Circular a la Serra d'Oltà

Domingo 20 de mayo de 2018

Situado entre Calp y el Penyal d'Ifac y la Serra de Bèrnia, y un tanto eclipsado por ambos se encuentra el pequeño conjunto calizo de la Serra d'Oltà, que a pesar de estar un tanto urbanizado mantiene intacto su encanto montañero. Aprovechando la zona de acampada y el área recreativa que hay en sus faldas aprovechamos para montar la furgoneta por primera vez en lo que va de año y hacer la última escapada a sierras alicantinas antes del sofocante verano, realizando un interesante recorrido circular por esta Serra d'Oltà.

Apuntar que para poder pernoctar en la zona de acampada hay que tramitar un permiso en el ayuntamiento de Calp, como nosotros no lo teníamos cenamos en el área recreativa del campamento pero dormimos en el parking, así la mañana siguiente fue saltar de la cama, desayunar y ponernos en marcha.

Para esta ruta vamos a seguir, casi de forma íntegra el PR-CV-340, que arranca en la misma zona de acampada y que enseguida nos propone la circular, que optamos por hacer en sentido horario, aunque luego nos dimos cuenta que lo suyo hubiese sido hacerla a la inversa.
El camino inicial pone rumbo sur entre el bosque, en dirección a l'Ermita Vella, que resulta que tan vieja no es, en la que hay otra área recreativa y encontramos las primeras vistas interesantes, en especial hacia Calp y al indiscutible protagonista, el hoy acaparador de vistas Penyal d'Ifac.

Primeros compases de la excursión, por ancho camino y entre la típica vegetación mediterránea.

Y es que tenemos esta costa a escasos kilómetros, y como buen estandarte mediterráneo que es, se nos muestra el Penyal d'Ifac.

Seguimos por la pista, viendo el primer objetivo cimero de la mañana, la Mola d'Oltà.

El camino sube hasta l'Ermita Vella d'Oltà o Ermita de Sant Francesc. Aunque en lleve el apellido "Vella" (vieja), la construcción de la ermita data de 2002.

Desde allí se tiene una bonita perspectiva de Calp, su Penyal y sus salinas.

Desde la ermita la ruta pone rumbo norte y ya con firme de sendero se introduce en una vaguada/barranco, donde una pronunciada subida nos pone en un plis en la parte alta de la sierra, en el que el terreno se torna lapiaz. Al llegar a esta parte alta al Penyal le sale un competidor, mejor dicho competidora, a la hora de acaparar las vistas, la Serra de Bèrnia.

Tras la ermita nos aguarda una exigente subida por el interior de una vaguada.

Poco a poco nos vamos sumergiendo en el carácter calizo de esta sierra.

Vemos la vaguada remontada, y a nuestras espaldas la cima de la Mola.

Alcanzamos la parte alta y se nos abren nuevos horizontes. Puig Campana, Ponoig y Bèrnia, menudo trío.

Dos opciones se nos abren a parte del PR, una va hasta la cima de la Mola d'Olta y la otra al Pinet, hacemos un consenso para ver a donde iremos primero, el orden será primero cima y después árbol. Volvemos a poner rumbo sur, atravesando el siempre incómodo lapiaz y acabamos llegando al conjunto rocoso que conforma la cima de la Mola d'Oltà, en el extremo más meridional de esta sierra. Allí se nos amplían las vistas, especialmente hacía el litoral y hacia poniente, apareciendo enclaves como la Serra Gelada o el Puig Campana. Estando Benidorm tan cerca no nos extrañó el encontrarnos en la cima a unos rusos sin camiseta pimplándose una litrona. Nuestro contacto "internacional" en esta ruta no había terminado ahí...

Altiplano kàrstico en la zona alta de la Serra d'Olta, con su cresta cimera, a la que iremos más tarde.

La acercamos de momento con el zoom.

Vamos primero a por la Mola, sorteando fáciles pasos rocosos.

Una pequeña y sencilla brecha nos separa de la cima, en la que vemos a uno de los rusos.

Al poco de llegar nosotros se van ellos, así que tenemos esta bonita y panorámica cima para nosotros solos. Mola d'Oltà, de 536 metros.

Vemos l'Illeta de l'Olla, la Platja de l'Albir, la espectacular Serra Gelada y Benidorm, que ya no nos gusta tanto.

"Las Tres Sorores Alicantinas", Puig Campana, Ponoig y Cabal/Sanxet. Espectaculares las tres también.

¿Y qué me decís de Bèrnia?.

Miremos ahora hacia la zona del Penyal.

Los rascacielos de Calp apenas pueden hacerle sombra a esta mole que emerge más de 300 metros sobre el mar.

Unos disfrutamos en la montaña y otros lo hacen en el mar. A continuación un pequeño vídeo con las vistas cimeras.

Desde la Mola volvemos a la encrucijada, dispuestos para visitar el Pinet. Este pino es de los pocos que hay en esta vertiente y tiene la peculiaridad de estar en un lugar tan estratégico que lo hace destacar cuando se ve la Serra d'Oltà desde lejos, sobre todo si la miramos desde el litoral. Pues mira si es visible este pino que entre lo difuso del sendero, el lapiaz y una fantástica grieta kárstica fuimos incapaces de encontrarlo y estuvimos un rato dando palos de ciego por ahí. Así que optamos por volver al cruce y continuar con la ruta.
Enganchado de nuevo el PR este sigue rumbo norte camino del punto más alto de la sierra. Cruzamos un bosquecillo y pasamos junto a unos antiguos pozo y corral, desde ese punto una subida nos saca a un collado, desde él en ligera subida y escorando el cordal por la izquierda llegaremos al extremo más septentrional y punto más alto de esta pequeña sierra, el Cim d'Oltà. Como no podría ser de otra manera las mejores y más completas panorámicas de la excursión las tendremos aquí arriba, además de poder asomarnos a unas vertiginosas canales y paredes que se desprenden hacia el norte.

