9 de mayo de 2024

Tozal de Guara (2077 m.) desde la Tejería

 Viernes 7 de abril de 2023

En Semana Santa de 2023 nos escapamos a la Sierra de Guara, la cual visitábamos por primera vez. Hicimos tres rutas allí, en la primera de ellas subimos al punto más alto de esta sierra pre-pirenaica, el Puntón, o Tozal, de Guara. De entre las diversas opciones de subida a esta cima elegimos la que parte desde la Tejería, entre los embalses de Vadiello y de Guara, en la vertiente sur de la sierra.



Volvimos encantados de Guara, aunque la verdad es que no esperábamos otra cosa, y creo que, en este nuestro estreno allí, elegimos muy bien las tres rutas. Rutas que fueron in crescendo en cuanto a calidad y espectacularidad, lo cual no quiere decir que esta ruta de ascensión al Puntón de Guara fuese floja, nada más lejos de la realidad... Ya solo el llegar a la cima, y otear desde allí arriba todo, y cuando digo todo es todo, el skyline del Pirineo Aragonés, ya merece la pena. Luego, la subida, tuvo cositas tan interesantes como el paso junto a la Ermita de la Fabana; las espectaculares Gargantas del Calcón; el bosquecillo de subida, salpicado de tejos, al Puerto de Petreñales; o lugares tan curiosos como el Raso de los Hongos. La bajada no se quedó corta, empezando por el punto aventurero de bajar por las Pedreras o los destrepes que fuimos encontrando en el Barranco del Abadejo. En los largos tramos boscosos del descenso vimos algunos árboles con solera, ya fuesen tejos o robles, y cuando en esos bosques tuvimos claros que nos permitieron ver lo que nos rodeaba, la caliza de Guara reclamó su protagonismo. Las frías aguas del Calcón ayudaron a mitigar en mis pies los efectos de los casi 1400 metros de desnivel positivo que tuvo la ruta, y las dos cervezas que me pimplé luego en la terraza de un camping cercano paliaron los efectos que ese porrón de metros, y también el inusual calor, habían dejado en mi gaznate... Un debut perfecto en la Sierra de Guara.

Tras una bonita pernocta en furgoneta junto a la Casa de Estebañón nos subimos al collado de la Tejería, donde dio comienzo la ruta. Cómoda y boscosa senda al principio.

Entre la variada vegetación y arbolado de este tramo inicial ya encontramos algún árbol de buen porte, como este roble.

Más adelante, en un pequeño promontorio encontramos la Ermita de la Fabana. Estos vestigios de arquitectura ancestral iban a ser un denominador común de las tres rutas que hicimos en esta escapada. 

Nos detuvimos un rato a fisgar por la ermita, que se encuentra semiderruida.

También conocida como Casa Fabana, fue construida en el siglo XII y es de estilo románico.

Como este primer tramo de la ruta fue de ida y vuelta, horas más tarde volveríamos a pasar junto a la ermita.

Visitada la ermita seguimos nuestro camino hacia el Tozal, que aún se atisbaba lejano.

Al topar con el Río Calcón empezó el tramo circular de la ruta. De inmediato nos vimos inmersos en las Gargantas del Calcón.

La verdad es que entrar allí fue un impacto, y ya no solo por la altura de las paredes que nos envolvían, sino por lo súbito que fue entrar en este estrecho.

Espectacular...

...sin duda había sido todo un acierto haber elegido esta ruta para subir al Tozal.

El agua corría por el río, pero no fue necesario calzarme las chanclas de montaña que llevaba, pude sortearla saltando de piedra en piedra y acabar con los pies secos.

El sol, que no lograba penetrar en el cauce del río, si que iluminaba las calizas de más arriba...

...resaltando más si cabe su espectacularidad.

Al salir del estrecho y abandonar el río iniciamos una prolongada y boscosa subida hacia el Puerto de Petreñales. Vimos muchos tejos en este tramo, lo cual fue una inesperada y agradable sorpresa.

En algún momento encontramos algún llano herboso durante la subida al puerto.

Ya cerca de allí otro gigantesco roble salió a nuestro paso.

Alcanzamos el Puerto de Petreñales o de Guara. Al fondo aparece el Pico Fragineto.

Tras pegar un bocado en el collado continuamos la marcha, con la imponente presencia de nuestro objetivo.

Tras pasar junto a la Fuente del Chinebro (no hay foto) alcanzamos la pequeña pradera del Llano, o Raso, de los Hongos.

Fragineto, desde el Raso de los Hongos.

Tras la tregua del Raso continuamos en ascenso, que nos llevó a este mirador sobre la Hoya de Huesca, en la que había bastante calima.

