Sábado 18 de marzo de 2017
Primera escapada del año a los Pirineos, que como viene siendo habitual es para hacer una ascensión invernal. Nos vamos en esta ocasión hasta la Cerdanya catalana, para ascender una de sus montañas más emblemáticas, el Puigmal o Puigmal d'Er, con el que teníamos una deuda pendiente desde el año pasado, y que pudimos saldar hace unas semanas, en una bonita jornada de montañismo invernal.
Pues sí, no salió en el blog, pero ya intentamos ascender al Puigmal en marzo del año pasado, cuando quedé para ello con David del blog A una Chapa del Cielo, a quien tuve el placer de conocer aquel finde. Pero no hubo ventana de buen tiempo entre la borrasca, y un tiempo de perros, al que se le sumó una espesa niebla nos hicieron renunciar a la cima, cuando estábamos apenas a 200 metros de desnivel de ella. El Puigmal tendría que esperar para una mejor ocasión.
Nueve meses después llegó la reválida, y con el anticiclón instalado ya días en toda la península lo teníamos todo a favor para que el Puigmal no se nos escapase esta vez. Para esta revancha se vino también Eva, y volvimos a quedar con David, que nos acogió el fin de semana en su caravana del camping de Prullans. Gracias por tu hospitalidad David!!!.
Repetiríamos el plan del año pasado, es decir, atacaríamos el Puigmal por su vertiente francesa, empezando la ascensión desde las abandonadas pistas de esquí de Err-Puigmal 2600. La idea era subir con la furgo hasta el parking de les Esplanes, casi en cota 2000, pero solo habían retirado la nieve hasta la altura de Cotzé (a unos 1900 metros), donde tuvimos que aparcar a la fuerza. Así que tuvimos el extra, nada más empezar, de andar 3 kilómetros, ya con los crampones puestos, por una pista congelada, este fue el primer inconveniente de la jornada, si es que a esto se le puede llamar inconveniente.
El segundo inconveniente llegó cuando llegamos a les Esplanes, y al parar a comer algo descubrí que me había dejado la bolsa con la comida en el camping, para matarme, por suerte mis compis se apiadaron de mi y compartieron su comida conmigo, también lo hizo otro montañero, que me dio un trozo de queso tan consistente con el que casi tuve suficiente para toda la ascensión 😂.
Es en les Esplanes donde comienza la ascensión "de verdad", empezamos paralelos a la Ribera d'Er con suave pendiente, hasta que llegamos a un punto donde tenemos que elegir, tomar izquierda y subir hasta el collado que separa el Puigmal de Llo y el Puigmal Petit de Segre, que es por donde subimos David y yo el año pasado, o tomar derecha y subir de forma más directa a la cima, sin collados ni cotas intermedias de por medio. Nos decantamos por la segunda. Ni que decir que el terreno se iba a empinar cosa buena, de primeras íbamos a enfrentarnos a dos palas seguidas bastante tiesas, la primera, que remontaba una vaguada, y especialmente empinada la segunda, aunque todo hay que decirlo, fuimos nosotros quienes buscamos el tramo de mayor inclinación saliéndonos de la trazada de los montañeros y esquiadores que nos precedían, pero es que no solo el día estaba perfecto, también lo estaba la nieve, que nos permitió subir con seguridad con los crampones, sin ningún tipo de prisas, trazando lazadas y disfrutando de unas vistas que a cada metro ganado a este manto blanco iban siendo mejores.
Superadas estas dos palas la inclinación mengua bastante, una pala más "dócil" nos lleva hasta la zona del Clot de Pastera, allí vemos zonas con la nieve muy venteada, incluso algunos hitos de los que señalizan la ruta estival quedan al descubierto, efectos del viento, ese que tiene fama de soplar tan fuerte en esta montaña, y que hoy por suerte no hizo acto de aparición. Superamos otra pala moderada y otra un poco más exigente y alcanzamos la concurrida cima del Puigmal.
