30 de enero de 2024

El Port: Tossal d'Engrilló (1073 m.)

 Sábado 21 de enero de 2023

De todo ese mágico triángulo Tinença/Matarraña/el Port, una de las zonas que más nos gusta es la de Horta de Sant Joan, pero también es de las que más a desmano nos queda y por tanto no vamos las veces que desearíamos. Pero por suerte, cada vez que hemos ido, la ruta realizada ha valido por tres, como esta que voy a proceder a contaros y que realizamos a principios de 2023, y en la que ascendimos a una de las montañas más bellas de todo el Parc Natural dels Ports, el Tossal d'Engrilló.



Pero dar todo el protagonismo de la ruta a esta montaña tan bella y airosa sería totalmente injusto, es más, antes de que su esbelta estampa apareciese ante nuestros ojos, que fue bastante avanzada la excursión, desfilaron ante nosotros otras montañas de elevado atractivo, ya fuesen, palabras mayores, les Roques de Benet; la Punta de l'Aigua; la Muntanya de Santa Bàrbara o la Punta dels Llambrars, por poner solo unos ejemplos. Y es que repasando las fotos para hacer la, complicada, criba fotográfica del reportaje, y habiendo ya pasado más de un año, no me cabe la menor duda de que esta fue una de las mejores rutas del 2023. Lo fue, vuelvo a recalcar, a nivel paisaje, con algunas secciones, a parte de las mencionadas vistas, que bailaron con lo excelso. Pero también lo fue a nivel recorrido, por la calidad de muchos de los senderos utilizados; por el paso por varios collados; por revientapiernas; pero sobre todo por dos ancestrales pasos de montaña, el Pas de la Mala Dona y el Pujador d'en Valero, que por si solos, sobre todo el segundo, ya justificarían el haber venido hasta Horta de Sant Joan y las dos horas de carretera. Pero es que también hubo bosques; un par de fuentes de gamellón; pinceladas geológicas; tuvimos y respiramos soledad... Joder, si hasta vimos un tejo milenario y una pequeña laguna de montaña...

Como decimos por aquí, "meleta" de ruta.

Empezamos la ruta en las inmediaciones del Más de Fandos. Llegamos allí desde Horta de Sant Joan por una pista de grava perfectamente transitable para turismos.

En la parte inicial de la ruta hicimos el primer tramo del camino de aproximación al Barranc de Canaletes. No habíamos andado unos metros y ya empezó el espectáculo visual. Detrás nuestra, ya iluminada por el sol, apareció la Muntanya de Santa Bàrbara...

...y frente a nosotros, tras esta picuda cima de la Serra d'En Cardona, empezaron a emerger les Roques de Benet, con el Cap de Gos a la cabeza, y nunca mejor dicho.

Impresionantes estas moles de conglomerado, todo un emblema de la zona. Qué remoto queda ya aquel septiembre de 2016, cuando hicimos una ruta alrededor suyo.

Un poco más arriba ya pudimos disfrutar de una visión más general de les Roques de Benet y su entorno.

También vimos els Plans d'Horta, sobre los que emergen los pliegues de la Serra y la Muntanya de Santa Bàrbara.

Y tirando de zoom también pudimos ver con más detalle el apiñado casco urbano de Horta de Sant Joan.

Ya hacía un rato que habíamos dejado el camino a Canaletes y habíamos puesto rumbo al Tossal d'Engrilló, pero este aún tardaría en hacer acto de aparición. Antes, por ejemplo, pasamos bajo las curiosas Roques Cambretes.

Roques Cambretes y Roques de Benet, hermanas de conglomerado.

Y por terreno conglomerado llegamos a una especie de mirador natural...

...donde un nuevo actor entró en escena, la Mola dels Atans.

Bestial montaña, que en un principio pensé que se trataba ya del Tossal d'Engrilló, pero no, este, como he comentado antes, aún se haría de rogar.

Las vistas hacia la Muntanya de Santa Bàrbara seguían siendo inmejorables.

Pasamos por el Coll de l'Ereta y el camino se volvió a poner cuesta arriba. Omnipresentes y poderosas Roques de Benet.

En esta zona aún se pueden notar los efectos del devastador y fatídico (hubo perdidas humanas) incendio de 2009.

Así llegamos al Pas de la Mala Dona, primero de los dos pasos ancestrales que tuvo la ruta, y que es el único punto que permite colocarnos en la parte alta de les Faixes del Grau. Primero se trepa por estas rocas...

...y luego se afronta esta repisa diagonal ascendente.

La repisa desde arriba. El paso está asegurado con un cable.

Superado el Pas de la Mala Dona se tienen estas vistas.

Y se sigue viendo de lujo la Muntanya de Santa Bàrbara, con los restos de su ermita en lo más alto. Pero un momento, ¿qué es lo que se distingue al fondo?...

