Domingo 12 de agosto de 2018
Alcanzamos las 400 entradas del blog y la casualidad ha querido que al igual que la número 300 esta cifra tan redonda se haya alcanzado con una ruta en nuestra querida provincia de Teruel y además con ciertas similitudes (itinerario equipado dentro de un río). En aquella ocasión se trató de las vías ferratas de los Estrechos de la Hoz y Jurásica (Río Mijares) en Formiche Alto y esta vez se trata del camino equipado del Cañón del Río Blanco a su paso por la población de Calomarde, en plena Sierra de Albarracín. Y para rematar, una bonita casualidad también que en esta ruta contáramos con la compañía de una amistad que surgió a raíz del blog, estoy hablando como no de los Serranía Wizards, Maru y Toni.
Quedamos con Toni y Maru en la bonita y serrana Griegos, donde habíamos reservado un par de habitaciones en el hotel para pasar la noche del sábado. Griegos es famoso por ser uno de los pueblos más fríos del Estado, pero nosotros lo recordaremos siempre como el de la discoteca móvil, teloneada por un bingo popular, casi en frente de las habitaciones, ojos como platos hasta las cinco de la mañana, escuchando los "greatest hits" de José Luís Perales, el Fary o Camela, solo por nombrar algunos de los habituales artistas de los elencos "verbeniles", y piezas tan vomitivas como la infame "Despacito" 🙉.
Aún así hicimos el esfuerzo de levantarnos a las 7:30 -¿os creeréis que entre las cervezas de la cena, y las de antes, que fueron unas cuantas, y lo de la disco me levanté con cierta sensación de resaca?-, y de inmediato ejecutar el plan de intendencia de la ruta, ya que al disponer de dos coches dejaríamos uno cerca de la Fuente del Berro, aunque en un principio queríamos dejarlo en las Casas de Frías, pero fuimos incapaces de encontrar el camino de llegada, y con el otro nos iríamos hasta Calomarde, punto de inicio de la ruta y donde también desayunaríamos, pero hete tu ahí, que el bar estaba cerrado y no abría hasta las nueve, así que nos tocó retroceder hasta Frías de Albarracín, donde, como si de un buen domingo de empalmada se tratase, si pudimos tomar un buen desayuno.
De vuelta a Calomarde empezamos con la ruta. Si venimos desde Frías, antes de entrar en el pueblo pasaremos sobre el puente que cruza el Río Blanco, enseguida veremos algunos paneles de información de las rutas que se pueden hacer en la zona, junto a los que hay espacio para estacionar varios vehículos.
Empezamos caminando como por paseo bajo unos imponentes paredones calizos, en los que hubo alguien, ¿no se bajaría a la discoteca mientras los demás intentábamos dormir?, que vio un buitre donde solo había una sombra, sombra aquí sombra allá, seguramente también sonó en la disco. El que no ofrece dudas a la hora de identificar es el Moricacho, por dos cosas no pasa desapercibido, por su rebeldía al querer ser independiente de la pared y por el agujero de su base. No nos choca tanto encontrar, inmediatamente después del Moricacho, un pequeño dique que represa las aguas del río, aunque si que nos choca saber que la llaman la Presa del Ahogado, y descubrir, gracias a una placa, que la segunda parte del topónimo debería ser en plural. La presa es la puerta de entrada al Cañón del Río Blanco, modesto en este primer tramo pero muy bonito, Bonito, de Jarabe de Palo, la hubiésemos cambiado por alguna de Camela por ejemplo. Topamos con una intersección, que permite trazar una circular, pero nosotros, al tener un coche cerca de la Fuente del Berro, solo nos interesa el ramal que discurre por el interior del río, los del Río y su Macarena, también sonaron por cierto. De inmediato encontramos el primer puente metálico, ya nos hubiese gustado escuchar, una vez desvelados, algo de Metallica, que vadea el río, la primera de las estructuras metálicas, ya sean puentes, pasarelas, escaleras o cadenas, que nos ayudarán a cubrir esta parte que va por el interior del cañón, en el que podremos disfrutar del curso fluvial de este modesto río, de sus tramos más estrechos, de los más anchos, de su vegetación, de su pequeña fauna e incluso de su alucinante geología. Sin duda el tramo más bonito del cañón, que mantiene su belleza en todo momento, es es el Puente de Toba, un espectacular túnel tobáceo, que además coincide con el punto más estrecho del recorrido.
