Intento Invernal al Peyreget: Col de Liou, a los Pies del Midi d'Ossau

Domingo 18 de marzo de 2012

¡¡¡Ya "semos" internacionales y hacemos rutas en el extranjero!!! aunque solo sea a escasos kilómetros de la frontera jajajaja.

Este vez, para nuestra ascensión invernal anual elegimos el Peyreget, pico francés de 2487 metros y que está situado a los pies del hermoso y colosal Midi d'Ossau.

Pues bien, aquí tenéis la crónica de lo que deparó esta aventura invernal con mayúsculas.

Amaneció un domingo despejado en Gavín, cerca de Biescas, donde estábamos hospedados desde el sábado, lo que nos hizo sentir optimistas, ya que todas las predicciones daban mal tiempo para el domingo, así que una vez preparados nos montamos en los coches y nos fuimos hacia el Portalet, lugar de inicio de esta aventura.

Amaneció un día despejado en Gavín...

...Aunque en el Portalet la cosa ya no estaba tan clara

Al llegar al Portalet, paso fronterizo entre España y Francia del que todavía queda el vestigio de una antigua aduana, el tiempo cambió radicalmente, hacía mucho frío y el cielo se mostraba amenazante, aún así nos cargamos las mochilas y nos pusimos en marcha, el Midi d'Ossau se ocultaba vergonzoso entre las nubes y nuestro objetivo, el Peyreget se mostraba ante nuestros ojos, buen momento para hacer la foto de grupo, con las gorras de policía de los Village People que Chema había comprado  para la ocasión, aquello por momentos parecía más un desfile gay que un grupo de alpinistas (hubo quienes hicieron toda la ruta con ella ¿simple cachondeo...o una declaración de orientación sexual jajaja?).

Bajando hacia el valle

El Peyreget y el Midi, tapado por las nubes

Aquí con más detalle

¿Los Village People versión alpinista?

Elena y Jose María, cruzando un riachuelo

El grupo, buscando una manera de cruzar este otro riachuelo

Metidos de lleno en el valle, pronto se hacen necesarios (aunque no imprescindibles) los crampones, aunque en algunos tramos no hubiesen venido mal unas raquetas, aún así se caminaba cómodamente.

Con las primeras rampas empezaron a caer los primeros copos de nieve, los cuales no nos impidieron gozar de las fantásticas vistas que nos envolvían, el Cirque d'Anéou y sus puntiagudas agujas a nuestra zurda y el inmenso valle a los pies de la Crête d'Estremere a nuestras espaldas, todo cubierto de un blanco manto.

Cirque d'Anéou...

...y sus puntiagudas cumbres

Chema nos toma la delantera

Un vistazo al camino recorrido

Otra aguja, es el Pène de la Glere

El valle que forma la Crête d'Estremere

El Peyreget, tan cerca y la vez tan lejos

Y aquí estoy yo

Otra del Peyreget, el cielo se iba cubriendo

Imposible no girarse a contemplar esto

Pero la nevada empezó a arreciar, por momentos impedían toda visibilidad, ni veíamos el Peyreget, ni el valle, solo unos metros hacia delante y otros tantos para detrás, por suerte las huellas de Chema (que no paró a ponerse los crampones e iba subiendo a su ritmo) y otras de unas raquetas nos sirvieron de guía mientras estábamos inmersos en esta nevada.

Jose María

Alberto

A Xavi parece no importarle que empieza a encapotarse...

...y a nevar

Una vez reagrupados de nuevo, hicimos una paradita a beber, y entonces paró de nevar y el cielo se abrió parcialmente, lo que nos permitió, mientras subíamos en zig-zag una pequeña pala, disfrutar de la propia ascensión y por fin, de todas las vistas del valle con el sol fuera.

Pero solo fue un guiño, porque ya de camino al Col de Liou, empezó a nevar con fuerza de nuevo y la visibilidad se redujo considerablemente otra vez.

Contentos por ver el sol

Sobreviviendo entre tanto blanco

Así al solecito daba gusto...

...pero duró poco, se puso a nevar con fuerza

Tuvimos que sortear algún riachuelo...

...y seguía nevando con fuerza

Llegando al Col de Liou

A pesar de estas condiciones, logramos alcanzar el collado, allí y pesar de que seguía nevando (con menos fuerza) nos sentamos a comer algo, algunos (como yo) optamos por algo rápido, frutos secos y chocolatinas, otros (todos) se metieron entre pecho y espalda el pertinente bocata de jamón granizado.

