Aitana (1549 m.)

Sábado 28 de mayo de 2016


Nos marcamos otro salto inter-provincial y de los bosques y ríos de Teruel nos vamos a las calizas montañas de Alacant, nada más y nada menos a subir a la más alta de todas ellas, Aitana, en lista de espera desde no sé cuanto. Lo haremos utilizando su vía de subida más clásica, desde la Font del Partagat, una bonita ascensión que no hará otra cosa que reafirmar nuestro creciente amor a las montañas alicantinas.

Se anunciaba un finde con temperaturas muy altas en todo el territorio valenciano, pero paradojicamente esta vez daban menos calor hacia el sur, por lo que se nos presentó la ocasión perfecta para hacer la última ruta en Alacant antes de los rigores veraniegos y de realizar la tantas veces pospuesta ascensión al Aitana, así que sin pensarlo mucho montamos la furgoneta y para allá que nos fuimos.
Cómo os he comentado la Font del Partagat en Benifato iba a ser el punto de partida y final de nuestra excursión, allí llegamos, con la noche cayendo, el viernes, con la idea de cenar y pernoctar allí, un fuerte viento nos incomodó bastante durante la cena y adelantó la hora de irnos a sobar.

Por suerte el sábado amaneció más calmado y además pudimos reparar en algo que la oscuridad no nos dejó ver cuando llegamos a la Font del Partagat, y es que está ubicada en un lugar espectacular, rodeada de un circo calizo dominado por las cimas de la Penya Alta y el Penyó de Rapel, a ambas, además del Aitana, subiríamos hoy. Tras dar cuenta de un cumplido desayuno nos ponemos en marcha, la cosa se pone cuesta arriba desde el principio y enseguida llegamos a la bifurcación que marca el inicio de la circular, nosotros hoy le volveremos a llevar la contraria al sentido horario, el camino que seguíamos muta a sendero cuando pasamos junto a las ruinas de uno de los cinco pozos de nieve que íbamos a ver hoy, y tras ganar unos metros empieza a discurrir entre un bonito caos de calizas desprendidas. Alcanzamos un colladete, ahí vemos la espectacular, puntiaguda y tentadora silueta del Penyó de Rapel, tan tentadora que no pudimos resistirnos a desviarnos de nuestro sendero para subir allí arriba, cosa que a primera vista parece imposible, pero hay un buen sendero hasta allí, y sólo hay que apoyar un poco las manos en el remate final, eso sí, el patio es de aúpa, mejor no hacer mucho el tonto allí arriba... Hacemos turnos para subir allí, porque en este caso (lo veréis luego en las fotos) mejor tener la foto de cima hecha desde abajo que desde arriba. Las vistas son ya muy buenas desde lo alto de esta roca (Serrella, Aixortà, Bèrnia...).

Área recreativa de la Font del Partagat, situada en un privilegiado entorno, aquí cenamos y dormimos el viernes, y desayunamos (momento en el que está sacada la panorámica), iniciamos y acabamos la ruta y comimos el sábado.

Tras el desayuno nos ponemos en marcha, tras Eva, agujereado cual gruyere, el Penyó del Partagat.

Las vistas empiezan a ser muy buenas desde el principio, aquí vemos la vecina Serrella con su cima más alta, la Mallada del Llop, ¿recordáis la espectacular ruta que hicimos allí el año pasado?.

También vemos la característica silueta de la cresta de la Serra de Bèrnia, por allí anduvimos el día siguiente, os emplazo al cresteo que hicimos allí en 2012.

Regresemos a 2016, el carril nos encamina hacia las imponentes paredes de la vertiente norte de Aitana...

...aunque de momento nos llama más la atención la presencia del Penyó de Rapel.

Al poco de empezar a pisar sendero nos desviamos un poco para ver un primer pozo de nieve, aunque no es raro ver Aitana nevada una vez al año, estos pozos nos hacen suponer que antaño las nevadas serían más habituales y duraderas.

Vamos ganando cota, seguimos sin quitarle ojo al Penyó de Rapel, la idea de intentar subir empieza a rondarme en la cabeza.