Bonito ambiente, nada de viento, unas vistas espectaculares, condiciones idóneas para recrearnos allí arriba, disfrutando de las panorámicas, comiéndonos un bocata (en este caso compartido 😌), charlando con unos y con otros... el colofón perfecto hubiese sido, tercer inconveniente, si a David no se le hubiesen olvidado las tres cervezas que prometió subir para bebérnoslas en la cima... para mi que, y que quede entre nosotros, lo hizo adrede para no tener que portearlas jajaja.
El descenso lo hicimos invirtiendo los pasos de subida, desenfundamos el piolet y nos lanzamos, con buena nieve aún, palas abajo, practicando algunas auto-detenciones. Fue un descenso rápido, que se vio ralentizado al llegar a les Esplanes, donde el trayecto hasta Cotzé había pasado de pista de patinaje a superficie pastelosa en cuestión de pocas horas, en la que a cada tres pasos dados nos hundíamos más arriba del tobillo dos, especialmente yo, el más pesado de los tres, así que ante tal suplicio, opté, y ya que las había porteado, acabar la ruta con las raquetas puestas. Se hicieron largos esos tres kilómetros, y más cuando el próximo destino era el bar del camping, donde nos esperaban unas espectaculares bravas con sus respectivas birras. Luego ducha reconfortante, visita al bonito casco antiguo de Bellver de Cerdanya, y de nuevo en el bar del camping una buena cena para compensar las frugales comidas anteriores. En definitiva, un gran sábado en la Cerdanya.
Un saludo a tod@s.
Primera escapada del año a los Pirineos, que como viene siendo habitual es para hacer una ascensión invernal. Nos vamos en esta ocasión hasta la Cerdanya catalana, para ascender una de sus montañas más emblemáticas, el Puigmal o Puigmal d'Er, con el que teníamos una deuda pendiente desde el año pasado, y que pudimos saldar hace unas semanas, en una bonita jornada de montañismo invernal.
Pues sí, no salió en el blog, pero ya intentamos ascender al Puigmal en marzo del año pasado, cuando quedé para ello con David del blog A una Chapa del Cielo, a quien tuve el placer de conocer aquel finde. Pero no hubo ventana de buen tiempo entre la borrasca, y un tiempo de perros, al que se le sumó una espesa niebla nos hicieron renunciar a la cima, cuando estábamos apenas a 200 metros de desnivel de ella. El Puigmal tendría que esperar para una mejor ocasión.
Esta foto resume a la perfección lo que fue nuestro intento al Puigmal en 2016, mucha niebla y nieve, y visibilidad muy reducida. David si que hizo una crónica en su blog. |
Nueve meses después llegó la reválida, y con el anticiclón instalado ya días en toda la península lo teníamos todo a favor para que el Puigmal no se nos escapase esta vez. Para esta revancha se vino también Eva, y volvimos a quedar con David, que nos acogió el fin de semana en su caravana del camping de Prullans. Gracias por tu hospitalidad David!!!.
Repetiríamos el plan del año pasado, es decir, atacaríamos el Puigmal por su vertiente francesa, empezando la ascensión desde las abandonadas pistas de esquí de Err-Puigmal 2600. La idea era subir con la furgo hasta el parking de les Esplanes, casi en cota 2000, pero solo habían retirado la nieve hasta la altura de Cotzé (a unos 1900 metros), donde tuvimos que aparcar a la fuerza. Así que tuvimos el extra, nada más empezar, de andar 3 kilómetros, ya con los crampones puestos, por una pista congelada, este fue el primer inconveniente de la jornada, si es que a esto se le puede llamar inconveniente.
Parte inicial de los tres kilómetros de pista helada que une Cotzé con les Esplanes, al fondo, casi 1100 metros más arriba, nuestro destino, la cima del Puigmal. |
De hecho, la cima solo la veremos en estos compases iniciales y cuando estaremos a pocos metros de ella. Durante el resto de la ascensión no se tiene contacto visual con ella. |
Poco a poco va saliendo el sol e iluminando la Vall d'Eina, al fondo del todo empieza a destacar el Carlit, puntiagudo en el centro. |
Bonita cascada en el Rec de la Mata. |
El segundo inconveniente llegó cuando llegamos a les Esplanes, y al parar a comer algo descubrí que me había dejado la bolsa con la comida en el camping, para matarme, por suerte mis compis se apiadaron de mi y compartieron su comida conmigo, también lo hizo otro montañero, que me dio un trozo de queso tan consistente con el que casi tuve suficiente para toda la ascensión 😂.
