Sábado 14 de mayo de 2016
Lo prometido es deuda, y tal como os anticipé la semana pasada, en la crónica de hoy os voy a narrar nuestra ascensión, en la Sierra de la Tejeda, a la cima de la Maroma, techo de la provincia de Málaga, la que fue nuestra segunda y última ruta en nuestra primera toma de contacto con unas montañas andaluzas a las que seguro volveremos más veces, principalmente por que se nos quedaron algunas cositas pendientes (esos pinsapares de Ronda). Eso será en un futuro, no muy lejano espero, vayamos hoy con la crónica de la ascensión a esta montaña, de la que bajamos con un grandísimo sabor de boca.
Nada más acabar la ruta en el Torcal nos montamos en la furgo y pusimos rumbo a tierras granadinas, sí, íbamos a subir al techo de Málaga, pero la ruta iba a transcurrir íntegramente en territorio nazarí, la lluvia nos volvió a acompañar durante el transcurso del viaje, pero empezó a remitir cuando llegamos al área recreativa del Robledal, donde íbamos a pasar la noche y empezar la ruta la mañana siguiente. Vaya sorpresón que nos llevamos con esta área, zona de acampada controlada (por la mañana un guarda nos dijo amablemente que teníamos que haber pedido permiso para pernoctar allí), ubicada en un extenso pinar, limpia, muchísimo espacio, duchas y lavabos (solo activas en verano), mesas, fuentes y lo mejor de todo, un refugiete abierto que nos hubiese venido de perlas para cocinar bajo techo en caso de que hubiese seguido lloviendo. Esta semana en Málaga fue nuestra primera experiencia en plan "camper" con la furgoneta, y esta "acampada" en el Robledal fue sin duda la mejor de toda la semana.
No madrugamos en exceso la mañana siguiente, el día alarga, y ¡¡¡por fin!!! ya no se anunciaban lluvias, así que nos lo tomaremos con tranquilidad, abandonamos el área recreativa y empezamos a seguir, ya en ascenso, una pista forestal que discurre por un bonito bosque en el que habitan pinos (los que más), abetos de Douglas, fresnos y algún que otro roble y encina, el tramo es agradable, aunque más adelante se afea un poco debido a unos trabajos forestales que se están realizando en la zona, estos terminan cuando también lo hace la pista, que muta a sendero sobre la cota 1260, y que nos mete de lleno en un hermoso pinar que se vuelve a tornar bosque mixto metros más arriba, y que coincide con la parte con más pendiente de toda la excursión, el Mirador al Valle del Temple nos brindará la ocasión de tomarnos un respiro, tenemos buenas panorámicas desde allí, del mencionado valle al N, y de la Sierra de Játar al SE, y de no ser por el constante pasar de nubes que se iban quedando enganchadas en las cotas más altas de esta Sierra de la Tejeda hubiésemos tenido una visión más que nítida de Sierra Nevada allá en tierras más orientales.
Continuamos subiendo, siempre con la compañía, metros más abajo, del Arroyo de los Presillejos, el cual oímos cantarín, le han venido bien las lluvias de esta semana. Un nuevo colladete nos vuelve a ofrecer una pequeña tregua, previa a la rampa que nos sacará definitivamente de todo bosque para entrar ya en terreno rocoso de alta montaña, donde el único árbol capaz de prosperar, lo habéis adivinado, es el bello tejo, veremos unos cuantos, junto al sendero y también emergiendo de los rincones más húmedos e inaccesibles del roquedo, son unos supervivientes, ya que antaño eran mucho más numerosos, y de ahí el topónimo de la Sierra de la Tejeda.
Entramos en el paraje conocido cómo el Salto de Caballo, espectacular zona de altos tajos de roca oscura, y por la que el sendero escarcea de forma inteligente y segura hasta encontrar el paso clave para superar esa franja rocosa y ganar un pequeño valle colgado en el que se nos mostrara el karst de la Tejeda en todo su esplendor, este precioso sendero y el paso tienen pinta de ser uno de esos caminos ancestrales que se utilizaban antaño, atravesando sierras y montañas, para pasar, clandestinamente quizás?, de un lado a otro, en este caso de una provincia a otra.
