23 de enero de 2022

El Tranco de Villel

 Domingo 22 de agosto de 2021

Decidme, ¿quién de vosotros/as no tiene una/un vecina/o que está como un tren, y ha fantaseado en secreto alguna vez retozar con ella/él?. Pues yo tengo una vecina muy sexy llamada Teruel y tengo la suerte, de muy a menudo, disfrutar de sus encantos. No me cansaré nunca de repetir lo mucho que me gusta esta provincia. Y además de sus encantos otra cosa por la que también me gusta es por que también es vecina de Cuenca, lo que da a pie a que podamos hacer quedadas a mitad camino con nuestros amigos Toni y Maru de Magia Serrana, como por ejemplo esta que os voy a contar. 24 intensas horas en las que nos dio tiempo de descubrir algunos rincones chulos de la comarca de la Comunidad de Teruel, el más destacado de ellos, el Tranco de la Chartera en Villel.



Nuestro punto de encuentro, más de un año después, fue la recóndita, pequeña y coqueta población de Tramacastiel, donde íbamos a cenar y pernoctar, en la Hostería la Barbacana, que el nombre, y aunque barbacana signifique otra cosa, viendo el color predominante en las barbas mía y de Toni, nos venía al pelo, nunca mejor dicho. Teniendo toda la tarde por delante y faltando cuatro horas para la cena, el más ignorante de los urbanitas podría pensar que en un pueblo de 60 habitantes opciones de ocio pocas, nada más lejos de la realidad, subir al airoso castillo del pueblo y luego disfrutar de un recital de Jotas, en el que participaron tres generaciones de Tramacastielinos, pusieron un bonito cierre al sábado, sin olvidarnos de las cervezas de antes de la cena, la propia cena y una sobremesa que se extendió y extendió, pero es que teníamos tantas cosas que contarnos...

Tramacastiel, una bonita población serrana, ubicada en un bonito entorno. Al fondo vemos la cresta en la que están ubicados los restos del castillo.

Nos ganaremos la cena subiendo hasta él. Unas revueltas del sendero nos hacen ganar altura, lo que nos permite gozar de estas vistas de Tramacastiel y el coqueto valle (Río Regajo) en el que está ubicada.

El ambiente durante la parte final de la subida a la cresta es bastante aéreo...

...para muestra un botón.

Una brecha nos permite alcanzar la cresta. El risco en el que se ubicaba esta torre es inaccesible.


Hacia el norte si que se puede continuar sin complicaciones hasta el punto más alto de la cresta. 

Desde allí arriba vimos y oímos el principio del recital de jotas, por lo que nos bajamos enseguida para no perdérnoslo.


El domingo por la mañana, tampoco os creáis que muy temprano, nos bajamos hasta Villel, para desde allí comenzar la caminata hasta el Tranco. La verdad es que con el calorazo que había previsto podríamos haber llegado hasta allí con el coche, y luego hacer el tramo del barranco de ida y vuelta, que es lo que hace la mayoría de la gente, pero no es nuestro estilo. De haberlo hecho nos hubiésemos perdido una aproximación de lo más variada (con desvarío, marca de la casa, incluido), y un tramo circular de lo más sorprendente y variado también. Esa aproximación y tramo circular complementaron a la perfección el recorrido por el interior del barranco, que es espectacular, desde que se inicia en la rocosa surgencia de la Fuente de la Chartera hasta que salimos de él por la Senda del Campillo. Entre medias una preciosa y bien labrada angostura de blancas paredes, en la que apenas consigue penetrar la luz del sol, y en la que encontramos varios resaltes, infranqueables de no ser de los peldaños y cables con los que están equipados, y que son los que permiten al gran público disfrutar de esta pequeña maravilla de moldeado fluvial, antaño reservada para barranquistas. Un paraje del que disfrutar sin la menor de las prisas.