Y es que nos salió un día bastante caluroso para ser abril. Es por eso que este largo tramo de subida que nos aguardaba, entre boj y erizones, se nos hizo un pelín pesado.

Eso si, a nivel panorámico este tramo fue muy bueno. Volvemos a ver el Fragineto, con los pliegues en sus laderas bajas.

Poco a poco le fuimos recortando metros a la cima del Tozal, que cada vez veíamos más cercana.

Las vistas se iban ampliando. Distinguimos allá a lo lejos la silueta de la Peña Gratal, a la cual subiríamos unos cuantos meses después...

...y es que 2023 fue el año de nuestro enamoramiento definitivo con el Pre-Pirineo.

A medida que nos fuimos acercando a la cota 2000 fue desapareciendo la vegetación y volviéndose el terreno más rocoso. También, y por suerte, fue bajando la temperatura.

Nos quedamos con esta pedrera, pues por ella descenderíamos un rato después. Desde este punto, hasta la cima, fue un tramo de ida y vuelta.

Afrontábamos la parte con más pendiente de todo el ascenso...

...pero nos vimos espoleados por la aparición en el horizonte de las primeras cumbres pirenaicas, encabezadas por el Bisaurín, el grupo del Aspe y la Collarada...

...y seguidas por todo el elenco de tresmiles de Ordesa.

Otra muestra más de la inclinación de este tramo final de subida.

Finalizado el tramo de pedrera unas ligeras trepadas nos depositaron en terreno más estable. Ya solo nos restaba enfilar la arista cimera para coronar.

Una gozada hacer los metros finales del ascenso con estas vistas al Pirineo y la escarpada ladera norte del Tozal.

La cima, a tiro de piedra.

Ese viernes festivo hubo un goteo constante de montañeros, que subíamos desde diferentes vertientes.

Puntón, o Tozal de Guara, 2077 metros, donde tocó ponerse el plumas.

Brutal recompensa la que obtuvimos en lo más alto de Guara, con todo el Pirineo Aragonés ante nosotros...

...y es que incluso se atisbaban, mirando al este, cimas del Pirineo Catalán.

Pero centrémonos en el Aragonés e identifiquemos algunas de las cimas que vimos: Bisaurín, Llena de Bozo, Aspe, Garganta, Tortiellas...

...la magnífica Peña Collarada, la perla de la Jacetania...

...Peña Telera, reina de la Partacua, y sus escuderos...

...Le Lurien, Arriel, Palas, Balaitús, Argualas, Picos del Infierno...

...Mondarruego, Gabietos, Taillón, Punta Bazillac, Brecha de Rolando, Casco...

...Marboré, Cilindro, Monte Perdido, Pico de Añisclo...

...Vignemale...

...Culfredas, Punta Suelza, Bachimala, Posets, Eristes...

Pero el espectáculo visual no estuvo solo en el horizonte, más cerca, en la vertiente norte del Tozal, también vimos cositas interesantes.

Casi una hora nos tiramos en la cima. En la bajada nos acercamos un poco más a los precipicios que caen al norte...

...por lo que obtuvimos estampas realmente impresionantes.

Brutal.

Retomamos el pulso al trazado circular, y lo hicimos con la pedrera que os mencionaba antes. En los mapas, a esta zona, y de manera lógica, se le denomina las Pedreras.

No me gusta bajar, ni subir, por pedreras, pero en esta, al ser de piedra fina y no estar muy trillada, la bota se hundía bien, y a la que nos quisimos dar cuenta ya habíamos bajado bastantes metros.

Aún así, mis posaderas tocaron el suelo en varias ocasiones. Vemos lo que nos restaba de pedrera, con el Barranco del Abadejo, por el cual proseguiríamos a continuación.

El tramo que fuimos por el barranco tuvo más miga que la pedrera, ya que encontramos algunos destrepes y tramos muy comidos por la vegetación. En las laderas vimos algún que otro roble guapo.

Desde este punto vimos todo el descenso efectuado por las Pedreras.

Fuimos engullidos por un bosque, en el que por ejemplo vimos este tejo tan guapo...

...o este roble, que no le va a la zaga.

Y entre los claros del bosque fuimos viendo algunas calizas chulas...

...entre las que destaca esta aguja/gendarme/fraile.

Y de la caliza...

...al conglomerado. En un punto de descenso pudimos ver alguna de las moles conglomeradas que hay alrededor del Embalse del Vadiello, y que veríamos de más cerca en la ruta del día siguiente, eso sería nuestro futuro más próximo... 

...mientras tanto el Tozal de Guara ya formaba parte de nuestra historia montañera.

Tras habernos refrescado los pies en el Calcón afrontamos los últimos compases de la ruta. Agradecimos un montón que este tramo final fuese por el bosque.

