Domingo 15 de octubre de 2017
Tras la espectacular y aérea ruta de la jornada anterior en Uña la de hoy domingo en Huélamo no solo no le iba a ir a la zaga, sino que iba a tener bastantes cosas en común, como que iba a ser una ruta muy aérea, y también, como en la del día antes, la suma de cositas que fuimos viendo durante el recorrido fue lo que hizo de esta una nueva excursión serrana pata negra.
Estamos en Huélamo, de lejos el pueblo más reconocible de toda la Serranía, el peñón rocoso sobre los que se asientan los restos de una antigua fortaleza lo hace inconfundible con otras localidades serranas. Hoy estamos el equipo al completo; Toni, Maru, Nacho, Crispín, Eva, Laia y yo. Arrancamos justo en frente de donde nace la carretera que sube al núcleo urbano de Huélamo. Salimos en dirección contraria al pueblo, que con un fuerte contraluz quedará a nuestras espaldas. En estos primeros compases de la excursión atravesaremos las eras de los Vallejuelos, sin sendero y guiados por unas estacas de madera con marcas blancas y amarillas, que se corresponden al PR-CU 7. Poco a poco se va afianzando un sendero que se encamina hacia el estrecho que forma el Arroyo del Pajarón, que dejaremos a nuestra izquierda en un bonito transcurrir entre robles y tramos de sendero labrados en la roca. Pasaremos una cancela de ganado e iniciaremos un ligero descenso hacia la antigua dehesa pastoril del Masegar, donde hoy solo veremos un par de reses pastando, cuando en el panel informativo del principio de la ruta indicaba que antaño aquí se llegaban a reunir hasta 400 cabezas de ganado. Cosas del cambio climático y sus consiguientes sequías. Toni nos contaba que ese lugar siempre solía tener agua estancada, y hoy estaba más seco que la mojama. Allí ya veremos con total claridad el altivo espolón de Peña Rubia, con su peculiar peñasco asomado a borde, y que sería el objetivo central del día.
Desde el Masegar dejamos de seguir las marcas de PR para empezar a seguir las de MS, es decir, ningunas 😉, y sin sendero definido empezaremos a encaramarnos monte arriba. Pasaremos una pequeña y enmarañada zona de bosque bajo y luego ya saldremos a otra de altos pinos, donde ya podremos ir campo a través sin el más mínimo problema, bueno, hago un inciso y vuelvo a lo del cambio climático; este otoño tan primaveral había propiciado que los pinares estuviesen infestados de procesionaria, que despistadas por este inusual calor han bajado a los suelos, tuvimos que ir con bastante precaución de no tocar ramas que tuviesen nidos -si no preguntádselo a Toni, que acabó la ruta con unos picores terribles en los brazos- y que nuestros peludos, Laia y Crispín, no se acercasen a estas infames orugas. De vuelta a la ruta alcanzamos un colladete, donde nos encontramos con un sendero con las marcas de un antiguo PR (o descatalogado o que no se llegó a homologar), y que seguiremos ahora durante un buen tramo, primero haremos un ida y vuelta para visitar un paraje conocido como las Torcas, en el que encontraremos dos gigantescos peñascos, que tienen como peculiaridad estar apoyados el uno con el otro, sosteniéndose mutuamente, y en el hueco del medio ha crecido un bonito arce. Un lugar pintoresco de veras.
Volvemos al collado y seguimos el PR en dirección NO, una pena que este sendero balizado se encuentre en desuso, pues como veríamos más adelante pasa por rincones realmente bellos, aunque pudimos comprobar, y a tenor de las muchas cintas de plástico que vimos, que el trail anual del Huélamo aprovecha en buena parte una idem de este antiguo itinerario. Canales y farallones rocosos, diversas formaciones erosionadas, puntiagudos puntales, excelentes vistas de la Serranía Norte, y sobre todo, un paisaje al más puro estilo de la ruta de ayer en Uña, en el que podremos asomarnos a vertiginosos y espectaculares miradores sobre la Dehesa del Masegar, irán amenizando el camino hasta llegar a lo más alto de la Peña Rubia, donde tendremos unas aéreas vistas del transcurrir del Júcar, delatado por el amarillo otoñal de los chopos que acompañan su curso.
