6 de julio de 2022

A la Lloma Bernat y la Roca Noguera desde Sant Miquel de les Torrocelles

 Sábado, 8 de enero de 2022

Volvemos a subir, casi cuatro años después, a la Lloma Bernat. En 2018 llegamos a su cima de forma muy aventurera, partiendo desde las profundidades del Riu Llucena y remontando sus estrechos. En esta ocasión llegamos hasta arriba por la más amable vertiente que mira a Atzeneta del Maestrat, partiendo desde un enclave tan peculiar como es Sant Miquel de les Torrocelles.



Sant Miquel de les Torrocelles. Esta ermita fortificada es una carismática estación, o punto de paso, en dos de las peregrinaciones más importantes a nivel provincial. Hablamos de la más ancestral, religiosa y espiritual Peregrins de les Useres, y de la más moderna, deportiva y competitiva Marató i Mitja. Hoy ejercería de punto de inicio y final de nuestra ruta a la Lloma Bernat, que al fin y al cabo no deja de ser también una peregrinación, y que tiene mucho más en común con la primera que he nombrado más arriba que con la segunda, pues salir a la montaña es como una religión, ¿no creéis?, sino mirad: solemos tener nuestro día sagrado para acudir a esos templos llamados montañas, nos vestimos para la ocasión, tenemos nuestros rituales y mandamientos, incluso hacemos sacrificios y pequeñas penitencias, incluso también veneramos a nuestros propios santos (Messner, Bonatti, Terray etc). Vale que toda esta analogía montaña/religión también se podría aplicar al mundo "ultratrailer" (Kilian Jornet y el Strava son sus mesías), pero nuestra manera, al menos la mía, de practicar esta religión montañera va mucho más allá de lo mundano y entra en terrenos más espirituales e introspectivos, de buscar lugares solitarios y silenciosos, de dejarse envolver por la energía de todo lo que nos rodea en nuestras rutas, para de esa manera tratar de lograr la conexión más silenciosa, pura y perfecta con la naturaleza, que vendría a ser nuestro Dios guion Alá, guion Buda etc etc. Por eso, y sin negar mi ateísmo, soy más de els Peregrins que de la Marató. Y volviendo a les Torrocelles, en la media hora que estuve sentado allí en silencio, tras la ruta, no sé si logré esa conexión de la que hablo más arriba, pero cerca estuve. El lugar, para el que se las sepa encontrar y sentir, tiene sus energías.

Entrada al Castillo/Ermita/Fortaleza de Sant Miquel de les Torrocelles.

Un enorme olivo es el único habitante perpetuo de este curioso enclave.

El origen de esta fortaleza es musulmán, una vez conquistada por los cristianos fue utilizada con fines defensivos y para que un señorío pudiera controlar a otro señorío rival (+info).

Tronera y Portal Sur de la fortaleza.

En el actual complejo también podemos encontrar un hospicio.

Este Portal Sur es de estilo gótico, de arco externo de medio punto abovedado y el interno apuntado.

Ermita de Sant Miquel, del siglo XIV. En la estación que allí se realiza durante els Peregrins se celebra una misa.


¿Y de la ruta que nos cuentas Dani?, que te enrollas contándonos tus experiencias religiosas y al final no hablas casi de las rutas. Pues os diré que tuvo tres partes bien diferenciadas. La primera parte fue prácticamente íntegra por anchos caminos forestales y por una zona aparentemente asolada por el fuego. Por suerte, las vistas, pequeños núcleos de robles y carrascas, y el paso junto a diferentes masías hicieron que la monotonía no se llegase a instaurar.

La segunda parte, ya más variada, y sin duda la mejor de la ruta, se inició con el cordal montañoso del Comptador, nuestra vía de acceso a la Lloma y que ejerce de divisoria entre los suaves relieves que caen al este y la abrupta depresión que forma el Riu Llucena al oeste y que fue el indiscutible protagonista, junto a Penyagolosa, de las espectaculares vistas que gozamos durante el tránsito por dicho cordal. En lo alto de la Lloma Bernat y en la primera parte del descenso, previo paso junto a los acantilados que caen a poniente, Penyagolosa se mostró acaparadora.

Y la tercera parte, ya que estábamos en terreno Peregrins de les Useres y MiM, tuvo como protagonista el GR-33, el Sender de la Lluna Plena, que nos guió el regreso a les Torrocelles. En la variedad está el gusto y este tramo de GR la tuvo, desde tramos de sendero empedrados, roquedales, tramo boscosos y un genuino toque rural en los compases finales. En definitiva, un más que interesante recorrido, y que os detallo un poco mejor, como viene siendo habitual últimamente, en los pies de foto.