Entre las treguas que nos daba el cielo aprovechamos para hacernos fotos con el Midi d'Ossau, que posaba majestuoso a nuestras espaldas.

Chema y un servidor, en el collado, con el Midi al fondo

Una bonita cima...

...y de nuevo el Midi

A sus pies, Monseiur Ossau

El viento agita la nieve de esta cornisa

En una de esas treguas decidimos que ya era hora de atacar la cumbre del Peyreget, así que guardamos bastones y sacamos piolets y nos pusimos a la faena.

El primer obstáculo a salvar fue una pala de unos 100 metros y unos 30º de inclinación, la salvamos sin problemas, aunque volvía a nevar y parecía que se levantaba viento.

Empezamos con la pala

Sin prisa

Quizás el tramo con mayor inclinación

El collado quedó abajo rápidamente

Vistas al llegar arriba de la pala

El Midi, el tiempo se vuelve a complicar

En un terreno más cómodo estudiamos la situación, nos queda un pequeño corredor y otra pala antes de la cima, y el tiempo no parece que vaya a mejorar, así que planteamos dar media vuelta, aún así Paco y yo decidimos seguir adelante, los demás rodearían la montaña y nos esperarían en el otro collado.

Pero a los pocos minutos, Chema nos dice por el walkie-talkie que abortemos, que el tiempo amenaza con empeorar, dicho y hecho, nada mejor que hacer caso a la voz de la experiencia y apelar a la prudencia, la montaña no se va a mover de ahí.

Deliberando, esta foto me encanta

Seguimos unos metros...

 ...pero nos dimos la vuelta, aquí estamos descendiendo por la pala

Deshicimos el camino andado, bajando la pala con prudencia, y efectivamente, de nuevo el collado se pone a nevar violentamente, (lo veréis cuando publique el montaje de vídeo), ahora si que no se veía nada absolutamente, menos mal que abortamos, lo hubiésemos pasado mal ahí arriba, es hora de volver.

Lo que (o lo que no) se veía desde el collado mirando hacia el Peyreget

Se abrieron algunos claros (en los que Chema nos enseñó algunas técnicas de aseguramiento en la nieve), aprovechamos también para sacar al niño que todos llevamos dentro y jugar y revolcarnos por la nieve.

De ahí hasta el fondo del valle todo fueron cambies constantes de tiempo, sol, nieve, sol, nieve (la huella que abrimos estaba prácticamente tapada).

En un pequeño claro, pudimos ver por última vez el Midi...

...con la pala subida y el Peyreget

El valle ¡¡¡guauuu!!!

Emprendemos el regreso, nos volvió a nevar de lo lindo...

...y a abrirse nuevos claros, tiempo para sentarse....

...relajarse y disfrutar

Aquí encontré una buena manera de salir en las fotos sin recurrir al autorretrato

Antes de llegar de nuevo a la carretera aprovechamos un riachuelo para quitarnos los crampones y lavarlos, y disfrutar por última vez de la grandiosidad y belleza de el valle y todo el circo...el Peyreget y el Midi d'Ossau ya no los veremos más, se ocultaron definitivamente entre las nubes.

Es en ese tramo de carretera donde nos cayó la más fuerte de las nevadas del día, poniendo broche a una aventura en la que pese no conseguir nuestro objetivo, si que resultó una experiencia enriquecedora, irrepetible e inolvidable y como he dicho en el prologo, invernal con mayúsculas, en un ambiente fantástico de camaradería montañera con los amigos, lo pasamos de putísima madre, y eso al final es lo que verdaderamente cuenta.

Un último vistazo a estas maravillas

Inolvidable

La ruta constó de unos diez kilómetros de longitud y unos 700 metros de desnivel acumulado, tanto positivos como negativos, alcanzamos una cota máxima de 2317 metros y estuvimos unas ocho horas pateando por y entre la nieve.
Los alpinistas "sexy-police" fuimos Alberto, Chema, Dani, Elena, Graciela, Jose María, Paco y Xavi y sin olvidar a Ángela, que se quedó en Gavín esperándonos pacientemente.
¡¡¡GRACIAS CHICOS POR TRES DÍAS INOLVIDABLES!!!

Un autentico equipazo

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