El marcado y cómodo sendero empieza a discurrir por una bonita zona de pedreras y bloques desprendidos.

La caliza se adueña del paisaje a partir de ahora.

Serpenteando entre el roquedo, ya nos hemos marcado cómo primer objetivo el Penyó de Rapel, aunque desde esta perspectiva se antoja difícil su acometida.

Pero desde esta otra ya parece otra cosa.

Llegamos a este collado, aquí además de las vistas vemos que existe un sendero que se encamina hacia el Penyó.

Subimos por turnos, primero voy yo, el sendero avanza sin problemas por la vertiente oeste del Penyó, y nos descubre esta espectacular brecha. Para acceder a la cima tendremos que hacer una corta y sencilla trepadilla.

Aquí estoy yo en la cima, poco que añadir sobre el patio.

Le toca el turno a Eva, Penyó de Rapel, 1209 m.

Vistas desde este altivo espolón, a nuestros pies la Font del Partagat, la Serra de l'Aixortà, Serra de Bèrnia e incluso distinguimos el Penyal d'Ifac.

Con el buen sabor de boca de este "fuera de guión" en el bolsillo continuamos con la marcha, se nos unen por momentos una "expedición" de tres simpátic@s ingleses, junto a ellos pasaremos y nos refrescaremos en la Font de la Noguera. Ya en solitario seguiremos avanzando hasta llegar a la Font de la Forata y un segundo pozo de nieve, ya con la esfera de la base militar de la cima de Aitana a la vista, así como los circos calizos de la vertiente norte de esta sierra y la enigmática roca agujereada de la Forata, a la que subiremos en unos instantes. Pero antes, y tras pasar junto a un tercer nevero, perderemos un poco de cota para visitar y recorrer "el Trinquet", una curiosa grieta que se puede recorrer por dentro, y es que, como comprobaríamos más tarde, esta Serra d'Aitana tiene un interesante sistema kárstico en el que no faltan sus simas. A la entrada del "Trinquet" encontramos las ruinas de un cuarto pozo de nieve.

Continuamos, más vistas, en primer término les Penyes de Matxelis, y al fondo otra espectacular cima de la Serrella, el Pla de la Casa, dos veces (1 y 2) hemos estado en ella.

El ascenso se endurece, dejamos atrás la espectacular silueta del Penyó de Rapel.

La Font de la Noguera nos ofrece la posibilidad de refrescarnos, allí el inglés del grupo que se nos había unido nos cuenta una divertida anécdota que le pasó a el, acontecida en ese mismo lugar hace 20 años, según pudimos entender, algo relacionado con bajar ladera abajo con una Bultaco y aterrizar en la pequeña balsa de agua que hay bajo la fuente...

Con el grupo de ingleses, con 77 años, no veáis cómo marcaba el ritmo la mujer que encabeza el grupo, a piñón!!

Calizas cimeras...

...entre las que ya distinguimos, no pasa desapercibido, nuestro próximo objetivo, la Penya Forata.

Antes paramos a ver las ruinas de un segundo pozo de nieve, cerca de allí nos podremos volver a refrescar en la Font de Forata, ya no encontraremos más fuentes en todo el recorrido.

Un tercer pozo de nieve, a los pies de un bonito circo calizo.

Más vistas, en primer plano Penyo de Rapel y Penya de la Gossa, en el valle distinguimos la bella Castell de Guadalest, tras la cual emerge l'Aixortà, asoma detrás el Montgó.

El punki-mohicano-payaso de Aitana.

Vaya, perdemos cota ahora, ¿por qué?.

La razón, ver un nuevo pozo de nieve.

Y para recorrer esta grieta, conocida cómo "el Trinquet" (se conoce cómo trinquet al lugar donde se juega a Pilota Valenciana).

Retomamos de nuevo el camino principal, aunque lo volvemos a abandonar de inmediato para subir hasta la Penya Forata, la subida es tiesa, y con bastante piedrecilla suelta en la parte final, nos requerirá de un buen esfuerzo, pero las vistas desde este perfecto y circular puente de roca natural nos lo recompensará con creces, así cómo el fresquito que corre allí arriba, más que bienvenido puesto que el calor empezaba a apretar. Creo que lugar más idóneo para el almuerzo en esta excursión, imposible.

