Travesía Trans-Espadà Alternativa: De Vall d'Uixó a Fuentes de Ayódar

Trans-Espadà es el nombre con el que se conoce al GR-36, sendero de gran recorrido que uniendo las poblaciones de la Vilavella y Montanejos recorre de este a oeste la Serra d'Espadà en un recorrido de 62 kilómetros y 2.635 metros de desnivel positivo acumulado.
Pues bien, desde hace ya un tiempo mi colega Trotasendas se sacó de la chistera una ruta alternativa a este GR, un poco más corta (54 km.) pero mucho más dura (2995 m. +) y que atravesaba la sierra enlazando la Vall d'Uixó y Fuentes de Ayódar, pasando por algunos de los picos y lugares más emblemáticos de nuestra queridísima Serra d'Espadà.
Así que cuando me propuso acompañarle en esta locura, no me lo pensé ni un segundo, y este pasado fin de semana fue el elegido para hacer real esta travesía.

Sábado 24 de septiembre

Habíamos quedado a las 7:00, pero para mi (y para Raúl también) la travesía comenzó a las 3 de la madrugada, hora a la que se puso a llover y a tronar de una manera bárbara, "joder, ¿sera posible que tras tener la fecha puesta para la travesía desde hace más de un mes, el inoportuno de Murphy actuara de nuevo?", total que ya no pegué ojo en toda la noche.
Por suerte a las 7 en punto cuando pasaron a recogerme dejó de llover, y nos fuimos con optimismo hasta la Vall d'Uixó, punto de partida de este empacho montañero.
El lugar elegido para iniciar la travesía son las famosas Coves de Sant Josep, río subterráneo navegable más largo de Europa, allí mismo encontramos y cogemos la senda que transcurre por dentro del Barranc de Sant Josep en direccion a l'Alfondeguilla.
Este va a ser el único tramo llano y cómodo de toda la ruta, así que disfrutamos de el gozando las vistas y observando los caracoles que han salido debido a la lluvia.

Coves de Sant Josep, inicio de la travesía, como veis se aprecia el agua caída

l'Alfondeguilla

En l'Alfondeguilla hacemos la obligatoria parada en el bar a ventilarnos unos carajillos, cuando le decimos a la chica del bar a donde vamos nos dice " ¡¡os vais a mojar" "¡¡ estáis locos!!", no le faltaba razón, sobre todo en lo segundo.
Abandonamos el pueblo y por la bonita senda que remonta el Barranc de la Penyeta empezamos a subir hacia el Castell de Castro, pronto empiezan a aparecer los primeros y grandes alcornoques hasta que llegamos a la carismática Surera Mare, el más grande y anciano de todos y que entre los cuatro nos vino justo abarcar su tronco.
Unas duras rampas después alcanzamos el Coll de Boix, donde tomamos un respiro y gozamos de unas buenas vistas del castillo, aunque no subiéremos a él.

Remontando el Barranc de la Penyeta, dejamos atrás l'Alfondegilla

La Surera Mare

Castell de Castro

Descendemos un poco y volvemos a subir hasta el Coll de la Malladeta, a nuestra izquierda queda la senda que sube a la Nevera de Castro (no sé quien sería el tal Castro, pero tenia un castillo, una nevera y unos manantiales en Suera jejeje) nosotros seguimos recto y por una serie de pistas y sendas alcanzaremos la primera cima del día y de la travesía, el Tarraguán, donde paramos a echar un bocado, el cielo se ha despejado por completo.

Eslida, durante la subida al Tarraguán

Puntal de l'Aljub, Benialí y entre los dos, el Pic d'Espadà

Bajamos hasta el Puerto de Eslida, allí están las dos garrafas de agua que escondimos el viernes por la tarde, llenamos las botellas y nos sobran 4 litros "¿que hacemos los tiramos?" "ya llevo yo la garrafa" dice Raúl, y vaya si la llevó el tío ¡¡ole sus huevos!!
Con garrafa en ristre  empezamos a caminar por las faldas del Puntal de l'Aljub y la Solana de Bellota, la silueta de este impresionante pico (mi favorito de la sierra) nos acompañará durante este tramo.
Alcanzamos el Coll de l'Aljub, a la derecha quedan las crestas hasta este pico y a la izquierda las que van a l'Ereta, ese será el cresteo que haremos, ahí bebemos y vaciamos definitivamente la garrafa.

Grandes Alcornoques

El Bellota, majestuoso

Camino del collado

Crestas de l'Aljub

Crestas de l'Ereta

Vamos avanzando y cresteando por una zona de escasa vegetación (condenados incendios) hasta que alcanzamos la cima de l'Ereta, foto de grupo y un pequeño descenso antes de afrontar la dura ¡¡que cojones!! asesina subida al Cerro Gordo, desde allí bajamos hasta el Coll d'Íbola, preludio de la ascensión al Pic d'Espadà.