Una última pasarela nos saca de lo que es el cañón, en un cañón de circo metería yo al que canta, si a eso se le puede llamar cantar, "Despacito", y por terreno de pinares, sin dejar nunca la compañía del río acabamos llegando a las ruinas del Molino de Abajo, más adelante también pasamos junto a las de una tejería y nos desviamos a ver las del Molino de las Pisadas. De vuelta a la pista paralela al río esta nos lleva hasta el carril que conduce hasta la bonita pero seca Fuente del Berro y su aérea recreativa, situada bajo una de las pinadas tan típicas de estos lares. Visitada la fuente retrocedemos unos metros por el ancho carril y los seguimos un par de kilómetros hasta el punto donde habíamos dejado el carro por la mañana, que por suerte no nos lo habían robado como a Manolo Escobar, pasando antes por un peculiar y bien cuidado refugio libre. Al llegar al coche era de primorosa necesidad acercarnos a Calomarde, no solo a recuperar el otro coche, sino que también a apretarnos unos tercios con los que mitigar el calor de esta mañana de mediados de agosto. Luego nos fuimos a Albarracín a comer, muy bien, en la Zahora, donde una tormenta de las de época, con granizos como canicas, refrescó más si cabe el ambiente, aunque ello nos privó de visitar a fondo esta bella población, que es lo que teníamos previsto hacer por la tarde.
Un saludo a tod@s, perdonen lo friki del texto y viva el rocanrol!!!.
Alcanzamos las 400 entradas del blog y la casualidad ha querido que al igual que la número 300 esta cifra tan redonda se haya alcanzado con una ruta en nuestra querida provincia de Teruel y además con ciertas similitudes (itinerario equipado dentro de un río). En aquella ocasión se trató de las vías ferratas de los Estrechos de la Hoz y Jurásica (Río Mijares) en Formiche Alto y esta vez se trata del camino equipado del Cañón del Río Blanco a su paso por la población de Calomarde, en plena Sierra de Albarracín. Y para rematar, una bonita casualidad también que en esta ruta contáramos con la compañía de una amistad que surgió a raíz del blog, estoy hablando como no de los Serranía Wizards, Maru y Toni.
Quedamos con Toni y Maru en la bonita y serrana Griegos, donde habíamos reservado un par de habitaciones en el hotel para pasar la noche del sábado. Griegos es famoso por ser uno de los pueblos más fríos del Estado, pero nosotros lo recordaremos siempre como el de la discoteca móvil, teloneada por un bingo popular, casi en frente de las habitaciones, ojos como platos hasta las cinco de la mañana, escuchando los "greatest hits" de José Luís Perales, el Fary o Camela, solo por nombrar algunos de los habituales artistas de los elencos "verbeniles", y piezas tan vomitivas como la infame "Despacito" 🙉.
Aún así hicimos el esfuerzo de levantarnos a las 7:30 -¿os creeréis que entre las cervezas de la cena, y las de antes, que fueron unas cuantas, y lo de la disco me levanté con cierta sensación de resaca?-, y de inmediato ejecutar el plan de intendencia de la ruta, ya que al disponer de dos coches dejaríamos uno cerca de la Fuente del Berro, aunque en un principio queríamos dejarlo en las Casas de Frías, pero fuimos incapaces de encontrar el camino de llegada, y con el otro nos iríamos hasta Calomarde, punto de inicio de la ruta y donde también desayunaríamos, pero hete tu ahí, que el bar estaba cerrado y no abría hasta las nueve, así que nos tocó retroceder hasta Frías de Albarracín, donde, como si de un buen domingo de empalmada se tratase, si pudimos tomar un buen desayuno.
De vuelta a Calomarde empezamos con la ruta. Si venimos desde Frías, antes de entrar en el pueblo pasaremos sobre el puente que cruza el Río Blanco, enseguida veremos algunos paneles de información de las rutas que se pueden hacer en la zona, junto a los que hay espacio para estacionar varios vehículos.