Desde la Peña Rubia continuaremos un tramo más por el PR, hasta que Toni nos dirá que es momento de abandonarlo de forma momentánea para afrontar la que sería la parte más espectacular de toda la ruta, uno de esos lugares que se nos habían quedado en la retina tras verlos en el blog de Toni, y que hoy íbamos a tener la inmensa suerte de recorrer. Perderemos unos cuantos metros para ir en busca de la faja, conocida como el Cenajo de los Calatravos, por la que transitaremos a partir de ahora y durante un buen tramo, y que nos obsequiará con estampas realmente formidables, especialmente al principio de la misma, en la que realizaremos un un osado y aéreo paso, en el que literalmente sentiremos el vértigo bajo nuestras botas. Pura Magia Serrana. El paso en sí no es difícil, pero si que nos exigirá precaución. Tras él, el resto de la faja es lo suficientemente ancha para andar por ella sin problemas.
Podríamos haber continuado por la faja hasta el final de la misma, pero se acercaba la hora de comer y el sol daba de lo lindo en ella, y las sombras allí escaseaban, así que nada más pudimos buscamos una escapatoria de la faja que nos enlazase de nuevo con el PR. Ya siguiéndolo de nuevo empezaríamos a bajar por un bonito pinar hacia el Arroyo de las Chorreras, encontrando ya buenas sombras en las que poder sentarnos a comer. El menú de hoy tallarines con salsa boletus que sobraron de la cena, y además con cervecita fresca que había porteado Toni. Todo un lujo. Ya en la Umbría de Fuenlabrada, y siguiendo el cauce del arroyo, seco al principio, pasaremos por un bonito acebal primero y por un bosquecillo de avellano silvestre después. Más adelante el arroyo ya empieza a llevar agua y nos mostrará estampas realmente bucólicas. Además Toni pudo aliviar los picores de sus brazos, y nuestros peludos darse un bañete.
El sendero que ya hacia rato que se había convertido en carril nos acaba llevando de nuevo al Masegar, allí nos reencontramos con el Arroyo del Pajarón, seguiremos ahora el sendero que va paralelo y en el mismo sentido que su curso, hasta que se separa de él para con un repechón encaramarse a unos roquedos para salvar el estrecho en un bonito paso montaraz para luego volver a entrar en terreno pastoril y de ahí a las eras del principio. Se cerraba el circulo. Solo nos quedaba regresar a los coches, montarnos en ellos y subirnos a Huélamo a por los tercios de rigor, que el depósito cervecero nos marcaba reserva, no así el nivel de satisfacción montañera y paisajística, que con las dos rutas que nos preparó Toni para este finde semana estaba con la aguja en lo más alto.
Maru, Nacho y Toni, una vez más, mil gracias por todo!!!.
Un saludo a tod@s.
Tras la espectacular y aérea ruta de la jornada anterior en Uña la de hoy domingo en Huélamo no solo no le iba a ir a la zaga, sino que iba a tener bastantes cosas en común, como que iba a ser una ruta muy aérea, y también, como en la del día antes, la suma de cositas que fuimos viendo durante el recorrido fue lo que hizo de esta una nueva excursión serrana pata negra.
Estamos en Huélamo, de lejos el pueblo más reconocible de toda la Serranía, el peñón rocoso sobre los que se asientan los restos de una antigua fortaleza lo hace inconfundible con otras localidades serranas. Hoy estamos el equipo al completo; Toni, Maru, Nacho, Crispín, Eva, Laia y yo. Arrancamos justo en frente de donde nace la carretera que sube al núcleo urbano de Huélamo. Salimos en dirección contraria al pueblo, que con un fuerte contraluz quedará a nuestras espaldas. En estos primeros compases de la excursión atravesaremos las eras de los Vallejuelos, sin sendero y guiados por unas estacas de madera con marcas blancas y amarillas, que se corresponden al PR-CU 7. Poco a poco se va afianzando un sendero que se encamina hacia el estrecho que forma el Arroyo del Pajarón, que dejaremos a nuestra izquierda en un bonito transcurrir entre robles y tramos de sendero labrados en la roca. Pasaremos una cancela de ganado e iniciaremos un ligero descenso hacia la antigua dehesa pastoril del Masegar, donde hoy solo veremos un par de reses pastando, cuando en el panel informativo del principio de la ruta indicaba que antaño aquí se llegaban a reunir hasta 400 cabezas de ganado. Cosas del cambio climático y sus consiguientes sequías. Toni nos contaba que ese lugar siempre solía tener agua estancada, y hoy estaba más seco que la mojama. Allí ya veremos con total claridad el altivo espolón de Peña Rubia, con su peculiar peñasco asomado a borde, y que sería el objetivo central del día.
