Sábado 22 de septiembre de 2012
Este año he estado tres veces en Bèrnia, la primera vez fue allá por febrero con varios compañeros bloggers, con los que hice la ascensión por la vía normal, por otra parte espectacular y con sus trepaditas, pero averigüé que se podía realizar el cresteo integral, eso si, llevando material de escalada, y empezó a picarme el gusanillo, por lo que esta primera visita digamos fue una toma de contacto, así que en junio volví con mis compis de P.D.I.B. dispuestos a enfrentarnos a esta cresta, pero ninguno de nosotros la conocía, teníamos muchas reseñas, si, pero sobre la roca todo cambia y entre la niebla, al llegar al primer paso estrecho no lo vimos claro del todo, así que digamos que nos cagamos un poco e hicimos de nuevo la ruta normal.
Pero volví, en esta ocasión con mis colegas de GátovaLibre que fueron los que me lo propusieron, puesto que ellos habían hecho la cresta infinidad de veces y como es un placer salir al monte con ellos, acepté, y por fin pude realizar este espectacular cresteo.
Este año he estado tres veces en Bèrnia, la primera vez fue allá por febrero con varios compañeros bloggers, con los que hice la ascensión por la vía normal, por otra parte espectacular y con sus trepaditas, pero averigüé que se podía realizar el cresteo integral, eso si, llevando material de escalada, y empezó a picarme el gusanillo, por lo que esta primera visita digamos fue una toma de contacto, así que en junio volví con mis compis de P.D.I.B. dispuestos a enfrentarnos a esta cresta, pero ninguno de nosotros la conocía, teníamos muchas reseñas, si, pero sobre la roca todo cambia y entre la niebla, al llegar al primer paso estrecho no lo vimos claro del todo, así que digamos que nos cagamos un poco e hicimos de nuevo la ruta normal.
Pero volví, en esta ocasión con mis colegas de GátovaLibre que fueron los que me lo propusieron, puesto que ellos habían hecho la cresta infinidad de veces y como es un placer salir al monte con ellos, acepté, y por fin pude realizar este espectacular cresteo.