Alcanzamos el Puerto del Lobo o de la Lobera según las fuentes consultadas, las nubes que antes creíamos que se estaban quedando enganchadas en las cotas altas resulta que se evaporaban al entrar en contacto con la sierra, cosa que nos regalaría unas buenas, aunque no nítidas, panorámicas del Mar Mediterráneo y la costa malacitana, a escasos 20 kilómetros de donde estábamos, creando un bonito contraste con lo alpino que se había tornado ahora el paisaje de nuestra montaña. Pasamos junto a una canal, por la que nuestro sendero desciende a vertiente sur con la misma elegancia que había remontado la norte, reafirmando mi teoría de lo del sendero ancestral, nosotros seguiremos la sucesión de hitos que nos harán pasar junto al vertiginoso patio del "Tajo Volaero", al que es mejor no acercarse en caso de vértigo, niebla, lluvia o viento, tras superarlo el sendero sale del roquedo y por terreno más fácil se supera la última y larga cuesta que nos hará encaramarnos al extenso y árido domo cimero de la Maroma. Ahora solo tendremos que seguir los innumerables hitos para alcanzar los dos mojones y la placa que indican el punto más alto de la montaña primero, y el enorme vértice geodésico, en el extremo más occidental de la loma, después. Muy buenas sensaciones las que nos habían dejado esta ascensión y esta montaña, cuyo topónimo, la Maroma, no es el correcto y es fruto de un error, luego os explico el por qué. En la cima bastante gente, entre ellos un grupo excursionista que tuvieron el detalle de identificarnos las vistas, extensas pero poco nítidas hoy, y limitadas exclusivamente al sur, aún así pudimos dominar completamente la comarca de la Axarquía y enclaves tan importantes como la Sierra de la Almijara, el Embalse de la Viñuela, Vélez-Málaga, Torrox, Nerja (¿recordáis Verano Azul?) o Almuñécar.
Tampoco dejaremos de visitar y asomarnos a la cercana Sima de la Maroma (por ahí van los tiros del topónimo erróneo), de 44 metros y antiguamente utilizada como pozo de nieve. En la cima también hay construidos numerosos vivacs, nos adueñamos de uno de ellos para hacer una larga y relajada pausa para la comida, no todos los días se puede presumir de comer en lo más alto de la provincia de Málaga ;-)
Y poco que contar ya, puesto que el regreso lo hicimos invirtiendo el camino de subida, ya montados en la furgo nos fuimos en busca de un camping en el que poder ducharnos, el día siguiente antes de regresar a Betxí hicimos una breve visita a la ciudad de Granada que puso el colofón a este periplo por tierras andaluzas, que hubiésemos deseado que hubiese sido menos lluvioso, y haber visitado en condiciones y más a fondo ciudades tan bellas como Antequera o Ronda, y más montañero, y poder haber hecho alguna ruta o haber visitado algún paraje más, cómo podrían haber sido los pinsapares de la Serranía de Ronda o de la Sierra de las Nieves, pero aún así sacamos un balance más que positivo de nuestro doble estreno; vida furgonetera y montañas andaluzas.
Un saludo a tod@s.
Aquí y ahora termina una ascensión.
Aquí y ahora comienza otra.
Esta montaña es el centro del mundo.
Esta montaña une la tierra con el cielo.
Esta montaña, cómo toda montaña, es un lugar sagrado, por eso estás aquí.
Que el eje que une el cielo con la tierra en este centro atraviese todo tu ser y por ello que la energía que aquí fluye te haga ser uno con el todo.
Envía al cielo este mensaje, el cielo ya te habrá respondido, así, mucho antes de que pienses en descender la transformación habrá comenzado.
Cómo os he comentado muy cerca del vértice y de la CIMA hay una SIMA, utilizada antiguamente como pozo de nieve, conocida como SIMA de la Maroma, llamada así por que utilizaban una para bajar y subir, pues resulta que un inventario de la Consejería de Medio Ambiente desveló que realmente el nombre de la CIMA es Pico de la Tejeda, cómo la sierra, el error viene dado debido al ceceo y al seseo de los lugareños, que hicieron que los términos CIMA y SIMA fueran confundidos, derivando así el nombre correcto de la cumbre al de la cavidad.