Primeros compases de este recorrido que tuvo 17 kilómetros y medio de longitud y 760 metros desnivel positivo acumulado. Bonito tramo inicial, paralelos al Barranc de les Torrocelles y por el GR-33.

Tras bajar al lecho del barranco el sendero vuelve a remontar, lo que nos permitió ver varias cosas, como la Lloma Bernat, Sant Miquel de les Torrocelles y el primer tramo de senda de la ruta.

Esa ganancia de metros también nos permitió ver la población de Benafigos.

Y es que este primer tramo de la ruta se caracterizó por las vistas que tuvimos tras nosotros. La pirámide que destaca a la derecha de la imagen es...

...l'Esparreguera, la otra pirámide, más chiquitina, que asoma al fondo es el Montegordo de Albocàsser.

Ya fuera del trazado del GR vino un largo tramo de pista, que se vio amenizado por el paso junto a diversas masías, esta de la imagen es el Mas de Fabra de Dalt.

La masía cuenta con un buen número de edificaciones, todas abandonadas, y también con un algunos grupos de robles de buen porte.

Las casas en ruinas, más los robles sin hoja crearon escenas muy fotogénicas.

Me entretuve un buen rato allí, sacando fotos.

Y es que el abandono de estos lugares, y los estragos que les causa el paso del tiempo, dan mucho juego fotográfico.

Más en la distancia, y ya en las laderas y roquedos orientales de la Lloma Bernat vimos el Mas dels Ametlers.

Acabamos llegando a la Foixenta, masía en la que si que vimos algunas casas rehabilitadas.

Allí, junto a esta gigantesca encina, hicimos una parada a tomar un piscolabis.

La carrasca de la Foixenta, con la Serra d'en Galceran al fondo.

Un poco más arriba de la Foixenta tuvimos estas vistas de Llucena, con dos cimas de la Serra d'Espadà dibujadas en el horizonte; el propio Pic d'Espadà y la Rápita.

Entramos en la influencia del Riu Llucena. El paisaje pega un cambio drástico. Aparece la a partir de ahora omnipresente Penyagolosa. A la derecha vemos...

...el cordal del Comptador, clave para llegar a lo alto de la Lloma Bernat.

Las vistas que tuvimos a partir de ese momento de Penyagolosa fueron brutales. Ya os advierto que la vais a ver en bastantes fotos de ahora en adelante.

Seguimos subiendo por camino hasta el Mas del Collet de Dalt, donde tomamos el sendero que se encarama al cordal.

Este sendero ya lo recorrimos, a la inversa, cuando subimos a la Lloma en 2018. Aquel día fue gris en lo meteorológico y no pudimos disfrutar de estas sensacionales vistas. Hoy si.

El sendero no pasa tan pegado a estos precipicios, lo cual es opcional pero recomendable.

Poco a poco se iba dibujando el perfil de la Roca Noguera, estandarte de la Lloma Bernat.

Ahora si, la obra del Riu Llucena se mostraba en todo su esplendor.

Brutales panorámicas.

Y hablando de panorámicas, otra cosa no, pero al menos mi móvil las hace bastante decentes.

Pero este tramo de cordal no solo se caracterizó por sus buenas vistas, también nos ofreció tramos chulos de sendero como este.

La Roca Noguera con todo su esplendor y verticalidad, con el Marinet al fondo.

La subida a la Lloma se remata con una serie de lazadas por terreno rojizo, por lo que el topónimo de les Voltes Roges, además de precioso, es acertadísimo. Por cierto la Lloma Bernat comparte ADN, en cuanto a tonalidades de la roca se refiere, con Penyagolosa.

Y llegamos a lo alto de la Lloma. Muy buenas vistas hacia el norte.

A nivel pueblos destacamos Benafigos en primer plano y Culla un poco más arriba, a la derecha de Culla distinguimos l'Ermita de Sant Cristòfol en lo alto del Montcàtil.

Y a nivel montañas resaltamos, en primer término, el Tossal de la Nevera de Catí a la izquierda y el Tossal d'Orenga a la derecha. Detrás de ellos dos aparecen el Negrell (izquierda), Turmell (centro), y Mont Caro (derecha).

Pero las vistas guapas y vertiginosas de verdad están en la dirección opuesta, en la Roca Noguera, que marca la cota máxima de la Lloma Bernat, con 1172 metros.