Despedimos con una pequeña pincelada floral. En 10 días, más Sierra de Guara en el blog.


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6 comentarios:

  1. Hola Dani.

    Bueno, por algo es conocido como un "falso tres mil", porque, subas por donde subas a pesar de sus escasos 2000 metros, ofrece una larga ascensión y un desnivel acorde, a montañas de mayor altitud.

    De las opciones de subida, a mi, desde la Tejería, es la que más me gusta, más que por la clásica desde Nocito. Solo ese tramo de las gargantas del Calcón, ya merece la pena, aunque, las veces que he ido, se puede pasar bien sin necesidad de utilizar chanclas.

    Desde la Tejería, se suele combinar con el Fragineto e incluso, hacer un tridente con el Mondinero, cosa que tenía pendiente para hacer con los amigos está primavera, pero, con estos calores que hace ya, tendrá que ser para el otoño o el invierno. Es lo que tiene la sierra de Guara, que a partir de Mayo, como bien indica el topónimo, es una Hoya.

    Lo que si que garantiza, son unas vistas de primer orden del pirineo Aragonés e incluso del Moncayo, que sin ser tan concurrida como está última, también suele tener bastantes visitas.

    Lo que tengo pendiente, es bajar por el barranco del Abadejo, la última vez que estuve, fue con Carlos, subimos el Mondinero y el Fragineto. En la cumbre se le "apeteció" el Tozal y yo lo mande a escaparrar, no estaba ese día para subir otra más y me comentó que estaba chula la bajada.

    Pues nada, estaré atento a la siguiente entrada, dentro de diez días.

    Salud y montaña.

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    1. Hola Eduardo.

      Desconocía por completo esa denominación respecto al Tozal de Guara. Gracias por el apunte. Si que es verdad que de todas las montañas del rango de 2000/2100 metros de altitud que he subido, este Tozal ha sido seguramente la que más desnivel me ha exigido salvar.

      Cogí las chanclas, por que en las dos o tres reseñas que leí para informarme sobre la ruta en todas ellas se habían tenido descalzar para cruzar algún punto del río a su paso por las gargantas 😅

      Y una de las cosas que también vi, estudiando rutas y mapas de Guara, es que se pueden hacer rutas incluso más potentes que esta, en cuanto a desnivel y distancia, y encadenando varias cimas.

      Un saludo.

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  2. Muy guapas las vistas de Vignemale y Monte Perdido, desde ahí arriba. Y con frío agradable en la cumbre... y esas agujas son preciosas, también. La verdad es que me ha gustado el sitio.
    El topónimo de Fragineto me ha hecho gracia... se asemeja a mi correo electrónico, que viene de unir Fran con Aneto. Me ha llamado bastante la atención el sitio... creo que se merece una caminata.
    Un saludo, amigo... ya parece que el calor ha llegado... como los vencejos.

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    1. El calor llega más pronto cada año... Y se va cada vez más tarde.
      Fragineto... Podría ser un juego de palabras con tu nombre, la ginebra y el Aneto jajaja.
      Esta es la cima de Gura, y como has podido ver es un excelente mirador, pero comprobarás en los dos siguientes reportajes, amigo Fran, que la excelencia de Guara va por otros derroteros...

      Un abrazo.

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  3. Hola Dani.

    Qué brutales se ven muchas fotos, y qué pasada los blancos horizontes pirenaicos. No sé si son más tremendas las fotos del patio norte que se ve atista desde cima o las increibles perspectivas de esa pedrera.
    Pero esto es un suma y sigue en toda regla: el desnivel, los tejos/robles, el desfiladero del Calcón, esas praderas herbosas, construcciones románicas. Sencillamente brutal todo el conjunto.

    Además, sé con total certeza, y de hecho, la llegada de Gina lo asegura, que unas vaciones o puente largo van destinadas -fuera de épocas calurosas- al recorrido de rutas por Guara a la que tenemos muchas ganas.

    Un abrazo.

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    1. Hola Toni.

      Pues si te ha gustado esta ruta del Tozal prepárate para lo que viene en las dos siguientes, no tendrás más que ganas de montaros Maru y tú en Gina y poner la directa hacia Guara jajajaja...
      Siempre que había pasado, de largo, la Sierra de Guara camino de valles occidentales pirenaicos, siempre había pensado, que por situación, este Tozal sería un excelente mirador hacia la cordillera pirenaica, lo que no me imaginaba es que fuese más que excelente. Con el desnivel, la longitud de la ruta, y esos aderezos, ya fuesen en forma de garganta, ermita o arbolacos, nos salió un estreno perfecto en Guara.

      Un abrazo.

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