Postdata: Esta crónica está acabada de redactar con el ordenador de Eva, puesto que el mío, en el que tengo los programas de edición de foto y vídeo, archivos gpx (por eso esta crónica no tiene ni track ni datos de la ruta) y demás cachivaches que suelo utilizar para la preparación de las crónicas, se me ha fastidiado, por lo que estaré unas semanas sin él, así que, hasta entonces, me tomo unas forzadas mini-vacaciones blogeras ;-), nos vemos pronto!!!
Lo prometido es deuda, y tal como os anticipé la semana pasada, en la crónica de hoy os voy a narrar nuestra ascensión, en la Sierra de la Tejeda, a la cima de la Maroma, techo de la provincia de Málaga, la que fue nuestra segunda y última ruta en nuestra primera toma de contacto con unas montañas andaluzas a las que seguro volveremos más veces, principalmente por que se nos quedaron algunas cositas pendientes (esos pinsapares de Ronda). Eso será en un futuro, no muy lejano espero, vayamos hoy con la crónica de la ascensión a esta montaña, de la que bajamos con un grandísimo sabor de boca.
La Sierra de la Tejeda y la Maroma junto con el Embalse de los Bermejales, el día siguiente de la ascensión, camino de Granada. |
Nada más acabar la ruta en el Torcal nos montamos en la furgo y pusimos rumbo a tierras granadinas, sí, íbamos a subir al techo de Málaga, pero la ruta iba a transcurrir íntegramente en territorio nazarí, la lluvia nos volvió a acompañar durante el transcurso del viaje, pero empezó a remitir cuando llegamos al área recreativa del Robledal, donde íbamos a pasar la noche y empezar la ruta la mañana siguiente. Vaya sorpresón que nos llevamos con esta área, zona de acampada controlada (por la mañana un guarda nos dijo amablemente que teníamos que haber pedido permiso para pernoctar allí), ubicada en un extenso pinar, limpia, muchísimo espacio, duchas y lavabos (solo activas en verano), mesas, fuentes y lo mejor de todo, un refugiete abierto que nos hubiese venido de perlas para cocinar bajo techo en caso de que hubiese seguido lloviendo. Esta semana en Málaga fue nuestra primera experiencia en plan "camper" con la furgoneta, y esta "acampada" en el Robledal fue sin duda la mejor de toda la semana.
No madrugamos en exceso la mañana siguiente, el día alarga, y ¡¡¡por fin!!! ya no se anunciaban lluvias, así que nos lo tomaremos con tranquilidad, abandonamos el área recreativa y empezamos a seguir, ya en ascenso, una pista forestal que discurre por un bonito bosque en el que habitan pinos (los que más), abetos de Douglas, fresnos y algún que otro roble y encina, el tramo es agradable, aunque más adelante se afea un poco debido a unos trabajos forestales que se están realizando en la zona, estos terminan cuando también lo hace la pista, que muta a sendero sobre la cota 1260, y que nos mete de lleno en un hermoso pinar que se vuelve a tornar bosque mixto metros más arriba, y que coincide con la parte con más pendiente de toda la excursión, el Mirador al Valle del Temple nos brindará la ocasión de tomarnos un respiro, tenemos buenas panorámicas desde allí, del mencionado valle al N, y de la Sierra de Játar al SE, y de no ser por el constante pasar de nubes que se iban quedando enganchadas en las cotas más altas de esta Sierra de la Tejeda hubiésemos tenido una visión más que nítida de Sierra Nevada allá en tierras más orientales.
Continuamos subiendo, siempre con la compañía, metros más abajo, del Arroyo de los Presillejos, el cual oímos cantarín, le han venido bien las lluvias de esta semana. Un nuevo colladete nos vuelve a ofrecer una pequeña tregua, previa a la rampa que nos sacará definitivamente de todo bosque para entrar ya en terreno rocoso de alta montaña, donde el único árbol capaz de prosperar, lo habéis adivinado, es el bello tejo, veremos unos cuantos, junto al sendero y también emergiendo de los rincones más húmedos e inaccesibles del roquedo, son unos supervivientes, ya que antaño eran mucho más numerosos, y de ahí el topónimo de la Sierra de la Tejeda.
Entramos en el paraje conocido cómo el Salto de Caballo, espectacular zona de altos tajos de roca oscura, y por la que el sendero escarcea de forma inteligente y segura hasta encontrar el paso clave para superar esa franja rocosa y ganar un pequeño valle colgado en el que se nos mostrara el karst de la Tejeda en todo su esplendor, este precioso sendero y el paso tienen pinta de ser uno de esos caminos ancestrales que se utilizaban antaño, atravesando sierras y montañas, para pasar, clandestinamente quizás?, de un lado a otro, en este caso de una provincia a otra.
