Chera: Pico Ropé (1140 m.) y Cuevas y Chorrero de la Garita.

Domingo 16 de abril de 2017

Tras su visita a la Serra d'Espadà en diciembre volvemos a quedar con nuestros amigos Maru y Toni de Magia Serrana, pero esta vez en terreno neutral, y no había sitio más neutral en cuanto a distancia entre Cuenca y Betxí que Chera, en la Plana de Utiel-Requena. Desde allí ascendimos al emblemático Pico Ropé, y visitamos las turísticas Cuevas de la Garita y su espectacular cascada, que le dieron un toque de frescor a esta calurosa excursión realizada el domingo de pascua.

Dejamos las calles de Chera y tiramos monte arriba, siguiendo las marcas del PR-CV 101, conocido como el de los tres picos ya que este recorrido corona las cumbres del Ropé, Nieves y Cinco Pinos, nosotros hoy solo subiremos al primero de ellos, que tendremos prácticamente todo el rato a la vista en este primer tramo, que será íntegro por pista forestal, y que vendrá de perlas para ponernos al día con Toni y Maru tras más de cuatro meses sin vernos, y sobre todo para que empezaran a contarnos con todo lujo de detalles su reciente viaje al paraíso de Nueva Zelanda. Además, buenas vistas del valle del Reatillo, de las sierras del Burgal y del Tejo y la explosión primaveral en el monte, no, para nada se nos hicieron pesados estos tres kilómetros y medio iniciales.

Jardín botánico y casas de Chera, al fondo del todo, la cima a la que subiremos hoy, el Pico Ropé.

La acercamos con el zoom de momento, aunque poco a poco la iremos acercando a golpe de bota.

Por campos de almendros, vemos Chera y el Barrio de Arriba, al fondo la Sierra y el Pico del Tejo.

Explosión primaveral en el término municipal de Chera.

Pistón junto al Barranco de la Arcolla

Imponente estampa la de esta montaña.

Estas largas tiradas de pista, con paisajes y compañeros así no se hacen nada pesadas.

Pero por muy agradable que se nos hubiese hecho este primer tramo de la ruta andábamos loquitos por pisar ya sendero. Al llegar a una fuente/abrevadero, en una curva del camino, y bien señalizado, encontraremos el primero de los tres tramos de sendero que iba a tener la ruta de hoy. Este hace primero un bonito baile entre un rincón calizo del Barranco de la Arcolla, y luego sale ya, y a plena chicharrina, a las lomas del Pico Ropé por las que se encaramará sin remisión, directo a la corona de caliza cimera.

Junto a este abrevadero arranca la senda que sube hasta lo más alto del Pico Ropé.

Este sendero nos llevará en pendiente moderada hasta esa franja rocosa intermedia, para luego ganar en inclinación constante hasta la misma cima.

Tramo dócil de sendero.

Para llegar a la franja rocosa traza unos bonitos dibujos entre algunos bloques.

Bonito paisaje el de esta parte alta del Barranco de la Arcolla.

La franja rocosa, al llegar a su altura. Se puede caminar bajo las paredes, al final hay un abrigo de ganado.

Seguimos sorteando bloques.

Salvaremos estos dos y a partir de entonces el sendero se endereza bastante.

Mucha calor, estos pinos nos ofrecerán las últimas sombras antes de afrontar las duras pendientes hacia la cima.

Como en todas las sierras de esta zona del interior de València no podían faltar las formas erosionadas. ¿Una tortuga?.

Sendero sin tregua...y sin sombra.

Bellas calizas cimeras.

Último esfuerzo antes de llegar arriba, con grandes vistas del valle en el que está enclavado Chera.

Mucho que destacar de la cima del Pico Ropé, lo primero, por supuesto sus enormes vistas, tampoco pasan desapercibidas las calizas cimeras, que le dan mucha personalidad a esta cumbre, también encontramos allí arriba un vértice geodésico al que le ha "volado" el cilindro, un buzón de firmas, una caseta de vigilancia forestal y un mosaico con información geológica. Gran sabor de boca el que nos dejaba esta cima, en la que además soplaba una brisilla que después de la calurosa subida agradecimos un montón.

El grupo en el vértice "descabezado" del Pico Ropé, 1140 metros. En la foto falta Senda, que cuando ve que hay que alguna trepadita pies para que os quiero 😊.

Curiosa formación caliza que nos sorprenderá nada más llegar a la cima.

Las barandillas de madera no nos persuaden de no asomarnos a los miradores calizos.

El fotógrafo fotografiado, con los precipicios de la vertiente oriental del Pico Ropé.

Toni me vuelve a cazar, con Chera como telón de fondo.

Vistas hacia el sur, con las sierras de Chiva, Ajos, Santa María, Burgal y Tejo.

Maru y Toni, con el Nieves y el Cinco Pinos, las otras dos cimas que corona el PR que nos trajo al Pico Ropé.

Toni, a punto de despegar.

Mogote rocoso sobre el que se alza, bueno, alzaba, el vértice geodésico.

Vistas hacia la zona de Chulilla.

