Per Dalt i Per Baix 2017, Paisajes y Momentos

Con el 2017 dando los últimos coletazos, llega, como viene siendo habitual, el resumen anual de Per Dalt i Per Baix. Para no repetir formatos anteriores y hacerlo un poco más breve solo habrá una imagen, a poder ser paisajística, de cada ruta realizada, luego, si esa ruta tuvo un momento especial, que logré captar con la cámara, pues tendrá dos fotos, algunas veces el paisaje y el momento estarán en la misma imagen, también habrá fotos de rutas que no han aparecido en el blog, e incluso alguna foto en la que no saldrá ninguna montaña ni paisaje. En definitiva, un año en la montaña resumido en 64 imágenes, que irán apareciendo de forma anárquica, sin ningún tipo de orden cronológico. Sin más, empecemos a desgranar 2017.

En la cima del Ocejón, en la Sierra de Ayllón.

La cima de Peñas Blancas desde el Coll dels Mollons, en la única ruta que hemos hecho este año en la Serra Calderona, en la que también subimos a las cimas de la Penya Roja y el Alto del Sapo.

Una fuerte y repentina tormenta se nos presentó en la Ermita del Sant Crist de Planes, cuando íbamos camino del Barranc de l'Encantada, las vistas sobre el Benicadell y l'Embassament de Beniarrés se nos ocultaron en un plis. Estuvimos resguardados en el porche de la ermita durante más de una hora. El viento posterior a la tormenta nos obligó a abortar esta ruta.

Las montañas tienen ojos. No recuerdo por que razón ese mismo día acabamos en Carrícola, donde pudimos disfrutar del arte en la naturaleza. Esta es una de las muchas peculiares obras, esta en concreto está en la ruta de subida al castillo, que adornan los parajes de esta localidad valenciana.

La vertiente occidental del Tossal de Purri, en la Serra de Borriol, además de subir a esta cima también lo hicimos a la del Tossal Blanch.

El espectacular Racó de les Tovaines, que puso el colofón perfecto a una no menos espectacular ruta en la Serra d'Aitana, en la que subimos a las cimas del Ponoig y el Cabal. Posiblemente la mejor ruta que he hecho nunca en montañas alicantinas, y eso que el listón estaba alto.

La mítica Peña Oroel de Jaca. Tras unos días disfrutando de la música y el ambiente del festival Pirineos Sur, y de las montañas del Valle de Tena, y antes de volver a Betxí, hicimos una parada en la capital de la Jacetania para hacer una subida exprés a tan emblemática montaña.

Montaña, historia y religión se cogen de la mano en la Murta. Espectaculares paisajes en montañas que apenas superan los 500 metros. Ese día ascendimos a las cimas de la Creu del Cardenal y el Cavall Bernat.

Acostumbrados estamos a divisar Penyagolosa desde cualquier punto de sierras castellonenses, pero también pasa en Teruel, como en este caso, que íbamos por el Camino de la Estrella, en busca del agreste Río Majo, y al llegar al Collado del Inzuelo, con vacas pastando en él, de repente apareció la silueta del Gegant.

Un tímido amago de salir el sol durante la lluviosa subida al Ibón de Acherito, que tuvimos que abortar. Cuando los planes "B", el inicial era subir al Anie, también fallan.

Momento del inicio de una aventura, la que nos llevó a las cimas del Castillejo y el Carrascal, remontando empinadas pedreras y trepando por el rodeno. La cara salvaje de la Serra d'Espadà.

En la cima del Puigmal, máxima altura alcanzada este año, subida por su vertiente francesa, en un día perfecto, de compañía, nieve y meteo. Una gran jornada invernal en la Cerdanya.

Este año aprovechamos bien las nevadas caídas a finales de enero en montañas castellonenses. No perdimos la ocasión de pisar la nieve en la Serra d'Espadà. Sector central de la misma vista desde el Puntal de l'Aljub.

Ruta circular en la Serra d'en Galceran, tres cimas, el Tossal de la Vila, el Tossal de Saragossa y el Tossal de l'Ereta, y para completar el Barranc de la Roca Roja.