Alcanzamos el Puerto del Lobo o de la Lobera según las fuentes consultadas, las nubes que antes creíamos que se estaban quedando enganchadas en las cotas altas resulta que se evaporaban al entrar en contacto con la sierra, cosa que nos regalaría unas buenas, aunque no nítidas, panorámicas del Mar Mediterráneo y la costa malacitana, a escasos 20 kilómetros de donde estábamos, creando un bonito contraste con lo alpino que se había tornado ahora el paisaje de nuestra montaña. Pasamos junto a una canal, por la que nuestro sendero desciende a vertiente sur con la misma elegancia que había remontado la norte, reafirmando mi teoría de lo del sendero ancestral, nosotros seguiremos la sucesión de hitos que nos harán pasar junto al vertiginoso patio del "Tajo Volaero", al que es mejor no acercarse en caso de vértigo, niebla, lluvia o viento, tras superarlo el sendero sale del roquedo y por terreno más fácil se supera la última y larga cuesta que nos hará encaramarnos al extenso y árido domo cimero de la Maroma. Ahora solo tendremos que seguir los innumerables hitos para alcanzar los dos mojones y la placa que indican el punto más alto de la montaña primero, y el enorme vértice geodésico, en el extremo más occidental de la loma, después. Muy buenas sensaciones las que nos habían dejado esta ascensión y esta montaña, cuyo topónimo, la Maroma, no es el correcto y es fruto de un error, luego os explico el por qué. En la cima bastante gente, entre ellos un grupo excursionista que tuvieron el detalle de identificarnos las vistas, extensas pero poco nítidas hoy, y limitadas exclusivamente al sur, aún así pudimos dominar completamente la comarca de la Axarquía y enclaves tan importantes como la Sierra de la Almijara, el Embalse de la Viñuela, Vélez-Málaga, Torrox, Nerja (¿recordáis Verano Azul?) o Almuñécar.
Tampoco dejaremos de visitar y asomarnos a la cercana Sima de la Maroma (por ahí van los tiros del topónimo erróneo), de 44 metros y antiguamente utilizada como pozo de nieve. En la cima también hay construidos numerosos vivacs, nos adueñamos de uno de ellos para hacer una larga y relajada pausa para la comida, no todos los días se puede presumir de comer en lo más alto de la provincia de Málaga ;-)
Y poco que contar ya, puesto que el regreso lo hicimos invirtiendo el camino de subida, ya montados en la furgo nos fuimos en busca de un camping en el que poder ducharnos, el día siguiente antes de regresar a Betxí hicimos una breve visita a la ciudad de Granada que puso el colofón a este periplo por tierras andaluzas, que hubiésemos deseado que hubiese sido menos lluvioso, y haber visitado en condiciones y más a fondo ciudades tan bellas como Antequera o Ronda, y más montañero, y poder haber hecho alguna ruta o haber visitado algún paraje más, cómo podrían haber sido los pinsapares de la Serranía de Ronda o de la Sierra de las Nieves, pero aún así sacamos un balance más que positivo de nuestro doble estreno; vida furgonetera y montañas andaluzas.
Un saludo a tod@s.