Retomamos la subida, en unos momentos andaremos por ahí arriba.

Camino a la Penya Forata, vemos los acantilados más orientales, sobre los que andaremos después de coronar.

Laia es la primera en llegar a la Penya Forata, al otro lado nos esperaba una refrescante sombrita en la que almorzar.

Tampoco perdimos la ocasión de hacernos bonitas fotos en este rincón especial.

La foto que ilustra este reportaje, aquí la tenéis de nuevo.

Esto es lo que se ve desde la Penya Forata, los derrubios que vemos en primera instancia corresponden a la zona del Passet de la Rabosa, luego vemos una primera cota y después la Penya Alta, omnipresente Bèrnia.

Retomado (una vez más) el sendero madre nos disponemos a negociar el famoso Passet de la Rabosa, un atractivo escarceo del sendero entre bloques, en el que apenas tendemos que apoyar las manos un par de ocasiones, rematado por un paso estrecho en el que los que somos anchos de espaldas tendremos que pasar de lado ;-). Salimos junto a el impresionante Avenc del Partagat, y tras superarlo engancharemos el sendero que en dirección O se encarama hasta la cima de Aitana. Cómo muchos sabréis, por desgracia la cima y el vértice geodésico de Aitana se hallan secuestrados por una horrible base militar, sinceramente, de toda la basura que he encontrado en la montaña, esta, sin duda, la peor. Así que es imposible hollar el punto más alto de la provincia de Alacant :-(. Nos tendremos que conformar con las cotas secundarias que hay al este de las vallas y concertinas. Base militar a banda, las vistas son brutales, con dos protagonistas absolutos, los precipicios de la cara norte de la Serra d'Aitana, y el majestuoso Puig Campana, el amo y señor de las montañas alicantinas.

Nos disponemos a afrontar el Passet de la Rabosa, que tiene alguna sección tan atractiva cómo esta.

O cómo esta, en la que el sendero está reforzado con unos listones de madera.

Zona de estrecheces y trepaditas de esta entretenida sección del recorrido.

Y este es el famoso Passet de la Rabosa.

Esto es lo que se ve una vez lo hemos atravesado.

A nuestra derecha queda el impresionante Avenc del Partagat.

Lo vemos aquí de una forma más amplia, en fotos posteriores podremos ver más detalles kársticos de Aitana.

Nos encaminamos hacia la cima, vemos aquí una montaña alicantina que esperamos visitar en breve, el Cabeço d'Or.

Detalle, durante la subida, de la Penya Alta, a la que subiremos más tarde. Intuimos más simas.

Mirad quien aparece a nuestras espaldas, es el Puig Campana, la más emblemática de las montañas alicantinas, con su característico Tajo de Roldán.

Zona, cimera, coronamos una primera cota, la intrépida Laia se asoma a disfrutar de las vistas.

Como a la verdadera cima no se puede llegar, hay ciertas dudas en saber cual es el punto más alto que se puede alcanzar, nosotros pasamos por todos, este, además de que nos pareció el más elevado, nos pareció también el más atractivo a la hora de hacernos fotos de cima, pondremos dos hoy, una con Eva y Bèrnia.

Y otra mía, con Laia y el Puig Campana. Aitana, 1549 m.

Ahí tenemos, tras las feas vallas y pinchos, junto a la horrible esfera del radar aéreo, al vértice cimero (1558 m.) secuestrado.

Regresamos a la zona del Avenc (sima) para afrontar la segunda parte de la excursión, en la que recorreremos, en sentido E, parte del cordal de la Serra d'Aitana, de suaves relieves en su vertiente sur y cortado a cuchillo en la norte, subiremos a una primera cota y posteriormente a la que será la tercera cima de la jornada, la Penya Alta, proseguiremos luego por terreno lapiaz, coronando las diversas tachuelas que conforman els Alts de la Tagarina, hasta que llegaremos al collado homónimo, en el cual ya abandonaremos la cuerda. Durante todo este tramo las vistas fueron sensacionales, y además fuimos agraciados con dos ligeros chaparroncillos que nos aliviaron por unos breves momentos del sofocante calor.

