Sábado 30 de abril de 2016
Volvemos a la Serranía de Cuenca y lo hacemos, como no, de la mano de Toni Magia Serrana, quien nos tenía preparada una gran ruta para darnos a conocer el término y la sierra de Valdemeca, un recorrido al más puro estilo Magia Serrana, en el que subimos a dos cimas, recorrimos valles, remontamos y descendimos barrancos, visitamos una aldea despoblada, vimos una bonita cascada y al que no le faltó su pequeña dosis de aventura.
Toni nos ha metido la Magia Serrana en vena, lo que hace que cada vez que vamos a Cuenca, a parte de ir con la ilusión de ver de nuevo a Toni, Maru y Nacho y gozar de su exquisita simpatía y hospitalidad, vayamos con la expectativa, ese típico gusanillo en la tripa, de a ver que rutas nos ha preparado Toni, y para la jornada del sábado nos preparó la que nos ocupa hoy, a la que no pudieron venir Maru por trabajo, Nacho por deberes y Eva, que causó baja de última hora al pasar una mala noche, por lo que el equipo se redujo al propio Toni, mi fiel Laia y un servidor.
El recorrido se inicia +o- en el punto kilométrico nº36 de la CM-2106, carretera que se dirige a Valdemeca, allí encontraremos un entrador lo suficientemente ancho como para aparcar el coche, tras embutir en los bocatas la deliciosa tortilla (otra de las razones por la que nos gusta venir a Cuenca) que nos preparó Maru y ventilarnos a palo seco y a lo troglodita la que no cabía en ellos nos ponemos en marcha, en búsqueda del Barranco de la Cerrada por el que salvaremos de manera bastante directa los 500 y pico metros de desnivel hasta la cima principal del día, el Peñalba, paralela al barranco empezaremos a seguir una tímida senda de esas que si no vas con Toni es imposible de localizar, aunque esta senda debió ser importante en su día, a tenor de los tramos apuntalados que tiene, aún así su desuso la hace ser cada vez más tenue, por lo que perdimos su rastro varias veces, y definitivamente al llegar a la Hoya del Puerco, haciendo honor al topónimo empezamos a subir a lo jabalí ahora, con fuerte pendiente, en busca del Collado de las Morqueras, con la intención de afrontar desde él la parte final de la ascensión, aunque al final por despiste nos lo saltamos y acabamos apareciendo ya casi en la zona somital.
Lo que aparentaba ser una cima redondeada y poblada de pinos resultó ser al final una cima despejada con un bonito laberinto de sabinas rastreras, coronada por unos atractivos roquedos y rematada por un vértice geodésico, y aliñada finalmente por unos sugerentes cortados en su vertiente S y unas fantásticas vistas del Valle de Valdemeca y hacia los gigantes serranos, léase San Felipe, Mogorrita o Collado Bajo, una cima realmente atractiva y con ambiente montañero de verdad, de hecho Toni me confesó que es de las que personalmente más le gustan.
Acabada la sesión fotográfica continuamos la marcha, bajaremos, ahora sí, hasta el Collado de las Morqueras, donde le habían dicho a Toni que una senda bajaba en paralelo al Barranco de Quintanilla, que nos debía comunicar con el Arroyo de los Santos, desde el que afrontaríamos la siguiente parte de la ruta, así que el tramo que venía ahora iba a ser una incógnita, por que no sabíamos como estaría esa senda, en caso de que existiese, al final nos topamos con un sendero mucho más definido de lo que esperábamos, muy evidente, de amable pisar e incluso jitado, que va perdiendo altura envuelto en un alto pinar. Acabamos saliendo a monte abierto, junto a un chamizo recientemente restaurado, por un particular y para uso vacacional según me cuenta Toni, buen gusto han tenido, tanto con la restauración, como en elegir el lugar, porque vaya vistas de la Muela de Valdemeca y de los dos valles que la rodean.
Nos aprovechamos del camino construido para llegar a la casa para bajar al encuentro con el Arroyo de los Santos, que baja la mar de cantarín.
Nos adentraremos ahora en el valle que desde el chamizo veíamos a la izquierda de la Muela, en cuya cabecera están las Casa del Cura, nuestro próximo objetivo, seguiremos contracorriente el curso del arroyo, en un principio lo íbamos a hacer íntegramente por su derecha orográfica, por un carril, pero para nuestra suerte apareció un sendero que nos evitaría pisar ese carril, pasando entonces a remontar el curso fluvial por su margen orográfico izquierdo, va a ser un tramo largo este, pero se hará muy llevadero al estar escuchando constantemente el murmullo del agua, y también por la diversidad del paisaje, ya que atravesaremos grandes extensiones verdes, pinares muy canadienses y amplias secciones ribereñas, finalmente llegamos al Rento de la Casa del Cura, aldea/caserío perteneciente a Valdemeca, despoblada y totalmente en ruinas, de la que solo se conservan en pie el pozo/fuente/lavadero, y el antiguo horno, el cual se ha restaurado como refugio libre, muy acogedor, con una litera, mesa y bancos y lo más importante, chimenea, ideal para pernoctar allí durante alguna travesía serrana, ya sea a pie o en bicicleta, a nosotros nos vino de perlas para ventilarnos allí el bocata tortilla.
