19 de mayo de 2024

Mallos de Ligüerri, el Vadiello y el Huevo de San Cosme

Sábado 8 de abril de 2023

Continuamos en Guara. Cambiamos la caliza del Tozal de Guara por los conglomerados del Embalse del Vadiello, en cuyo entorno realizamos un sencillo y a la vez atractivo recorrido que aunó un extraordinario paisaje con pinceladas culturales. Os lo paso a resumir, con unas líneas, y un buen puñado de fotos.



Mallos de Riglos, Mallos de Agüero, Peña Rueba... Son sin duda los conjuntos de conglomerado más reconocibles del Pre-Pirineo Oscense, a los cuales no tienen nada que envidiarle estas peñas conglomeradas del Vadiello, conocidas como Mallos de Ligüerri, que al igual que las mencionadas, también son un reclamo para los escaladores. Pero la atracción de estas rocas va mucho más allá, y ya pasamos a terrenos más energéticos, esotéricos y espirituales. Y no es que lo diga yo, o sea una percepción mía, ahí están, para constatarlo, el puñado de ermitas que antaño se construyeron en el paraje... Todas esas ermitas, en algunos casos lo que queda de ellas, las fuimos viendo durante el recorrido circular, que venía con el añadido de un tramo de ida y vuelta para ver una totémica roca conocida como el Huevo de San Cosme. Ya "off track" nosotros quisimos añadir nuestro toque personal y haber subido a lo alto de la Peña de San Cosme, pero nos topamos con un paso muy aéreo que no vi conveniente hacer con Laia. Hubiese sido la pera redondear esta ruta con una cima, pero cuando no puede ser no puede ser, nos conformamos con el espectacular, y aéreo paisaje, disfrutado durante el intento... En definitiva, una ruta en la que sin tener que realizar mucho esfuerzo pudimos disfrutar de un entorno de singular geología, y a la que le pondría la única pega de que se nos hizo corta, pero no hay mal que por bien no venga y gracias a ello pudimos irnos a comer relajadamente, muy bien y a buena hora, al centro de Huesca, hacer unas compras convulsivas en Barrabés, e irnos a Rodellar, a aislarnos del mundanal ruido, y a coger fuerzas para la mastodóntica ruta del día siguiente...

Aparcamos unos metros más abajo de la presa del Vadiello y nos encaminamos hacia ella. El espectáculo visual empezó de inmediato, con la aparición de la Peña de San Cosme, el Pico Mondinero y el piramidal Fragineto.

Tampoco tardaron mucho en entrar en escena los Mallos de Ligüerri, con el Puro, el Mallo de San Jorge y la Mitra.

Para acceder a la presa tuvimos que cruzar estos túneles.

Ya desde la presa vimos por donde están excavados los túneles, y sobre ellos los Mallos...

...siendo la Mitra la que se llevó la mayor parte de nuestra atención.

El dique del Vadiello represa las aguas del Río Guatizalema, que nace unos kilómetros más al norte.

Otro actor entraba en escena...

...el espectacular Pico Borón.

Ya habiendo dejado atrás la presa, y habiendo ganado un poco de cota pudimos tener una visión más general de este soberbio paisaje.

También pudimos ver, asomando tras los peculiares roquedos del Pito, el Tozal de Guara, ascendido en día anterior...

...y es que el camino que llevábamos, de haberlo seguido íntegramente, nos hubiese llevado a la Tejería, punto donde iniciamos dicha ascensión.

Un poco más adelante pudimos ver mejor el Tozal de Guara, junto al Fragineto y el Pito.

La geomorfología del Pito nos pareció... Como de otro planeta.

Dejamos el camino de la Tejería y tomamos el ramal por el que iniciaremos la vuelta hacia la presa...

...pudiendo ver la Ermita de San Cosme y San Damián, empequeñecida por el Borón y por los verticales precipicios sobre los que andaríamos más tarde.

Encaminados hacia el Mondinero y el Pito, en una bonita sección del camino.

De nuevo el imponente Borón. Si os fijáis bien, a la izquierda de la franja central de carrascas ya se puede apreciar el Huevo de San Cosme.

Tozal de Guara, de nuevo. Qué buen sabor de boca nos dejo el techo de Guara.

El Pito...

...menudo magnetismo.

Vimos algunos escaladores trepar en sus paredes alienígenas, ¿los veis vosotros? A los escaladores, me refiero...

