29 de marzo de 2020

Pico de Javalambre (2020 m.) y Alto de las Barracas (1838 m.)

Lunes 17 de febrero de 2020

...y por fin me decidí subir al Alto de las Barracas, la montaña más alta del territorio valenciano. Los más habituales del blog ya conoceréis mi particular "idilio" con esta montaña, si no lo sabéis, os lo resumo. Tiene mucho que ver con mi reiterada pleitesía a Penyagolosa y lo que me picaba ver artículos, publicaciones o listas del tipo "las montañas españolas imprescindibles a las que tienes que subir si o si", que cuando llegaban a la Comunitat, o al País Valencià, como prefiráis, te decían que la montaña más recomendable e imprescindible era el Alto de las Barracas. ¿Imprescindible?, ¿por delante de Penyagolosa?, ¿por delante del Puig Campana, el Benicadell, Bèrnia o el Montcabrer?. No lo consideraba justo, además de parecerme un recurso de lo más simplón y patatero, poner la montaña más alta y ya está hecha la lista. Por eso eso no me apetecía para nada subir al Cerro Calderón, que le vamos a hacer, soy así de raro. 
Con esto no quiero decir que sea una montaña fea, nada más lejos de la realidad, ya que posee los encantos de Javalambre, y siempre he considerado que no hay ninguna montaña fea, que todas guardan un atractivo u otro, pero si la comparamos con Penyagolosa y las otras mencionadas, sinceramente, no hay color.

Habiéndome desahogado vayamos al grano. Una vez que me decidí a subir al Alto de las Barracas había que plantearse desde donde hacerlo. En un principio tenía pensado en ir a la Puebla de San Miguel y subir por el Barranco del Saladillo, pero las dos horas y media de carretera, en total cinco, para ir y volver en el día, me echaban mucho para atrás. También tenía la opción de ir a Camarena de la Sierra, que me pilla bastante más cerca, y subir al Alto de las Barracas pasando antes por la cima del Pico de Javalambre. Al final me decanté por esta segunda opción. Sabía que iba a ser una ruta larga y dura, como así fue, pero que nos permitió sumergirnos a fondo por la Sierra de Javalambre y conocer todas sus caras, sobre todo las buenas.





22 de marzo de 2020

GR-333 - Etapa 5ª: Villamalur - Torralba del Pinar

Miércoles 12 de febrero de 2020

Tachamos una nueva etapa del GR-333. En este quinto episodio, en el que unimos las poblaciones de Villamalur y Torralba del Pinar, el trazado del GR alcanzó su cota máxima, en la cuerda del Alto del Pinar, que nos descubrió los viejos alcornocales de su solana, para luego bajar a Torralba por la más frondosa umbría. Para trazar el regreso circular a Villamalur, al igual que en la cuarta etapa, nos aprovechamos del GR-36.




15 de marzo de 2020

Especial 10º Aniversario del Blog. Capítulo Tercero: Montañas de Leyenda

Hola amig@s. Es tercer domingo de mes y le llega el turno a la tercera entrada especial relacionada con el próximo décimo aniversario del blog. En esta ocasión vamos a ver recopilados una serie de lugares y montañas en los que hemos estado estos últimos diez años, distintos y lejanos entre si, pero unidos por un bonito, a mi parecer, denominador común, a todos ellos se les asocia una leyenda. Y es que en el transcurso de esta década hemos descubierto muchos enclaves naturales, y nos hemos interesado por su historia, y al interesarnos por esa historia hemos descubierto que muchos de estos lugares escondían leyendas, y lo bonito ha sido que al documentarme más sobre ellas he descubierto otras que no conocía, por lo que al final esta entrada tendrá más leyendas de las que tenía pensado poner en un principio.

Todas esas historias serán el hilo conductor de esta entrada, en la que he recopilado un total de 27 leyendas. Apuntar que a muchos de estos lugares se les asocian más de una leyenda, o diversas versiones de la misma, yo aquí he elegido, la que en mi opinión es más bonita o romántica. Las leyendas vendrán contadas tal y como están escritas en la fuente consultada, que por supuesto mencionaré. Mi aportación personal a esta crónica será poner un pequeño texto introductorio acerca del lugar o montaña en cuestión, que vendrá acompañado por sus respectivas fotografías. Empezaremos contando las leyendas del territorio valenciano y poco a poco iremos viajando a otros puntos legendarios de la geografía peninsular. ¿Preparados para este viaje de fantasía a través de las montañas?.


Dibujo de mi adolescencia, encontrado hace unos años mientras me llevaba unas cosas de mi habitación de casa de mis padres. Como veis en aquellos años ya tenía fijación por las montañas... y por la fantasía. Creo que viene ni que pintado para encabezar esta entrada.


8 de marzo de 2020

El Molló de la Creu; el Cervino Valenciano

Sábado 8 de febrero de 2020

En 2015, una de las revistas "outdoor" por excelencia, Grandes Espacios, editó un especial titulado "Cervinos Ibéricos", en el recopilaba distintas montañas de la geografía peninsular con parecido, ya fuese físico o por prominencia, al espectacular Matterhorn, una de las montañas más bellas sobre la faz de la tierra. En dicha lista figuraban nombres como el Txindoki, el Gilbo, Punta Escarra o el Anayet. Pero no era un lista cerrada, ya que en el mismo artículo impulsaban un concurso cooperativo, en el que todo aquel que quisiera podía enviar fotos de otras montañas menos conocidas que también guardaran un parecido con la montaña más reconocible de los Alpes.
¿Y por qué os cuento esto?, pues resulta que al final, y entre las tres montañas ganadoras del concurso, había una montaña valenciana, el Molló de la Creu o de Falconera, una cima que no alcanza los 500 metros pero cuyo parecido con el Cervino es sorprendente, y no solo en cuanto a físico, pues si a los pies del Matterhorn encontramos un destino tan turístico como Zermatt, a los del Molló de la Creu encontramos Gandia. Y hasta allí nos fuimos, ahora que por fin la AP-7 es gratis, una mañana Miguel Ángel y yo para ver como se las gastaba este Molló de la Creu.




1 de marzo de 2020

El Aneto desde Penyagolosa, la Historia tras la Foto

Hola amig@s. Al leer el título de la entrada, mis amigos más cercanos, y los que me siguen en las redes sociales ya sabrán de lo que va la cosa, para los que no, pues deciros que se trata de una ascensión con raquetas a Penyagolosa que hicimos tras el paso de Gloria. Ascensión que dicho sea de paso no tenía pensado reseñar en el blog de no haber sido por la circunstancia que acaeció, y es que logré divisar los Pirineos desde la cima, y además, fotografiarlos. Esta fotografía tuvo bastante repercusión en mi círculo de amigos y en mis redes sociales. Pero no era la primera vez que veía la cordillera divisoria desde el Gegant de Pedra, hay una historia tras esa foto y me apetecía contárosla.