Tras la ruta, y con toda la tarde por delante, esta invitaba a ser matada con unas cervezas primero, una buena comida de restaurante después y un refrescante baño en río al final. Las dos primeras las obtuvimos sin movernos de Villel, y lo tercero lo conseguimos en las gélidas aguas del Río Ebrón en los Santos (Rincón de Ademuz).

Nada más echar a andar cruzamos este puente, que vadea la Rambla de la Chartera.

Pasamos por el Barrio del Torrejón. Atrás quedan Villel y el Castillo del Cid (siglos XII-XIII).

Unos metros más adelante pasaremos junto a esta masía en ruinas.

Nos dirigimos hacia el estrecho que vemos al fondo. El predominio paisajístico fueron los campos de cereal. Ese rulo, ¿se avecinará "tontá" o después de un año sin vernos Toni y yo estaremos oxidados en ese aspecto?...


Acabamos llegando al estrecho, el cual es atravesado por una aérea canalización de agua.

El lugar es chulo. Merece ser contemplado. Por allí pasa también la Rambla de la Chartera.

En el estrecho da inicio la parte circular de la ruta. Bajo ese risco vemos el camino de vuelta.

Dejamos atrás el estrecho y tiramos carril arriba, camino de...

...del Embalse de las Galatillas, con un nivel aceptable de agua pese a ser agosto.

Allí fotografiamos a uno de sus esbeltos habitantes.

Llegamos a la entrada del Tranco de la Chartera.

La razón por la cual la rambla la habíamos visto con agua era esta, el manantial de la Fuente de la Chartera.

El agua sale de la roca y es pura a más no poder. Qué gustazo poder dar un trago de agua tan limpia y fresca.

Y entramos en el Tranco. A continuación un buen puñado de fotos, la mayoría de ellas verticales, de nuestro paso por él. No soy muy amigo de las fotos verticales, pero hoy el lugar se prestaba a hacerlas. Disfrutad de la estrecha y espectacular belleza del Tranco amigos.











Primero de los diez, creo, pasos equipados del recorrido, y quizás el más estético de todos ellos.












Si os fijáis bien veréis los restos de una cabra despeñada. Menos mal que no la podéis oler, pues durante un buen tramo del recorrido el ambiente estuvo impregnado de una embriagadora fragancia.










Llegamos al final de la parte más estrecha del barranco, donde algún iluminado pintó con spray las palabras The End...




Por allí vimos a un pequeño descendiente de los gigantescos dinosauros que hace millones de años vivieron en estas tierras turolenses. Por cierto, pendiente tengo visitar Dinópolis...

Tras un rato más transitando por la rambla salimos de ella por la Senda del Campillo, una senda de trazado precioso por cierto...

...normal que Toni estuviese tan contento.

Este sector de la subida se encuentra apuntalado con muretes laterales, lo cual demuestra la solera del sendero.

Y además de tener un trazado bonito tiene unas vistas geniales.

Encontramos algunos miradores naturales hacia el Tranco, donde Toni y yo volvimos a dar rienda suelta a nuestro lado más payesete. Cuando compartí esta foto en Instagram puse que lo nuestro no es postureo, sino tontería pura y dura. Y es la pura verdad...

¿Qué le estaría contando Toni a Maru?...

...¿Quizás que quedaba poca subida y que el sendero acabaría llegando al Collado de las Vigas?. Allí convergimos con el GR-10. Amplias vistas desde allí.

Y con semejante panorámica, y siguiendo las marcas rojiblancas (el color futbolero de Toni) emprendemos la bajada.

Bajando, con buenas vistas y con las frías Turias de Villel ya en la cabeza.

Vistazo hacia el Tranco.

Una de las secciones más bonitas de esta bajada. Qué gran acierto haber hecho la ruta en circular.

Vemos la entrada al Tranco, con unos antiguos corrales y un par de coches aparcados.

Y de repente, sin comerlo ni beberlo, y por arte de magia ¿serrana?, fuimos teletransportados al planeta Marte.