Dejamos momentáneamente el regreso a la presa para empezar la subida hacia el Huevo de San Cosme. El sendero tiene tramos tallados en la roca.

Las rocas del Pito, vistas durante esta subida.

La subida finalizó en el carrascal que os había indicado fotos atrás. Nos salimos brevemente de su espesura para asomarnos a este barranquete.

Desde ese punto también vimos parcialmente el Huevo de San Cosme. Es tal la espesura del carrascal que no permite verlo hasta que no estás frente a él.

Una muestra de la frondosidad del carrascal, cuya sombra agradecimos, dicho sea de paso.

Nos acabamos plantando frente al Huevo de San Cosme. Y hablando de huevos, allí nos comimos un sabroso bocata... De tortilla de patatas!!

Aunque ¿tendrá lo de huevo más que ver con temas testiculares?, de ser así San Cosme estaba muy bien dotado 😅.

El huevo de San Cosme, entre conglomerados y carrascas.

El barranquete que habíamos visto antes se había convertido, en pocos metros, en un barrancazo, y según he visto en fotos desemboca de forma muy brusca en el Vadiello.

Visitado el Huevo, y antes de volver a la circular, activamos el modo explorador y fuimos a ver si podíamos subir a la Peña de San Cosme. Empezamos a seguir un senderete...

...que nos terminó asomando, y de que manera, a este balconazo. Si hubiésemos tenido hipo se nos hubiese ido de inmediato.

Sin tenerlo previsto de antemano encontramos aquí un excelente mirador hacia todo el entorno del Vadiello.

Seguimos avanzando por esta repisa...

...que va colgada un centenar largo de metros sobre el barranco. Vemos allí abajo la Ermita de San Cosme y San Damián.

Llegamos a un punto donde la repisa se estrechaba mucho y casi desaparecía. El paso está equipado con cuerdas. Pese a llevar a Laia atada, al final decidí no pasar. Hicimos bien, pues según he visto en algunas reseñas, a este paso le siguen otras secciones bastante aéreas.

Nos dábamos por satisfechos con haber llegado aquí y haber disfrutado de esta maravillosa y aérea vista, en mi opinión la mejor de todo el recorrido. En esta imagen se aprecia bien, por el roble colgado de la pared, y los arbustos de arriba, la caída que tiene el paso de la cuerda.

Volvimos al trazado circular que empezaba a bajar hacia un barranco. Venía ahora el encadenado de ermitas...

...Ermita de la Virgen de la Fabana...

...Ermita de San Gregorio...

...Ermita de la Fuensanta, que como bien indica su nombre tiene una fuente en su parte trasera...

...Ermita de San Úrbez...

...y Ermita de San Miguel, esta completamente en ruinas. El acceso a la Ermita de San Cosme y San Damián está restringido, así que os tendréis que conformar con las fotos que le hice desde lejos.

Llegados al fondo del barranco tocaba volver a subir. Vistas hacia el Mallo de San Jorge...

...y las verticales paredes y estratos horizontales de la Peña de San Cosme. Hacía un rato que habíamos estado por ahí arriba.

La subida culminó en el pequeño llano en el que se encuentra la pequeña Ermita de la Santa Cruz.

¿Laia?, no, es su doble aragonesa. Os juro que hubo un momento durante la subida que la confundí, y a sus dueños les pasó igual😅. Fue imposible hacerles una foto juntas, Border Collies y algunos palos por el suelo, ya se sabe... 

En la ermita cerramos la circular. El camino de vuelta a la furgoneta ya nos lo sabíamos, y las vistas también...

...pero no nos importó en absoluto repetir.

Qué estampa tan bestia tiene el Borón. Tanto este Borón, como el Fragineto, y alguno otro más, quedan apuntados para una futura visita a Guara.

Mallos de Ligüerri.

Vadiello y Borón.

La Mitra y Borón.

Picos de la Espada y el Proyectil.

La Mitra.

¿Os ha gustado esta rutilla que hicimos por el Vadiello?, ¿si?, pues la que os mostraré dentro de diez días os gustará muchísimo más. Avisados estáis...


4 comentarios:

  1. Hola Dani.

    El entorno de Vadiello, es uno de mis lugares favoritos y eso, que el año pasado andaba bajo de agua. No es tan conocido como otros mallos, pero, para mí es algo a su favor, ya que puedes disfrutar del lugar, con tranquilidad.