Muela del Carrascal

Cresteando

l'Ereta

Pic d'Espadà, desde l'Ereta

Aquí se puede apreciar la senda que sube al Cerro Gordo ¡¡menuda pared!!

Trotasendas me pilló rebelándome a mi manera

Desde Íbola afrontamos la subida clásica al Pic d'Espadà, unas rampas al principio, un llaneo que cruza nueve pedreras después y el plato fuerte, las últimas y empinadas cuestas, que con 20 kilómetros en el cuerpo se hacen interminables.
Alcanzamos la cima de l'Espadà donde la niebla empieza a hacer acto de presencia y nos priva de disfrutar de las magnificas vistas que este pico os ofrece, que casualidad, la última vez que estuvimos allí arriba en la Travesía Betxí-Pic d'Espadà, tampoco pudimos ver nada,¿nos habrá cogido manía esta montaña?.

Empezamos la subida a l'Espadà

Pico Cullera

Este no quien es

Una de las nueve pedreras

Pic d'Espadà

Empieza a bajar la niebla

Las no-vistas de l'Espadà

Tras comer algo y descansar iniciamos un resbaladizo descenso hasta el Collado de la Nevera, allí además de encontrarse la Nevera de Algimia, está nuestro segundo avituallamiento liquido, allí además de agua escondimos vino y mistela con la esperanza de que al estar allí la nevera se enfriaran jajajajaja...
Volvemos a rellenar las botellas, tiramos las garrafas vacías y basura acumulada ¡¡LA MONTAÑA SIEMPRE LIMPIA!! en unas papeleras que allí habían y nos preparamos para afrontar la última de las cimas del día: la Rápita. 

Dos momentos del descenso

La cima de la Rápita, siguiente objetivo, tapada por la niebla

Nevera de Algimia

Pero antes de afrontar la definitiva subida a la Rápita tenemos que ascender a una de las Dos Tetas (si, si como suena), hombre, algo se parecen estos dos picos a dos ubres, pero el que los bautizó debía de estar un poco salido, desde allí vemos que la cima de la Rápita esta cubierta de niebla, cosa que le da un toque más alpino a la cosa.
Tras unos minutos y un buen esfuerzo nos plantamos en la cima de la Rápita, que con sus 1104 m. es el techo de la sierra, allí arriba hace fresco y las vistas por la niebla, cero, así que foto de grupo y pa bajo que se hace de noche.

Raúl, buscando la cima de la Rápita entre la niebla

Un descansito en la subida

Últimos metros, fijaos en la de niebla que hay

La Rápita

La idea era esa, llegar a una especie de "refugio" que localicé yo meses atrás antes de que caiga la noche, por lo que nos toca apretar el culo durante la bajada.
Cuando llegamos allí ya apenas hay luz y la primera impresión del garito es "mola" "que grande, si, si dormiremos ahí" pero ay, amigo cuando encendemos los frontales "¡¡dios!! esto esta lleno de boñigas" "y seguramente habrá pulgas" dije yo, por lo que desistimos de pasar la noche allí.
Decidimos que caminaremos de noche los tres kilómetros que hay hasta uno de los dos refugios que hay en el GR-36, cerca de Villamalur, que sabemos de buena tinta que se encuentran en buen estado.
Tras pasar por la Nevera de Cuatro Caminos y un tramo de campo a través llegamos a nuestro particular hotelito, que más podemos pedir, cuatro paredes, un techo y un suelo hormigonado, ideal para relajarse, cenar y sobre todo y después de 30 y pico kilómetros descansar y dormir.
El vino y la mistela, unido a la visita de arañas explosivas animó aún más el cotarro.

Nevera de Cuatro Caminos

Se nos hizo de noche

El refugio del GR-36

Todo un lujo

Domingo 25 de septiembre

Amanece un día precioso, desayunamos algo, abandonamos el refugio y nos ponemos en marcha.
Llegamos a el área recreativa de Villamalur, donde encontramos una fuente en la que nos abastecemos y otro refugio, idéntico al que pasamos la noche, es de alabar que los hayan construido, pero es criticable que los dos estén en tan poca distancia uno del otro, pudiendo haber puesto uno de los dos a mitad del GR, en Alcudia de Veo por ejemplo.
Por la Carretera de Pavias y otros caminos iremos ganando altura para afrontar la subida a nuestro siguiente objetivo, el Alto del Pinar.
A su cima llegaremos por una senda azotada por los incendios, allí, amén de disfrutar ¡¡por fin!! de las vistas encontramos una caseta de vigilancia forestal en cuya sombra almorzamos mientras mantenemos una divertida conversación con el vigilante forestal y jugamos con Kike y Lleó, su perro y gato respectivamente.

Por la carretera de Pavias.

