Sábado 19 de octubre de 2019
Como viene siendo habitual los últimos años con la entrada del otoño volvimos a hacerle una visita a nuestros amigos de Magia Serrana.
Para esta ocasión Toni nos iba a dar a conocer el Estrecho de Priego, labrado y atravesado por un montaraz Escabas que abandona la intrincada orografía de la Serranía y sale a tierras más abiertas, a descubrir los relieves de la Alcarria y en busca de su enlace con el Guadiela. Para disfrutar mejor de ambas vertientes de este espectacular estrecho hicimos una doble ascensión, subimos primero a "la Degollá" y luego al Rodenal.
La fiebre del "trail running" también ha llegado a la Serranía de Cuenca, y una de las pruebas que más aceptación tiene, tanto por su belleza como por su dureza es la Subida a la Degollá, y al recorrido de la carrera se iba a ceñir nuestra ruta, solo que nuestra filosofía "slow mountain" mitigaría en parte esa dureza y nos permitiría disfrutar el doble de la belleza del entorno.
Partimos de las calles de Priego y nos vamos en busca del Puente Liendre, con más de 600 años viendo pasar a un pulcro Escabas bajo él.
Tras cruzar el puente empezamos la aproximación hacia el Cerro de la Degollá, en el inicio de ruta más rural que hemos tenido desde que venimos a la Serranía.
Poco a poco el monte le gana la partida al agro, y con un formación caliza como faro y un bonito sendero guiando nuestros pasos empezamos a encaramarnos monte arriba.
Acabamos llegando a la formación que nos regala la primera de las muchas y diferentes vistas del Estrecho que íbamos a tener hoy. Unas bonitas secciones entre rocas finiquitan el ascenso a este Cerro de la Degollá o de las Antenas, un estupendo mirador tanto a la Alcarria como a la Serranía y como no hacia el Estrecho que hay a sus pies.
La ruta continúa por la cuerda cimera y la línea de roquedos que miran al Estrecho, que no cesa de regalarnos bellas estampas, a cada cual más espectacular.
Nos alejamos de los roquedos para, con fuerte inclinación, buscar una vaguada por la que saldremos a la carretera que cruza el Estrecho, y por ende al Escabas, que nos esperaba de nuevo con un idílico vadeo.
Una pequeña trepada daba el pistoletazo de salida a la remontada hacia la cima del Rodenal, cuyas emboscadas laderas nos jugaron una mala pasada, ya que perdimos el rastro del sendero y nos chupamos un buen tramo de trochemoche intentando recuperarlo, durante el cual, y según Toni, nos perdimos una sección de la subida muy atractiva.
Recuperado el hilo al sendero este se asoma vertiginosamente a los precipicios, una manera asombrosa de recuperar las vistas al Estrecho. Un poco más arriba, sección de la ruta patrocinada por Mizuno, nuevo trazado de la carrera, que se aleja de los precipicios. Volvemos a recuperar el trazado original y la cuerda, y con un estético tramo de cresta alcanzamos la cima del Rodenal, momento en el que nos alcanzó a nosotros la lluvia que venía amenazando desde el este.
Un carril guía nuestro camino por la pinada del altiplano cimero, hasta que le toma el relevo un sendero, por el que empieza a fluir la bajada hacia Priego. El sendero se toma un receso del pinar y nos introduce en una vaguada rocosa, de la que salimos con un elegante paso entre calizas.
Después, y combinando senderos, bosques, lluvia, asfalto, algún trochemoche que otro y una larga tirada de camino rural, regresamos a Priego, donde no nos fue difícil encontrar un bar en el que poner el habitual broche de las rutas conjuntas PDIPB/MS, ese broche dorado, espumoso, con sabor a lúpulo, malta y cebada....Dios, voy a tomarme una cerveza!!
Un saludo a tod@s, sed felices!!
Como viene siendo habitual los últimos años con la entrada del otoño volvimos a hacerle una visita a nuestros amigos de Magia Serrana.
Para esta ocasión Toni nos iba a dar a conocer el Estrecho de Priego, labrado y atravesado por un montaraz Escabas que abandona la intrincada orografía de la Serranía y sale a tierras más abiertas, a descubrir los relieves de la Alcarria y en busca de su enlace con el Guadiela. Para disfrutar mejor de ambas vertientes de este espectacular estrecho hicimos una doble ascensión, subimos primero a "la Degollá" y luego al Rodenal.