Empezamos caminando como por paseo bajo unos imponentes paredones calizos, en los que hubo alguien, ¿no se bajaría a la discoteca mientras los demás intentábamos dormir?, que vio un buitre donde solo había una sombra, sombra aquí sombra allá, seguramente también sonó en la disco. El que no ofrece dudas a la hora de identificar es el Moricacho, por dos cosas no pasa desapercibido, por su rebeldía al querer ser independiente de la pared y por el agujero de su base. No nos choca tanto encontrar, inmediatamente después del Moricacho, un pequeño dique que represa las aguas del río, aunque si que nos choca saber que la llaman la Presa del Ahogado, y descubrir, gracias a una placa, que la segunda parte del topónimo debería ser en plural. La presa es la puerta de entrada al Cañón del Río Blanco, modesto en este primer tramo pero muy bonito, Bonito, de Jarabe de Palo, la hubiésemos cambiado por alguna de Camela por ejemplo. Topamos con una intersección, que permite trazar una circular, pero nosotros, al tener un coche cerca de la Fuente del Berro, solo nos interesa el ramal que discurre por el interior del río, los del Río y su Macarena, también sonaron por cierto. De inmediato encontramos el primer puente metálico, ya nos hubiese gustado escuchar, una vez desvelados, algo de Metallica, que vadea el río, la primera de las estructuras metálicas, ya sean puentes, pasarelas, escaleras o cadenas, que nos ayudarán a cubrir esta parte que va por el interior del cañón, en el que podremos disfrutar del curso fluvial de este modesto río, de sus tramos más estrechos, de los más anchos, de su vegetación, de su pequeña fauna e incluso de su alucinante geología. Sin duda el tramo más bonito del cañón, que mantiene su belleza en todo momento, es es el Puente de Toba, un espectacular túnel tobáceo, que además coincide con el punto más estrecho del recorrido.
Una última pasarela nos saca de lo que es el cañón, en un cañón de circo metería yo al que canta, si a eso se le puede llamar cantar, "Despacito", y por terreno de pinares, sin dejar nunca la compañía del río acabamos llegando a las ruinas del Molino de Abajo, más adelante también pasamos junto a las de una tejería y nos desviamos a ver las del Molino de las Pisadas. De vuelta a la pista paralela al río esta nos lleva hasta el carril que conduce hasta la bonita pero seca Fuente del Berro y su aérea recreativa, situada bajo una de las pinadas tan típicas de estos lares. Visitada la fuente retrocedemos unos metros por el ancho carril y los seguimos un par de kilómetros hasta el punto donde habíamos dejado el carro por la mañana, que por suerte no nos lo habían robado como a Manolo Escobar, pasando antes por un peculiar y bien cuidado refugio libre. Al llegar al coche era de primorosa necesidad acercarnos a Calomarde, no solo a recuperar el otro coche, sino que también a apretarnos unos tercios con los que mitigar el calor de esta mañana de mediados de agosto. Luego nos fuimos a Albarracín a comer, muy bien, en la Zahora, donde una tormenta de las de época, con granizos como canicas, refrescó más si cabe el ambiente, aunque ello nos privó de visitar a fondo esta bella población, que es lo que teníamos previsto hacer por la tarde.
Un saludo a tod@s, perdonen lo friki del texto y viva el rocanrol!!!.
Calle principal de Calomarde. Foto by Toni. |
Ancho paseo del principio de la ruta, si nos fijamos, al fondo ya podemos ver... |
...el Moricacho. |
Y estos son los paredones que tenemos a nuestra derecha en el primer tramo. He de decir, en defensa de Toni, que luego cuando volvimos si que había buitres sobrevolándolos. |
Nos vamos acercando al atrayente Moricacho... |
...lo superamos y nos damos que guarda una sorpresita en su base... |
...que como veis no nos íbamos a conformar con ver solo desde abajo. |
Un precioso arco rocoso o puente de roca. Detrás nos aguarda el Cañón del Río Blanco. |
El sol entra por el arco, anunciándonos lo calurosa que será la mañana. |
Entramos en el cañón. Desde la Presa del Ahogado vemos así el Moricacho y su agujero. |
Placa que nos recuerda el trágico suceso acaecido aquí 142 años atrás. |
Agua represada del Río Blanco y el primer tramo de su cañón. |
Este pajarillo busca el solecillo, y tal vez sustento, en las calizas del cañón. |