...efectivamente, son los Pirineos. Distinguimos claramente el Cotiella.

El sendero, que continuaba por la zona del incendio, nos daba una ligera tregua aquí, al fondo aparece la Punta de l'Aigua.

Fascinados andábamos con la Mola dels Atans.

En una mañana que estaba siendo muy fría agradecimos, y de que manera, salir a la solana.

Con Lorenzo imponiéndose resaltaron más las vistas, Roques de Benet, como no, y...

...todos los picachos (Falconera, Ballestera, Moles del Don, Roques del Duc...) de la zona dels Estrets del Arnes. Al fondo también destaca Penyagalera.

Entramos en una zona más boscosa, en la que descubrimos nuevas perspectivas de la Mola dels Atans.

Según la toponimia del ICGC parece ser que en esta Mola dels Atans hay varios avencs (simas).

Tramo llano previo a la subida al Coll de la Gilaberta, el cual vemos en la imagen, con la Punta de l'Aigua a la derecha.

Vistazas durante la subida al Coll de la Gilaberta.

Alcanzamos el amplio Coll de la Gilaberta.

Allí el track que llevábamos de apoyo nos sugería hacer un corto ida y vuelta a un mirador natural. Aceptamos encantados la sugerencia.

Allí disfrutamos viendo como el sol emergía tras la Punta de l'Aigua.

Ni que decir tiene que nos apuntamos esta montaña para una próxima visita a la zona.

En el mirador gozamos de estas vistas del Barranc de l'Escudelleta, con la Serra de Cardó allá al fondo. Incluso llegamos a distinguir el Ebro.

De vuelta al Coll de la Gilaberta iniciamos la subida a un nuevo collado, el Coll dels Atans.

Y cuanto más alto subíamos, mejores iban siendo las vistas.

Incluso vimos, allá al fondo, la costera Serra de Montsià, la picuda cima que se ve más cerca es el Tossal de Montclí.

El final de subida es de marcado carácter calizo.

Coll dels Atans, otro bonito paso de montaña.

Desde el collado teníamos bastante a mano haber alcanzado la cima de la Mola dels Atans, pero declinamos hacerlo.

Ya volveremos otro día, seguramente el que vengamos a subir a la Punta de l'Aigua.

Desde el Coll dels Atans iniciamos un leve descenso que nos hizo pasar por este esplendido pinar.

Y en uno de los claros de ese pinar pudimos ver al fin la montaña que íbamos a ascender.

El esbelto Tossal d'Engrilló.

Qué bonita montaña. Desde aquí intuimos un sendero en clara dirección a su cima, pero nosotros íbamos a dar un pequeño rodeo, ya veréis luego las dos razones de dicho rodeo.

Al llegar, en un rincón de umbría, a la Font del Montsagre d'Horta, fue donde tomamos el ramal que da más vuelta.

Antes os había comentado que la mañana estaba siendo fría, pues bien, más fría fue la noche, y ahí estaban los cinco centímetros de duro hielo de la fuente para dar testimonio de ello.

El rodear el Tossal d'Engrilló por el sur nos permitió descubrir otras interesantes montañas...

...como la Mola Grossa.

Y esos pinos tan típicos de la zona, qué juego fotográfico que dieron.

La Punta dels Llambrars fue otro de los muchos y sugerentes picachos calizos que vimos.

Antes de plantarnos en la base de la Mola Grossa atravesamos un llano.

En él vi que se detuvo Laia, ¿la razón?...

...echar un trago en la Font del Montsagre de Paüls, que al estar en la solana se encontraba en estado líquido.

Desde la fuente tuvimos esta perspectiva de la Punta dels Llambrars. ¿Lleváis la cuenta de las montañas guapas que habíamos ido viendo?.

Farallones calizos de la Mola Grossa.

Nueva subida, a un nuevo collado, en este caso al Coll Roig. Punta dels Llambrars y Punta de l'Aigua en clara competencia por ver quien es más picuda.

Mola Grossa, en las inmediaciones del Coll Roig.

Y aquí la primera de las razones para justificar el rodeo...

...la Bassa de la Refoia o del Coll Roig...

...una pequeña laguna de aguas permanentes, única en este parque natural.

Vista la Bassa de la Refoia nos pusimos con la subida definitiva a la cima del Tossal d'Engrilló, la cual vemos allá al fondo. Solo nos restaba remontar esta vaguada.

Y remontando la vaguada encontramos la segunda y más importante razón del rodeo...

...tachán!!!, tejaco al canto, sin duda milenario. El Teix d'Engrilló.

Única foto de este reportaje que voy a enturbiar con mi presencia, pero había que inmortalizarse con este gran tejo.