Hecho lo más importante del día, que es el yantar, tocaba afrontar la segunda mitad de la ruta, y comenzaba esta con la valiente subida hasta zona alta de la Muela de Valdemeca, aprovechándonos del sendero que sirve para unir Valdemeca y la Casa del Cura, este serpentea entre el boj y no vacila en ningún instante, haciéndonos ganar cerca de 200 metros de desnivel en relativamente poco tiempo y distancia, no sabéis lo bien que sienta esto para la digestión...alcanzamos el cordal de la Muela, abandonamos el sendero y empezamos a seguir el carril que lleva hasta la cima, bueno, más que cima punto más alto de la Muela, por que lo es sensación de cima, allí ninguna, así que ni nos detendremos, comenzaba ahora el tramo más aventurero del recorrido, puesto que Toni llevaba idea de recorrer unas fajas que hay en la vertiente occidental de la Muela, él las había recorrido en el sentido contrario al que lo íbamos a hacer hoy, y no sabía si se podría acceder a ellas desde la cima, temiendo encontrar algún obstáculo insalvable en forma de paredón, antes de lanzarnos hacia abajo monte a través nos jugamos las birras post-ruta, él a que no podremos pasar y yo a que sí...hasta el último momento estuvo la cosa ahí, ahí, ya que si que nos topamos con una pared de unos 5 metros, pero que tenía un punto débil que la hacia franqueable, así que al amigo Toni le iba a tocar rascarse el bolsillo jijiji...
Alcanzamos así la primera de las fajas, nos espera un terreno rompe-piernas fuera de cualquier sendero, lo mejor de esta primera faja van a ser las vistas, especialmente del Peñalba, y las diferentes formaciones rocosas que iremos encontrando, e iba a servir de aperitivo de lo que nos esperaba en la faja inferior, a la que accederíamos mediante un delicado destrepe por una torrentera, nos íbamos a encontrar ahora con un paisaje sencillamente espectacular, que entre proas rocosas, enormes farallones y altos y abovedados paredones y los buitres sobrevolando sobre nosotros iba a resultar un total deleite para la vista y los demás sentidos, poco importaba la incomodidad del terreno y el jabalineo constante de este tramo, lo estábamos gozando y de lo lindo, además Toni me iba a enseñar algo que también forma parte importante del patrimonio de la Serranía, y que no son otra cosa que las "tinás", ya nos había enseñado algunas en rutas anteriores, pero estas de hoy tenían la particularidad de que el muro de piedra estaba construido alrededor de una cueva, que servía de refugio del pastor, resultando especialmente llamativa la segunda con puerta de madera para entrar en la covacha y más espacio en su interior que en muchos pisos de protección oficial ;-)
Había que ir pensando ya en empezar a cerrar la circular, y para ello nos teníamos que bajar de las fajas, una vez encontrado el paso clave para ello, nos lanzamos ladera abajo en busca del carril que comunica Valdemeca con la Casa del Cura, lo seguimos en dirección al pueblo, aunque solo será durante unos centenares de metros, puesto que nos encontraremos con una señal que nos desvía hacia la Chorrera del Gullizno, Toni no me desvela lo que es, pero me advierte que me gustará, nos volvemos a topar con el Arroyo de los Santos, que al recibir las aguas del Barranco del Cubillejo pasa a denominarse Arroyo del Molino, y no desaprovecharemos la ocasión de refrescar nuestras cocorotas en sus limpias y frescas aguas, continuamos por un bonito senderillo paralelo al arroyo, poco iba a sospechar yo que ese arroyo se iba a meter de forma brusca en un pequeño estrecho, y que iba a volver a cauce abierto mediante una bonita cascada, la Chorrera del Gullizno, precioso lugar, como le dije a Toni sin ser una gran cascada ni un paraje con grandes aspavientos, es un rincón especial, de los de retener en la retina durante el resto de tu vida.