Intersección, un ramal continúa hacia arriba pegado a las paredes, el nuestro hace un primer vadeo al río, con la ayuda de unos bloques. |
Abundantes cardos en este primer tramo. En este de la foto liba un avispón. |
A partir de ahora todos los vadeos los haremos mediante puentes metálicos, este es el primero de ellos. |
Inmediatamente después viene esta escalera. |
También encontraremos cadenas que nos ayudarán a progresar en repisas como esta. |
Otra escalera nos permite acceder a una pequeña covacha, desde la que se tienen buenas vistas del entorno. |
Tras haber ido unos metros por encima del cauce del río hemos vuelto a bajar a él de manera progresiva. Bonito estrecho, que el contraluz mañanero no nos dejo fotografiar de forma decente. |
La bajada al río nos regala estampas realmente bonitas. |
Da gusto ver ríos tan cantarines como este Río Blanco. |
Estas aguas le dan alegría y caudal al gran Turia, Guadalaviar por estos lares, que no nace lejos de aquí. |
El cañón nos da las primeras muestras de su peculiar geología. |
Entre todos los animalillos que vimos, los más abundantes, las libélulas azules. |
Llegamos al Puente de Toba, punto estrella de la excursión, que tampoco pudimos fotografiar decentemente por culpa del contraluz. |
Unas pasarelas nos permiten avanzar por dentro de este estrecho del río. |
Precioso lugar...y perdón por haberte cortado la cabeza, Toni. |
Evidentemente las cámaras y los móviles trabajaron a destajo en este tramo. |
Esta sección nos recordó a algunos pasajes de los Estrechos del Río Ebrón, que vimos en el blog ya hace unos cuantos años. |
Toni avanza maravillado por estas pasarelas. |
Y aquí se abre el eterno debate, no lo podía dejar en el tintero, sobre si se deben o no de hacer este tipo de instalaciones en parajes como este, ¿qué opináis vosotros?. |
En lo que no hay discusión ninguna es en que el lugar es precioso. |
Tras una subidita otra escalera nos baja a ras de río. |
Un nuevo vadeo... |
...al que le sigue la subida más importante de todo el recorrido. |
Mientras tanto el río nos sigue regalando postales fluviales. |
Acercamos esa pequeña cascada con el zoom. |
Circulando por una repisa, en un espectacular tramo estratificado. |
Puente colgante para volver a pasar a la otra margen. |
Vamos poco por la derecha, enseguida volvemos a la margen izquierda. |
Preciosos tramos de sendero. |
Nuevo vadeo... |
...por el que nos introducimos en un nuevo estrecho... |
...en el que encontramos el último tramo de pasarelas. |
El río sale a cauce abierto, pasamos junto al Molino de abajo. |
Raíces desnudas. |
Más retales de la geomorfología de la zona. |
Molino de las Pisadas, construido en el siglo XIX, hoy en ruina total. |
Detalle de su balcón. |
Tras un largo tramo de pista forestal llegamos a la Fuente del Berro, que se encontraba seca. Aunque un poco más abajo si que había una pequeña surgencia de la que salía un buen chorro. |
En su área recreativa ensayamos nuestras artes circenses, el verano que viene igual nos veis haciendo bolos por los pueblos 😂. Foto by Maru. |
Camino al punto en el que teníamos el otro coche pasamos junto a este refugiete. |
Interior, bien cuidado, del refugio. "Los caballeros, y caballera 😌, de la mesa redonda". |
Más fauna diminuta del lugar. |
Hola resacoso.
ResponderEliminarMe he reído un buen rato con este inspirado texto introductorio, es genial esa comparación con los grandes hits verbeniles.
Por otro lado, me has pillado, a las dos como no pegaba ojo, me bajé a la plaza y allí me tomé una mano de copichuelas, jajaja. Cuando haga yo la entrada pondré la foto de buitre sombra para que veáis que mi confusión fue humana y comprensible.
Fue una ruta bonita, aunque lo mejor de ella, era poder volvernos a ver y pasar un día con vosotros y poner en practica otra vez nuestras tontás ;-)
De lo que comentas de llenar aquello de hierros, ya lo comentamos. En un principio no soy partidario de esas actuaciones pero luego si es verdad, que pudimos ver como estaba el parking del sendero en el pueblo y como eso revitaliza el pueblo, ya que toda esa gente luego come o toma las cervezas en el propio Calomarde, dándose un paseo por el pueblo.
Bonitas esas fotos de las capas de estratos y de las macros de animales, y la de las artes circenses va de cabeza a nuestro álbum particular de frikadas y tontás que ya podemos hacer un libro tocho.