La fiebre del "trail running" también ha llegado a la Serranía de Cuenca, y una de las pruebas que más aceptación tiene, tanto por su belleza como por su dureza es la Subida a la Degollá, y al recorrido de la carrera se iba a ceñir nuestra ruta, solo que nuestra filosofía "slow mountain" mitigaría en parte esa dureza y nos permitiría disfrutar el doble de la belleza del entorno.
Partimos de las calles de Priego y nos vamos en busca del Puente Liendre, con más de 600 años viendo pasar a un pulcro Escabas bajo él.
Tras cruzar el puente empezamos la aproximación hacia el Cerro de la Degollá, en el inicio de ruta más rural que hemos tenido desde que venimos a la Serranía.
Poco a poco el monte le gana la partida al agro, y con un formación caliza como faro y un bonito sendero guiando nuestros pasos empezamos a encaramarnos monte arriba.
Acabamos llegando a la formación que nos regala la primera de las muchas y diferentes vistas del Estrecho que íbamos a tener hoy. Unas bonitas secciones entre rocas finiquitan el ascenso a este Cerro de la Degollá o de las Antenas, un estupendo mirador tanto a la Alcarria como a la Serranía y como no hacia el Estrecho que hay a sus pies.
La ruta continúa por la cuerda cimera y la línea de roquedos que miran al Estrecho, que no cesa de regalarnos bellas estampas, a cada cual más espectacular.
Nos alejamos de los roquedos para, con fuerte inclinación, buscar una vaguada por la que saldremos a la carretera que cruza el Estrecho, y por ende al Escabas, que nos esperaba de nuevo con un idílico vadeo.
Una pequeña trepada daba el pistoletazo de salida a la remontada hacia la cima del Rodenal, cuyas emboscadas laderas nos jugaron una mala pasada, ya que perdimos el rastro del sendero y nos chupamos un buen tramo de trochemoche intentando recuperarlo, durante el cual, y según Toni, nos perdimos una sección de la subida muy atractiva.
Recuperado el hilo al sendero este se asoma vertiginosamente a los precipicios, una manera asombrosa de recuperar las vistas al Estrecho. Un poco más arriba, sección de la ruta patrocinada por Mizuno, nuevo trazado de la carrera, que se aleja de los precipicios. Volvemos a recuperar el trazado original y la cuerda, y con un estético tramo de cresta alcanzamos la cima del Rodenal, momento en el que nos alcanzó a nosotros la lluvia que venía amenazando desde el este.
Un carril guía nuestro camino por la pinada del altiplano cimero, hasta que le toma el relevo un sendero, por el que empieza a fluir la bajada hacia Priego. El sendero se toma un receso del pinar y nos introduce en una vaguada rocosa, de la que salimos con un elegante paso entre calizas.
Después, y combinando senderos, bosques, lluvia, asfalto, algún trochemoche que otro y una larga tirada de camino rural, regresamos a Priego, donde no nos fue difícil encontrar un bar en el que poner el habitual broche de las rutas conjuntas PDIPB/MS, ese broche dorado, espumoso, con sabor a lúpulo, malta y cebada....Dios, voy a tomarme una cerveza!!
Un saludo a tod@s, sed felices!!
