Domingo 14 de enero de 2018
Casi seis años, ese es el tiempo que ha tenido que pasar para que haya vuelto a subir al Puig Campana. Demasiado a mi parecer. Periodo este más que suficiente para medir ambas ascensiones, aquella primera y esta segunda, bajo la perspectiva que otorga el tiempo. Hay cosas que no han cambiado, la montaña sigue siendo la misma, y la ruta de ascensión básicamente también lo fue, pero hay otras que sí, la primera, que unas cuantas canas más, bastantes, pueblan mi pelo y mi barba, otra, muy importante, es que esta vez no hubo niebla y tuvimos un día perfecto, también cambió la compañía, por aquel entonces aún no conocía a Eva, a Laia le faltaban dos años para nacer y tampoco sabía aún lo que era la Magia Serrana. Volviendo a las cosas que no han cambiado otra de ellas ha sido mi opinión sobre el Puig Campana, después de aquella primera subida califiqué a esta montaña de montañón, y tras esta segunda subida me reafirmo aún más en esa impresión. Con todo esto, creo que no está de más una nueva crónica de la ascensión al Puig Campana.
Casi seis años, ese es el tiempo que ha tenido que pasar para que haya vuelto a subir al Puig Campana. Demasiado a mi parecer. Periodo este más que suficiente para medir ambas ascensiones, aquella primera y esta segunda, bajo la perspectiva que otorga el tiempo. Hay cosas que no han cambiado, la montaña sigue siendo la misma, y la ruta de ascensión básicamente también lo fue, pero hay otras que sí, la primera, que unas cuantas canas más, bastantes, pueblan mi pelo y mi barba, otra, muy importante, es que esta vez no hubo niebla y tuvimos un día perfecto, también cambió la compañía, por aquel entonces aún no conocía a Eva, a Laia le faltaban dos años para nacer y tampoco sabía aún lo que era la Magia Serrana. Volviendo a las cosas que no han cambiado otra de ellas ha sido mi opinión sobre el Puig Campana, después de aquella primera subida califiqué a esta montaña de montañón, y tras esta segunda subida me reafirmo aún más en esa impresión. Con todo esto, creo que no está de más una nueva crónica de la ascensión al Puig Campana.