Es en les Esplanes donde comienza la ascensión "de verdad", empezamos paralelos a la Ribera d'Er con suave pendiente, hasta que llegamos a un punto donde tenemos que elegir, tomar izquierda y subir hasta el collado que separa el Puigmal de Llo y el Puigmal Petit de Segre, que es por donde subimos David y yo el año pasado, o tomar derecha y subir de forma más directa a la cima, sin collados ni cotas intermedias de por medio. Nos decantamos por la segunda. Ni que decir que el terreno se iba a empinar cosa buena, de primeras íbamos a enfrentarnos a dos palas seguidas bastante tiesas, la primera, que remontaba una vaguada, y especialmente empinada la segunda, aunque todo hay que decirlo, fuimos nosotros quienes buscamos el tramo de mayor inclinación saliéndonos de la trazada de los montañeros y esquiadores que nos precedían, pero es que no solo el día estaba perfecto, también lo estaba la nieve, que nos permitió subir con seguridad con los crampones, sin ningún tipo de prisas, trazando lazadas y disfrutando de unas vistas que a cada metro ganado a este manto blanco iban siendo mejores.
Inicio "oficial" de la ascensión, rampas suaves junto a la Ribera d'Er. |
Las faldas del Puigmal, con un bello manto blanco. |
Seguimos con suaves rampas, pero visualizando las empinadas pendientes por las que estaremos subiendo en breve. |
Primera pala, sale el sol, que bello día vamos a tener!!! |
Normal que mis compis posen tan contentos. La vaguada de detrás es la que remontamos David y yo bajo la niebla el año pasado. |
Esta primera pala/vaguada se pone muy tiesa en su parte final. |
Esta primera pendiente está salpicada por algunos abetos, un poco más arriba ya solo habrá nieve y roca. |
David nos caza a Eva y a mi en pleno esfuerzo. |
David aprovecha una pequeña tregua del terreno. Un esquiador sube recto... |
...nosotros torcemos a la izquierda, para enfrentarnos a la parte más exigente de la ascensión. |
Eva a punto de afrontar la que quizás fue la pendiente más dura de toda la subida. |
Las vistas empiezan a ser excepcionales. |
Otro pequeño descansillo... |
...y de nuevo para arriba. |
La cosa se vuele a poner bien cuesta arriba. |
David ya tiene lo más duro hecho... |
...y Eva lo tendrá en breve. |
Superadas estas dos palas la inclinación mengua bastante, una pala más "dócil" nos lleva hasta la zona del Clot de Pastera, allí vemos zonas con la nieve muy venteada, incluso algunos hitos de los que señalizan la ruta estival quedan al descubierto, efectos del viento, ese que tiene fama de soplar tan fuerte en esta montaña, y que hoy por suerte no hizo acto de aparición. Superamos otra pala moderada y otra un poco más exigente y alcanzamos la concurrida cima del Puigmal.
Bonito ambiente, nada de viento, unas vistas espectaculares, condiciones idóneas para recrearnos allí arriba, disfrutando de las panorámicas, comiéndonos un bocata (en este caso compartido 😌), charlando con unos y con otros... el colofón perfecto hubiese sido, tercer inconveniente, si a David no se le hubiesen olvidado las tres cervezas que prometió subir para bebérnoslas en la cima... para mi que, y que quede entre nosotros, lo hizo adrede para no tener que portearlas jajaja.