Desandamos nuestros para continuar con el cresteo.

Empezaremos subiendo a una primera cota, donde vemos mejor la zona cimera y el karst de Aitana.

Volvemos a ver el Avenc del Partagat, el Passet de la Rabosa y la Penya Forata.

Las vistas durante el cresteo son brutales, sobre todo si miramos a los acantilados, da igual que miremos hacia el oeste...

...que hacia el este.

Esta imagen, aunque no muy nítida, nos sobrecoge, la espectacular cresta de Bèrnia y el Penyal d'Ifac emergiendo del mar de nubes formado en la costa.

Seguimos, nuestra próxima parada, es esa cima, la Penya Alta, se nos cuela un vencejo en la foto ;-).

Ya hemos llegado, Laia en la cima, que se encuentra a 1505 metros.

Cómo no, las vistas también son de las que quitan el hipo.

Un primer plano exclusivo para el Puig Campana, la montaña más prominente de todo el País Valencià, buenos recuerdos de cuando anduvimos por allí en 2012, habrá que pensar en hacerle una nueva visita.

Desde las alturas tampoco nos pasa desapercibido el Pou dels Teixos, en el regreso a la Font del Partagat nos acercaremos a verlo.

Nos unimos a un grupo, camino del Coll de Tagarina, en el que abandonaremos la cuerda.

En el Coll de Tagarina rompemos rumbo NO, para buscar, siempre en descenso e íntegramente por pista forestal, la Font del Partagat, donde finalizaría la ruta. Lo más destacable de este tramo, volver a ver los paredones norte de la Serra d'Aitana desde abajo, y el habernos desviado a ver el Pou dels Teixos, último y también el más grande de los pozos de nieve vistos en la jornada de hoy. En el área recreativa de la fuente los gigantescos chopos nos dieron cobijo mientras comíamos, primero del sol y luego de un nuevo chaparrón, por la tarde movimos el campamento a les Cases de Bèrnia, el día siguiente rememoraríamos muy buenos momentos en la Serra de Bèrnia.

Un saludo a tod@s.

Indicación el Coll de Tagarina, detrás, difuminado, el tajo del Puig Campana.

Ponemos rumbo a la Font del Partagat, el resto de la ruta ya será por camino forestal.

Bueno, todo no, por un senderillo nos desviaremos, Laia y yo, a ver el Pou dels Teixos, este al contrario de los vistos anteriormente, conserva un arco de llenado.

El más grande de los pozos vistos hoy, se adivinan los restos de un arco, sobre el que estaría la cúpula de la nevera, no vimos los tejos a los que hace referencia el topónimo.

Estaba cayendo una buena chicharrina, cualquier sombra era bien recibida ;-).

Volvemos a ver el Penyó de Rapel, señal de que la ruta se aproxima a su final.

Construcción ¿refugio? en la Font del Partagat, junto con el Penyó de Rapel, foto tomada durante la sobremesa.

Ya montados en la furgo, y camino de Bèrnia, fotografiamos el Penyó del Partagat.

Y también la zona del Castell de Confrides, zona que también tendremos que visitar en futuras rutas alicantinas.

• Longitud del recorrido: 13 kilómetros.
• Altura mínima: 1021 metros (Font del Partagat).
• Altura máxima: 1549 metros (Antecima de Aitana).
• Desnivel positivo y negativo acumulado: 857 metros.
• Duración: 6 horas a la marcheta y con paradas.
• Dificultades a reseñar: Tendremos que hacer uso de las manos en la subida final al Penyó de Rapel y en algún tramo del Passet de la Rabosa, nada especialmente complicado.
• Acceso al punto de inicio: Nada más entrar en la población de Benifato una indicación nos desviará (derecha) hacia la Font del Partagat, sin dejar de seguir el asfaltado, hormigonado después, principal, al cabo de 3 kilómetros llegaremos a la Font del Partagat.