En él me atrevería a decir que se encuentran los tejos silvestres más al este de la provincia de Castelló

Colores de otoño en una ventosa jornada en Ares del Maestrat solitaria ruta en las "highlands" castellonenses, en la que además de disfrutar de la magia de esta comarca visitamos una ermita del siglo XVIII, atravesamos varios robledales y subimos al Tossal de la Marina.

En esta misma ruta, en la mencionada ermita, esta escena. Nunca la soledad estuvo tan bien escenificada.

Ir a Montán a subir el Cerro de la Atalaya y tener que abortar por esto es una pena. Así encontramos este tramo del GR-7.

Pero no hay mal que por bien no venga y de regreso a casa hicimos una ascensión rápida al Alto de las Palomas, además de descubrir recovecos de esta montaña que no conocíamos.

Otra solitaria ruta en altas tierras castellonenses, pero esta vez en el Alto Palancia, subida a cuatro puntales de la Sierra del Toro, Peiró, Agrillar, Magraña y Carretas. Paisajes propios de Javalambre en provincia de Castelló.

Esta fue una de esas rutas en la que terminas con sensación agridulce, trincheras, restos de metralla, suelas de zapatos, trozos de proyectiles...son testimonio mudo de las cruentas batallas que se libraron en esta sierra durante la Guerra Civil.

Un plan pretencioso en kilómetros en una zona muy poco trillada y pocas horas de luz, si a eso le añadimos las dos veces que nos perdimos lo normal es que el plan no se pudiese llevar a cabo y que tuviésemos que acortarlo dándole otra forma. Así fue como descubrimos la formaciones erosionadas de los Oratillos, en la Sierra de los Ajos.

Pero hubo un segundo "round" y al final pudimos llevar a cabo con éxito esta ruta de unión de las sierras de los Ajos y Chiva, con las subidas a las cimas del Puntal de Roldán, el Pico de los Ajos y el Pico Hierbas, y descubriendo, que estas sierras valencianas, a pesar de haber sido azotadas por los incendios, aún guardan rincones increíbles.

Peñalara además de ser el techo geográfico de Segovia y Madrid también es famosa por poseer en su vertiente oriental un conjunto lacustre de origen glacial. Las recorrimos en esta gran ruta en la Sierra de Guadarrama, en la que además de subir a la cima de Peñalara también lo hicimos al Risco de los Claveles, las Dos Hermanas y la Peña Citores. En la imagen la Laguna Grande de Peñalara.

Otra ruta abortada, la de la ascensión al Lakora, en el Pirineo Navarro. Nada hacía presagiar al inicio de la ruta, que es cuando está tomada esta foto, que momentos después, y cuando ya nos enfilábamos hacia la cima, entraría desde Francia una espesa niebla y no veríamos tres en un burro.

La siguiente no tiene nada que ver con rutas pero si con la montaña. No todos los días se puede escuchar hablar a Alex Txikon sobre sus experiencias invernales en el Himalaya y ni mucho menos hacerse una foto con él. Grande Alex.

No fallamos tampoco a nuestra cita anual con Penyagolosa, esta vez fui en riguroso solitario. Ascendí al Gegant por la denominada canal fácil, antes de ello también subí a las cimas de Marcén, la Moleta de la Clocha y la Golosilla. Una de las mejores rutas del año. La foto está tomada durante la subida a la Moleta de la Clocha.

Uno de los mejores y más bonitos momentos de esta ruta fue este. Ir yo por un sendero y en un nivel superior, por el roquedo, un grupo de cabras. Ambos íbamos parando para observarnos simultáneamente. Yo pude captar el momento.

Las montañas del sector Linza/Larra/Lescun nos tienen hipnotizados, el año pasado nos prometimos que subiríamos al Mallo d'Acherito y así fue, no nos defraudó esta bonita montaña. Ascensión circular partiendo desde el Refugio de Linza. En la imagen panorámica, tomada durante el descenso, vemos las brutales vistas desde el Collàu del Huerto d'Acherito.

Misma ferrata, pero con compañeros distintos, hasta cuatro veces he ido este verano a hacerla. Vía Ferrata de la Cantera en la Vilavella, una golosina a cinco minutos de casa.

