El Torcal de Antequera

Viernes 13 de mayo de 2016

El karst de el Torcal de Antequera es uno de esos lugares mágicos, diría que únicos, dentro del territorio peninsular, y que cualquier buen amante de la montaña y la naturaleza no debería dejar de pasar por alto, nosotros tuvimos la suerte de poder visitarlo y hacer una ruta por allí aprovechando que estábamos pasando la semana por la provincia de Málaga, lo que supuso nuestra primera toma de contacto con las montañas andaluzas.

Pues sí amigos, hace poco nos fuimos a pasar una semanita a tierras malagueñas, con idea de hacer turismo, y por supuesto lo que más nos gusta, montaña, pero mira por donde llovió esa semana allí lo que llueve en todo un año, limitándonos al incómodo turismo de paraguas, y como imaginareis, de montaña, nada de nada, algo frustrante estar en la que dicen que es la provincia más montañosa del país, ver todas esas sierras y montañas, con una pintaza estupenda y no poder pisarlas, pero por suerte para el viernes ya no se anunciaban lluvias e íbamos a poder saciar nuestra sed de monte, y como andábamos por la zona de Antequera la visita a el Torcal se antojaba imprescindible.

A pesar de la mejoría anunciada el día amanece bastante frío y nublado, y hay bastante niebla cuando llegamos al Centro de Visitantes de el Torcal, punto de partida de las tres pequeñas rutas circulares que haremos hoy por el Torcal Alto, la primera de ellas será uno de los dos itinerarios señalizados del paraje, la Ruta Amarilla, el otro es la Ruta Verde, que comparte el principio y el final de la amarilla, con la única diferencia de un tramo central que los une y los convierte en una excursión más corta. Esta Ruta Amarilla nos dará a conocer el sector más conocido de este Torcal Alto, en el que encontraremos multitud y variedad de espectaculares formaciones rocosas. Nos vamos a encontrar con un sendero al que las lluvias de días anteriores han convertido en un engorroso barrizal, con tramos en los que te llegabas a hundir hasta los tobillos, teniendo que prestar especial precaución con los resbalones cada vez que pisábamos roca tras salir del barro, no veas como nos pusimos, al menos yo, pero yo es que me ensuciaría hasta andando sobre moqueta...aunque mirándolo por el lado bueno esto del barro echó para atrás a la mayoría de guiris y demás turistas de "punto en blanco" y pudimos disfrutar de este recorrido en relativa soledad, un laberíntico recorrido, entre callejones y dolinas (torcas) por un mundo (antaño sumergido) de inverosímiles y espectaculares formaciones, surrealistas algunas, a las que la niebla les otorgaba hoy un halo tenebroso, en resumidas cuentas, un paisaje como de otro planeta, que yo definiría como una gran ciudad de piedra, con esos callejones a modo de calles y avenidas, y las dolinas o torcas a modo de plazas, con los riscos y torres calizas haciendo las veces de edificios, evidentemente me gustan más y me encuentro mucho más cómodo en este tipo de ciudades que en las "normales", aunque a mi, y siguiendo a modo personal, más que todo ese fantástico capricho kárstico lo que más me llamó la atención fue la densa y variada vegetación que encontramos, especialmente en los callejones que enlazaban unas dolinas con otras, no me lo esperaba teniendo la fama pétrea que tiene este lugar y me sorprendió de veras.
Finalizamos esta primera circular acercándonos al Mirador de las Ventanillas, al sur del paraje, donde se disfrutan de unas buenas vistas de las sierras cercanas a la costa y a la capital.

Primeros compases de la Ruta Amarilla, con una de las pocas turistas que se atrevió a meterse en el barrizal ;-)

Vamos a adentrarnos en un lugar mágico, así qué las fotos hablen por si mismas, hoy, en contra de lo habitual, durante la crónica sólo pondré pies de foto puntualmente

La formación de la derecha es conocida cómo "la Esfinge"

Este callejón fue el que más espectacular nos resultó con respecto a la vegetación

Peonía de la Sierra (paeonia coriacea)

Por momentos te olvidabas de que estabas en un lugar kárstico y parecía que estabas en la mismísima selva ;-)

Foto del callejón a la salida del mismo, camuflado entre la maraña verde discurre el sendero

Esta la bautizamos nosotros cómo "el Mohicano del Torcal"

Una de las numerosas dolinas por las que pasa el recorrido

A la guillotina!!!