Uuummmm esa comida del Zahora, que cosas más ricas....
Abrazos y Discos móviles.
Que cuidado hay que tener cuando se va a dormir a algún pueblo en Agosto y primera mitad de septiembre. Ya os contamos lo que nos pasó hace años en Covaleda (Soria)
Hola Toni.
EliminarCasi recién llegado de la Palma te contesto (ya os contaremos la movida con el vuelo de regreso).
Pues no sé si será por lo friki del texto, o por lo bonito de este paisaje fluvial (yo creo que es por lo segundo), esta entrada de Calomarde ya es, y con ventaja, la más leída de este año en el blog.
Lo de estas instalaciones esta claro, habrá quien estará a favor y quien estará en contra, pero lo que esta claro que en fines de semana y periodos vacacionales suponen un empujón económico que pueblecitos como estos agradecen sobremanera.
Y lo que está claro también es que cada vez que nos juntamos, entre las situaciones que nos pasan, y nuestras tontás, siempre es el cachondeo padre. Estuvimos hablando Eva y yo de ir a visitaros el primer finde de octubre, ¿como lo tenéis?.
Salud, abrazos y verbenas.
Gracias por la entrada. Buenas fotos y bien explicado.Pienso hacer la ruta dentro de unos días. Por cierto el pájaro es el colirrojo tizón (Phoenicurus ochruros), y en este caso es una hembra.
ResponderEliminarHola Ignacio.
EliminarGracias a ti por pasarte por el blog y comentar, y también por el apunte del pajarillo.
Supongo que ya habrás hecho la ruta, estoy seguro de que te habrá encantado.
Un saludo.
Hola Dani,
ResponderEliminarMuy divertida forma de explicar la aventura que con esas referencias a los hits del verano... jajaja
Por cierto, felicidades por esas 400 entradas en el blog, ahora a seguir escribiendo más.
Muy interesante y bonita esta ruta, que si bien es cierto que los hierros estropean el paisaje, también lo es el hecho que estas actuaciones revitalizan los pueblos, tal y como dice Toni.
dormir tranquilo en un pueblo un fin de semana en agosto es complicado, tienes muchos números de que sean sus fiestas y no pegar ojo, pero si luego puedes hacer una ruta como esta que nos muestras merece la pena el no dormir bien por un día.
Un abrazo.
Hola David.
EliminarGracias, ahí seguiremos, a ver si llegamos a las 800 ;-)
Una ruta muy chula y sencilla esta, y que nos gustó bastante, la verdad es que tiene algunas secciones paisajísticas realmente preciosas que si la ayuda de las pasarelas quizás sería complicado o casi imposible disfrutar de ellas.
La próxima vez que nos pase algo similar con una verbena aplicaremos eso de que si no puedes con tu enemigo únete a él jajaja.
Un abrazo.
Hola Dani:
ResponderEliminarNosotros la hicimos circular, primero por arriba y después para relajarnos por abajo, por las pasarelas y la verdad sea dicha, esta ruta nos gustó mucho.
Ese mismo día visitamos el nacimiento del río Tajo, que está cerca y volvimos hacer también el nacimiento del río Cuervo.
Es sólo mi opinión, yo en este caso, si que me parece bien este tipo de estructuras, ya que sin ellas, seguramente no podríamos ver muchos parajes que son una auténtica maravilla.
Nosotros también dormimos en Albarracín y aprovechamos para hacer el paseo fluvial río guadalaviar. La ruta circular que rodea Albarracín a través de las orillas del río.
Un Saludo.
Hola Eulogio y Sandra.
EliminarYa he visto que toda esa zona la tenéis bastante pateada, por eso cada vez que planifico una ruta por allí recurro a vuestro blog jeje.
Cierto, estructuras como estas, aunque tengan un impacto visual sobre el paisaje (unas más que otras, por ejemplo esas escaleras de Montfalcó me parecen una aberración visual) permiten acceder a lugares a los que seguramente sería muy complicado acceder a ellos, además de lo comentado de atraer turismo a estos pueblos. La verdad, y como apunta Toni, vimos bastante gente ese día, y todos acabamos tomando algo en Calomarde, en cuyo bar, no daban abasto.
Un saludo.
Hola Dani.
ResponderEliminarOs paso lo normal, no hay pueblo que no tenga sus fiestas para estas fechas, así que lo mejor es dormir en una casa rural a las afueras.