Lo volvemos a ver, esta vez oculto tras esta majestuosa encina. |
Empezamos a subir, por buen camino, por pinar de re-población, y explotado para la extracción de resina. |
Pronto aparecen los primeros robles y fresnos... |
...y también los abetos de Douglas. |
Tras unos trabajos forestales que han dejado bastantes troncos y ramas en el suelo y surcos y barro en el camino, este vuelve a recuperar el encanto del principio. |
Termina la pista y empieza el sendero, que se adentra en otro bonito pinar. |
A medida que iremos ganando altura irán apareciendo más claros en el bosque, y podremos disfrutar de miradores naturales como este. |
Seguimos para arriba, a nuestra derecha vemos y oímos el curso del Arroyo de los Presillejos, en frente las nubes quedan enganchadas a la zona cimera. |
Perdemos un poco de cota tras atravesar este paso natural en forma de uve, llamado el Contadero, puesto que lo aprovechaban los pastores para hacer recuento del ganado. |
Tras esa bajada se inicia el tramo con mayor pendiente de toda la excursión, por suerte es a la sombra ;-) |
Nos tomaremos un respiro y comeremos unos dátiles en el mirador del Valle del Temple, desde el cual vemos la vecina Sierra de Játar con el Cerro Malascamas envuelto de nubes. |
Y seguimos subiendo, ya cada vez con menos arbolado, enfrente mía el Cerro del Nido del Águila. |
Seguimos encontrando buenos miradores en los que detenernos a contemplar las bonitas vistas que estas montañas granadinas nos ofrecen. |
Vemos de nuevo el Malascamas, ya sin nubes a su alrededor. |
Ya vemos la zona del Salto del Caballo, y la totalidad de la cuerda de nuestra montaña, con el Cerro del Sol a la izquierda y la zona somital a la derecha. |
Entramos en territorio tejo, los veremos asomarse tras la roca... |
...emergiendo de lugares insospechados... |
...o simplemente junto al sendero. |
Siempre he sido un poco negado a la hora de identificar plantas, flores o árboles, pero desde que sé distinguir los tejos, han pasado a ser uno de mis árboles favoritos. |
Dejamos atrás los tejos, nos encaminamos hacia la zona rocosa del Salto del Caballo, el ambiente se torna ya de alta montaña. |
Una de las numerosas lazadas que discurren por este sendero labrado en la roca oscura de esta zona. |
Una preciosidad de sendero de montaña que pasa entre grandes bloques. |
Otra lazada, la que nos encara con el paso que supera definitivamente el roquedo del Salto del Caballo. |
Penúltima de las lazadas, que sirve para salvar esta franja rocosa que desde lejos se veía infranqueable. |
Última de las lazadas, con tejo incluido, tras superarla nos montamos en la meseta cimera de la Maroma. |
Una vez ella vemos el Cerro del Sol, y el pequeño valle colgado en el que se intuye ambiente kárstico, no se aprecia en la imagen, pero en esta zona había bastantes simas señalizadas y cercadas. |
Vistas hacia la ensenada o bahía de Málaga, que se aprecia de forma difusa, vemos de forma más nítida el Cerro el Fuerte en el margen inferior izquierdo de la foto. |
Continuamos con el ascenso, dejamos atrás el Puerto de la Lobera y vemos la alpina figura del pico o cerro Tacita de Plata. |
Lo tendremos a nuestras espaldas durante el resto del ascenso, cómo veis la vegetación se ha visto reducida ya al cojín de monja, algún que otro piorno y otros pequeños arbustos. |
Llegamos a la aérea zona del Tajo Volaero. |
Vemos la canal por la que lo que parecía el sendero principal desciende hacia tierras malagueñas. |
Laia y yo pasamos primero la zona del Tajo Volaero... |
...para así poder apreciar mejor el patio cuando lo cruce Eva. |
Si tenéis vértigo hay una alternativa a la derecha (izquierda en la imagen) que evita pasar junto a los cortados, si optáis por pasar junto a ellos como hicimos nosotros, ojito. |
Eva acabando de superar esta zona de riesgo. |
Tras el Tajo Volaero una serie de hitos nos guiarán entre este mar de roca, nuestra montaña empieza a adquirir tintes redondeados. |
Cómo veis imposible desorientarse, hitos grandes y muy seguidos, que servirán de especial ayuda los días de mucha niebla. |
Desde el privilegio que nos otorga la altura vemos a la pareja de sevillanos en la zona rocosa posterior al Tajo Volaero. |
El resto del camino hasta la cima es así, muy fácil y muy bien jalonado. |
Entre dos grandes hitos ya podemos ver el vértice de la Maroma. |
Aunque esa elevación con dos mojones parece más alta que el vértice, vayamos a ver!!. |
Sea cómo sea, esta cima es un 2000 y ya no nos lo quita nadie!!!, transcribo a continuación el bonito texto de la placa metálica: |
Aquí y ahora comienza otra.
Esta montaña es el centro del mundo.
Esta montaña une la tierra con el cielo.
Esta montaña, cómo toda montaña, es un lugar sagrado, por eso estás aquí.
Que el eje que une el cielo con la tierra en este centro atraviese todo tu ser y por ello que la energía que aquí fluye te haga ser uno con el todo.