Los patios hacia el Riu Llucena son apabullantes.

Mis dos amores en la misma foto.

Vistas de vértigo de la Lloma Bernat, en mi opinión una de las grandes infravaloradas en el circuito excursionista provincial.

Caminar junto a estos bordes también es opcional, y nuevamente recomendable. El sendero transcurre bastante alejado de ellos.

Y precisamente el sendero del que os hablo nos fuimos a buscar ahora, con unas pinceladas paisajísticas preciosas.

En primer término el Mas de la Lloma, detrás Xodos acostado en su espolón rocoso y más arriba Vistabella del Maestrat, demostrando el por qué es el pueblo a más altitud de todo el territorio valenciano.

Este tramo me pareció de una belleza extraordinaria.

Y además, esas nubes tan típicas de las jornadas ventosas (esta la fue), se alinearon con nosotros a la hora de tener tan bonitas vistas...

...pero sin duda el factor clave fue este.

Enlazamos con el sendero que sube de desde el Mas de la Lloma.

En las inmediaciones del Mas de Sergio, y con estas vistas, hicimos una relajada parada para comer.

Hice una buena sobremesa haciéndole mil fotos a Penyagolosa.

Entre todas ellas destaco este potente zoom.

Tras el parón reanudamos la marcha. Por este camino y con estas vistas del Marinet, nos fuimos en busca del GR-33.

Y la última de Penyagolosa, con el ruinoso Mas de Sergio.

Ya por el GR, por una zona de lazadas que según me han contado se le suele atragantar a muchos participantes de la MiM. A nosotros, como lo hicimos de bajada, no se nos atragantó.

Mirad quien se dignó a aparecer en una foto 😛

Otra masía, en este caso el Mas de Aicart.

Ya cerca de les Torrocelles nos llamaron la atención estas carrascas que han crecido dentro de las ruinas de una construcción.

La Lloma Bernat desde una de las ventanas de les Torrocelles. Unas semanas después volvimos a subir a la Lloma, y en muy buena compañía 😉, por lo que en breve la volveréis a ver en el blog.

Y que a gusto estuvimos relajándonos al solecito y en total soledad. Mente, cuerpo y alma recargados de paz y silencio.


13 comentarios:

  1. Hola Dani, que trascendental reportaje. Entra más en la filosofía que en lo deportivo. Me ha encantado leerlo.

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  2. Parece que ya puedo hacer comentarios aunque sea como anónimo. Fernan.

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    1. Aupa Fernan. No sé que me alegra más, el que te haya gustado el reportaje o el que de nuevo puedas dejar tus comentarios por aquí. Bienvenido de nuevo amigo, y en breve aparecerás por el blog, ya sabes ;-)

      Un abrazo.

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  3. ¡Hola, Dani! Muy atinada la reflexión inicial de la entrada, con la que estoy de acuerdo. El hombre es un ser "religioso", lo cual no quiere decir seguidor de una religión sino que busca una trascendencia o conexión espiritual con algo superior a lo que podemos ponerle el nombre que creamos conveniente o identificarlo con algo que nos emociona de una manera muy especial, como en este caso, la montaña y sus alicientes. Comparto contigo la idea de que ir a la montaña es algo más que un ejercicio físico y el que lo vea sólo así creo que tiene una visión muy parcial. Preciosa ruta. Paisajes mágicos y maravillosos. Precioso reportaje que me ha hecho empatizar totalmente con tu experiencia en esa ruta.
    Un abrazo.

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    1. Hola Emili.

      Me alegro que te haya gustado la reflexión y que te identifiques también con ella. Y es muy acertado lo que tu comentas también, pues parece que al utilizar la palabra religión tenga esta que estar relacionada con las divinidades y las iglesias y no tiene por que ser necesariamente así. Uno pude profesar una devoción por otras cosas, unas más transcendentales y espirituales que otras, y que al fin y al cabo son las que nos hacen más bonita la vida. En nuestro caso, la montaña, y la manera que tenemos de vivirla, huyendo de lo meramente deportivo, es la que nos colma el espíritu.
      Respecto a la ruta, solo el hecho de poder visitar les Torrocelles (y el Castell d'Atzeneta, que se encuentra de camino allí), ya es un aliciente de sobra para realizar este recorrido. Pero luego, a nivel paisajístico y etnográfico, la excursión también vale mucho la pena. Muy recomendada.

      Un abrazo.