Dejamos atrás el núcleo urbano de Priego. ¿Qué podríamos destacar de esta población alcarreña?, pues entre otras cosas que vio nacer al gran ciclista Luís Ocaña |
Un alto en el camino para contemplar los dos objetivos de la jornada, la Degollá a la derecha, y el Rodenal a la izquierda. Entre medio de los discurre el Escabas. |
Y hablando del Escabas, aquí lo tenemos. Primer contacto de la jornada con este bello río serrano. Lo estamos viendo desde el Puente de la Liendre. |
Juntos, Escabas y puente, puente y Escabas, forman una bonita estampa. 600 años tiene el puente, la de generaciones de pricenses que habrá visto pasar. |
Junto al puente arranca un sendero, que como veis en la imagen también desprende fragancia ancestral. |
Me salto fotográficamente el tramo entre olivos y demás cultivos y me centro en el sendero de subida a la Degollá. Este mogote calizo ejercerá de faro durante la subida. |
Poco a poco, sin prisa, y también con alguna pausa, nos vamos aproximando a esa destacada roca... |
...hasta que llegamos a su altura. |
Evidentemente haremos una buena parada en ella, pues serán muchas cosas a contemplar y fotografiar. |
Por ejemplo esta primera visión del Estrecho de Priego y su parte más ancha, con la cima del Rodenal y el Convento de San Miguel en sus laderas, que más adelante os mostraré con más detalle. |
También son llamativas las paredes septentrionales de la Degollá, con un frondoso bosque mixto bajo ellas. |
Y como no, no podía faltar la foto sobre este peculiar mirador pétreo. |
Continuamos con la subida, que incluso se acanala. |
Qué entretenido estaba resultando este exigente ascenso a la Degollá. |
Más formaciones calizas. A esta Toni la tiene bautizada, y le llama Alf, por su parecido con aquel simpático habitante del planeta Melmac y al que le chiflaba atiborrarse de gatos. |
Aquí gatos no vimos, pero si este diminuto insecto rojo. ¿Una especie de garrapata?. |
Toni, caminando por los bordes cimeros, con Priego y los relieves alcarreños ante él. |
Espectaculares vistas hacia el Escabas, 400 metros más abajo, y el Rodenal, con sus dos cejas rocosas. |
En la cima de la Degollá hay un buen puñado de antenas y repetidores, entre las que vimos esto...¿fabricantes de parabólicas del averno?. |
A pesar de lo gris de la jornada pudimos disfrutar de vistas a larga distancia, como estas de las Tetas de Viana, en provincia de Guadalajara. |
Tampoco son malas las vistas hacia la Serranía. Los chopos y su traje otoñal delatan el discurrir del Escabas, en su tránsito entre Cañamares y el Estrecho de Priego. |
A partir de ahora, y durante toda la bajada hacia el Escabas el protagonista será el Estrecho de Priego... |
Impresionados ante esta maravilla labrada por el Escabas. |
La bajada transcurre cercana a esta franja rocosa... |
...por lo que no será difícil ir encontrando buenos miradores hacia el Estrecho. |
Aquí me pilla Toni bajándome de uno... |
... y también aquí a Eva, a Laia y a mi de nuevo asomados a otro. |
Una de las perspectivas más bonitas del Estrecho... |
...aunque esta no se queda atrás, incluso me gusta más que la anterior, y es por eso que la he elegido para encabezar este reportaje. |
De nuevo el Escabas sale a nuestro paso, y nos vuelve a regalar estampas realmente deliciosas. |
Al vadeo del Escabas le sigue una pequeña trepada. Pan comido. |
Y así nos situamos en la otra vertiente del Estrecho, dispuestos a acometer la subida al Rodenal. |
Las vistas al Estrecho desde este lado tampoco están nada mal. |
Fuimos capaces de ver este saltamontes en ejercicio de camuflaje y por el contrario no supimos encontrar la continuidad de un difuso, todo sea dicho, sendero. |
Con el jabalineo nos perdimos tramos como este. Menos mal que al final volvimos a encontrar el sendero y las vistas al Estrecho... |
...y con ellas un montón más de espectaculares miradores. |
Mirad que sitio nos buscamos para comernos el bocata de tortilla de papas con pimientos asados. |
Vemos la continuidad de la cuerda hacia la cima del Rodenal. A Toni, empequeñecido por este grandioso entorno, apenas se le ve. |
Mejor así, haciendo el corcovado, con el cada vez más gris del cielo de fondo. |
Una gozada transitar por estas rocas y con la Degollá en frente nuestra. |
Por suerte volvemos a salir al cordal, donde una empinada arista se enfila hacia la cima del Rodenal. El cielo, detrás nuestra, cada vez más amenazante. |
Lo prometido es deuda, y aquí tenéis una foto cercana del Convento de San Miguel, el cual veíamos durante la parte final de la subida. Según nos contó Toni antiguamente el convento estaba situado en otro punto del Estrecho, hasta que un desprendimiento lo asoló por completo, por lo que se tuvo que construir otro en una zona menos expuesta. Más info aquí. |
Rocas del Rodenal, con el apiñado núcleo urbano de Priego. |
Alcanzamos la cima del Rodenal, de unos 1280 metros de altura. Como nos temíamos no nos escapamos de la lluvia y esta nos empañó las vistas desde la cima. Al menos nos dio para ver la Degollá y su franja diagonal caliza. En el panel informativo situado en la cima aprendimos que técnicamente al Estrecho de Priego se le debería llamar el Cluse de Priego |
En la meseta cimera vimos a este rebaño de cabras auto-suficientes, ya que se pastoreaban ellas solas, sin necesidad de perro ni pastor. |
Cuando parecía que toda la bajada sería por pinares la ruta aún nos reservaba una sorpresita, el tránsito por esta vaguada rocosa... |
...con un paso de bajada tallado en la roca... |
...que se aprecia mejor desde esta perspectiva. |
Este paso roquero nos descubre este rinconazo. |
El fotógrafo fotografiado, Laia mirando a saber donde y los campos de secano de Priego. |
Nos despedimos también del Estrecho de Priego, que nos brindó una excelente excursión, como todas las que nos ha preparado Toni siempre que hemos venido a la Serranía. |
- Esta ruta tuvo una longitud de casi 15 kilómetros y un desnivel positivo acumulado de casi 1000 metros.