Nos despedimos del Arroyo del Molino, mientras este continúa su curso hacia el Río de Valdemeca (que tributa sus aguas al Júcar) nosotros empezaremos a seguir el carril por el que volveremos al coche, aunque al final acabaremos atajándolo puesto que el cuerpo necesitaba imperiosamente cerveza ;-), al remate 23/24 kilómetros, 1200 de desnivel positivo acumulado y 9 horacas de ruta, una ruta a la par de dura que satisfactoria, pensareis que la guinda perfecta la pusieron las dos cervezas que nos tomamos en Valdemeca, pues no, la guinda fue otra, os cuento, el día anterior, mediante mensajes de whatsapp y facebook supimos que Javi (la Voz de la Tierra) y Tere iban a estar por la Serranía, y que tenían en mente hacer una mega-ruta con algunos puntos comunes con la que nosotros íbamos a hacer, así que albergábamos la ilusión de poder encontrarnos en algún momento del día, al final no pudo ser durante la ruta, pero si que nos encontramos en Cuenca, lo celebramos yéndonos todos juntos de tapas y birras a la Cuesta de San Francisco, esta si fue la guinda perfecta a una gran jornada serrana.
Un saludo a tod@s, y Serranía y Libertad!!!
Volvemos a la Serranía de Cuenca y lo hacemos, como no, de la mano de Toni Magia Serrana, quien nos tenía preparada una gran ruta para darnos a conocer el término y la sierra de Valdemeca, un recorrido al más puro estilo Magia Serrana, en el que subimos a dos cimas, recorrimos valles, remontamos y descendimos barrancos, visitamos una aldea despoblada, vimos una bonita cascada y al que no le faltó su pequeña dosis de aventura.
Toni nos ha metido la Magia Serrana en vena, lo que hace que cada vez que vamos a Cuenca, a parte de ir con la ilusión de ver de nuevo a Toni, Maru y Nacho y gozar de su exquisita simpatía y hospitalidad, vayamos con la expectativa, ese típico gusanillo en la tripa, de a ver que rutas nos ha preparado Toni, y para la jornada del sábado nos preparó la que nos ocupa hoy, a la que no pudieron venir Maru por trabajo, Nacho por deberes y Eva, que causó baja de última hora al pasar una mala noche, por lo que el equipo se redujo al propio Toni, mi fiel Laia y un servidor.
El recorrido se inicia +o- en el punto kilométrico nº36 de la CM-2106, carretera que se dirige a Valdemeca, allí encontraremos un entrador lo suficientemente ancho como para aparcar el coche, tras embutir en los bocatas la deliciosa tortilla (otra de las razones por la que nos gusta venir a Cuenca) que nos preparó Maru y ventilarnos a palo seco y a lo troglodita la que no cabía en ellos nos ponemos en marcha, en búsqueda del Barranco de la Cerrada por el que salvaremos de manera bastante directa los 500 y pico metros de desnivel hasta la cima principal del día, el Peñalba, paralela al barranco empezaremos a seguir una tímida senda de esas que si no vas con Toni es imposible de localizar, aunque esta senda debió ser importante en su día, a tenor de los tramos apuntalados que tiene, aún así su desuso la hace ser cada vez más tenue, por lo que perdimos su rastro varias veces, y definitivamente al llegar a la Hoya del Puerco, haciendo honor al topónimo empezamos a subir a lo jabalí ahora, con fuerte pendiente, en busca del Collado de las Morqueras, con la intención de afrontar desde él la parte final de la ascensión, aunque al final por despiste nos lo saltamos y acabamos apareciendo ya casi en la zona somital.
Lo que aparentaba ser una cima redondeada y poblada de pinos resultó ser al final una cima despejada con un bonito laberinto de sabinas rastreras, coronada por unos atractivos roquedos y rematada por un vértice geodésico, y aliñada finalmente por unos sugerentes cortados en su vertiente S y unas fantásticas vistas del Valle de Valdemeca y hacia los gigantes serranos, léase San Felipe, Mogorrita o Collado Bajo, una cima realmente atractiva y con ambiente montañero de verdad, de hecho Toni me confesó que es de las que personalmente más le gustan.