De regreso a Ares, tras haber recorrido las fajas del Barranc dels Molins, antes habíamos recorrido las del Barranc de Cantallops.

Pero el verdadero propósito de esa ruta fue visitar el Roure de les Berrugues, no todos los días se puede tener la suerte de estar junto a un ser vivo de más de 700 años.

Entre Bèrnia y la Serrella se encuentra l'Aixortà, y creedme, no tiene nada que envidiarle esta a sus dos espectaculares vecinas, nos quedo clarísimo en la ruta que hicimos allí, en la que subimos al Morro Blanc, al Morro Blau y a la Penya Alta, que es desde donde está tomada esta foto.

La del Ibón de Piedrafita fue una de las cortas excursiones que realizamos mientras estábamos en Pirineos Sur. Fue bonito volver a estar a los pies de Peña Telera.

El Tossal d'Orenga es una de esas montañas no muy frecuentadas en los ámbitos excursionistas castellonenses. Como a nosotros nos gustan ese tipo de montañas la subimos a principios de año.

Nos fuimos hasta la población valenciana de Dos Aguas a subir el Pico del Ave y la estampa que más nos gustó fue esta, la de Dos Aguas vista entre los farallones rocosos del espectacular Paso de la Garita.

Esta ruta del Pico del Ave la hicimos en primavera, y ya sabemos lo que pasa en primavera...

Aunque no es preciso que sea primavera para dar rienda suelta al amor...

Esta romántica escena la captó Toni en la segunda de las dos espectaculares rutas que hicimos este otoño en la Serranía de Cuenca, en esta, entre otras muchas cosas recorrimos la aérea faja de la Peña Rubia de Huélamo.

Si hay un paraje de Castelló que no nos cansamos nunca de visitar ese es el desfiladero del Salt de Cavall. Esta vez hicimos una variante a la típica circular, en la que además subimos a la cima del Tossaló de Panolla.

La Rápita, techo de la Serra d'Espadà, fue otra de las que subimos aprovechando las nevadas de Enero. Como se lo pasa Laia en la nieve.

La lluvia echó al traste la subida al Refugio de Bachimaña, al menos nos pudimos fotografiar con esta bonita cascada. Esta fue otra de las excursiones que hicimos durante Pirineos Sur.

La que viene ahora no tiene nada que ver con montaña, pero si con las alturas, sentirse vivo y quemar adrenalina. Eva me regaló para mi cumple un salto en paracaídas. Brutal!!, una experiencia que no se puede expresar con palabras. Hay que vivirla.

Eva comiendo unos dátiles mientras disfruta de las vistas de la cima del Picatxo de Sant Gaietà, en la Serra de Crevillent, hasta la fecha la ruta más al sur que hemos hecho en el País Valencià. Esa mañana también subimos a l'Alt de Sant Juri.

Uno de los descubrimientos agradables del año ha sido la Sierra de Ayllón. Solitaria sierra del Sistema Central con interesantes y múltiples posibilidades excursionistas, además de poseer un buen número de cimas de dosmil metros, una de ellas es el Ocejón, que vemos aquí durante el descenso de una aventurera ascensión, con la Chorrera de Despeñalagua. Partimos desde Valverde de los Arroyos, uno de los pueblos negros que hay en sus faldas.

Otra montaña que nos gustó mucho fue el Tuc deth Pòrt de Vielha en la Val d'Aran. Ascensión circular desde el Espitau de Vielha, en la boca sur del famoso túnel. En la imagen el Estanh Redon, por el que también pasamos, con mogollón de emblemáticas montañas catalanas detrás, entre ellas el Montardo.

La bonita cascada de las Cuevas de la Garita en Chera ya a la vista. Antes habíamos subido al emblemático Pico Ropé.

Cuando estábamos finalizando esa misma ruta, y antes de llegar a Chera pasamos junto a una masía con bar, no pudimos resistir la tentación...un hombre en la montaña, con sus amigos, bajo un árbol y con su cerveza...la felicidad.

Otra de las nevadas de enero. La primera vez que fui al Pico de Santa Bárbara me prometí que la próxima subida a él la haría con nieve. No falté a mi promesa. Metros finales de la ascensión con todo el Alto Palancia nevado.