Envía al cielo este mensaje, el cielo ya te habrá respondido, así, mucho antes de que pienses en descender la transformación habrá comenzado.
Vayamos a ver que reparten en el vértice, que se ve bastante gente ;-) |
Ahora si que estamos en el punto más alto de Málaga!!!, os explico ahora lo que os comentaba antes sobre lo del topónimo de la Maroma: |
Nosotros nos tendremos que conformar hoy con vistas a más corto plazo, por ejemplo, del Embalse de la Viñuela y la comarca de la Axarquía. |
Vistas hacia el sur, donde podemos intuir las costeras Nerja y Almuñécar. |
Un vistazo hacia la Sierra de la Almijara. |
Y entre toda la gente de la cima, esta cabra, que no se alejaba mucho. |
Aprovechó que se había marchado toda la gente para ir a ver que pescaba por allí, poco sospechaba que aún andábamos nosotros por allí para pescarla a ella en su rastreo ;-) |
Les dejamos la cima a los bulliciosos scouts ;-), iniciamos el descenso. |
Al volver a pasar junto al Tajo Volaero no pudimos resistir la tentación de asomarnos una vez más a él. |
Brutal, y me encanta el topónimo!!! ;-) |
Agreste vertiente sur de la Maroma. |
Nos vamos despidiendo, del Cerro del Sol y los tajos del Salto del Caballo... |
...de los tejos... |
...y de la Maroma...o Pico de la Tejeda!!! ;-) |
Despedimos el reportaje con un toque floral, con estas bonitas peonias que vimos en un colladete. |
Postdata: Esta crónica está acabada de redactar con el ordenador de Eva, puesto que el mío, en el que tengo los programas de edición de foto y vídeo, archivos gpx (por eso esta crónica no tiene ni track ni datos de la ruta) y demás cachivaches que suelo utilizar para la preparación de las crónicas, se me ha fastidiado, por lo que estaré unas semanas sin él, así que, hasta entonces, me tomo unas forzadas mini-vacaciones blogeras ;-), nos vemos pronto!!!
Hola Dani.
ResponderEliminarOle, buena montaña se ve la Maroma. Cuando comienza la zona rocosa hasta arriba, tiene una pinta estupenda. ¡¡Imagínate divisar el Atlas desde allí!! Y los Tejos una hermosura, yo siempre suelo distinguir los tejos dependiendo de donde salgan, como pueden ser a la ribera de ríos o arroyos, en las laderas o pedreras de los barrancos y los de de los roquedos, esos que aprovechan las grietas para lanzar sus poderosas y casi inmortales raíces y conjuntarse con la roca pura y dura.
Muy curioso y bonito el texto de la placa, pero lo que me ha hecho gracia es lo del nombre de la Maroma. jajjajaja el famoso ceceo andaluz, la cima de la Maroma! A mi muchas veces me han dicho que si soy andaluz por que hay veces que pronuncio igual la c que la s, y en mi caso viene más por mi sordera pero es que me es muy gracioso.
Está claro que cuando volvamos a Málaga, terminara cayendo esta Maroma/Tejeda.
¡¡Cervezas y Tejos!!
Ah, que se me olvidaba. No tardes en volver que el per dalt es como la salida montaraz del finde o la cerveza post ruta. ¡¡Hace mucha falta!!
EliminarHola Toni, ya estoy operativo de nuevo!!!, y lo primero que he hecho ha sido leerme este entradón tuyo de las Médulas, luego me la leo otra vez y te pongo un comentario. Ahora tengo la ardua tarea de poner al día todo el trabajo atrasado.
EliminarSi, que nos llevamos un sorpresón con esta Maroma, sobre todo cuando aparecieron esos tejos y luego con todo el espectaculo rocoso de la zona cimera, ya si llegamos a divisar el Atlas hubiese sido la ostia en bicicleta, pero después de lo revuelto de la semana nos conformamos con lo que vimos.
¿En serio?, ¿te han preguntado alguna vez si eres andaluz? jajaja, ole el salero de Magia Zerrana!!! jajaja
Birras y abrasos jajaja.
Hola Dani
ResponderEliminarVaya bosques de pinos chulos y de las vistas no hace falta decir nada, muy muy guapas...Ya tienes otro techo mas en la mochila, en este caso en Malaga, nada al lado de casa jajaja.
A este paso los kilometros de la furgoneta van a superar a los de un trailer de internacional jajaja.