Punto de inicio de la excursión, junto al panel del PR del Masegar y con buenas vistas de Huélamo, que no saldrá en estas primeras fotos por culpa del fuerte contraluz. |
Como veis no éramos las únicas cabras que andábamos por el monte. |
Tras un largo tramo caminando por las eras sin sendero este se manifiesta, pasando a discurrir bajo pequeños núcleos de robles. |
También hay tramos, como en este, que está labrado en la roca. |
Bajo la piedra en la que están Nacho y Crispín estaría lo que es el estrecho del Arroyo del Pajarón. |
En este punto dejamos de subir e iniciamos... |
...la bajada hacia el Masegar. |
Dehesa del Masegar, extremadamente seca para ser otoño. Al fondo las murallas sobre las que caminaremos más tarde... |
...y la Peña Rubia, que también aguarda nuestra llegada. |
Desde el Masegar dejamos de seguir las marcas de PR para empezar a seguir las de MS, es decir, ningunas 😉, y sin sendero definido empezaremos a encaramarnos monte arriba. Pasaremos una pequeña y enmarañada zona de bosque bajo y luego ya saldremos a otra de altos pinos, donde ya podremos ir campo a través sin el más mínimo problema, bueno, hago un inciso y vuelvo a lo del cambio climático; este otoño tan primaveral había propiciado que los pinares estuviesen infestados de procesionaria, que despistadas por este inusual calor han bajado a los suelos, tuvimos que ir con bastante precaución de no tocar ramas que tuviesen nidos -si no preguntádselo a Toni, que acabó la ruta con unos picores terribles en los brazos- y que nuestros peludos, Laia y Crispín, no se acercasen a estas infames orugas. De vuelta a la ruta alcanzamos un colladete, donde nos encontramos con un sendero con las marcas de un antiguo PR (o descatalogado o que no se llegó a homologar), y que seguiremos ahora durante un buen tramo, primero haremos un ida y vuelta para visitar un paraje conocido como las Torcas, en el que encontraremos dos gigantescos peñascos, que tienen como peculiaridad estar apoyados el uno con el otro, sosteniéndose mutuamente, y en el hueco del medio ha crecido un bonito arce. Un lugar pintoresco de veras.
Desde el Masegar empezamos a subir monte a través, atravesando bosquecillos tan bonitos como este. |
Luego ya saldremos a un recio pinar, donde ya nos será más sencillo navegar. |
Vemos este curioso ejemplar de pino, poco antes de llegar al collado en el que enlazaremos con el nuevo PR. |
Vemos que a las rocas a las que nos dirigimos tienen un inquilino. |
Ya hemos llegado, primera pincelada de Magia Serrana del recorrido. |
Bajemos abajo. Captaremos bonitos contraluces del arce que habita entre estas dos rocas. |
Miramos hacia arriba, para así ver como estas dos rocas se sostienen una a otra. |
Precioso este rincón. |
Volvemos al collado y seguimos el PR en dirección NO, una pena que este sendero balizado se encuentre en desuso, pues como veríamos más adelante pasa por rincones realmente bellos, aunque pudimos comprobar, y a tenor de las muchas cintas de plástico que vimos, que el trail anual del Huélamo aprovecha en buena parte una idem de este antiguo itinerario. Canales y farallones rocosos, diversas formaciones erosionadas, puntiagudos puntales, excelentes vistas de la Serranía Norte, y sobre todo, un paisaje al más puro estilo de la ruta de ayer en Uña, en el que podremos asomarnos a vertiginosos y espectaculares miradores sobre la Dehesa del Masegar, irán amenizando el camino hasta llegar a lo más alto de la Peña Rubia, donde tendremos unas aéreas vistas del transcurrir del Júcar, delatado por el amarillo otoñal de los chopos que acompañan su curso.