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  4. Hola Dani,

    Menudo rutón para subir a la Lloma Bernat, y que razón tienes con que está infravalorada, ya no solo las vistas, los senderos que la recorren y la gran cantidad de masías que motean la zona, hacen a mi forma de ver, una ascensión obligada para cualquier excursionista de la zona que se precie.

    Lo hemos hablado en varias ocasiones, que bien iría un reto al estilo 100 Cims en la Comunitat, para conocer el territorio y rincones preciosos de la misma, y de bien seguro que la Lloma Bernat tendría un lugar privilegiado en tal reto.

    Con quien volverías a subir? Me han dicho que con un okupa se instaló en tu casa y que encima se bebía tus birras, y para librarte lo llevaste a la Lloma Bernat con la esperanza que se quedara embelesado con las vistas y darle esquinazo, pero que como estaba nublado no te salió bien la jugada... jajaja

    Un abrazo.

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    1. Hola David.

      Bueno, a favor del okupa he de decir que esta vez fue él el que trajo las cervezas, y además artesanales, y por si fuera poco, nos invitó a cenar, a mi y al colega Jaime, en la pizzería más "cool" Betxí, así que tan mal bicho no es ese okupa jajaja, es más me supo muy mal que al llegar arriba de la Lloma Bernat no pudiese disfrutar de las fantásticas vistas que posee esta montaña de l'Alcalatén. Ah, que me han contado por ahí que hay otro okupa que tiene la intención de ir en breve a apalancarse en tu casa de Sabadell, es un pájaro de cuidado el tío, así que cuando vaya échale un candado a la nevera que te fundirá las birras jajaja.

      Ya te digo, toda esta zona bajo la influencia del Riu Llucena es una pasada a nivel paisajístico, y sin embargo no atrae mucho a la gente, aunque visto lo visto últimamente mejor que siga así, y eso que la gente de Llucena ha hecho un gran trabajo recuperando muchos de los senderos de la zona, aunque en algunos tramos se les ha ido la mano con la pintura blanca y azul ;-)

      Pues si, si la federación Valenciana, o diversos clubs de montaña, impulsaran un proyecto similar a dels 100 cims creo que sería un éxito, y que además daría reconocimiento a ciertas zonas y sierras un tanto infravaloradas.

      Una abrazo.

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  5. Hola Dani.

    El párrafo grande despues de la primera foto resume lo que vengo a decirte que estas sembrado a la hora de escribir crónicas, no solo en imaginación, ocurrencia e inventiva, sino en el manejo escrito del castellano. ¡Y qué decir de tus acertadas reflexiones! Casi todos los que te leemos, por no decir todos, estamos de acuerdo.

    Religión?? Alejandro Jododowsky tiene una frase que dice: "Muchas personas se estan alejando de las iglesias para acercase a Dios", y ese Dios en mi caso viene a ser la naturaleza. Ya lo hemos hablado, así lo sentimos.

    En cuanto a la ruta impagable con esos patios al Llucena, los cientos de estéticas masías. los robles fantasmagóricos, y como no, tu montaña. La hostia la de visiones que tienes de ella. Deberías escribir tus pensamientos y reflexiones sobre tu relación con el Gegant en un librito y las muchas veces que has subido a ella.

    No soy yo nadie para rebatirte tus amplios conocimientos sobre el territorio valenciano, amigo, pero pensaba que estabas equivocado al decir que Vistabella del Maestrat es el pueblo más alto a 1246 metros. Ya que el pueblo valenciano de Arroyo Cerezo, en el que he estado alguna vez, está a 1340 m, pero no estas equivocado, pues Arroyo Cerezo es una aldea de Castielfabib, que está a 900 y pico.

    Un abrazo.

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    1. Jo Toni, gracias por tus palabras, me suponen un chute de ánimo en estos momentos, en los que conoces bien la razón, me encuentro un poco de bajona. Ya sabes como va esto, tiras a escribir algo, no te viene nada, pero de repente salta la chispa y te viene la ocurrencia, empiezas a plasmarla en la pantalla y la vas desarrollando, hasta que al final te queda un resultado satisfactorio.
      Conocía la frase de Jodorowski, más razón no podría tener el hombre. En efecto, en nuestro caso la montaña es nuestra religión, y la madre naturaleza nuestro Dios. Conectar con ella es lo que nos llena, sobre todo cuando disfrutamos de ella en soledad y en silencio, pero también he aprendido, en lugares con más afluencia de gente, a abstraerme de ello y lograr también esa conexión.