Otra nueva tregua, antes de afrontar la parte final de la ascensión. |
Espectacular cara norte de la Serra del Cadi, la de las numerosas canales. |
Puigmal de Llo. |
Bastante flujo de montañeros en esta soleada mañana de sábado, este venía por plena cresta. |
Eva, con multitud de montañas andorranas e ilerdenses a sus espaldas. |
Empezamos a pisar nieve muy venteada. |
Por ejemplo aquí encontramos la ladera desnuda. Espectacular la silueta dentada de Montserrat. |
Bonitas estampas en estas laderas orientales del Puigmal. |
Nieve moldeada por el viento. |
Inconfundible Pedraforca (crónica), con su famosa Tartera repleta de nieve. |
Clot de la Pastera y la Tossa del Pla dels Lladres. |
Puigmal Petit de Segre. |
La cima a tiro de piedra. |
Una última pala y estaremos arriba. |
Ya podíamos afirmar que hoy no volvíamos sin el Puigmal. |
David, con paso firma a por su segundo Puigmal. |
Últimos metros para Eva. |
La cima del Puigmal, hoy sábado, y con tan buen tiempo, fue constante un ir y venir de montañeros desde todas las vertientes, ya fuera de Fontalba, Núria o Cotzé. |
Vistas hacia la zona de Núria, Noufonts, Carançà, Ulldeter etc... |
La Olla de Núria con un poco más de detalle. |
A la izquierda el Bastiments (crónica), al cual subimos en 2015, y al fondo el Canigó, a la que esperamos poder subir algún día. |
Pic y Coll de Noufonts, y detrás Pic del Racó Petit y Coma Mitjana. |
Skyline de cimas nevadas hacia el oeste, entre las que se encuentran el Munturrull, el Perafita, la Tossa Plana de Lles o el Puigpedrós.. |
Pic de la Serra de Xemeneies y el Carlit, el rey del Capcir. |
Puig Peric. |
Incluso más al oeste, y tirando de zoom distinguimos otra línea de altas cumbres nevadas, me arriesgaría a decir que se trata de la zona de Aigüestortes.. |
Tossa d'Alp en primer término, en segundo plano Gallina Pelada (izq.), Pedraforca (centro) y el Cadí (der.). |
El descenso lo hicimos invirtiendo los pasos de subida, desenfundamos el piolet y nos lanzamos, con buena nieve aún, palas abajo, practicando algunas auto-detenciones. Fue un descenso rápido, que se vio ralentizado al llegar a les Esplanes, donde el trayecto hasta Cotzé había pasado de pista de patinaje a superficie pastelosa en cuestión de pocas horas, en la que a cada tres pasos dados nos hundíamos más arriba del tobillo dos, especialmente yo, el más pesado de los tres, así que ante tal suplicio, opté, y ya que las había porteado, acabar la ruta con las raquetas puestas. Se hicieron largos esos tres kilómetros, y más cuando el próximo destino era el bar del camping, donde nos esperaban unas espectaculares bravas con sus respectivas birras. Luego ducha reconfortante, visita al bonito casco antiguo de Bellver de Cerdanya, y de nuevo en el bar del camping una buena cena para compensar las frugales comidas anteriores. En definitiva, un gran sábado en la Cerdanya.
Un saludo a tod@s.
Nos vamos para abajo. |
El buen estado de la nieve nos permitió bajar con bastante rapidez. |
Como hubieses disfrutado aquí con los esquís, verdad David?. |
Bajando, con el Puigmal de Llo a nuestras espaldas. |
El reguero que hay unos metros delante de Eva y que va pala abajo, lo formó un pedrusco desprendido. |
Que ganas tendrías desde la última intentona! El día parece que no pudo estar mejor, aunque a la bajada ya estuviera en peor condiciones la nieve! Seguro que al llegar al coche fue un placer echarle un mordisco al bocata jeje! Nosotros esta parte de los Pirineos no la conocemos, así que aprendemos mucho viendo el repor! Abrazos amigos!
ResponderEliminarHola chicos!!. Si, cuando se ha intentado una cima y no se ha conseguido, siempre queda esa espinita jeje, esta del Puigmal nos la pudimos sacar en menos de un año. Esta zona más oriental del Pirineo tampoco la tenemos muy pateada, pero lo poco que hemos conocido nos ha gustado. Y sí, cogí la cena con unas ganas que no veas jeje.
EliminarUn abrazo!
Hola Dani,
ResponderEliminarWelcome a mis tierras :-).Felicidades por haberlo conseguido.!!!
El mítico Puigmal!! Bonito, bonito este pico y preciosas vistas. Desde allí se pueden ver bastantes picos importantes.