Este recorrido lo tengo en la lista de pendientes, tanto su opción larga que va hasta frías como la circular pequeña para hacerla con los niños.
Veo que este año todavía conserva un buen caudal el río, viendo las fotos, realizaré la circular al revés, haciendo el tramo de las pasarelas de regreso.
En cuanto a este tipo de infraestructuras, sin duda si le preguntas a cualquier vecino de Calomarde te dirá que le gusta, toda esa gente que va para realizar el recorrido ante no iba. Particularmente no me gustan ya que hay opciones mejor perjudiciales para descubrir estos parajes, pero si se hacen por lo menos que dañen lo menos posible, por ejemplo están bien las pasarelas, pero veo muchos tramos con barandillas, escalones de madera, sirgas etc ... que son innecesarios, hay que equipar lo justo y necesario!.
Un saludo
Hola Eduardo.
EliminarNo sé yo si eso de irse a las afueras es siempre efectivo...una vez subimos a vivaquear a la cima de Penyagolosa y a los pocos minutos de meternos en los sacos llegó allí un grupo de chavales de botellón...
Coincido contig, si hay que equipar que sea lo justo, lo necesario y que tenga el menor impacto posible sobre el paisaje, ahí está el ejemplo que le ponía a Eulogio sobre las pasarelas de Montfalcó...
Muchas y buenas opciones tenemos en esta zona de Albarracín, poco a poco la iremos descubriendo.
Un saludo.
¡Hola, Dani! Pues esta bonita ruta lleva en la agenda mucho tiempo. No encontramos la hora. Vemos que vale la pena a pesar de la polémica que pueda suscitar la instalación de toda esa infraestructura que la hace apta para que la pueda realizar mucha gente. Creo que por este motivo ya es positivo, aunque, como a la mayoría, no nos gusta ver la naturaleza tan humanizada y amaestrada (pero opino que las personas van por delante de todo lo demás). Como digo, precioso recorrido que me recuerda también al del río Ebrón del que sí he podido disfrutar en un par de ocasiones.
ResponderEliminarUn abrazo.
Hola Emilio.
EliminarPues el recién estrenado otoño es una buena época para realizar este tipo de rutas, no hace ya tanto calor y la vegetación de ribera suele cambiar de color. Puede que ese cambio cromático sea una buena excusa para volver a hacer la ruta de los Estrechos del Río Ebrón.
Respeto tu opinión, y comparto que las personas siempre son lo primero, pero siempre hasta cierto punto y poniendo un límite, sino al final la naturaleza dejará de ser lo que es, naturaleza.
Un abrazo.
Saludos Dani...
ResponderEliminarAnte todo... Enhorabuena por las 400 entradas....eso es un trabajo de Titanes.. hacer las crónicas, editar..y ser fiel a tus seguidores, no es tarea fácil.
Llevaba mucho tiempo ,desconectada, solo a medias, de tus crónicas, ya que por otra Red social, sabía de tus aventuras y rutas.
Vuelvo a los orígenes..a los blogs..me deje llevar demasiado por otra Red..la cual abandono..por un tiempo..
Dicho ésto.,tengo que alabar tu crónica, amena, divertida..y de gran interés, cómo èsta que nos presentas.
Cómo tengo previsto visitar Albarracín en poco tiempo, anoto ésta ruta. Un placer volver a disfrutar tus entradas! Salud y monte!
Hola Ana!!
EliminarEncantadísimo de volver a verte por aquí, sabes que siempre son más que bienvenidos tus comentarios.
Pues si, a lo tonto, y no sin esfuerzo, por que a veces cuesta escribir, hemos llegado a esas 400 entradas, nos marcamos el hito de llegar pronto a las 500, que será señal de que seguimos saliendo al monte con mucha asiduidad.
Supongo que te referirás a facebook...harto de política, insultos, cuñados etc hace más de un año que decidí entrar allí solo para compartir, en los grupos de montaña correspondientes (algunos de ellos tampoco se salvan de esa política, insultos y cuñados varios), las crónicas del blog y punto.
Albarracín ofrece un amplio de buenas y variadas excursiones como esta, nosotros la verdad, es que para lo relativamente cerca que lo tenemos no lo visitamos como deberíamos, a ver si nos aplicamos en eso jeje.
Un saludo!!