Un abrazo
Jose
TROTASENDES BENICALAP
Hola Jose.
EliminarJejeje, ahora que podemos llevar la casa a cuesta pues aprovecharemos, y seguro que volveremos con ella a Málaga que tiene un montón de montañas chulas como esta Maroma.
Un abrazo.
Hola Dani!!!
ResponderEliminarVaya rutón que os habéis metido, y encima techo de la provincia de Málaga!!!
Como cambia el paisaje de la zona baja, muy boscosa, a la zona alta, completamente pelada y como tu dices, muy alpina.
Me ha gustado mucho ese último sendero que iba laceando, que bien hecho que está, y que buenas vistas que tiene que ofrecer.
La inscripción en la placa cimera me ha gustado mucho, le da un toque más espiritual a la ascensión.
Cuando vuelvas a tener el ordenador funcionando vas a tener que hacer un maratón de escribir entradas... jajaja
Un abrazo!!!
Hola David, como le he dicho a Toni, ya estoy operativo, ahora a ponerme al día, tanto con vuestras entradas como en la mías, que anda que no tengo trabajo atrasado, me tocará hacer horas extras jajaja. Ya te anticipo que entre las crónicas venideras habrán dos techos provinciales más...
EliminarUn abrazo.
Hola Dani.
ResponderEliminarHay que ver como cambia el terreno, en unos cientos de metros, de un bonito bosque de pinos, y tejos, a la meseta karstica del tramo final.
Muy chula en general toda la ascensión, hasta el área recreativa donde dormisteis, por cierto la encontrasteis al hacer, o mirasteis en alguno página en concreto.
Bueno, repara pronto el ordenador, que no podemos estar muchos días sin leerte, que nos entra el mono!!!.
Un saludo.
Hola Eduardo, ordenador reparado, ahora mientras me instalo algunas cositas y tal creo que solo tendréis que aguantar el mono un par de semanitas más ;-)
EliminarEl área recreativa la descubrí buscando información sobre esta ruta, de hecho la mayoría de las reseñas de ascensión a la Maroma parten desde este lugar, lo que no me esperaba es que fuese tan grande y estuviese tan bien acondicionada, y que se pudiese acampar y estuviese tan limpia, así da gusto.
Una montaña que te debes apuntar si viajas a Málaga.
Un saludo.
¡Hola Dani! Desde luego, esa Maroma es una maravilla de montaña y en la provincia de Málaga (aunque sólo sea el vértice). Málaga la relaciono con playa y sol, pero veo que tiene buenos montes con cimas que no tienen que envidiar a otras más septentrionales. Muy bonita ascensión. En cuanto al nombre,no siempre es lo que parece. En este caso, ese fenómeno lingüístico ha hecho que se denomine de forma errónea una cima. Bueno, lo que importa es vuestra vivencia con la que tanto habéis disfrutado.
ResponderEliminarUn abrazo.
Hola Emilio, la verdad es que si que es todo un poco enmarañado lo de esta cima (el nombre confuso, que el punto más alto esté en Granada y el vértice en Málaga...), pero lo que importa es que es una montaña bonita y disfrutamos mucho subiéndola, más allá de que se trate de un techo provincial.
EliminarEn Málaga pasa como pueda pasar en Alicante o Castellón, fama de sol y playas, sí, pero unas montañas y sierras excelentes!!!
Un abrazo.
Pues un ''brutal'' 2000 malagueño Dani...jejeje...una magnifica ascensión,que aunque se suba y se baje por el mismo sitio,no desmerece nada.
ResponderEliminarMe ha llamado la atención lo del ''Contadero'',como el Pas del Contador en Sella(Alicante)...Vaya con los andaluces con cima-sima...jejeje.
Malaga montañosa y que habrá que visitar si o si....
Un abrazo.
Hola Juane.
EliminarEs apasionante lo de los topónimos, como muchos coinciden siendo de zonas muy lejanas de una a la otra, o como derivan con el paso del tiempo, llegando a cambiarlos, cómo es el caso de la Maroma/Tejeda.
Respecto a lo de subir y bajar por el mismo sitio luego en casa vi varias opciones de hacer esta ruta circular, a la próxima jeje.
No dudéis en visitar tierras y montañas malagueñas, os sorprenderán!!!
Un abrazo.