Aquí tenéis en exclusiva una escena inédita de la película The Martian, en la que Matt Damon, más que harto de comer patatas se quitó la escafandra y el traje espacial y se fue a ver si cazaba algún bichejo...

Y llegando de nuevo al primer estrecho, donde cerrábamos la circular y yo cierro el reportaje fotográfico de esta ruta en la que disfrutamos un montón y no pasamos, aunque lo hizo, excesivo calor.


Y para finalizar me gustaría contaros algo que, cuanto menos, nos resultó curioso. Y es que ya finalizando el tramo circular, cerca de las tierras marcianas que habéis visto en las últimas fotos, vimos una familia al completo, con tres niños, con cubos y rastrillos, excavando en la tierra. Estaban buscando minerales. Nos chocó por que, domingo de agosto, y a las horas en las que más casca el sol, pocos niños habrán que estén haciendo este tipo de actividades, y además disfrutando con ella. Pero hay más, el sábado por la noche, durante la cena en la Barbacana entraron al bar algunos de los niños (13/14 años) que habían cantado en el recital de jotas, que ya nos chocó que en los tiempos del regetón haya niños que canten jotas. Se sentaron en una de las mesas. Lo más cotidiano en estos tiempos que corren es que hubiesen sacado el móvil y hubiesen estado todo el rato con la cabeza gacha y sin hablar entre ellos, pues no, primero jugaron al ajedrez, y luego al parchís, interactuaban...

Amigos, hay esperanza.

15 comentarios:

  1. Menuda garganta, Dani. Es realmente espectacular, y verla con agua tiene que ser una pasada, aunque será muy complicado acceder en condiciones de carga. El entorno me gusta bastante.
    Así que empujando rulos de paja... jaja, y con Benny Hill... que arte.
    Oye, no imaginaba escaleras y ese equipamiento en semejante cañón, la verdad. Parecen muy nuevas, ¿no?
    Me ha gustado lo del festival de Jotas, y que a los niños les guste. Mis sobrinos son pequeños, tienen 10 y 12, y la hermana 18. A ninguno le gusta el reggaetón... escuchan Artic Monkeys, Jamie Cullum, The Clash, Aretha Franklin... y les gusta, de hecho la ponen ellos... pero claro, en youtube... no ponen vinilos... es una pena... pero si, parece que hay esperanza, y no Aguirre... si no Sons Of Aguirre.
    Un abrazo, compañero, y que sepas que ha estado Fernan por aquí... bueno, creo que ya lo sabes... ahora va por la costa del Sol, buscando el Este y luego el Norte... espero verlo en este blog dentro de poco.
    ¡Salud!

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    1. Hola Fran.

      Yo también pensaba que el equipamiento de este barranco era reciente, pero buscando información para preparar la crónica vi que lo equiparon creo que en 2011. La verdad es que se ve bastante nuevo. Señal de que le hacen mantenimiento, y me parece correctísimo que se lo hagan, pues ya que montas cosas así que menos que mantenerlas y que no acabe convirtiéndose en chatarra oxidada y obsoleta y que además puede convertirse en un peligro para el excursionista.
      No sé el régimen de crecidas que tendrá este precioso barranco, pero en cierta medida me recordó, salvando las distancias, al alicantino Barranc de l'Infern, una joya de paredes blancas, y para descenderlo con caudal hay que ser un experto barranquista, ya que puede convertirse en una ratonera. Ha tenido semejantes tan repentinas crecidas que incluso ha llegado a transformar la morfología del barranco. Yo lo descendí en seco en 2012, aquí te dejo el enlace, por si lo quieres ver:

      Barranc de l'Infern

      Tomo nota de las recomendaciones que me has hecho en tu blog (Montañas Vacías, Viajar & Roll y Bikecanine). Ya vi las fotos que me envió Fernan del día que subisteis al Aljibe de los Alcornocales. Esta tarde he estado tomando un café con el en Betxí y me ha contado un poco las rutas que habéis hecho juntos estos días. El sábado si no pasa nada iremos juntos al Benicadell ;-)

      El libro de Josep Antoni no sé si se llegó a vender en librerías. Creo que solo lo vendió en las presentaciones de diapositivas que fue haciendo por la provincia tras publicarlo. Intentaré hacer algunas gestiones a ver si pudiera conseguirte algún ejemplar...

