Circo de Barrosa

Viernes 3 de agosto de 2018

Ruta más "light" de las cuatro que hicimos en nuestra reciente estancia en Pirineos. Del Valle de Chistau nos movimos al vecino Valle de Bielsa para conocer y remontar el Valle de Barrosa y llegar y contemplar el espectacular circo de alta montaña de su cabecera. Un recorrido sencillo, casi un paseo diría yo, que sin embargo, de las cuatro rutas que hicimos, fue en mi opinión la de mayor variedad paisajística.

Desde Bielsa tomaremos la A-138 hacia el túnel trans-fronterizo,al poco de superar el punto kilométrico nº88 veremos la indicación al Valle de Barrosa, hay espacio para aparcar varios coches allí, si esta petado, como fue el caso, al cruzar el Puente de Tartico, al lado de una borda en ruinas, hay espacio para algunos coches más, tuvimos suerte y encontramos un hueco.

Ya a pie retrocedemos por la carretera hasta la señal, donde una pista empieza a subir monte arriba, por la que a pesar de su aparente mal estado y su pendiente algunos se aventuran a subir con el coche lo más arriba posible. Allí parte el sendero, PR-HU 187, que sube hasta el Puerto de Barrosa, del que nosotros haremos parte. Este primer tramo de pista transcurre por dentro de un hayedo y tiene las rampas más duras de toda la ruta, que luego tendrá ya una subida mucho más suave y progresiva. Una serie de paneles informativos nos pondrán al tanto de la antigua actividad minera de la zona, de la que aún quedan algunos vestigios como construcciones, tuberías, un buen rastro de piedras ferruginosas en el suelo, o los restos de una estación del cable aéreo por el que se transportaba el mineral extraído desde la Mina Luisa hasta el lavadero que había junto al río (más info aquí). Tras estas primeras exigentes rampas iniciales el camino se hace más llevadero y acaba transformándose en sendero y se va aproximando al Río Barrosa, que baja desbocado entre el pinar al que ha mudado ahora el bosque. La salida definitiva del bosque nos regala las primeras estampas del Circo de barrosa, cerrado por los lados por los farallones rocosos de las sierras de Liena y Pelada y al fondo por las paredes orientales de la Robiñera y la Munia, desde las que se desprenden las altísimas cascadas que dan vida al Río Barrosa. Un paisaje realmente majestuoso, percepción que se va haciendo más palpable a medida que nos aproximamos al fondo del circo. Allí se encuentra enclavado el pequeño refugio libre de Barrosa, que al contrario de lo que había leído se encuentra en bastante buen estado. Desde el refugio, y antes de volver al punto de inicio por donde habíamos venido, trazamos una pequeña circular, al libre albedrío, para acercarnos a las diferentes cascadas y recovecos de este magnífico Circo de Barrosa.

Un saludo a tod@s.

Hayedo bajo el que transcurre la primera parte de la ruta, en los márgenes del camino pudimos encontrar, y comer, multitud de pequeñas fresas silvestres.

Un claro del bosque nos permite ver la continuidad del Valle de Bielsa hacia el norte.

Restos de la estación inferior del cable teleférico, que bajaba el mineral extraído en la Mina Luisa a casi 2500 metros hasta el lavadero que había en el valle. Luego el mineral era remontado por otro cable hasta el puerto fronterizo de Salcorz, y de ahí era bajado a Francia.

De hecho, de camino hacia el fondo del circo veremos el sendero que sube hasta las minas, lo apuntamos para otra ocasión. Vemos aquí restos de más infraestructura minera, en este caso el soporte del cable aéreo que bajaba de las minas del Mallo Ruego, en la Sierra Pelada, en la izquierda orográfica del Valle de Barrosa.

Las escarpadas paredes que vemos a la izquierda corresponden a la mencionada Sierra Pelada. Al fondo vemos el Pico de Salcorz.

Y en una de estas tenemos el primer contacto visual con el Circo de Barrosa, con la Robiñera, su cuello y la Munia.

Las vistas hacia atrás tampoco desmerecen en absoluto...

...pero son mucho más atrayentes las del Circo de Barrosa, que actúa como un imán sobre nosotros.

El sendero se encuentra con el estruendoso Río Barrosa.

Sus aguas de alta montaña bajan desatadas por el valle.

Hacía mucho calor, pero hoy, estas aguas nacen a casi 3000 metros, no hubo cojones, ni ovarios, de darse un baño. Un remojón de pies, que no aguantaban más de diez segundos en el agua, en la vuelta fue lo máximo que nos atrevimos.

El mismo salto de agua de la imagen anterior pero con efecto fotográfico.

Los pinos desaparecen casi por completo, y nos dejan ver el Circo de Barrosa en todo su esplendor.

Ya podemos ver con claridad la serie de 3000's que lo dominan, Munia, Pequeña Munia, Sierra Morena, Troumouse...

...y la Robiñera.

Farallones graníticos en la Sierra de Liena, que cierra el circo por el sur. Bajo ellos discurre el aéreo Sendero de la Pardas, un recorrido de auténtico vértigo.

Cascadas que caen desde las cimas de 3000 metros.

Uno de los objetivos de la ruta será plantarnos a los pies de esta.

Espectacular franja caliza en las pizarrosas moles de Sierra Morena y Pic de Troumouse.

Vistazo 16:9 hacia atrás.

Sierra de Liena.

Robiñera y Cuello de Robiñera, casi llegando al fondo del circo.

Llegamos al Refugio de Barrosa, situado a 1745 metros de altitud, en su interior encontraremos espacio para pernoctar 8/10 personas, un par de mesas con sillas, chimenea, estufa, leña, un serrucho y reseñas para la ascensión al Troumouse.

La ubicación de este pequeño refugio es sencillamente espectacular.

Otra del refu. En los diccionarios, la definición de la palabra valle debería venir ilustrada con fotos como esta. Perfección sinclinal. El pico que destaca al fondo del todo es el de la Espada.

Tras comer unos frutos secos en el refugio nos vamos a ver las diferentes cascadas del circo.

Impresionante Sierra Liena y sus farallones.

La Robiñera no nos quita ojo, nos dirigiremos ahora a la cascada en que se unifican todas las que se descuelgan en ese sector. También visitaremos ese nevero con túnel.

El espectáculo acuático es espectacular, lástima que las fotos no puedan transmitir el sonoro.

Laia controla los movimientos de Mar y Eva.

Llegamos a los pies de la cascada.

Eva no puede resistir la tentación de acercarse lo máximo posible, Laia se va con ella.

Momentazo!!!.

La verdad es que este rincón tan "rivendeliano" poco tiene que envidiarle al cercano Circo de Pineta.

Espectaculares cascadas, por suerte los vídeos si que logran recoger el estruendo.

Y aquí el túnel de nieve que veíamos antes desde lejos.

 A riesgo de mojarnos, entremos dentro para calibrar su tamaño y ver que la boca de entrada no era tan pequeña como creíamos.

Entre tanta inmensidad, algo pequeñito, como diría aquella prescindible canción eurovisiva.

Nos despedimos del Circo de Barrosa, pero solo momentáneamente, mañana lo veremos de forma aérea, desde la cima de la Robiñera.