La parada en el tejo nos vino bien para recobrar fuerzas de cara a la exigencia física de los últimos metros de ascenso.

Ya cerca de la cima nos llamó la atención este aéreo crestón.

Y tras diez excelentes kilómetros de ruta alcanzábamos la cima del Tossal d'Engrillo. Al norte del vértice solo hay aire, literalmente...

...así que no es una cima que se preste a postureos, y menos con el vientecillo que hacía esa mañana.

Vemos íntegra la cresta que os había comentado unas fotos atrás.

Precipicios que caen al norte de la cima.

Y vistas extensísimas, con la cadena pirenaica silueteada allá al fondo.

Tossal d'Engrillo, 1073 metros de altitud. Su belleza no se puede medir en números.

Unos metros más abajo del vértice hay un refugiete, junto al que nos cobijamos para comer. Hecha cosa tan importante (también lo es descomer, que es lo que estaba haciendo aquí Laia 😅), nos pusimos con el descenso.

Como comentaba antes la ruta estaba siendo excelente, y la siguiente parte del descenso le iba a poner un todavía más excelente colofón.

Primero por que el Tossal d'Engrilló fue recobrando su estampa más esbelta. Pero hubo más.

Descendimos esta vaguada y nos metimos bajo una ceja rocosa, que aún permanecía a la sombra.

Vemos con claridad el sendero que desciende por la vaguada.

La verticalidad de la vertiente norte del Tossal d'Engrilló se volvía a hacer patente.

El senderete nos llevó de repente a circular por una faja, en clara dirección a la punta caliza que vemos en frente.

Pero no llegaríamos a ella, pues más o menos en este punto el track nos mandó romper a la derecha...

...sí, había que bajar por esta vertical, bajo la potente mirada del Tossal d'Engrilló...

...pero, ¿y por donde?, os preguntareis, pues eso fue lo mejor del descenso...

...lo hicimos por el Pujador d'en Valero...

...un maravilloso, y a primera vista imposible, paso ancestral de montaña, por el que salvamos la verticalidad sin ningún tipo de dificultad. Por ahí anda Laia para calibrar.

Toda nuestra admiración para esos antepasados que imaginaron el paso, y luego, y no sin esfuerzo, lo adaptaron para hacerlo transitable.

La primera parte del Pujador d'en Valero, desde abajo.

El Pujador d'en Valero nos comunicó con otra faja intermedia.

En esta foto vemos la faja superior. El Pujador d'en Valero estaría en la manchita boscosa que se aprecia a la derecha de la imagen.

Qué gran sabor de boca que nos dejaba el Tossal d'Engrilló.

Y tras el festín de fajas y pujadors alcanzamos un más discreto collado, donde recuperamos las vistas hacia la Muntanya de Santa Bàrbara.

Lo que restaba de ruta lo hicimos pisando caminos rurales. También recuperamos las vistas hacia las magnéticas Roques de Benet.

Una última mirada hacia el fascinante macizo por el que había transcurrido la mayor parte de la ruta.

Y despido este reportaje con el hoy omnipresente Cap de Gos de les Roques de Benet, y una historia/leyenda que tiene asociada. Se cuenta que la primera cordada en escalar esta mole, allá por los años 50 del siglo pasado, cuando llegaron hasta lo más alto se llevaron una inesperada sorpresa, ya que en la cima encontraron una herradura. Al principio quedaron perplejos, ya no por el imposible hecho de que un equino hubiese subido hasta allí, sino por el hecho de que a lo mejor no habían sido los primeros en subir. El misterio, y también su inquietud, se vieron resueltos cuando alguien, seguramente algún lugareño, les sugirió que quizás hubiese sido un buitre quien hubiese subido allí una pata de burro muerto para devorarla mientras gozaba de las mejores vistas de la comarca, y dejando allí la herradura como recuerdo de tan privilegiado banquete (Fuente: Todo se Andará).





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5 comentarios:

  1. Menudo rutón, compadre. Y menuda suerte de topónimos, que ya me estaba perdiendo totalmente. Es impresionante esta comarca... este Parque dels Ports.
    Buenos destrepes os habéis dado los dos... y no veas que frío. Aunque ahora se echa algo de menos esas temperaturas bajas, con lo caluroso que ha estado este invierno, por llamarlo de alguna manera.
    Ya vi en el grupo de Vértices, que Luis Cano había estado por aquí, y leyó la entrada, porque le quedó esta cumbre por ascender. Él hace la página de Horizontes Ibéricos, y la verdad es que está muy bien el trabajo ese. Ir enlazando cumbres a golpe de ratón, de panorámica en panorámica. Es un puntazo.
    A mi me ha encantado esta entrada, y has abierto un mundo dee posibilidades en ese parque tan escarpado y tan solitario, por lo que se ve.
    Un saludo, Dani... y a ver si enmienda el invierno.