Un poco antes de llegar al punto de inicio paramos en esta bonita fuente a llenar las cantimploras |
Primeros metros, nos dirigimos hacia el Barranco de la Cerrada, a la derecha vemos el Peñalba, esta perspectiva no refleja ni por asomo el atractivo de su zona cimera |
Nos metemos de lleno en el barranco, intentando ser lo más fieles a las trazas de sendero |
Mucha vegetación, Toni me hace reparar en esta especie de hongo o liquen que brota de las ramas de los enebros |
Seguimos remontando el barranco, por el cual bajaba un finísimo hilo de agua, fruto de la lluvia de la tarde/noche anterior |
El sendero termina por difuminarse definitivamente, seguimos monte a través, en fuerte pendiente |
Salimos a una zona más abierta, con predominio de la sabina rastrera |
A Toni le encantan estos árboles, y no duda en sumergirse en ellos, hubiese pagado por saber lo que estaría pasando por la cabecita de Laia en esos momentos ;-) |
Zona cimera del Peñalba... |
...cuando todo indicaba que nos íbamos a encontrar con una cima boscosa, sorpresa!!, nos encontramos con esta bonita conjunción de lapiaz y hierba |
Vamos hacia la cima, ya se distingue el vértice geodésico |
Viendo esta foto parece que estemos alcanzando una cima de los Pirineos jijiji... |
...pero no, estamos en la Serranía!!!, que no tiene nada que envidiarles, Pico Peñalba 1780 m. uno más para la sociedad Cuenca/Betxí |
Veamos las vistas, en primer término la Hoya del Puerco, y más o menos en el centro de la imagen la Mogorrita, techo de la provincia de Cuenca, Toni, ¿cuando me vas a llevar a esa cima? |
Vemos en la derecha de la imagen una en la que si hemos estado, el Cerro San Felipe, en el centro Tragacete y su valle, en la izquierda el Alto de la Bandera |
Ummm, Laia parece que ha descubierto algo por ahí, vayamos a verlo |
Vaya!!, unos cortados, y con unas vistazas del Valle de Valdemeca, capturaza del amigo Toni!!! |
Mil y una fotos, intentando captar cada detalle...disfrutando, en una cima muy estética |
Acabada la sesión fotográfica continuamos la marcha, bajaremos, ahora sí, hasta el Collado de las Morqueras, donde le habían dicho a Toni que una senda bajaba en paralelo al Barranco de Quintanilla, que nos debía comunicar con el Arroyo de los Santos, desde el que afrontaríamos la siguiente parte de la ruta, así que el tramo que venía ahora iba a ser una incógnita, por que no sabíamos como estaría esa senda, en caso de que existiese, al final nos topamos con un sendero mucho más definido de lo que esperábamos, muy evidente, de amable pisar e incluso jitado, que va perdiendo altura envuelto en un alto pinar. Acabamos saliendo a monte abierto, junto a un chamizo recientemente restaurado, por un particular y para uso vacacional según me cuenta Toni, buen gusto han tenido, tanto con la restauración, como en elegir el lugar, porque vaya vistas de la Muela de Valdemeca y de los dos valles que la rodean.
Nos aprovechamos del camino construido para llegar a la casa para bajar al encuentro con el Arroyo de los Santos, que baja la mar de cantarín.
Continuamos, Laia nos descubre un nuevo pequeño detalle en el que fijarnos, se trata de una cría de lagarto ocelado... |
...y que resulta que andaba su hermano por allí ;-) |
Desde el Collado de las Morqueras nos lanzamos Barranco de la Quintanilla abajo, envueltos de un excelso pinar |
Acabamos saliendo a una zona abierta, nos reciben estas vistas de la Muela de Valdemeca, en unas horas estaremos caminando bajo las paredes de esa faja intermedia |
Mirad que chabola se han construido aquí, menudo retiro haría yo aquí... |
Topamos con el Arroyo de los Santos que baja la mar de alegre, Laia no desaprovecha la ocasión para darse un remojón |
Nos adentraremos ahora en el valle que desde el chamizo veíamos a la izquierda de la Muela, en cuya cabecera están las Casa del Cura, nuestro próximo objetivo, seguiremos contracorriente el curso del arroyo, en un principio lo íbamos a hacer íntegramente por su derecha orográfica, por un carril, pero para nuestra suerte apareció un sendero que nos evitaría pisar ese carril, pasando entonces a remontar el curso fluvial por su margen orográfico izquierdo, va a ser un tramo largo este, pero se hará muy llevadero al estar escuchando constantemente el murmullo del agua, y también por la diversidad del paisaje, ya que atravesaremos grandes extensiones verdes, pinares muy canadienses y amplias secciones ribereñas, finalmente llegamos al Rento de la Casa del Cura, aldea/caserío perteneciente a Valdemeca, despoblada y totalmente en ruinas, de la que solo se conservan en pie el pozo/fuente/lavadero, y el antiguo horno, el cual se ha restaurado como refugio libre, muy acogedor, con una litera, mesa y bancos y lo más importante, chimenea, ideal para pernoctar allí durante alguna travesía serrana, ya sea a pie o en bicicleta, a nosotros nos vino de perlas para ventilarnos allí el bocata tortilla.