      Buenos, y variados, gustos musicales los de tus sobrinos, seguro que su tío ha tenido algo que ver ;-)

      Un abrazo!!

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  2. Hola Dani, me alegro del reencuentro y del disfrute fraternal. Una pena no haber podido acompañaros (os lo comenté a ti y a Toni, ya sabes el tema) porque, aunque ya lo conocía, me hubiese encantado estar allí vosotros, mis amigos. Estupendo reportaje y vaya finde más completo y chulo que os marcasteis.
    Os imagino haciendo coros a los joteros con las golas bien lubricadas , jejejeje.
    Y ... efectivamente, todavía hay esperanza, sobre todo fuera del mundo urbanita.
    Un abrazo.

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    1. jajajaja, con lo bien que nos trataron en Tramacastiel hubiese sido muy cruel por
      nuestra parte ​haber saboteado de esa manera el recital de jotas...
      Nos lo pasamos pipa, bueno, tu ya sabes de primera mano lo que pasa cuando nos juntamos Toni y yo ;-) Además, el entorno acompañó. Una pena que por las circunstancias no pudieses venir, pero tiempo habrá de hacer una quedada todos juntos, ponernos al día y disfrutar de lo que más nos gusta, la montaña.

      Encantadísimo de tenerte de nuevo por aquí amigo Paco!!

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  3. Hola Dani.

    Aquí Matt Toni Damon en Marte. Jjajaja me he echado unas buenas risas y ya son tres veces que llevo leída la entrada.

    No tardas más que las tres primeras líneas para mostrar la maestría que te caracteriza, por que lo de la vecina sexy turolense me parece sencillamente genial, tanto valdría para tu blog o para el mío.

    Donde he soltado una par de carcajadas es con la musiquilla Benny Hill y el rulaco ese, jajaja. Fíjate que llevamos caminos parecidos. Yo esta semana haciendo que el trampolín de las Agulles se tambaleé y tú animando con música y acción de peli de Buster Keaton lo del rulo. Si señor, ni postureo ni nada por estilo, es la vida misma ;-) Quien nos conozca lo sabe!!

    Respecto del finde, Maru y yo lo hablamos que esas escapadas en lo más álgido del verano molan mucho, aparte de vernos y contarnos, siempre tenemos todos estos lugares a mitad de camino más fresquitos, con baños, rutas chulas que no conocemos y escapar un poco de las altas temperaturas.

    Y esta escapada a Tramacastiel fue de diez, quien iba a pensar viendo ese pueblo tan recóndito y apartado que íbamos a tener un festival de jotas, jajaja y un bar/albergue/hostal perfecto para nosotros. Y lo de los niños de Tramacastiel fue mágico, como si hubiéramos ido a a parar a un pueblo de Teruel en la década de 1990.

    Y por supuesto, el Tranco de la Chartera, un lugar con esas grietas tan altas y verticales siempre nos dejará pasmados, y lo hemos conocido gracias a las escaleras puestas, porque si no, esta entrada y el finde no habría existido, además de no tener que volver por la grieta otra vez (y el olor a cabra....) y poder hacerla circular.

    Un finde que este verano, independientemente de nuestros días de montaña, tenemos que buscar para el mes de agosto otro lugar para nuestra quedada con nuestra vecina calentorra, jajaja.

    Un abrazo.

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    1. Hola Toni.