A partir de ahora el sendero no tiene desperdicio alguno, formaciones rocosas... |
...canales a remontar... |
...estupendos miradores naturales en los que hacernos bonitas fotos... |
...formas erosionadas... |
...puntiagudos espolones... |
...vemos este último con más detalle. |
El "champiñón" de antes, Laia se dirigió inmediatamente a él, como queriéndonos decir que a su sombra podríamos hacer una paradita. |
Dicho y hecho, y con estas vistas nos comimos unos sandwiches vegetales. |
Vistazas hacia la zona de Valdemeca, las cimas del centro de la imagen son la Majada de las Cabras y el Peñalba. |
Huélamo a vista de pájaro. |
Tras el parón continuamos, ya que queda mucho y muy bueno por ver. |
Un nuevo paso entre rocas... |
...y nos encaminaremos hacia los cortados. |
Ahora la cosa será tan sencilla como ir bordeándolos hasta llegar a la Peña Rubia. |
Aquí la vemos mejor, con su repisa inferior y su característica roca asomada al borde. |
También se asoman a los bordes Toni y Nacho. |
Una pasada de paisaje. |
Más formaciones, que dieron rienda suelta a la imaginación de cada uno. |
¿Y qué me decís de las vistas hacia el Valle?, con el discurrir del Júcar delatado por el amarillo de los chopos. |
Arte natural en equilibrio. |
Dejo que mis compis tomen la delantera, para calibrar con ellos la grandeza del lugar. |
Y llegamos a la Peña Rubia, a unos 1500 metros de altura. |
Nos situamos sobre su osado peñasco, seña de identidad de esta Peña Rubia. |
Vistas hacia la zona por la que habíamos llegado a la Peña Rubia. |
Volvemos a darle trabajo a la imaginación. |
Desde la Peña Rubia continuaremos un tramo más por el PR, hasta que Toni nos dirá que es momento de abandonarlo de forma momentánea para afrontar la que sería la parte más espectacular de toda la ruta, uno de esos lugares que se nos habían quedado en la retina tras verlos en el blog de Toni, y que hoy íbamos a tener la inmensa suerte de recorrer. Perderemos unos cuantos metros para ir en busca de la faja, conocida como el Cenajo de los Calatravos, por la que transitaremos a partir de ahora y durante un buen tramo, y que nos obsequiará con estampas realmente formidables, especialmente al principio de la misma, en la que realizaremos un un osado y aéreo paso, en el que literalmente sentiremos el vértigo bajo nuestras botas. Pura Magia Serrana. El paso en sí no es difícil, pero si que nos exigirá precaución. Tras él, el resto de la faja es lo suficientemente ancha para andar por ella sin problemas.
Dejamos atrás la Peña Rubia. Seguimos deleitándonos con el paisaje "made in Serranía". |
Vemos la repisa por la que se accede al Peñasco, al cual no iremos hoy... |
...y es que perderemos unos metros... |
...para acceder a esta otra faja, el Cenajo de los Calatravos. Atractiva ¿verdad?, pues ahora veréis. |
De momento este juego de luces y sombras. ¿Qué es lo que señala Maru?... |
...¿estos tres ventanucos naturales?... |
...¿o quizás la Peña Rubia... |
...con su inconfundible peñasco?. |
Lo mejor de la faja está al principio de la misma, en un doble giro que hace. Fijaos que perfección. |
Hacemos el primer giro...y patapum!!!, pasito con mucho patio al canto. |
Lo vemos en vertical, para que se aprecie mejor la caída. |
Luego continuaremos por ahí... |
...pero sigamos centrándonos en el paso, Crispín, Toni, Nacho y Maru realizan el segundo giro, mientras Eva negocia el paso. |
Vemos ahora esta sección sin figurantes. |
Y ahora desde el segundo giro, donde hay que prestar mucha atención. |
Vemos el primer giro desde lo que sería el tercero, con la Peña Rubia al fondo. |
A partir del tercer giro la faja se ensancha y terminan las dificultades. |
Este tramo, aunque menos aéreo, también es un disfrute... |
...espolones o proas rocosas... |
...formaciones "encantadas"... |
...o paredes desplomadas. |
Podríamos haber continuado por la faja hasta el final de la misma, pero se acercaba la hora de comer y el sol daba de lo lindo en ella, y las sombras allí escaseaban, así que nada más pudimos buscamos una escapatoria de la faja que nos enlazase de nuevo con el PR. Ya siguiéndolo de nuevo empezaríamos a bajar por un bonito pinar hacia el Arroyo de las Chorreras, encontrando ya buenas sombras en las que poder sentarnos a comer. El menú de hoy tallarines con salsa boletus que sobraron de la cena, y además con cervecita fresca que había porteado Toni. Todo un lujo. Ya en la Umbría de Fuenlabrada, y siguiendo el cauce del arroyo, seco al principio, pasaremos por un bonito acebal primero y por un bosquecillo de avellano silvestre después. Más adelante el arroyo ya empieza a llevar agua y nos mostrará estampas realmente bucólicas. Además Toni pudo aliviar los picores de sus brazos, y nuestros peludos darse un bañete.