Mirador de las ventanillas, desde el que vemos la población de Villanueva de la Concepción

Para la segunda de las circulares íbamos a seguir el trazado denominado como la Ruta Roja, aunque está no se encuentra dentro de las "oficiales" del paraje, lo que hace que esta no sea tan transitada como la verde o la amarilla, esta ruta nos dará a conocer el sector más elevado de el Torcal, aquí, y aunque igual de llamativas, no encontraremos formaciones tan espectaculares como en la ruta anterior, pero por el contrario si que nos encontraremos con un recorrido más solitario, montañero y con vistas más amplias; de la ruta anteriormente realizada y de la Sierra de Chimenea en la primera mitad, y de Antequera, Peña de los Enamorados y sierras más orientales (Cabras, Camarolos, Prieta...) cuando rolaremos a norte, en la segunda mitad de esta circular, será al alcanzar esta vertiente cuando nuestra ruta se tornará más aventurera, puesto que como por arte de magia los puntos rojos que nos guiaban desaparecen, y también lo hace el sendero, engullido por un mar de punzantes cardos, por lo que seguir la linea del track estaba resultando un autentico suplicio, sobre todo para Laia y sus almohadillas, así que para evitar todos esos pinchazos intentamos ir siempre sobre las rocas, teniendo que tirar de orientación y teniendo que hacer pequeñas trepadas y dar algunos saltos de roca en roca. Al llegar a un mirador vimos, mirando al SE, una faja en la que se apreciaba un sendero, así que hacia allí que nos fuimos (ojo a este tramo con niebla, puesto que vimos algunas simas no señalizadas), en el camino a la faja se nos cruzó un risco con un enorme mástil y al que no dudamos en encaramarnos, anecdótico, en ese momento no lo sabíamos, pero estábamos en el Camorro de las Siete Mesas, punto más alto del paraje de el Torcal, seguimos destrepando en busca de la faja, a la que al final accedemos, justo frente a una alucinante formación conocida como "el Sombrerillo", desde allí arrancaba un sendero que sin perdida nos llevaría de nuevo al centro de visitantes, cerrando así esta segunda circular.

Ruta roja, primeros metros

No encontraremos tantas formaciones como en la ruta anterior, pero será compensado con excelentes vistas, vemos al fondo el Camorro Alto, en la vecina Sierra Chimenea

Pasamos junto al abrigo pastoril de Juan Ramos

Desde este punto gozamos de unas fantásticas vistas de la zona de el Torcal por la que habíamos transitado horas antes

Han desaparecido el sendero y las marcas rojas, y todo lo verde que veis son cardos, así que no nos queda otra que evitarlos por los roquedos

Vistas, en primer término, y si no me equivoco, el Pico de las Cabras, y al fondo la Peña Negra y la Sierra de Camarolos

Fajas, intentaremos bajar a ellas para andar con más comodidad

Antequera

La Peña de los Enamorados

Más fajas

Trepamos hasta la cumbre del Camorro de las Siete Mesas (1346 m.) punto más elevado de todo el paraje de el Torcal

Por fin hemos podido bajar a la faja y volver a pisar sendero

El Sombrerillo

De todas las formaciones que vimos fue la que más me gustó, por eso he encabezado la crónica con una foto de la misma

A esta, la de la izquierda, la bauticé como "el Culo" ;-)

"Los Moáis" del Torcal ;-)

Fijaos de donde emerge ese roble

La tercera de las circulares, la más corta de las tres, iba a consistir en ir a ver y fotografiarnos junto al Tornillo, la formación más conocida de todo el paraje (no en vano es su símbolo), fuimos por sendero, por una zona conocida como el Lapiaz de los Agrios y volvimos por la carretera, en total entre las tres circulares nos salieron unos 9 kilómetros, ideal para desentumecer las piernas tras tantos días sin actividad y prepararlas para lo que nos esperaba el día siguiente, nada más ni nada menos que la Maroma, el techo de la provincia de Málaga, pero eso ya os lo contaré la semana que viene.

Nos encantó el Torcal, un saludo a tod@s.

Vamos en busca del "Tornillo", ya vemos muchas formaciones que se le parecen

Ahí lo tenemos el buque insignia de el Torcal

La formación nos creó un efecto "Gioconda" ;-) viéndola en fotos parece mucho más grande de lo que en realidad es, pero aún así es espectacular