Como nos sorprendieron los paisajes de la Rambla de Barrachina y la Muela de Teruel. En una provincia que se supone boscosa y húmeda choca mucho encontrar un lugar tan árido. El "far west" a escasos cinco kilómetros de la ciudad del Torico.

Conocíamos la vertiente norte del Benicadell, la de l'Ombria, la más amable. Tocaba esta vez probar la cara sur, la de la canal, la más salvaje, exigente a la vez que satisfactoria ascensión. En la imagen dejamos atrás la cima para dirigirnos a la Nevera o Cava del Benicadell.

Subir una empinada pedrera, luego corretear arriba y abajo por las laderas del Benicadell y para colmo salir corriendo detrás de unos conejos tiene estos efectos...

El que posiblemente sea el alcornocal más oriental de toda la Serra d'Espada, visto durante la subida al Colladet Roig, en la ruta en la que subimos al Puntal d'Artana, el Pic de la Font de Cabres y el Puntal del Calderer.

La última de las nevadas de enero, la mejor de todas sin duda, ascensión sencilla con raquetas a la Mola d'Ares. No sé que nos impresionaron más, o las fajas nevadas del principio o el aspecto estepario de la planicie cimera, al final he elegido una foto de esta última.

En semejantes condiciones la cervecita que siempre suelo portear ese día aguantó más fría que nunca...

Este año volvimos a hacer el cresteo de les Agulles de Santa Àgueda. Por muchas veces que lo hayamos hecho ya este nunca defrauda.

Vaya rutón nos preparó Toni para nuestra vuelta a la Serranía, el Escalerón de Uña, la Raya, las Catedrales, la Cueva del Tío Manolo...y sobre todo los espectaculares y aéreos miradores sobre el Rincón y la Laguna de Uña. 

Para la primera ruta del año nos fuimos a buscar el frío y la nieve de Valdelinares, el pueblo más alto de España. Desde allí subimos a los dos dosmiles de la Sierra de Gúdar, el Alto del Hornillo y el Peñarroya, techo de Teruel. Páramo nevado, con Penyagolosa al fondo, durante la aproximación al Alto del Hornillo.

Para muchos la nieve significa disfrute, para otros sufrimiento e incluso la muerte. La crueldad de la naturaleza escenificada en esta foto.

Cuando el año pasado planificamos la ruta de los Alanos no fue por remontar el Paso de Taxeras o subir a la Ralla d'Alano, el verdadero motivo de querer hacer esta ruta fue por subir a la cima del Espelunga y poder gozar de esta bestialidad de la naturaleza, el tajo que el modesto Veral talló entre el Espelunga y la Peña Ezkaurre. Uno de los momentos más emocionantes del año.

Aunque también fue emocionante, en esa misma ruta, tener un sarrio tan cerca y poder fotografiarlo (no hay zoom), nunca había estado tan cerca de este animal.

Sierra de Ayllón, el Ocejón y sus pueblos negros prendieron la mecha, y la Buitrera y sus pueblos rojos avivaron la llama. Ascensión a esta montaña desde la Ermita de Hontanares. Un excelente mirador del macizo del Pico del Lobo.

Y finalizamos con otra del periplo Pirineos sur. Volvimos a subir a uno de los lugares más bellos del Pirineo, los Ibones de Anayet, pero esta vez desde el Portalet, huyendo de la más concurrida ruta del Corral de las Mulas. Ese día también subimos a la cima de la Punta Espelunziecha.

Ese día también visitamos el pequeño Ibón de Espelunziecha. Llegar allí, con la tarde cayendo, sus aguas cristalinas y tranquilas, empaparse de la paz y soledad que se respiraba...no me pude resistir, este fue sin duda el mejor momento del año!!!

Bueno, y hasta aquí este resumen, espero que os haya gustado, solo me queda agradecer a toda la gente que me ha acompañado este año en el monte, en especial a mis chicas Eva, Laia y Senda y a todos los que seguís el blog. Para todos vosotros mis mejores deseos para este 2018 que se avecina y también esta película, hoy sin música, solo con el sonido ambiente, que recopila los vídeos que no habían salido este año en el blog.

Feliz año nuevo y un abrazo a tod@s.