Donde no hay mucho que destacar es en la sección entre la cima y el siguiente tramo de sendero. Primero andaremos, en descenso, por la pista que sube hasta el Pico Ropé, y luego, dejando ya de seguir las marcas de PR enlazaremos con la Majada de los Borregos, que nos irá bajando hacia el Barranco del Agua, teniendo estos dos tramos muy poca historia. Pero la cosa cambiará al entrar en el barranco y encontrar de nuevo sendero, ya que este nos descubrirá el fantástico y agreste paisaje que este modesto e intermitente curso fluvial ha sido capaz de moldear, toda un agradable sorpresa este Barranco del Agua, ya que veníamos con la idea establecida de que los puntos fuertes de esta ruta eran el Pico Ropé y el conjunto de las cuevas y la cascada, y este barranco estuvo a la altura de ambos.

Durante el transcurso de la Majada de los Borregos tenemos esta perspectiva del Pico Ropé, y de la senda que nos ha subido hasta la cima.

También visualizamos las profundidades del Barranco del Agua, al cual nos dirigimos. En un principio pensábamos que circularíamos por el carril que discurre sobre la faja rocosa...

...pero será mejor, lo haremos por el interior del barranco, y además por sendero.

Gran paisaje el de este barranco, que el hombre de antaño también ha contribuido a la hora de moldear; abrigo pastoril o "tiná" como las conocen en la Serranía de Cuenca.

Por el sendero que acompaña al barranco, con el Burgal al fondo.

Agreste y precioso paisaje del Barranco del Agua.

Fajas y repisas lo definen.

Mirando atrás uno se percata mejor de la grandeza del lugar.

Un corto pero bonito desfiladero.

Justo en pleno subidón por el bonito tramo del barranco, justo en el momento en el que el sendero volvía a mudar en camino, y justo cuando más apretaba el sol resultó providencial encontrar la Fuente Gorda, rebosante -literal- de agua, en la que nos pudimos refrescar.
A la fuente le iba a seguir un largo tramo de transición, primero por terreno más montañero, y luego más agrícola antes de llegar al conjunto de las Cuevas de la Garita y su Chorrero, bien visible desde la distancia. Pero antes de ver la cascada subiremos a visitar algunas de estas curiosas cavidades tobáceas, en concreto las que quedan al norte de la cascada. Luego seguiremos un sendero ascendente que nos llevará hasta la parte de arriba de la cascada, y por el que podremos acceder al Castillo de Chera, cosa que no haremos, posteriormente iremos bajando, siempre gozando de unas bonitas perspectivas de esta espectacular cascada, hasta llegar al pie de la misma, donde pudimos mojarnos la cabeza. Un paraje bonito de veras estas Cuevas de la Garita. Pero como comento en la cabecera de la entrada es un sitio muy turístico este, y nos cruzamos con mucha gente, y como siempre pasa en sitios ya con un poco de masificación, la historia de siempre, envoltorios varios por el suelo, papeles, alguna lata de refresco e incluso excrementos humanos en una de las cuevas...en fin que sigue habiendo gente con muy poco respeto y educación por el medio natural, todo esto después de las maravillas con respecto a la conciencia medioambiental que nuestros amigos nos habían contado de Nueva Zelanda, igualito que aquí...

Fuente Gorda.

No solo encontraremos formas erosionadas en las alturas, también la hay en las cercanías del pueblo.

Pequeño reguero por el que baja canalizada el agua de la Fuente Gorda, y que cruza el Barranco del Agua.

Chera, el Barrio de Arriba, el Burgal, almendros...y si os fijáis bien veréis las ruinas de la Casa del Conde, junto a las que pasaríamos más tarde.

Por fin visualizamos el Chorrero de las Cuevas.

Preciosa cascada, con el Castillo de Chera y el Pico de Cinco Pinos detrás.

Antes visitaremos las Cuevas de la Garita.

Un sendero con barandilla recorre y da acceso a todas estas cavidades de toba.

La verdad es que estaba bastante fresquito en el interior de estas cuevas y lo agradecimos.

Toni nos pidió que posáramos rollo portada de disco de banda de rock, no sé si dimos el pego 😂.

Tras la visita a las cuevas subiremos a ver la parte alta de la cascada, teníamos la visita al castillo a mano, pero al final no subimos a verlo.

El agua que se desprende de la cascada proviene del Barranco de la Ermita, que baja canalizada.

Bonita rinconada del Barranco de la Ermita, con las Casas de la Ermita.

Y este es el Chorrero de la Garita o de las Cuevas, nos deleitaremos con él desde diferentes perspectivas.

Más cuevas de toba.

No pudimos resistir la tentación de mojarnos la cabeza en la cascada.

El regreso hasta Chera iba ya a ser integro por camino asfaltado y entre campos de almendros. Más o menos a mitad camino entre las cuevas y Chera, y antes de llegar a las ruinas de la Casa del Conde, un bar, con una terraza con una sombra cojonuda, después de la calurosa jornada, demasiado apetitoso como para no caer en la tentación de sentarnos a tomarnos unas frías jarras. Diréis: "Hoy la cerveza post-ruta os la tomasteis antes de finalizarla", pues no, cuando finalizamos esta bonita ruta por el Parque Natural Chera-Sot de Chera nos montamos en los coches y nos fuimos a Requena, a seguir la fiesta cervezera.

Un saludo a tod@s.

El Burgal, quizás nuestra próxima visita a la zona sea para hacer una ruta por esta sierra.

Un hombre, su cerveza...la felicidad.

También parece feliz esta tórtola sobre las ruinas de la Casa del Conde.

Bonita toma del campanario de Chera, entre el Peñón de las Ubielas y el Pico del Buseo.

Y despedimos con el protagonista de la jornada, el Pico Ropé.