Yo lo subí desde el lado de Catalunya, desde Fontalba.
Es durillo desde donde lo subas pero muy gratificante cuando está arriba.
Un abrazo!
Rafa
Gracias Rafa!!, pues sí, encantados como siempre de pisas tu territorio, las montañas catalanas siempre nos han dejado un buen sabor de boca.
EliminarNos apuntamos esa subida desde Fontalba, si alguna vez venimos a repetir el Puigmal.
Un abrazo.
Aupa Dani, que gozada de nieve, así se sube mejor que en verano. Eso de "se me ha olvidado la comida" me suena, que todavía eres muy joven!!!!!!!
ResponderEliminarUn abrazo.
Kaixo Fernan!!. Sin haberla visto en verano, estoy contigo, este tipo e cimas mejor con nieve. A ver si este verano podemos volver por la zona, que tanto Carlit como Canigó son dos montañas que me hacen mucho tilín. Si por si no fuera bastante metódico ya, a partir de ese día, antes de salir de casa, revisión de mochila!!
EliminarUn abrazo.
Hola Dani.
ResponderEliminarQue luz, que color, que nieve más buena y que día más cojonudo. Vamos...envidia total me trasmite esta entrada ;-)
Uffffs olvidarte la comida, fallo que en otra tesitura o yendo solo habría sido más grave de lo que fue.
Tu ya me conoces, y sabes que tengo la cabeza como un termitero viejo, pero nunca, jamás de los jamases, se me ha olvidado la comída. La bebida, la mochila, la camara de fotos, echarle gasolina al coche, dejarme las luces encendidas, olvidarme los planos, cojer unas botas de marca distinta y de distinto pie, sin dinero para las birras, y un largo etc pero la comida nunca. Jjajajaja que cabeza tienes tú tambien.
Un abrazo.
Hola Toni.
EliminarJajaja, menudos somos los dos, no sé si recuerdas una ascensión, también invernal, que hice a Penyagolosa hace un par de años, se me olvidó casi todo, pero la comida no, eso es sagrado. Pero no sé esta vez que pasó, y mira que me preparé los sandwiches, de tortilla de patata para más inri, esa misma mañana, que tiene mucho más delito. Y no quiero imaginarme si esto me pasa yendo solo, aquí en el Puigmal, que sube tanta gente pues hubiese mendigado algo de comida, pero imagínate esta situación en las soledades, por ejemplo, del Maestrazgo....
De la ascensión, de la invernales más perfectas que he hecho: buena nieve, día despejado, nada e viento, buena compañía...una gozada.
Un abrazo.
te veo chupando raíces y comiendo hojas verdes solito por el Maestrazgo. He puesto coger con "j" y no lo puedo ver. Un error inconsciente.
EliminarPues no me había dado ni cuenta...Cervantes se habrá revuelto en su tumba...pero al rectificar has alargado un lustro más la vida de Jordi Hurtado...
EliminarHola Dani!!!
ResponderEliminarEspectacular día que nos hizo, pero es que el Puigmal de debía una... jejeje
Con lo de las birras me has pillado... es que pesan mucho... jajaja
No recordaba esa foto del año pasado, vaya un día de perros que nos hizo.
No hay nada como un buen día de montaña con una tan buena compañía como la vuestra, ahora a buscar otro fin de semana, que hay que subir al Carlit por su ruta de los lagos de las Bouillouses.
Un abrazo!!!
Hola David!!!
EliminarComo le decía a Toni, de las mejores invernales que he hecho, tuvimos un día espectacular, la nieve, quitando del último trozo, estuvo perfecta, nada de viento, una cima emblematica, y además con una compañía superior ;-)
Nada, en el Carlit, o en la próxima cima que subamos juntos, doble, te subes las cervezas correspondientes a esa cima y las que no nos bebimos en el Puigmal jajaja.
Un abrazo!!!
Hola Dani
ResponderEliminarBien empiezas con los Pirineos este año, una invernal....que bonitas son estas rutas, que limpio y que aire mas sano.
Buen pico con buen desnivel y excelentes vistas.
Un abrazo
Jose
TROTASENDES BENICALAP
Hola Jose.
