Al Benicadell (1104 m.) por el Regall desde Gaianes.

Domingo, 30 de abril de 2017

El Benicadell, montaña mítica donde las haya en los ámbitos excursionistas valencianos. Tras haberlo subido en noviembre de 2014 (crónica) por su vertiente valenciana, la de la umbría de su cara norte, tocaba esta vez conocer su vertiente opuesta, Alacant, solana y sur, es decir, que íbamos a subir por su afamado y duro Regall, más conocido como la Canal del Benicadell. Una ascensión que nos iba a poner a prueba físicamente, y que nos iba a mostrar la cara más alpina de esta emblemática y bella montaña.

Gaianes, y al fondo, el Benicadell.

Por segunda semana consecutiva volvíamos a quedar con Javi y Tere. Los tres teníamos pensado escaparnos a Pirineos en el puente del primero de mayo, ellos al Valle de Tena y yo a la Cerdanya, pero las malas previsiones meteorológicas nos disuadieron de subir, por lo que quedamos para subir al Benicadell por su canal, que al fin y al cabo también es un plan cojonudo.
Nos citamos con ellos en la coqueta población de Gaianes, en el bar Piscina, en el que nos hidrataríamos al final de la excursión. Allí empezamos cuatro y volvimos seis, ya que parece ser que a parte de nosotros a solo otra pareja, Carles y Maribel, se les ocurrió subir hoy al Benicadell por el Regall, fuimos coincidiendo durante la subida, y al final hicimos el resto de la ruta, y las cervezas de después, juntos. Un saludo si leéis esto!!

Abandonamos las calles de Gaianes y cogemos el camino asfaltado que une esta población con la de Beniarrés, a la que nos quedaremos pocos metros de llegar. En el transcurso de este primer tramo tendremos unas bonitas vistas de la pared sur del Benicadell con una buena extensión de bien trabajados campos de olivos a sus pies y pasaremos junto al área recreativa de la Font del Barranc del Port, único punto de la ruta en el que podremos abastecernos de agua.

La sur del Benicadell entre olivos, en los primeros compases de una ruta que tendrá unos 15 kilómetros y unos 900 metros de desnivel positivo acumulado.

Paraje de la Font del Barranc del Port.

La Serra de Mariola con el Montcabrer a la cabeza, en las inmediaciones de Beniarrés.

Y hablando de Beniarrés, aquí lo tenemos.

Como decía, poco antes de llegar a Beniarrés tiramos monte arriba, al encuentro de un senderillo  que nos hará transitar por el interior de un barranquete. No tardarán los hitos en desviarnos hacia el amplio y pedregoso corredor que discurre entre los dos crestones del Benicadell, a partir de aquí, y como dirían los Barricada, no hay tregua, bueno sí, seremos justos y diremos que hay dos, breves, pero que nos ofrecerán un par de pequeños respiros en tan exigente ascensión, en la que hay que poner marchas cortas, apuntalar bien cada paso y disfrutar del paisaje calizo de esta canal, que es espectacular.

Se termina el terreno llano, a partir de ahora, y hasta la cima, todo para arriba. Seductor Benicadell.

Ya podemos percibir el corredor por el que discurre la subida.

Vemos también la práctica totalidad de la Cresta del Benicadell, un clásico de la escalada/alpinismo valenciano.

Por el barranquete que nos hará acceder al Regall.

Justo aquí, cuando vemos este farallón calizo el sendero se desvía hacía el Regall.

Pasamos al otro lado del barranquete y empieza el "rocanrol".

Vistas hacia el barranquete que da acceso al Regall. Vemos también Beniarrés y su embalse, empiezan a asomar algunas cimas de la Serrella.

Detalle del crestón que queda a nuestra derecha.

La mayoría de la subida es por pedrera, así que hay que apuntalar bien cada zancada.

Crestón que tenemos a nuestra izquierda.