      Respecto a lo que comentas del librito del Gegant y tal, no está mal la idea, pero ya llevo un tiempo carburando una cosa más loca todavía, que es perpetuar Penyagolosa en mi físicamente, supongo que ya sabrás por donde van los tiros ;-)

      Respecto a lo de la altitud de los pueblos no me molesta que me rebatas, más bien todo lo contrario, pues lo de Arroyo Cerezo es muy buen aporte, ya que si nos atañemos al término "núcleo habitado a mayor altitud", tienes tu razón, se trata de Arroyo Cerezo, si nos atañemos a pueblo como tal se trata entonces de Vistabella. Un debate similar, tenemos con Valdelinares, que dependiendo de la termología que se utilice, pueblo o núcleo habitado, es, o no lo es, el pueblo más alto de España.

      Un abrazo.

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  6. Pues ahora que soy conocedor de aquellos parajes, veo estas entradas como con mas entusiasmo, si cabe. Además, me suenan los topónimos y disfruto más la agradable y nutritiva lectura. Mira, ese mismo día, el 8 de enero, nosotros ascendimos a un VG que hay en Tarifa, se llama Utreras... se ve África con una nitidez increíble. Si trazamos una línea recta desde tu agostadero y el nuestro podríamos hablar de unos 700 kms de separación entre ambos templos. Y unas vistas magníficas de esa enorme, en todos los sentidos, montaña que nos diste a conocer.
    Oye, me ha gustado el debate con Toni sobre lo del pueblo más alto. Yo escuché muchas veces que Trevélez era el pueblo más alto de España... pero no es así, es Valdelinares. También hay debates sobre la extensión de todo el término municipal... y entonces, la población que tiene el término a mayor altitud, estaría en Tenerife... Cosas de las estadísticas y el aburrimiento.
    Mira, respondiendo un poco a lo que me comentabas en la entrada anterior, precisamente en el libro de Rafael el psicólogo, se habla del miedo a esos espacios abiertos, conciertos, centros comerciales... salir solo a la montaña... ¡salir solo a la montaña! Tú sales solo a la montaña... si entendemos la soledad como el hecho de que no te acompañe alguien que calza botas. Y no tienes miedo... no te da ansiedad... porque ya la has superado. Y seguramente, si vas al concierto de Robe, te darás cuenta de que ya no le temes a esas situaciones. Dice Santandreu que hay que afrontar... no evitar. Si evitas, como se suele hacer... nunca se supera. Piensa en ello... y mírate en youtube, en el canal de Rafael Santandreu los testimonios de personas que superaron esos miedos. Dice que "no hay que TEMER a ningún síntoma de la ansiedad, y que podemos hacer cualquier tarea sin peligro". Otra frase que me ha gustado mucho, reza: "tomar ansiolíticos es una de las peores cosas que podemos hacer. Tomar tranquilizantes es evitar, es una megacompulsión, una gran huida: gasolina para el fuego del trastorno".
    No lo dudes... ve a Mayéutica... Ahora es Cuando... y si no es ahora... ¿Cuando?
    Un abrazo, y espero que esa bajada del Carlit no te haya lesionado para mucho tiempo. A lo mejor podrías salir en bici y no te dolería... no se. A mi me pasó una vez... torcedura corriendo por la playa, por Conil... bajé unas escaleras de madera a la carrera, y zas... el tobillo tocó el suelo. No podía correr... pero en bici no me molestaba nada...
    ¡Salud!
    Pd. Un saludo también a todos los demás... Toni, David... ya Fernán... que ya lo he leído saludar.

