14 de septiembre de 2024

Barranco de los Cocioles y Vía Ferrata de las Agujas de las Alhambras

 Sábado 17 de junio de 2023

Doble actividad en las montañas del sector más oriental de la Sierra de Javalambre, con la combinación en una misma jornada del descenso del Barranco de los Cocioles y la escalada de la Vía Ferrata de las Agujas de las Alhambras. El descenso de los Cocioles supuso mi reencuentro, siete años después, con el mundo del barranquismo.





Realizar esta doble actividad nos obligó a tirar de logística. Dejamos mi furgoneta en el punto donde finaliza el descenso del barranco y nos fuimos con el 4x4 de David hasta el punto donde da inicio la aproximación. Descendido el barranco nos montamos los tres en mi furgo y nos fuimos hasta el punto de inicio de la ferrata. Finalizada esta nos volvimos a montar en la furgo, dejamos a Esther en un bar de Manzanera para que fuese pidiendo los bocatas mientras David y yo subíamos a recuperar su 4x4... Había que parafrasear a Hannibal Smith...

El Barranco de Cocioles, excepto después de abundantes lluvias, se suele realizar en seco, y es un barranco ideal para los que busquen iniciarse en la materia, o para aquellos que como yo lleven siete años sin descender ningún barranco... El descenso combina algunos resaltes destrepables con varios rápeles (creo recordar que siete), siendo el segundo y el más largo (16 m.), el que mayor dificultad tiene, ya que hay que ser hábil para no caer en una marmita trampa de la que resultaría complicado salir. En cuanto a su morfología, y aunque desde lejos no lo pueda parecer, se trata de un cauce encajonado y muy bien moldeado, en el que también podremos encontrar abundante y variopinta vegetación y arbolado.

Parte final de la aproximación al barranco. Disculpad por la mala calidad de mis fotografías, las hice con una cámara que compré unos días antes en Wallapop y me dieron gato por liebre.

Primer rápel, 10 metros.

Sencillo y bonito, con algunos bloques empotrados.

Segundo rápel, 16 metros, en la zona más encajonada y oscura del barranco. Muy chulo...

...y con una marmita trampa que hay evitar con habilidad.

No nos esperábamos que este barranco alcanzase este nivel de encajonamiento, y fue una agradable sorpresa.

Esther, montando el tercer rápel...

...muy corto, 4 metros, y sencillo.

Cuarto rápel, muy estético...

...y muy bien labrado en la roca. Según la reseña de 2 metros, pero parece un poco más largo, ¿verdad?.

Quinto rápel, de 3 metros.

Sexto rápel, de 6 metros...

...

...y para mi el más bonito de todos.

David, en la cabecera del séptimo rápel...

...de 15 metros, totalmente vertical y en el que el barranco empieza a abrirse.

Esther, en el séptimo rápel.

Octavo y último rápel, de 7 metros.

Muy buenas sensaciones en mi retorno al mundo del barranquismo.

Finalizamos el descenso...

...y sin abandonar el cauce nos fuimos en busca de la furgoneta, para irnos a la ferrata.

Casi al final el barranco llevaba un poco de agua (fruto de algún manantial) y encontramos este paso equipado.


La que ya no es para iniciados es la Vía Ferrata de las Agujas de las Alhambras. Catalogada como K4, esta ferrata está instalada en un entorno precioso, en el como su propio nombre indica, afloran un conjunto de espectaculares agujas calizas. El recorrido equipado sube a lo más alto de una de ellas, y lo hace al principio por el mismo filo de su espinazo, siendo este el tramo de más dificultad de la vía, ya que escasean las grapas y hay que tirar de agarres naturales, cosa que al principio te hace ir con el culete apretado, pero el ir subiendo e ir comprobando la calidad de la roca y sus excelentes agarres, acaba por darte confianza y soltura y disfrutar de la vía, que al final se hace corta y todo. Tras el espinazo se sale a una pared vertical, en la que ya hay más agarres artificiales, como una cadena que ayuda a realizar una travesía horizontal, y una serie de grapas que ayuda, de nuevo en vertical, a ganar la cima de la aguja. Para bajar de la aguja podemos montar un rápel o bajar por una última tirada de grapas con un poco de aleje entre ellas, siendo esta la opción que elegimos y la más emocionante.

Aproximación a la ferrata, la cual nos llevó unos 15 minutos. Las fotos de la ferrata, salvo las de mis compis, ya están hechas con mi cámara habitual.

Pese a que el verano andaba a la vuelta de la esquina, el entorno lucía aún un verde primaveral...

...y además aún habían bastantes flores adornando el suelo, como esta Catananche caerulea, Hierba Cupido en cristiano.

Entramos en terreno vertical. La ferrata empieza con las grapas bastante juntas...

...pero de inmediato empezará a haber más separación entre ellas, obligándonos a buscar presas naturales, que siempre serán buenas y abundantes.

Muy chulo este primer tramo, que pasa junto a un ventano.

Efectuamos una ligera travesía a la derecha...

...siempre con mucho patio.