Buscando el Pinet descubrimos que la Serra d'Olta esconde un sistema de grietas y simas realmente interesante.

Desistimos de buscar el Pinet y nos vamos a por el Cim d'Oltà, mucho más visible.

Dejamos atrás la Mola.

Camino de la cima pasamos junto a estos antiguos corrales.

Junto a ellos hay un pozo restaurado.

Proseguimos hacia la cima, con el altiplano, el Penyal y la Mola tras nosotros.

Esta subida hasta el collado será el último obstáculo importante antes de la cima.

Desde el collado hasta la cima la subida es muy suave y con grandes vistas.

Cim d'Oltà, a 587 metros.

No os voy a aburrir con más vistas del Penyal...

...miremos hacia Bèrnia.

...hacia l'Aixortà y la Mallada del Llop...

...o a las brutales caídas de la vertiente norte. El Cim d'Oltà no va a ser menos que la Mola y también tiene su vídeo panorámico.

Al poco de llegar nosotros a la cima llega una pareja, son noruegos y han subido por el mismo sitio que nosotros y nos preguntan si es posible hacer una circular, puesto que el mapa y guía que llevan no son muy precisos, como tenemos nuestro inglés muy oxidado no somos capaces de darles una explicación muy clara, pero logramos hacerles entender que nosotros vamos a realizar esa circular, así que nos preguntan si se pueden unir a nosotros, por supuesto les decimos que sí. Se llaman Wiggo y Anne-Hellen y resultaron ser, a medida que íbamos charlando con ellos y dándole fluidez a nuestro inglés, una pareja de lo más agradable, al final de la ruta terminamos dándonos teléfonos y e-mails para quedar en hacer en un futuro alguna ruta juntos...como soñar es gratis...¿os imagináis en un futuro a Per Dalt i Per Baix en los Fiordos?...

Formado este improvisado quinteto proseguimos con la ruta. Invertimos camino hasta el collado, donde tomamos un sendero diferente para llegar al corral en ruinas. Desde allí nos lanzamos en descenso por la boscosa vaguada del Barranc de la Mola en dirección al antiguo pozo que hay en el interior del barranco, el Pou de la Mola, junto al que pasa el sendero. Un poco más abajo del pozo el sendero muere en una pista.

Formado el quinteto desandamos nuestros pasos hasta el collado.

En el collado, a punto de cruzarnos con dos chicas y su perrete que subían a la cima.

Bajando, junto al Barranc de la Mola, cuya cima vemos a la izquierda.

En el interior de dicho barranco hayamos las ruinas del Pou de la Mola.

Esta pista recorre toda la vertiente occidental de la sierra y el tramo pese a las buenas vistas (Mascarat, Bèrnia, las agrestes laderas occidentales de la sierra, el Dit d'Oltà...) se nos terminó haciendo muy largo, especialmente por que recogimos toda la solana, por eso comentaba al principio lo de que hubiese sido mejor hacer la ruta a la inversa.

Salimos a la pista que nos hará recorrer toda la vertiente occidental de la sierra, que tiene un aspecto super-alpino.

Vistas durante este largo tramo de pista, Serra de Toix, Castellet d Calp y Estret del Mascarat.

Otro punto de interés de este tramo es la visión del Dit d'Oltà.

Lo vemos más detalladamente.

También pasamos junto a estas ruinas, en cuya fachada reza Finca Pastor, al fondo el dentado perfil de Bèrnia.

Por suerte llegamos al Pas de la Canal, collado que marca el paso entre las vertientes occidental y oriental de la sierra, volvemos a cambiar a sendero y encontramos mucho más arbolado y por lo tanto más sombra. Además combinamos tramos de descenso bastante técnico con otros más amables, en especial uno que pasa bajo un bosquecillo de madroños. Así llegábamos de nuevo a la zona de acampada, mucho más bulliciosa que horas antes. Además de con la grata sorpresa que nos llevamos con esta Serra d'Oltà, terminábamos la ruta con dos nuevos amigos, que se volvían a esa pequeña noruega que es l'Alfàs de Pi, nosotros poníamos rumbo a ese hermano pequeño de Benidorm en que se ha convertido Calp, donde nos comimos un, pongamos que pasable, arroz a banda, que bajamos luego caminando por los ya concurridos paseos marítimos de esta población..

Un saludo a tod@s.

Nos plantamos en la altiva cara norte de la sierra, donde retomamos sendero.

Paredones de la vertiente norte de la Serra d'Oltà, desde el Pas de la Canal.

Pasamos ahora a la vertiente oriental, que contrasta mucho con la occidental, sobre todo por que es más rica en vegetación y arbolado. Recuperamos las vistas del Penyal.

¿Qué os decía de la vegetación?, pasamos por algunos tramos de sendero realmente exquisitos, valga esta muestra...

...esta...

...o esta, con esta tónica regresamos a la zona de acampada.

Finalizamos con esta imagen del Penyal, tomada durante el paseo que dimos en Calp para bajar la comida, no esta vez no hicimos la bravuconada de subir arriba del todo para bajarla 😂.