Nos encaminamos hacia la Casa del Cura, siguiendo un senderillo que nos evitará el carril, este tramo conjuga grandes extensiones de verde con los pinares típicos de la Serranía |
Un lugar idílico de veras |
Nos vamos aproximando a la cabecera del valle y a la Casa del Cura, fijaros que extensión de verde |
Paisaje ribereño total, un momento, ¿qué son esas construcciones de ahí delante? |
Son el pozo, la fuente y el lavadero, todo en uno, donde los habitantes del rento se abastecían de agua, bebían y lavaban sus ropas |
Hablo en pasado por que del lugar desgraciadamente solo quedan los derrubios, solo una estancia, restaurada, queda en pie |
Es el antiguo horno del caserío, que también se ha restaurado, y que ahora se aprovecha como refugio |
En el refugio, tras haber comido, y antes de continuar, nos hacemos una nueva foto de grupo |
Hecho lo más importante del día, que es el yantar, tocaba afrontar la segunda mitad de la ruta, y comenzaba esta con la valiente subida hasta zona alta de la Muela de Valdemeca, aprovechándonos del sendero que sirve para unir Valdemeca y la Casa del Cura, este serpentea entre el boj y no vacila en ningún instante, haciéndonos ganar cerca de 200 metros de desnivel en relativamente poco tiempo y distancia, no sabéis lo bien que sienta esto para la digestión...alcanzamos el cordal de la Muela, abandonamos el sendero y empezamos a seguir el carril que lleva hasta la cima, bueno, más que cima punto más alto de la Muela, por que lo es sensación de cima, allí ninguna, así que ni nos detendremos, comenzaba ahora el tramo más aventurero del recorrido, puesto que Toni llevaba idea de recorrer unas fajas que hay en la vertiente occidental de la Muela, él las había recorrido en el sentido contrario al que lo íbamos a hacer hoy, y no sabía si se podría acceder a ellas desde la cima, temiendo encontrar algún obstáculo insalvable en forma de paredón, antes de lanzarnos hacia abajo monte a través nos jugamos las birras post-ruta, él a que no podremos pasar y yo a que sí...hasta el último momento estuvo la cosa ahí, ahí, ya que si que nos topamos con una pared de unos 5 metros, pero que tenía un punto débil que la hacia franqueable, así que al amigo Toni le iba a tocar rascarse el bolsillo jijiji...
Toca volver a subir ahora, para llegar a lo más alto de la Muela de Valdemeca, por suerte es la sombra de este bosque de pino y boj |
La subida es fuerte, pero la hacen más llevadera unas cuantas lazadas |
La subida nos ha sacado los colores, pero como recompensa obtenemos esta vista de la cabecera del valle y del paraje donde está la Casa del Cura y el refugio |
También encontramos este mirador con el que posar con nuestra habitual soltura ;-) |
El carril que vamos siguiendo muere en este altiplano, que es el punto más elevado (1717 m.) de esta extensa muela |
Sin parar arriba nos lanzamos campo a través en busca de las fajas, nos topamos con este pequeño inconveniente... |
...que por suerte nuestra se puede salvar cómodamente por este paso |
Alcanzamos así la primera de las fajas, nos espera un terreno rompe-piernas fuera de cualquier sendero, lo mejor de esta primera faja van a ser las vistas, especialmente del Peñalba, y las diferentes formaciones rocosas que iremos encontrando, e iba a servir de aperitivo de lo que nos esperaba en la faja inferior, a la que accederíamos mediante un delicado destrepe por una torrentera, nos íbamos a encontrar ahora con un paisaje sencillamente espectacular, que entre proas rocosas, enormes farallones y altos y abovedados paredones y los buitres sobrevolando sobre nosotros iba a resultar un total deleite para la vista y los demás sentidos, poco importaba la incomodidad del terreno y el jabalineo constante de este tramo, lo estábamos gozando y de lo lindo, además Toni me iba a enseñar algo que también forma parte importante del patrimonio de la Serranía, y que no son otra cosa que las "tinás", ya nos había enseñado algunas en rutas anteriores, pero estas de hoy tenían la particularidad de que el muro de piedra estaba construido alrededor de una cueva, que servía de refugio del pastor, resultando especialmente llamativa la segunda con puerta de madera para entrar en la covacha y más espacio en su interior que en muchos pisos de protección oficial ;-)
Por la primera de las fajas, andar por ellas no va a ser cómodo, pero a cambio disfrutaremos de unos esplendidos paisajes |