EliminarSí, un buen comienzo de año pirenaico con este Puigmal, subido en invernal pero con tiempo primaveral jeje.
Un abrazo.
Hola Dani...
ResponderEliminarBuenísimo ''parto'' el del Puigmal...jejeje.
Invernal perfecta,hay que ver como luce ese manto blanco,bañado por los rayos de sol.Me he recreado con las imágenes,algunas realmente preciosas,como la de la silueta de Montserrat y por supuesto las tomas cimeras o ese solitario montañero por la cresta...
...Bueno,entre tu y yo,una vez también se me olvido la comida y l@s compis compartieron también,comí mas que lo que yo hubiera llevado...jajaja
Por cierto el perfil de la ruta se parece al sombrero de Gandalf...jajaja...Me voy a ver la crónica de Toni de NZ...
Un abrazo.
Jo, me ha costado pillar lo del parto jeje, lo que me ha llevado a echar cuentas y descubrir que fue un embarazo un poco más largo, ya que de mayo a marzo son 10 meses.
EliminarToda la suerte que no tuvimos en aquella ocasión con la meteo la tuvimos en esta segunda intentona, y como es obvio así se disfrutan más este tipo de actividades. Una jornada perfecta, salvo el despiste de la comida claro jeje.
Un abrazo.
¡Hola, Dani! Al leer tu crónica he disfrutado como lo hice al leer la de David. Crónica Blanca donde las haya. La nieve es la principal protagonista y esa ascensión que os sirve de revancha de la anterior vez. Por eso, no hemos de obsesionarnos nunca en subir a ninguna cima si las condiciones no son las adecuadas. Seguro que hay tiempo de hacerlo otro día. Este es el caso. Objetivo cumplido y día espléndido el que os salió. Seguro que la comida no se te vuelve a olvidar. "Para aprender, perder", dice el refrán.
ResponderEliminarUn abrazo.
Por cierto, has cambiado de imagen de blog. Yo no me atrevería por si se desconfigura todo.
ResponderEliminarEnhorabuena.Se me olvidó comentártelo en la anterior entrada.
Hola Emilio.
EliminarSí, ya llevaba tres años con el mismo "look" y me apetecia cambiarle un poco la cara al blog, al final se la cambié toda jeje.
Muy cierto lo que dices que no hay que obsesionarse con una cima si no la has podido subir, al final siempre llegará el día idóneo para poderla subir con seguridad y sobre todo para poder disfrutarla como la disfrutamos en esta ocasión.
Y si, lo de la comida espero que una y no más jajaja.
Un abrazo.
Hola Dani.
ResponderEliminarMira que corres, leí la crónica hace unos días, y dije, ya le pondré el comentario otro día, y a lo que voy ya has vuelto a publicar.
Bueno, a la segunda fue la vencida, con comida o sin ella, son cosas que pasan, seguro que hambre no pasaste, que en la montaña, hay muy buen compañerismo, y si le pides a alguien, seguro que te dan.
En esta ocasión, os hizo un día esplendido, perfecto para hacer montaña, a mi lo que más me fastidia es el viento, pero oye, os hizo un día sin viento, soleado, y con una buena capa de nieve, para progresar bien.
Yo esta parte de pirineos no la conozco, a ver si convenzo a la jefa, y nos compramos una caravana, que para la montaña es mucho más cómodo.
Salud y Montaña!
Hola Eduardo.
EliminarPues cuando empecé con el blog había veces que publicaba la crónica el mismo día de haber hecho la ruta...
Más no le pudimos pedir a la jornada, nieve perfecta, cielo despejado, nada de frío, y sobre todo nada de viento, y sobre todo la compañía. Pocas invernales hemos hecho que hayan reunido todas esas condiciones tan idoneas, me recordó mucho al día que subimos al Moncayo por los Gendarmes, que también pillamos un día espectacular de sol y sin viento, y con nieve de lujo tanto en la subida como en la bajada.
Respecto a lo del compañerismo, lo que cuento, nada más percatarme del olvido, otro montañero que había allí no dudo enseguida en ofrecerme un trozo de queso.
A ver si te vemos pronto con esa caravana jeje.
Un abrazo.