- El recorrido tiene muchos puntos en los que es muy fácil perder el rastro del sendero, por lo que no viene mal la ayuda de un track.
- No encontramos ninguna fuente durante todo el recorrido.
- En épocas que venga más crecido puede ser que sea preciso descalzarse para vadear el Escabas.
las piedras perfectas provienen de una antigua cantera (romana o premediaval)
ResponderEliminarMuchas gracias por el apunte. Lo reflejaré en la crónica. Un saludo.
EliminarHola Dani.
ResponderEliminarEspectacular el sitio, espectacular las fotos, y espectacular tu manera de contarnos las cosas.
Llevaba tiempo sin ver y disfrutar de tus crónicas serranas conquenses y las echaba de menos.
Como ya te dije mi error es casi imperdonable, porque coño! si yo mismo sé que había ido en la anterior vez que hice esta ruta por debajo de la pared corrida. ¿Porque no reculé más hacia abajo hasta ver la bajada?. En fín, menos mal que solo fue un tramo y por lo menos nos permitió ver las vistas desde esos bordes. Con esas Mahou Barricas que nos clavamos seguro que me perdonaste del todo, jejeje ;-)
Sabía que os iba a gustar, porque es una ruta que sorprende. A mi me pasó la 1ª vez, ya que había pasado por allí infinidad de veces con el coche, pero nunca imaginas que si hay un sendero, que lo hay, sean tan chulo, viendo las diferentes perspectivas de ese cluse (vaya palabro) y la dualidad vista sierra/vista alcarria.
Curioso lo que comenta la persona del primer comentario, indicándonos que sea tan antiguo. Ya me ha picado la curiosidad. Yo lo echaba de algo del siglo XX o XIX como muy antiguo.
Un abrazo, y leer la entrada me ha dado sed. Señor! voy a tomarme una cerveza.
Hombre, nos acogéis en vuestra casa, nos preparáis unas cena que pa qué, no faltan nunca las cervezas, nos llevas a unos sitios chulísimos, y nos preparas unas rutas espectaculares...cómo no íbamos a perdonarte ese ínfimo despiste, además, una ruta serrana sin su tramo de trochemoche se quedaría coja.
EliminarCuando nos dijiste por el Whatsapp que nos ibas a llevar al Estrecho de Priego ya me hice unas expectativas muy altas con esta ruta, y la verdad es que se vieron superadas pues todo lo que hay en ese estrecho es de pura calidad: las vistas, los senderos y sus pasos roqueros, los vortiginosos precipicios, el bello Escabas, los bosques...esos pedrolos, que al final resulta que son súper antiguos!! Y encima compañía de diez y un bocata de veinte...qué más se puede pedir?
Un abrazo, mozo!!
Hola Dani!!
ResponderEliminarVaya rutón serrano os preparo el Sr. de la Serranía. Una preciosa hoz, conocida a nivel motorizado pero no en su modo pedestre. Aunque con esto de los trails, creo no se salva casi ninguna.
Joder con Toni, haciendo equilibrios para no pisar el asfalto, jeje. Y vaya vistas chulas para comerse el bocata, no se que estaría mejor, o las vistas o el bocata, jiji.
Pues una más para tu saca de recorridos serranos y que siga la alianza PDIPB-MS
Saludos y beer fresquita.
Buenas Javi.