Carretera de Pavias

Villamalur

Próxima parada: el Alto del Pinar

Alto del Pinar

Vistas desde el Alto

Nos despedimos del vigilante y sus mascotas y empezamos un suave cresteo para luego descender a un colladito por el que empezaremos a subir la última y definitiva cumbre de la travesía, el Pico del Pinar, segunda altura de la sierra.
Es en esa subida donde mis pobres tobillos empiezan a decir "basta"y a dolerme mogollón, ya les casqué casi 50 kilómetros el fin de semana pasado y este otros tantos más, normal que me dolieran, pero pensé "joder, yo subo ahí y acabo la travesía aunque sea a rastras" "no voy a abandonar ahora que casi lo tenemos".
Y por fin llegamos a el Pinar, allí estrechamos nuestras manos con fuerza, lo más difícil ya está, ahora todo lo que queda es bajada.
Las vistas, espectaculares, desde allí apreciamos toda la sierra en su totalidad, incluido el camino realizado, lo que le da más magnitud a esta hazaña.

El Pinar, en una panorámica

Dirigiéndonos a el Collado

Un bonito tramo de la subida al Pinar

El Pinar

Magnificas vistas de la Serra d'Espadà

Panorámica hacia el este...

...y otra hacia el oeste

Iniciamos el descenso, durante toda la ruta habíamos hablado que al pasar por Torralba del Pinar pararíamos en el bar a tomar unas cervecillas pero al final y como teníamos tiempo y ¡¡que ostias!! nos lo habíamos ganado nos haríamos allí unos bocadillos, pero cual fue nuestra desilusión que cuando entramos en el bar nos dijeron que no tenían pan, en fin, a grandes males, grandes remedios, nos tendremos que conformar con las cervezas...pero de repente apareció nuestra salvadora, la madre de la dueña, que dijo "hay pan congelado, que nos guardamos para nosotros, si queréis os hago unos bocatas" dicho y hecho, tortilla de jamón, birras y carajillo, de aquí al cielo.

Bajando envueltos de helechos

Curiosa foto de Torralba del Pinar

Iglesia de Torralba

Después de dar cuenta de los bocatas y las birras (ya me dolían menos los tobillos jejejeje) partimos en dirección a Fuentes de Ayódar, y lo hacemos por la bonita Rambla del Catalán, los que sois asiduos a este blog sabréis que allí se encuentra otra de las joyas de la sierra: la Poza Negra, como no, destrepamos hasta ella y nos dimos un bañito (con sorpresa) y estuvimos un buen rato allí relajándonos.

Tres fotos de la Rambla del Catalán

Destrepando hacia la poza

La Poza Negra...

...y un inesperado bañista

¿Frank de la jungla?

Tras el momento de relax, salimos del cauce de la rambla e iniciamos nuestro paseo triunfal hasta Fuentes de Ayódar, población donde termina este atracón de kilómetros y donde dejamos mi coche el viernes por la tarde (menos mal que aún estaba, que si nos toca volver a pie....jejejeje)
Ahora si que podemos gritar y bien alto ¡¡OBJETIVO CONSEGUIDO!! para celebrarlo, como no, nos vamos al bar, que por desgracia esta cerrado, por lo que nos toca hacernos la cerveza de la victoria en Ayódar, cosa que nos da igual, por que un bar es un bar y la cerveza de la victoria es la cerveza de la victoria.

Otra pequeña poza

Y por fin...Fuentes de Ayódar

Campeones, campeones...oeoeoeoeoe

Comparativa del GR-36 (rojo) y nuestra travesía (azul)

VALORACIÓN DE LA RUTA:

Que se puede decir de una ruta que atraviesa el Parc Natural de la Serra d'Espadà con tantos kilómetros y tanto desnivel y que pasa por puntos tan emblemáticos como el Castell de Castro, la Surera Mare, la Nevera de Cuatro Caminos o la Poza Negra.
Y que además sube a siete picos, cuatro de ellos los más altos de la sierra.
Y si a eso le sumamos compartir senda con gente tan maravillosa como Trotasendas (no os perdáis  su crónica), su hermano Alvaro (menudo bautizo en Espadà) y Raúl (nunca hubiera imaginado que en una mochila cupiera tanta comida) ya solo se puede calificar esta ruta con un sonoro:

¡¡¡SOBRESALIENTE!!!

Gracias tíos, es un verdadero privilegio patear montañas con vosotros.

Y gracias también a la gente del bar de Torralba por vuestra atención y simpatía.


DATOS DE LA RUTA:

Castigaron sus tobillos y rodillas: Alvaro, Dani, Jose (Trotasendas) y Raúl
Longitud: 53'5 kilómetros
Altura mínima: 118 metros
Altura máxima: 1104 metros
Desnivel positivo acumulado: 2995 metros
Desnivel negativo acumulado: 2648 metros
Tiempo: 15 horas en movimiento
Dificultad: Alta, tanto por kilometraje como por desnivel