Además de un sinfín de formaciones rocosas veremos en todo momento el Pico Peñalba, mucho más atractivo desde esta perspectiva |
Pero cómo os digo, lo mejor de esta faja, las formaciones erosionadas, cómo este fraile... |
...o esta preciosidad de arco natural, con el que he ilustrado esta entrada, no dudamos en posar con él, abajo... |
...y arriba |
Vemos de nuevo el Peñalba, y las peculiares formas de estos farallones rocosos |
Bajamos a una faja inferior, fijaos en esa proa rocosa que sobresale, porque hacia ella nos dirigiremos ahora |
El terreno de esta segunda faja, sin dejar de ser campo a través, es mucho más amable |
Aquí tenéis la proa de antes, alcanzamos sin duda la sección más espectacular de todo el recorrido |
Y aunque parezca mentira esas monstruosas paredes no son lo más destacable de este lugar, son las dos "tinás" que albergan, y ahora veréis porque |
¿Veis esa oquedad en la pared? |
Pues alrededor de ella se construyó la "tiná", la cueva servía de refugio al pastor, y también para tener bien controlado al ganado |
Bajémonos de una "tiná" y vayamos a ver la otra |
Vaya, vaya, esta tiene puerta y todo, pasemos a ver que hay dentro... |
Resulta que esta cueva tiene entrada y salida, y lo aprovechó el pastor para construirse esta acogedora morada |
Dura vida debió ser la de estos pastores, pero menudo lujo despertarte, abrir la puerta y disfrutar de estos paisajes |
Continuamos, tras enmarañarnos un poco con el boj, decidimos que lo más cómodo será ir bajo las paredes |
Mirad que curvatura forman aquí estas paredes |
La proa de antes, desde otro punto de vista |
¿Y qué me decís de como se abovedan las paredes?, ¿y de esas negras chorreras?, muy grande todo |
Pongamos al amigo Toni y su sombra para calibrar |
Había que ir pensando ya en empezar a cerrar la circular, y para ello nos teníamos que bajar de las fajas, una vez encontrado el paso clave para ello, nos lanzamos ladera abajo en busca del carril que comunica Valdemeca con la Casa del Cura, lo seguimos en dirección al pueblo, aunque solo será durante unos centenares de metros, puesto que nos encontraremos con una señal que nos desvía hacia la Chorrera del Gullizno, Toni no me desvela lo que es, pero me advierte que me gustará, nos volvemos a topar con el Arroyo de los Santos, que al recibir las aguas del Barranco del Cubillejo pasa a denominarse Arroyo del Molino, y no desaprovecharemos la ocasión de refrescar nuestras cocorotas en sus limpias y frescas aguas, continuamos por un bonito senderillo paralelo al arroyo, poco iba a sospechar yo que ese arroyo se iba a meter de forma brusca en un pequeño estrecho, y que iba a volver a cauce abierto mediante una bonita cascada, la Chorrera del Gullizno, precioso lugar, como le dije a Toni sin ser una gran cascada ni un paraje con grandes aspavientos, es un rincón especial, de los de retener en la retina durante el resto de tu vida.
El arroyo nos cambia de nombre y pasa a llamarse Arroyo del Molino, y se introduce en este estrecho... |
...antesala de esta preciosidad de cascada, la Chorrera del Gullizno |
Nos recrearemos con ella |
Y por supuesto le regalaremos un posado de los nuestros ;-) |
Una vertical para que se vea bien el paraje donde está esta Chorrera del Gullizno |
Nos despedimos del Arroyo del Molino, mientras este continúa su curso hacia el Río de Valdemeca (que tributa sus aguas al Júcar) nosotros empezaremos a seguir el carril por el que volveremos al coche, aunque al final acabaremos atajándolo puesto que el cuerpo necesitaba imperiosamente cerveza ;-), al remate 23/24 kilómetros, 1200 de desnivel positivo acumulado y 9 horacas de ruta, una ruta a la par de dura que satisfactoria, pensareis que la guinda perfecta la pusieron las dos cervezas que nos tomamos en Valdemeca, pues no, la guinda fue otra, os cuento, el día anterior, mediante mensajes de whatsapp y facebook supimos que Javi (la Voz de la Tierra) y Tere iban a estar por la Serranía, y que tenían en mente hacer una mega-ruta con algunos puntos comunes con la que nosotros íbamos a hacer, así que albergábamos la ilusión de poder encontrarnos en algún momento del día, al final no pudo ser durante la ruta, pero si que nos encontramos en Cuenca, lo celebramos yéndonos todos juntos de tapas y birras a la Cuesta de San Francisco, esta si fue la guinda perfecta a una gran jornada serrana.
Un saludo a tod@s, y Serranía y Libertad!!!