Y en un abrir y cerrar de ojos ya hemos subido un buen porrón de metros, vemos, centro/izquierda, el Cim de la Safor.

El verde primaveral crea un buen contraste con la caliza de la cresta.

Llegamos al primer descanso, donde pararemos a picar algo.

Desde allí visualizamos la segunda parte del Regal. Espectacular vertiente sur del Benicadell.

Remate rocoso del crestón que quedaba a nuestra izquierda antes del descanso. Embassament de Beniarrés y la Serrella al completo al fondo.

Puesto un poco de "fuel" en el cuerpo vamos a por la segunda parte del Regall!!. Ya hemos formado equipo con Carles y Maribel.

La subida es tiesa de veras, lo que vamos dejando atrás...

...y lo que tenemos por delante.

Lo hablábamos durante la subida, esta canal no tiene nada que envidiarle a la del Puig Campana.

Verticalidad pura en la Cresta del Benicadell.

Identificamos algunas cimas en el horizonte.

Un segundo descansillo, ya vemos la antecima y la cima...

...y también el punto de partida de la excursión Gaianes, casi 700 metros más abajo.

Ponemos rumbo a la antecima, lo más duro ya ha terminado.

Este tramo de sendero hasta la antecima no tiene desperdicio, la flor del hinojo le da color al monte.

Más detalles rocosos, con el Montcabrer al fondo y el pueblo de Muro en el llano.

Otro detalle, en este caso esta brecha caliza, el Embassament de Beniarrés hasta los topes.

Alcanzamos así la antecima del Benicadell, punto donde confluyen nuestra ruta y la que sube por la umbría, de no habernos encontrado a nadie en toda la subida al total overbooking, el corto y estético tramo de bonachona cresta que da acceso al vértice geodésico parecía hoy un Puente de Mahoma en un sábado cualquiera de agosto 😀. Mientras esperábamos nuestro turno para hacernos la foto de cima estuvimos disfrutando de las espectaculares vistas de esta gran montaña: que si el Montcabrer por un lado, la Serrella y Aitana por otro, el Montgó, Segària, Mondúber, la Murta y Corbera en la línea costera, que si la Vall de Gallinera por aquí, que si el Cim de la Safor por allá, identifica los pueblos de una vertiente, identifica los de la otra...una gozada poder disfrutar de unas vistas así.

En ese mismo momento, y al sacar del móvil de la mochila para hacer una foto, nos enteramos del accidente mortal de Ueli Steck en el Himalaya. Posiblemente el mejor alpinista del momento, siempre será recordado por la mayoría por todos sus increíbles récords y logros deportivos, pero yo personalmente siempre lo recordaré por su papel en el heroico intento de rescate de Iñaki Ochoa de Olza en el Annapurna, más que la "Máquina Suiza" habría que haberle llamado el "Corazón Suizo". Descanse en paz. Sirvan estas líneas como humilde homenaje.

Corto y fácil, aunque no hay que bajar nunca la guardia, tramo de cresta que nos separa de la cima del Benicadell.

La cresta es muy estética, eso sí, y se puede hacer prácticamente andando, solo tendremos que hacer uso de las manos en contadas ocasiones.

Tramo final de la cresta.

Últimos metros para Tere.

Unos vamos y otros se van, mucho flujo de montañeros hoy en el Benicadell.

El improvisado equipo Betxí/Montanejos/Sant Joan d'Alacant en la cima del Benicadell, 1104 metros.

Javi y Laia en un recoveco, aislándose del gentío.

Serra del Benicadell hacia el oeste, en 2014 el cordal hizo de barrera natura con las nubes que entraban de norte, dejando la vertiente sur despejada y creando un bonito efecto (foto).

Brutal patio hacia la umbría, por donde subimos en 2014.

Aguas de Beniarrés, Serrella, y detrás encapotada Aitana.

Mondúber.

Buena parte de la comarca del Comptat, y el techo de la misma, el Montcabrer.

