extra de los sarrios y el arco-iris.
      Respecto a lo de subir con las mochilas hasta el Col Swan, veo en las fotos que nos subimos hasta las esterillas, cuando si, lo normal hubiese sido dejar en el lago lo que más pesaba, pero chico, ahora mismo no sabría decirte la razón de por que nos lo subimos todo... De hecho, este pasado mes de septiembre, cuando subimos al Balaitús también lo hicimos con acampada en lago, y como la ruta era lineal, Gran Diagonal, solo subimos a cima con lo necesario, lo demás lo dejamos escondido por allí...
      Lo de zapa o bota va a gusto del consumidor. Yo por ejemplo, en este tipo de terrenos, y cargando más peso del habitual, siempre bota, por supuesto, pero ya te digo, eso va en gustos. Ampa subió bien y segura, y además marcándonos el ritmo, cosas de juventud 😉. Y hablando de Ampa, hace diez días nos volvimos a juntar ella, su chica Natalia, Esther y yo para subir a Penyagolosa por la canal y echamos unas buenas risas recordando lo de la preguntita del valle jajaja.
      Esa orientación este del Valle de Pineta es criminal en días muy calurosos, sin ir más lejos a mi amigo Miguel Ángel (creo que os conocíais en Nevasport), que intentó subir este verano por la norte del Perdido, la subida al balcón con el calorazo le pasó tal factura que tuvo que abortar misión, y eso que vivaqueó en el lago...
      Rainbow, Ronnie James Dio, la plateada caliza de Monte Perdido... Man On The Silver Mountain también hubiese venido al pelo...

      Un abrazo.

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