Dejamos el curso del arroyo y nos disponemos cerrar la circular, volvemos a ver la cara más atractiva del Peñalba |
Que ruta más buena preparo Toni!! Lástima que no coincidiéramos durante el desarrollo de la misma, pero seguro que pisamos algunos tramos comunes.
ResponderEliminarQue guapada de cascada esa del Gollizno, dan ganas de meterse al agua y eso que soy de secano, jajaja. Y del Peñalba que decir, auténtico mirador serrano y con ese mini-lapiáz cimero que le da un toque alpinillo.
Que bueno que existiera paso por esa franja de los cinglos que recorristeis; nosotros cuando nos acercábamos decíamos; "la hemos cagao" jaja Y la Casa del Cura, buaaa, vaya refugio chulo.
Y a ver si a la próxima hacemos conexión, "magia-dalt-tierra" ;)
Hola Javi.
EliminarSeguro que sí, solo faltaba la primera toma de contacto, ahora ya verás como liaremos alguna juntos de vez en cuando, no estaría mal alguna mega-travesía serrana y así ver que tal tira esa chimenea del refu de la Casa del Cura.
Si que hubiese sido un puntazo que el encuentro de la noche se hubiese anticipado a la ruta, pero un radio de 25 kilómetros vuestra ruta y de 23 y pico la nuestra es mucho radio jejeje.
Salut!!
Hola Dani!!!
ResponderEliminarVaya pasada de ruta que hicisteis.
Me ha encantado la zona de la faja con esas cuevas de pastores y las impresionantes paredes.
Que decir de la cascada, dan ganas de ponerse el neopreno, subir algo más arriba y descender ese barranco.
Y encima para finalizar de tapeo por Cuenca con Javi.
Solo ha faltado una cosa, un foto de ese bocata de tortilla.
Un abrazo!!!
Hola David.
Eliminar¿Te ha gustado la cascada?, mira el enlace a la foto que ha puesto Toni en sus comentarios y fliparás.
La Serranía esconde muchísimos rincones chulos como los de esta ruta, cada vez nos gusta más y más ir allí.
Es verdad, me he vuelto un sosainas jajaja, ni foto de la tortilla, ni de las birras, ni del tapeo en Cuenca...
Un abrazo.
Hola Dani.
ResponderEliminarGuuaauu, me ha encantado todo de la ruta. Yo no lo habría hecho mejor. Las fotos y la crónica super amena, entretenida y espectacular. Estar 9 horas con alguien y disfrutar del día tanto, creo yo que no te pasa con todo el mundo.
Habría sido la reostia que nos hubieramos encontrado con Javi y Tere, pero bueno, yo creo que estuvimos todos guay en mi casa, de tapeos y al día siguiente en el Escabas y Hosquillo. La pena que Eva no pudiera venirse el sábado, pero bueno tendremos más ocasiones.
Tortillas y cervezas!!
Ah y la próxima vez, prometido que cae la Mogorrita, además por una variante que más desconocida ;-)
Eliminarhttp://4.bp.blogspot.com/-I3ZoLX3kJRo/U2PZNpgK5EI/AAAAAAAAL4Y/iDROHGmryds/s1600/285.JPG
EliminarGuauu!!, qué pasote de foto, y no sólo lo digo por lo de la cascada helada, sino por las melenas que me llevabas jajaja, ahora en serio, debe ser una pasada llegar a un lugar como este, en el que te habrás bañado tantas veces en verano y encontrártelo así, totalmente congelado, gracias por compartir esta foto, y gracias también por haberme enseñado todos los rincones que me enseñaste durante este bonito, y también exigente recorrido, la verdad es que es una ruta, que especialmente en la zona de las fajas y las tinás, te lo has de ganar para disfrutar de todo ello, hay muchas rutas que suelo degustar más y más conforme avanzan los días posteriores, y esta fue una de ellas. Y a la peña también le ha gustado, ya que en poco más de 48 horas ha tenido la entrada más de 1000 visitas, y esto no pasaba en este blog desde la entrada aquella de Ordesa y la tormenta...
EliminarUn gran finde el que pasamos, como viene siendo habitual, rematado el domingo, con esas visitas a los Callejones, al Hosquillo, al Escabas y su Lagunillo, ¡¡¡y esa super-bóveda!!!, y como no con esa mega-comilona campestre.
Hala, ya me has hecho la boca cerveza con eso de la ascensión desconocida a la Mogorrita jejeje.
Un abrazo.
Buenos días Dani,
ResponderEliminarPedazo de ruta por lo larga y las horas!!! y que suerte encontrar de todo: animales, rocas singulares, cascadas, edificaciones singulares...
Qué bonito es salir al campo y encontrar cosas así.
Buenas fotos y un artículo muy bueno!!!