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    1. Me alegro que te haya gustado el debate con Toni... pensaba que iba a pasar desapercibido, como no nos hemos insultado ni nada... Yo también había leído esa disputa, absurda a mi parecer, sobre si el pueblo más alto del estado era Trevélez, o incluso algún núcleo de población tinerfeño, al final todo depende de la terminología y de lo que se quiera barrer para casa en cada caso, supongo que la gente de Valdelinares Teruel te dirán que el baremo para medir eso debe ser pueblo como tal, y midiendo la altura en la que se encuentra el ayuntamiento, no sé... Pero todo esto entra en esa competitividad que llevamos de fábrica los humanos y la absurda manía de calibrarlo todo según su medida, tiempo, valor económico etc.
      Respecto a lo que comentas del tema psicológico te doy la razón a ti y a Santandreu. Es verdad que desde que tuve el episodio de ansiedad las aglomeraciones de gente me producen cierto y molesto malestar, y sé que para superar eso debería afrontarlo. Pero ese huir de la multitudes, que antes me encantaban, viene de mucho antes de aquella crisis. Antes iba a conciertos, a eventos multitudinarios, frecuentaba más a menudo centros comerciales, incluso iba al fútbol y a discotecas!! pero con el cada vez más creciente amor a la montaña, y a disfrutarla en solitario o con poca gente, fueron menguando las ganas de perderme entre multitudes. Se podría decir que cada vez soy una persona menos social, lo cual no quiere decir que no sea sociable, que son dos cosas muy distintas. ¿El miedo y la soledad?, mira, cuando Eva y yo entramos en la recta final de nuestra relación, a una de las cosas que más temía era a la soledad, y mira, casi tres años después, una de las cosas que más valoro de esta nueva etapa de mi vida es la soledad de la que disfruto ahora, y que me está ayudando mucho a conocerme a mi mismo.
      La lesión en el Carlit al final ha sido menos de lo que esperaba, mientras te estoy contestando sigo guardando reposo e intento no navegar mucho, pero apenas cojeo ya. Me ha dolido más anímicamente, he estado realmente jodido unos días, para que negarlo, pues este percance me ha estropeado completamente las vacaciones, y me he perdido muchos momentos bonitos con Toni y Maru en Andorra y otros más en solitario, pero lo he asumido, afrontado y seguro que una lectura positiva sacaré de todo esto. Es el ahora...y ahora la cosa está así, no se puede cambiar y hay que asumirlo.
      ¿La bici?, lo probaría... pero es que no tengo bici jeje.

      Un abrazo, y a disfrutar de esas vacaciones por el norte!! Seguro que cazáis muy buenos y limpios horizontes por allí!!

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  7. Hola Dani.

    Que transcendentales os habéis puesto, yo la verdad, que como la mayoría soy cristiano, porque antes parecía que sino te bautizaban y hacías la comunión, era un sacrilegio, pero vamos, paso de la religión y de las carreras, a mí me gusta correr por el monte y a mi bola, sin mirar relojes, parando cuando me sale de las narices, porque lo hago porque me gusta y no como una obligación o para aparentar.

    De la circular, pues como pasa normalmente, siempre hay algún tramo un poco monótono, en este caso, la primera parte, pero bueno, si uno es positivo, se olvida de lo malo y se queda con lo bueno y en este caso, con ese sendero inicial, las vistas y esos Más, como también se les denomina en la zona de Teruel (creo que esto ya te lo he comentado en alguna ocasión).

    Una vez arriba, pues las vistas bien guapas, sobre todo desde la cima de la Lloma Bernat, que ofrece una amplia y "profunda" panorámica del Riu Llucena, con esos acantilados cortados a cuchillo y como no podía faltar, el Penyagolosa, macho, se te ha ido la mano con la cámara 😅, aunque ya se veía en la foto de la portada, que iba a compartir protagonismo con la Lloma Bernat (muy guapa la foto a tope de zoom del Penyagolosa).

    Por cierto, la cerveza, como te gusta más, fría servida en el Santo Grial o en botella.

    Salud y montaña.

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    1. Hola Eduardo.

      La cerveza, mientras esté bien fría, me es igual en copa, botella o lata. Me la bebería hasta en una palangana jeje.

      Bueno, ya habrás notado que de un tiempo a esta parte las entradas del blog van más allá de las descripciones detalladas de las rutas y muchas veces me voy por los Cerros de Úbeda, y oye, si tercia ponerme transcendental, pues me pongo, jeje.
      Yo, ni correr, ni religiones. Las carreras de montaña y todo lo que las rodea ya hace un tiempo que me importa un pepino, y tres cuartas partes de lo mismo pasa con la religión. Lo único que había querido decir con la reflexión inicial es que, de los dos eventos en los que es punto de paso Sant Miquel de les Torrocelles, pues me identifico más con la filosofía dels Peregrins de les Useres.
      Lo de ser católico, cristiano, musulmán etc. en mi opinión está dentro de esa naturaleza humana por etiquetar a unos y a otros, y esa etiqueta, la de la religión a la que vas a pertenecer, es la primera que te colocan, sin comerlo ni beberlo, desde que naces. Por suerte esa tendencia está cambiando, sobre todo en occidente, y ya es mucha gente la que opta por no bautizar a sus hijos, y oye, me parece perfecto...

      Un saludo.

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