      Donde vas a parar!!, muchísimo mejor el recital de jotas que aquella infernal discoteca móvil de Griegos jajaja

      Sabía que te iba a gustar la intro de la vecina sexy, tenía escrita una totalmente diferente, pero me vino esa frikada a la cabeza y la cambié de inmediato. Luego lo de el marciano, Benny Hill etc. ya sabes que conociendo nuestro modus operandi cuando nos juntamos da a pie que en las crónicas de esa ruta salgan cosas así jajaja

      Fue todo un acierto haber elegido esta ruta, pues el tramo del estrecho es espectacular. Gracias a ese equipamiento el gran público lo puede conocer, que ya lo hemos hablado muchas veces, pueblos como en este caso Villel, necesitan de cositas así para atraer turismo y empuje económico para continuar vivos. El resto de la ruta tampoco tuvo desperdicio, con ese primer estrecho y el embalse, y el bonito trazado circular.
      Y por si fuera poco, en Tramacastiel estuvimos de lujo, nos trataron muy bien en la Barbacana (esa Ámbar de 10 voltios, ufff...), la subida al castillo estuvo muy bien, y el recital de jotas me gustó mucho, y ya no solo por que cantaran niños, jóvenes y mayores, sino por que tuvo una temática muy emotiva.
      Y en Villel comimos muy bien, y esos tomates tuyos que trajiste... mmmm, estaban deliciosos. Y el agua del Ebrón, a la temperatura que a ti te gusta jajaja.

      Y así es, habrá que tomar por costumbre, todos los agostos, montar una cama redonda, y tener una pequeña orgia con nuestra vecina favorita ;-)

      Un abrazo.

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  4. Hola Dani.

    Hombre, pues yo creo, que no hay pueblo en Aragón, que en sus fiestas, no tenga su festival de jotas, que oye, aún servidor para un ratico le gustan, pero un ratico …

    El barranco de El Tranco de Villel, es otro de esos lugares, que lo tengo más que mirado en fotografías, pero siempre me queda la duda, de sí merece la pena ir hasta allí, porque lo que he visto, solo se suelen centrar en el barranco, pero viendo tu crónica, veo que la vuelta por la Senda del Campillo, es bien chula, así que disipadas las dudas.

    Lo que es impactante, es ver al amigo Toni, bebiendo a morro en la Fuente de la Chartera y por donde le resuda el agua … 😂.

    Salud y montaña.

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    1. Hola Eduardo.

      Jajaja, qué buena la parte final de tu comentario, me has arrancado unas carcajadas, de hecho estoy escribiendo esto y sigo descojonándome jajaja.

      Cierto que en la mayoría de pueblos aragoneses en sus fiestas tendrán su recital de jotas, pero claro, a nosotros al venir de fuera pues nos resultó curioso. Supongo que con las jotas a ti te pasará como a mi con los "dolçainers", no hay acto en fiesta valenciana que no esté amenizado por ellos. Escucharlos un rato está bien, pero si abuso de su escucha me termina pareciendo estridente... que me perdone el gremio de dolçainers por lo que acabo de decir ;-)

      La ruta del Tranco si es para hacer solo la parte del estrecho de ida y vuelta no vale la pena hacer la kilometrada, pero si le añade la ruta circular la complementa muy bien y si que está bien aprovechado el viaje. Ese día, como hacia calor, optamos por hacer esta ruta, que tendrá unos 10 kilómetros, pero en wikiloc hay algunos tracks que la alargan un poco más, incluso otros que hacen el retorno por otro sitio. También vi uno que enlazaba esta ruta del Tranco con las pasarelas del Guadalaviar en San Blas, pero para esa ya es necesaria una combinación de vehículos.

      Salud y montaña!!

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  5. ¡Hola, Dani! Preciosa ruta en general, pero la espectacularidad del barranco eclipsa en cierta manera el resto del recorrido. En la agenda muchas veces, nunca la he realizado por la distancia que hay, a no ser que pases noche en la zona como hicisteis vosotros. Por ello, sigue en pendientes. Pero todo llegará.
    Un abrazo.

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    1. Hola Emilio.

      Es cierto que el Tranco es lo más espectacular del recorrido, y que se lleva la gran mayoría de las fotos y adjetivos, pero también hay que valorar como se merece el resto de la ruta, por eso también le he dado bastante protagonismo en esta crónica.