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    1. Amigo Fran, vosotros estuvisteis en el Caro, así que ya conocéis de primera mano los encantos paisajísticos de este bello parque natural...
      Oye, pues me alegro que Luís leyese la entrada. Siempre es una satisfacción saber de algún romántico más que todavía confía en el formato de los blogs.
      Hablas de topónimos... El otro día comentábamos en tu blog lo necesario que es cuidar de los ríos, pues también veo muy necesario cuidar la toponimia, pues últimamente, en algunos blogs y webs, y sobre todo en Wikiloc, estoy viendo bastantes aberraciones toponímicas. Al final, todos los que tenemos blogs, webs, o un perfil de Wikiloc, somos divulgadores, y no debemos poner a la ligera el topónimo que hemos visto en el primer mapa, o en otro track, web o blog. Considero que antes de poner un topónimo hay que consultar más fuentes más allá del mapa del IGN, que es el que consultamos la mayoría, y que precisamente es un mapa que, aunque lo van actualizando, contiene muchísimos errores. Tampoco me gusta, por ejemplo, que se castellanicen topónimos catalanes y viceversa... Me sangran ojos y oídos cada vez que leo y oigo, por ejemplo, Mont Perdut, o Lago de San Mauricio...
      El invierno... ¿Sabes de ese discazo conceptual de Savatage, Dead Winter Dead?, pues eso...

      Un abrazo.

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    2. Y dices también lo de de solitario. Pues mira, con todo lo espectacular que es ese triángulo Tinença/Port/Matarraña, y recordando todas las rutas que llevo hechas allí todos estos años, me llama muchísimo la atención que la mayoría de todas esas rutas las hemos hecho, exceptuando la de la Fageda del Retaule, en la más absoluta soledad, o habiéndonos cruzado con muy poca gente. Sin ir más lejos, cuando subimos al Caro, siendo techo provincial, sábado y haciendo un buen día, no nos cruzamos con una alma en toda la ruta... Eso es inimaginable en Penyagolosa. Pero bueno, que siga la cosa así...

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  2. Hola Dani.

    Mira que eres perverso, que estoy rumiando todo el rato a Maru que debemos ir a conocer la parte de la Tinença, de Fredes y todo eso, antes de que lleguen los calores fuertes y me vienes con esta barbaridad de rutón en la parte de El Port.
    Pero bueno, es lógico que nos faltarán muchas cosas, con lo poquito que rascamos conociendo les Roques de Benet y el Estret de Arnes, y por supuesto, el Carrer Ample. Pero es que esta ha entrado directamente en la lista top parajes por hacer.

    Tiene todo lo que le pides a un dia especial de montaña y naturaleza. Esa sorpresa que le entra a uno al llegar un collado y encontrarte estampas como las de la Mola dels Atans, la Mola Grossa o el mismo Tossal d`Engrilló. Me imagino cómo lo disfrutariais.

    Y esos dos tesoros naturales perviviendo allí contra todo pronóstico como son esa Bassa y el inmenso Tejo, dándole un plus de sierra especial. La verdad que es un no parar, pues una vez en la cima del Tossal con esa espectacular cresta, ya piensas que se ha acabado y la bajada será más normal, pero el Pujador d´en Valero y esas fajas, donde un piensa por dónde se bajará, eleva aún más el listón de calidad de ruta.

    No me quiero ni imaginar la rayada de cabeza, la de vueltas que le darían esos primeros escaladores a lo de la herradura en un lugar que solo se puede llegar con cuerdas.

    Un abrazo.

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    1. Hola Toni.

      Una delicatessen de ruta, si señor, sabía que te gustaría amigo 😉.

      Podría ser más perverso aún, y la próxima vez que vengáis a mi piso en Betxí agasajaros con una nevera llena de Cruzcampo, Heineken y Carlsberg... La cara de perplejidad de aquellos escaladores no sería nada comparada con la que pondríais vosotros jajajaja.

      Pirineos, Picos de Europa etc. Son los destinos más mencionados cuando se habla de hacer largas escapadas vacacionales montañeras, y creo, lo hemos hablado en más de una ocasión, se infravalora un tanto todo este triángulo castellonense/tarraconense/turolense, y vosotros lo sabéis bien, que con una estancia de siete/diez días allí se regresa a casa con un botín de rutas y paisaje a la altura del que podemos traer de unas vacaciones pirenaicas. Además, y como le comento a Fran arriba, quitando de parajes concretos como el Parrizal de Beceite o la Fageda del Retaule, que raro es encontrar allí masificaciones... Por eso mejor no hacer mucha publicidad y que siga así la cosa...

      Un abrazo.

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