EliminarOtro bello rincón serrano descubierto de la mano de Toni...y los que nos quedan por descubrir!!
La verdad es que este estrecho resulta ser una bonita transición de la Serranía a la Alcarria, y ahora, entre la ferrata y el trail, mucha más gente conocerá sus encantos, pero ninguna manera mejor que descubrirlos que andando, y si es posible con un bocata tortilla en la mochila jejeje.
Salud!!
Otra maravilla más del paraíso conquense que sacáis a la luz ese tandem (mi "dream team" favorito)tan bien avenido que formáis. Bellas vistas de la hoz y las fajas tan fotogénicas que lo cierran. Da gusto pisar esas montañas y poder salirse del camino, aunque sea por despiste, para improvisar. El terreno hay veces que lo pide a gritos ..., jejejeje. Y seguís en el nº1 del ranking cervecero. Habrá que hacer un esfuerzo para cogeros ...¡Seguid así! Un abrazo.
ResponderEliminarBueno, este Estrecho de Priego no es como esos cañones que nos estás enseñando estas semanas en tu blog ;-), pero dentro de su modestia también tiene su espectacularidad. Mejor manera de despedirse de la Serranía, el Escabas, imposible. ¿Un dream team?...nah, solo somos un grupete que cuando nos juntamos difrutamos un montón de todo lo que vamos encontrando en las rutas, y que soltamos tontás, muchas tontás jejeje ¿el ranking?... haciendo cómputo de los tres días, viernes tarde, sábado y luego el domingo...si que dejamos bastante alto el listón cervecero, si jejeje.
EliminarUn abrazo.
Buenas! No conocía la "Subida al Cerro de la Degollá", pero la carrera tiene buena pinta, además por lo que he visto en su web la hacen en diciembre. Aunque, hay que reconocer, que haciendo los recorridos tranquilamente también permite disfrutar mucho más del entorno. El recorrido se ve muy atractivo y los acantilados son impresionantes. Si no voy errado, me suena haber oído hablar de una vía ferrata por la zona que recorre el congosto, otra opción interesante. Salud y montaña!
ResponderEliminarHola Guillem.
EliminarEfectivamente, en este estrecho instalaron hace un par de años dos vías ferratas, que parece que han tenido bastante aceptación, al igual que ese trail a la Degollá, que con todos los ingredientes que tiene el recorrido la hace una carrera muy atractiva, además de dura y con sus puntitos técnicos. El recorrido ya lo he hecho, ahora en un futuro me gustaría hacer esas dos ferratas, aunque parece que a fecha de hoy siguen clausuradas.
Un saludo!!
Me gusta la ruta Dani, me la apunto para mi futura vista a la ciudad de Cuenca. Saludos.
ResponderEliminarApúntate la ruta Salvador, el Estrecho de Priego no te defraudará!!. Un saludo.
EliminarHola Dani,
ResponderEliminarComo no podía ser de otra manera, que pasada de ruta que os regaló Toni!!!
Esta zona en concreto la conozco muy bien, no por caminar sus senderos, sinó porqué está al lado del pueblo de mi padre, Arrancacepas, es más, la carretera que une Priego con Cañamares la he recorrido incontables veces, ya que es la que usamos para ir a las piscinas de Cañamares a bañarnos en verano, una delicia de carretera que sigue el estrecho de Priego.
Con lo cerca que me pilla la ferrata de Priego del pueblo, no descarto acercarme a ella la próxima vez que vaya... jejeje
Las piedras alienigenas, podría ser que fueran postes para marcar las lindes de los campos o de los pueblos, que alguien se dejara allí olvidadas, por decir algo...
Me han encantado las antenas SatAn, ahora entiendo el porqué de su influencia, tiene una compañía de antenas!!! jajaja
Genial de foto de Toni el equilibrista para evitar el asfalto!!! jajaja
Solo me ha faltado una cosa, las fotos de las birras de Priego... jejeje
Un abrazo.
Hola David.
EliminarYa sabíamos que fuese la ruta que fuese la que nos preparara Toni, esta no nos iba a defraudar, y esta del Estrecho de Priego superó nuestras expectativas. Un lugar espectacular en el que se disfruta la caminata de principio a fin, y que además, como bien dices, también se puede gozar en modo ferratero. A ver si reabren pronto la ferrata y me animo yo a hacerla también.