Seguro que ese domingo también estaría muy concurrida su cima, las cabras que la habitan se pondrían las botas 😄.

Regresamos a la antecima y enfilamos rumbo oeste el cordal de la Serra del Benicadell. Hasta tres PR's acaparan el sendero, no tardamos en descartar el 213, que se va hacia Beniatjar y seguimos hasta la Cava del Benicadell, uno de los pozos de nieve mejor conservados que hemos visto nunca, y en el que al igual que en el 2014 hicimos la parada a comer. Retomada la marcha seguimos rumbo y cuerda, nunca por la parte más alta, siempre escorados a la vertiente norte. Lo normal que se suele hacer cuando se sube por la canal del Benicadell desde la vertiente sur es bajar, llegados a un punto del cordal, siguiendo las marcas del PR-CV 184 y pasando por la Ermita de Sant Francesc de Paula, hasta llegar a Gaianes o Beniarrés, según donde hayamos empezado la ruta. Nosotros hoy, y a sugerencia de Javi seguiremos por el cordal, guiados por los PR's 184 y 222 en su cursos respectivos hacia el Port d'Albaida y Adzeneta d'Albaida, en una sección en la que andaremos por bonitos tramos de sendero y disfrutaremos de los encantos de la Ombria del Benicadell, que fuera del otoño también es bonita, mereció la pena el haber alargado la ruta.

Invertimos el tramo de cresta, increíblemente sin gente.

Vamos a coger el cordal de la Serra del Benicadell hacia el oeste, de momento por la senda que sube desde la umbría.

Esta perspectiva del Benicadell ya nos impactó la anterior ocasión, hoy lo volvió a hacer.

Llegamos a la preciosa y bien conservada Cava del Benicadell.

Comimos con esta preciosa estampa del Benicadell.

Desde aquí la cima asemeja a una cúpula.

Descartamos bajar a Gaianes por el PR, el sendero que va hacia el oeste es una pasada, y tiene algún tramo colgado como este.

También nos ofrece muestras de lo bonita que es la Ombria del Benicadell.

Este tramo en otoño debe estar muchísimo más bonito de lo que ya es (foto otoñal de la umbria).

Llegaremos a un amplio collado, en el que hay una torre de alta tensión, allí Javi, días antes planificando la ruta, vio en la foto de satélite un rastro de sendero por el que presumiblemente podríamos llegar igual a la base de la sierra y de ahí a Gaianes. Al final el sendero resultó ser más evidente de lo esperado, y además lo encontramos bastante bien balizado con hitos, eso sí, inclinado y descompuesto a tramos estaba de narices. Acabamos saliendo a un asfaltado, cerca del Corral de Veneno (vaya nombrecito) y la ruinas del Castellet (s.XII/XIV), junto a las que pasaremos. Luego combinado este asfaltado con otros tramos de tierra y algún trochemoche entre cultivos enganchamos con el asfaltado que nos conducirá de nuevo a las calles de Gaianes, donde el Bar Piscina no nos falló, como tampoco nos falló la sur del Benicadell, que al igual que la norte, en 2014, nos dejó totalmente satisfechos.

Un saludo a tod@s.

En el collado desde el que empezaremos la bajada, se intuye el sendero que utilizaremos.

Aparece, en el centro de la imagen, la Penya Alta de l'Aixortà, a la que subimos hace poco.

Pronunciado descenso, siempre bajo la mirada del Montcabrer.

Tras un buen rato sin verla volvemos a gozar de la estampa del Benicadell.

Ya por camino asfaltado pasamos junto a los restos del Castellet, no hay muchos datos sobre a quién perteneció, e incluso se cree que la construcción nunca fue terminada.

Del Castellet hasta el final poco que contar, eso sí, estupendas vistas del Benicadell todo el rato. Despedimos, no podía ser de otra manera, con él, junto al Creuer de Gaianes.