Un abrazo,
Rafa
Hola Rafa.
EliminarSi, una ruta de las que llenan, por variedad del paisaje, por los kilómetros, las horas, la compañía, por todo.
Gracias una vez más por tu comentario, un abrazo.
Hola Dani
ResponderEliminarQue recuerdos de nuestras dos travesías hace dos años por esa zona, hicimos la primera en Junio y no nos lo pensamos para hacer la segunda en Agosto, que maravilla.
No creo que sea nuestra ultima travesía por Cuenca.
Ahh!! y decirte que nosotros nos dimos el chapuzón de rigor en la Chorrera del Gollizno, no veas como estaba el agua jajaja.
Un abrazo
Jose
TROTASENDES BENICALAP
Hola Jose.
EliminarYa vi, después de la ruta, ya en casa, y buscando información, vuestra crónica y recordé que ese año estuvisteis dos veces de travesía por la Serranía, si es que...¿donde no habréis estado los Trotasendes de Benicalap? jajaja, ah, y no tenía la menor duda, conociendo vuestros antecedentes, de que os hubieseis bañado en esa poza jajaja.
Un abrazo.
Hola Dani.
ResponderEliminarGran ruta, y no solo por la duración, solo con ese inicio por el barranco ya merece la pena el recorrido.
Por esta zona también son muy conocidas las Tiñas, de hecho en la zona de Argüis, hay una ruta, conocida como la Raya d'As Tiñas.
Por cierto, no sabía que existían las sabinas rastreras, yo diría, que es la primera vez que veo una, eso o es que hasta ahora no me he percatado de ellas. Me imagino que Laia, al ver a Toni, pensaría, aquí la más sensata soy yo, apañado voy con está pareja,jaja.
Muy bonita la Chorrera del Gullizno, un saludo.
Hola Eduardo.
EliminarSi Laia hablará...ya te digo que no hubo solo el momento friki de las sabinas, hubo alguno más, algo que tiene que ver con el esqueleto de un cérvido, ya no te digo más, pero es que nos hemos juntado dos que 'pa que jajaja.
Pues sí, es muy común en la Serranía encontrar estas sabinas rastreras, aunque yo también las había visto con anterioridad en la zona de Penyagolosa por ejemplo.
Si te ha gustado la cascada, mira el enlace a la foto que ha puesto Toni y verás que pasada.
Un saludo.
¡Hola Dani! Excelente simbiosis de Magia serrana y Per dalt i per baíx que da como consecuencia esta fenomenal y espectacular entrada. No me extraña que la Serranía te haya entrado en vena esos paisajes y esas pinadas no son para menos. Lo dicho, una pasada de ruta que hace que me muera de envidia (sana, claro). Ya veo que eso de las apuestas está de moda. Ahora hasta en la Serranía se puede apostar (y ganar). La suerte es la suerte.
ResponderEliminarUn abrazo.
Gracias Emilio.
EliminarLa verdad es que el equipo Magia Serrana y el equipo Pdipb hemos congeniado muy bien y están saliendo rutas conjuntas muy chulas, además ellos nos están descubriendo la Serranía y nosotros les estamos enseñando montañas valencianas a ello, este verano si todo va bien llevaremos esa simbiosis a los Pirineos, ya os iremos contando, seguro que allí también hacemos alguna apuesta cervecera jejeje.
Un abrazo.
Aquí podría hacer el símil ¿Dani=Serranía de Cuenca,como Juane=Sierra de Gudar?....jajaja...
ResponderEliminarVaya aventura que os habéis marcado Dani e indudablemente viendo el reportaje,no he podido remediar ver la similitud en esas dos Sierras...Si es que soy un ansia....jajaja
Otra cosa que me ha llamado la atención,son los nombres Peñalba(Cuenca)=Penyalba(Simat) o La Muela y Gullizno(Cuenca)=La Muela(Cortes de Pallas)y ''Gollizno''(Chulilla)...jejeje...Creo que es mas habitual de lo que parece que nos encontremos con estas similitudes...
Por cierto,gustosamente hubiera pagado yo las birras,al acabar esta magnifica ruta....jejeje
Un abrazo.
Pues sí Juane, muchas similitudes se le pueden encontrar a Gúdar y a la Serranía, grandes pinares, se respira soledad...y ambas están en dos provincias creo muy infravaloradas si de excursionismo hablamos, Teruel y Cuenca.
EliminarLo de los topónimos nos pondríamos a hablar de los que está repetidos o se parecen y no acabaríamos nunca, Penyalba también tenemos uno en la Vall d'Uixó, y luego la cantidad de picos o altos con el nombre "Nevera", hay unos cuantos...
Un abrazo.