      Un abrazo.

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  6. Hola Dani,

    Ruta de la dupla Per Dalt i Per Baix y Magia Serrana es sinónimo de diversión, payasadas, rutón y muchas cervezas, y por lo que que veo así fue...

    Menuda pasada de barranco, pero es que además, la idea de realizar la aproximación y el regreso dibujando una circular que os mostrara esos rincones fue un acierto total.

    La excursión del día anterior tampoco estuvo nada mal, menudas vistas que tuvisteis, pero lo realmente chocante, y que no debería ser así, es ver a niños jugar como lo hacíamos nosotros, sin tener un aparato electrónico en las manos e interactuando entre nosotros, como bien dices, parece que aun hay esperanza!!!

    Un abrazo.

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    1. Hola David.

      Hacía bastante tiempo que Toni y yo no salíamos de gira por ahí, había que marcarse un regreso por todo lo alto jeje.

      La verdad es que acertamos en todo ese finde, la ruta del Tranco por supuesto fue lo mejor, pero el alojamiento en Tramacastiel también estuvo de lujo, con el añadido de que pudimos contemplar allí esa escena tan poco usual en la juventud de hoy en día. No te digo nada de esa rutilla vespertina al castillo, muy chula. Y también acertamos con el restaurante de después de la ruta.

      Un fin de semana de 10, como la Ámbar que me tomé ese sábado antes de cenar y que me puso a tono a base de bien jeje.

      Un abrazo.

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  7. Hola Víctor.

    Si, som molt afortunats els castellonencs de tenir aquestes dos províncies, sobre tot Terol, tan a prop i poder gaudir de les seues meravelles, a més de que podem fer allí rutes molt guapes per paratges molt solitaris, com els que ens mostres tu als teus vídeos.
    Per cert, felicitar-te per la teua trilogia "senderisme sobre gel", jeje, sobre tot per el vídeo del Riu Montlleó, degué ser espectacular vore allò tot congelat, i caminar per damunt del gel una experiència fantàstica. Ja vaig vore que vas eixir fins i tot en el periòdic Mediterráneo, enhorabona!!
    Jo també he pres bona nota de la ruta de Villar del Cobo i el Salto de Pero Gil, per anar a fer-la pròximament ;-)
    Pareix que aquesta setmana venen pluges, a vore si venen acompanyades de neu, que fa molta falta.

    Gràcies per comentar i una abraçada.

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  8. Hola Dani,

    Este barranco me ha parecido espectacular, que estrechura! Ahí es casi imposible hacer una foto apaisada, si casi hay que unir dos verticales para poder tener una imagen completa que alcance el borde superior.
    Se podrá hacer el recorrido cuando el rio lleve agua? Quizá el paso por los escalones y los resaltes sea delicado con el calzado mojado...
    El barranco me ha recordado una ruta que hicimos por el rio Chillar, en Nerja, que tiene una parte por un desfiladero también muy angosto donde no queda otra que caminar por el agua.
    Tanto la aproximación como el camino de vuelta y esas sorprendentes tierras rojas hacen que merezca la pena hacer la circular.

    saludos,

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    1. Hola Nuria.

      Así es, el lugar es de una belleza extraordinaria, fue todo un acierto, pese al calor que hacia esos días de agosto, ir a recorrerlo, así como el trazar esa bonita circular alrededor suya.
      No se cual será régimen de crecidas de este barranco, pero verlo bajar con agua debe ser espectacular. Hace ya años, antes de que lo equiparan con las grapas y tal si que vi varias reseñas de gente que lo había descendido pero en modalidad barranquismo y siempre en seco. Supongo que solo tendrá caudal cuando se den episodios de lluvias excepcionales. De todas maneras no sé si yo me metería en un sitio tan estrecho con agua, debe bajar enfurecida por ahí ;-)
      Le echaré un vistazo a esa ruta del Río Chillar, gracias por la recomendación!!

      Un saludo.

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