Me comentó Toni la cercanía del Estrecho con Arrancacepas, y que le habías comentado que habías pasado por allí cuando ibas a bañarte a Cañamares.
Lo de las piedras, un lector anónimo, en el primer comentario, apunta que son de una cantera romana o pre-medieval, así que está la mano del hombre detrás, descartamos que sean obra de Satán entonces jajaja.
Un abrazo.
¡Hola, Dani! Desde luego una preciosidad de ruta, un paisaje hechizante y una sierra mágica realmente como hemos podido contemplar perfectamente en la entrada tan bien narrada como siempre y un excelente guía para redondear la ruta.
ResponderEliminarUn abrazo.
Hola Emilio.
EliminarDesde luego estos parajes de la Serranía de Cuenca son una delicia para el caminante, pero ya te digo que no sería lo mismo andar por ellos sin la compañía de tan buen guía y conocedor de la zona como Toni.
Un abrazo.
Hola Dani.
ResponderEliminarEsa carretera que cruza el estrecho, me ha recordado a la del congosto de Ventamillo o el de Olvena. Seguro que ese tramo está catalogado como de "concentración de accidentes", porque resulta complicado conducir y no echar un vistazo a semejante tajo.
Como no podía ser de otra forma, el amigo Toni, trazo un bonito recorrido, de esos que se saca de la manga y que solo el suele conocer, por un terreno áspero pero muy bonito, llevo de figuras rocosas, cuevas y salientes, en los que poder asomarse (yo no lo haría por mi vértigo).
La fotos que vais caminando por el cordal con el cielo "amenazante", lo que se ve, es que os viene una cortina de agua, de mil pares, suerte tuvisteis, porque tenía la pinta de llevar mucha agua!
Veo que la zona, tiene otros atractivos, como las dos vías ferratas, así que anotado queda este estrecho de Priego.
Saludos
Hola Eduardo.
EliminarEso mismo pensaba yo cuando giré la vista y vi esa cortina negra, pero al final cayó una ligera llovizna, que eso sí, nos obligó a sacar las prendas impermeables.
Si, si, ese tramo de carretera es parecido a los que dices, de los que empiezas a quedarte absorto con el paisaje y a la que te das cuenta ya no le estás prestando la atención debida a la conducción jejeje, más que tramo de concentración de accidentes yo les llamaría tramos de concentración de belleza jeje.
Un lugar digno de visitar este Estrecho de Priego, y que además puedes disfrutar en dos modalidades que te gustan, caminata y ferrata ;-)
Un saludo.
Hola Dani...
ResponderEliminarPor fin me paso a ver esa nueva aventura serrana que os preparo Toni.
Buen inicio en Priego,con las vistas de esa Degollá y el Rodenal,que después de vistos los kilómetros que hicisteis,da sensación de que ibais hacer una buena kilometrada.
Espectaculares los cordales con esos cortados de las dos cimas,separadas por ese brutal Estrecho de Priego que es una pasada para la vista,lo mires por donde lo mires.
Desde luego que mira que Toni pasarse ese impresionante paso hacia el Rodenal,igual lo hizo aposta,para luego compensarlo con unas buenas birras...jejeje.Bueno,bromas aparte y como tu apuntas,así hubo un poquito de trochemoche,para aderezar una magnífica ruta.
Al ver a Toni en plan equilibrista para no tocar asfalto,me he acordado de Karra Elejalde en la peli,que no quería tocar suelo que no fuera vasco...jajaja.
Lo dicho muy buena ruta os preparo Toni y desde luego el trail debe ser de "toma pan y moja"...
Un abrazo.
Hola Juane.
EliminarKarra Elejalde... menudo papelón el suyo en Mientras Dure la Guerra, interpretando a Miguel de Unamuno, piel de gallina, dos veces la he visto ya... Ocho Apellidos Vascos me dejó indiferente, demasiados topicazos, no creo que la vuelva a ver. A donde volvería con los ojos cerrados sería al Estrecho de Priego, un lugar espectacular, y que se puede disfrutar de muchas formas, ya sea caminando como nosotros, corriendo como los del trail, trepando por las grapas de la ferrata o simplemente disfrutando de la conducción... la cuestión es que se trata de un punto estelar de esta magnífica Serranía de Cuenca que cada año conocemos un poco más gracias a Toni el equilibrista jejeje.