    Cuando subí a la Peña San Cosme, también leí varias reseñas que indicaban de su dificultad, pero, la verdad que yo subí bastante bien, el único punto delicado, es una zancada que hay que hacer en el Paso de la Nartesa (el equipado con cuerda), luego, hasta la cima coser y cantar.

    El pico Borón, si te pareció espectacular desde abajo, cuando estas arriba, impresiona, porque la pared que cae al Guatizalema, es totalmente vertical, además, tiene una ascensión bastante entretenida, que, igual para ir con Laia, puede resultar complicado, ya que, tanto los Mallos d'Os Pepes, (hay un resalte equipado con clavijas) como por la vía normal (hay varios resaltes equipados con cuerda).

    A unos 15-20 minutos de Vadiello, está San Martín de la Val de Onsera, ahí, tienes algunos recorridos bastante chulos, como la visita a la ermita de San Martín de la Val de Onsera, que está emplazada en un lugar de ensueño (además de tener un recorrido chulo y muy entretenido con la opción de subir al Matapaños) y un poco más adelante, está el aparcamiento para subir al picón del Mediodía y la Peña Amán (es uno de los dos mallos que componen el Salto de Roldán)

    Mira que a mí Vadiello me tiene enamorado, pero, comparado con la siguiente entrada ... eso, es otro nivel.

    Salud y montaña.

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    1. Ostras Eduardo, gracias por todo, por el apunte del Paso de la Nartesa (no sabía que se llamaba así), y por todas las recomendaciones de rutas que puedo hacer en el entorno del Vadiello, en especial esos apuntes sobre el Pico Borón, pues desde el momento que lo vi ya me dije que algún día tendría que subir a su cima. Evidentemente no me llevaré a Laia, a parte que ya se está haciendo mayor y le tengo que dosificar los desniveles y las longitudes, de hecho en la ruta del día siguiente acabó reventada la pobre, aunque también influyo la calor, pues otra cosa que me traje aprendida de Guara es que allí cuando el sol pega, lo hace con fuerza.

      El miércoles tendréis por aquí la rutaza del día siguiente 😉

      Un saludo.

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  2. Hola Dani.

    Joer pues la siguiente será crema pero es que esta es una burrada geologica que merece la pena coger la furgo e irse alli a las primeras de cambio.
    Con lo que me gusta el conglomerado y las rutas menos masificadas, estos Mallos de Liguerri son muy muy apetecibles. Esos patios aereos, esa erosión, lo de las ermitas, el embalse. Menuda conjunción maravillosa en una ruta.

    Coño con lo de Laia me has dejado estupefacto. La Laia aragonesa, ¡qué bueno!

    Aunque lo que me tienes que explicar es otra cosa, por que yo cuando voy a una tienda de ropa y calzado de montaña me entra todo por los ojos y suelo comprar compulsivamente, pero lo que nunca me ha dado (aunque he estado seguramente cerca) es que me den convulsiones.
    Me llama mucho esa imagen tuya tirado en el suelo entre las Asolos, Chirucas y Bestards y los cortavientos Mammut, Salewa y North Face, girando con convulsiones, como si estuvieras haciendo breakdance, y un puñado de billetes en la mano, a punto de soltarlos, jajajaja.

    Un abrazo.

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    1. Jajajaja, como ya te dije por privado, estaba leyendo tu comentario en el comedor del curro, mientras almorzaba, y cuando leí el último párrafo me entró, sin que lo pudiese remediar, un ataque de risa que se me quedaron todos mirando jajaja. La verdad es que no había reparado en esa errata hasta que tu me lo dijiste, aunque como comentamos, tampoco es tan descabellado lo de las convulsiones, una por las cosas guapas que suelen tener esas tiendas, y otra por los precios que tienen...
      Lo de la doble de Laia fue muy curioso, pues cuando la confundí iba detras de sus dueños, y yo, pensándome que era Laia, la llamaba para que no se cruzase con ellos y pudiesen tropezar... y sus dueños cuando vieron a mi Laia delante de ellos (como de costumbre), la llamaron para que fuese con ellos, pensándose que era la suya jajaja.

      Cuando leas la siguiente entrada (la tendréis el miércoles), vas a salir del curro, cogerás a Gina, te irás a la óptica, secuestrarás a Maru y pondréis la directa hacia Guara...

      Un abrazo... convulsivo, y compulsivo también 🤪

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