Ahí encontramos un pequeño descanso en el que poder disfrutar y fotografiar el magnífico entorno...

...de las Agujas de las Alhambras.

Tras reagruparnos enfilamos el siguiente tramo de arista.

Ojo que en este tramo no hay ningún agarre artificial salvo el cable de vida, así que si no queremos trampear hay que confiar en la roca.

Capto la acción de David desde arriba...

...y él la nuestra desde abajo.

El recorrido no llega hasta lo más alto de la arista, sino que en un punto rompe a la derecha...

...para afrontar una travesía horizontal...

...en la que nos veremos ayudados por una cadena para las manos y alguna grapa esporádica para pies.

La travesía es más sencilla de lo que en un principio pueda aparentar...

...pero el ambiente es muy aéreo.

A la travesía le sigue un tramo vertical, ya con más grapas...

...aunque para salir de esta vertical hay que volver a tirar de roca.

Aquí tenemos a David en ello.

Contentos, en la cima de la aguja.

Tocaba dedicar un ratico a la contemplación...

...antes de finiquitar la ferrata, que termina en descenso.

Ya en tierra firme tuvimos vía libre para recrearnos con el espectacular entorno de las Agujas de las Alhambras y explorarlo un poco.




Esta es la aguja a la que asciende la ferrata.


Un poco de postureo y a por el bocata/cerveza.






4 comentarios:

  1. Hola Dani.

    Pues desde tu reencuentro con el barranquismo en esta ocasión, has metido la 5ª marcha hasta ahora, eh!
    Oye, y que gozada debe ser el rapelar con agua esos saltos tan verticales de este barranco, aunque no parece que sea muy usual verlo así.

    Y se ve bastante potente la ferrata esta. Ya voy fijándome en la catalogación y en esta K4 se ven un tramos hacia arriba de los que hay que tirar duramente de brazo. Y sé yo de primera mano lo enhiestas y espectaculares que son estas agujas de las Alhambras, pues Maru y yo las recorrimos y a algunas nos subimos el día despues que estuvimos en el Picón del Buitre.

    Un abrazo.

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    1. Hola Toni.

      Bueno, quinta marcha tampoco, después de este vinieron los dos que hicimos, con guía, en los Pirineos, y este año solo he descendido uno acuático en nuestras vacaciones en Galicia. Pero bueno, lo importante es que parece que he cogido la seguida de hacer un par o tres de barrancos por año, y así no dejar olvidada la modalidad, que había estado siete años en stand-by.

      Tengo ganas de ver como es esa ruta a pie que recorre el paraje de las Agujas. Seguro que conseguiste buenas fotos y nos regalas una buena crónica, la cual ya tengo ganas de ver publicada en tu blog, esa y la del Picón del Buitre, para ver como nos cuentas esa carrera que te diste barranco abajo, en busca de tus gafas jajajaja.

      Un abrazo.

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  2. Hola Dani.

    Buena combinación de actividades para una mañana, comenzando con el barranco de los Cocioles, que, no se ve complicado y estéticamente es muy chulo, con esos tramos encañonados y la vegetación cubriendo la pared.

    A la vía ferrata, le he echado el ojo alguna vez de esas, que se me ha pasado por la cabeza ir a Teruel. Viendo la penúltima fotografía, se ve que esa aguja no tiene mucho, pero oye, han sabido aprovechar el lugar para hacer una ferrata bastante entretenida, de las que me gustan, donde el material escasea y hay que buscarse la vida en la roca.

    Mientras veía el paseo que disteis por la zona, se me pasaba por la cabeza si abría algún recorrido, pero bueno, ya veo que el amigo Toni, estuvo dando un paseo y me apunto, el picón del Buitre.

    Me imagino que el gato que te dieron, sería una cámara sumergible, en general, no suelen hacer muy buenas fotos. Todos los planes, no siempre salen bien y más, si dependen de terceras personas.

    Salud y montaña.

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    1. Hola Eduardo.

      Efectivamente, es una cámara sumergible. La compré por que leí opiniones bastante buenas sobre ella, pero la que me vendieron en Wallapop, o bien por que la persona que me la vendió no la había utilizado correctamente, o ya se la vendieron a ella con ese defecto, tenía un tramo de la lente borroso, detalle en el que yo no reparé cuando fui a por ella y la probé. Pero en fin, dentro de lo malo "solo" fueron 30 euros... Pero ya te digo que desde ese día le he hecho la cruz a Wallapop...

      Esta vía ferrata es posiblemente, de las que he hecho, la que más presa natural he tenido que utilizar, eso sumado al entorno, hace que sea una ferrata que merece mucho la pena hacer. La pega es que se queda corta, y lo suyo es combinarla con alguna otra actividad, como por ejemplo el Barranco de los Cocioles, o hacerla en el marco de una escapada de fin de semana. Rutas chulas por la zona no faltan, y evidentemente la de más empaque es la subida al Picón del Buitre desde Arcos de las Salinas, que oye, si te acercas algún día a hacerla no dudes en darme el toque, que a mi es una de esas rutas que no me importa repetir...

      Un saludo.

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