Bajando hacia el Arroyo de las Chorreras encontramos los restos de una antigua calera. |
Y también pasamos por un bonito tramo en el que vimos decenas y decenas de acebos. |
Algún pequeño toque otoñal en el camino. |
Bajo la frondosidad del avellanar. |
Miramos hacia arriba, esta sería la roca donde están los tres ventanucos de antes, que nos recuerda a una cara. |
Este sería el el primer giro de la faja, el más aéreo. |
Y en esta imagen vemos los tres giros. |
Y como no, la Peña Rubia. |
Y unos metros más adelante, y pese a la larga sequía, vemos que el Arroyo de las Chorreras empieza a llevar agua, y podemos obtener imágenes como esta... |
...o como esta. |
El sendero que ya hacia rato que se había convertido en carril nos acaba llevando de nuevo al Masegar, allí nos reencontramos con el Arroyo del Pajarón, seguiremos ahora el sendero que va paralelo y en el mismo sentido que su curso, hasta que se separa de él para con un repechón encaramarse a unos roquedos para salvar el estrecho en un bonito paso montaraz para luego volver a entrar en terreno pastoril y de ahí a las eras del principio. Se cerraba el circulo. Solo nos quedaba regresar a los coches, montarnos en ellos y subirnos a Huélamo a por los tercios de rigor, que el depósito cervecero nos marcaba reserva, no así el nivel de satisfacción montañera y paisajística, que con las dos rutas que nos preparó Toni para este finde semana estaba con la aguja en lo más alto.
Maru, Nacho y Toni, una vez más, mil gracias por todo!!!.
Un saludo a tod@s.
Si el paso para salvar el estrecho en la ida fue bonito no lo fue menos el de la vuelta. |
Huélamo a la vista, desde aquí ya podíamos oler a lúpulo, malta y cebada... |
...aunque por momentos a lo que olíamos era a choto 😂. |
Nos despedimos de Peña Rubia. |
Y ahora sí, sin contraluz, vemos las eras que habíamos cruzado al principio, con Huélamo al fondo. |
Despedimos con el peñón del castillo, seña de identidad de esta bella población serrana. |
Bonito paseo por Peña Rubia como me hubiese encantado acompañaros con la de veces que lo hecho yo por obligacion ,un saludo
ResponderEliminarHola Mariano.
EliminarGracias por el comentario. Me ha picado la curiosidad cuando dices que te hubiese encantado acompañaros, ¿conoces a Toni?, y también en lo que comentas de que has ido muchas veces a Peña Rubia por obligación.
Un saludo.
Hola Dani
ResponderEliminarConque pata negra ehh!!! encima vacilando a los colegas jajajaja.
Pues si yo creo que como mínimo una ruta tan vistosa como esta es para llamarla así, esas fajas con esas vistas, deben de ser lo más y el resto de fotos ya explican casi tanto o más como lo que tu has descrito.
Un abrazo
Jose
TROTASENDES BENICALAP
Hola Jose.
EliminarCon semejantes regalos que nos hace el amigo Toni cada vez que vamos a Cuenca, para no vacilar de ellos jajaja.
Y ese es el denominador común de las rutas que nos prepara Toni, que no suelen tener un objetivo principal, como pueda ser una cima, sino que son rutas que van sumando cosas que vas viendo, hasta convertirse, como he definido a esta, en una autentica pata negra.
Un abrazo.
Molt interessant la ruta Dani, estic bastant impressionant de lo bonics que són els paisatges del sud, imagino que ho tens ben estudiat i ens mostres les millors zones. Aquestes "fajas" i formes de les roques són espectaculars, em diuen que és Ordesa i m'ho crec.
ResponderEliminarSens dubte, si mai estiuejo per aquestes contrades montaré les sortides en base a les teves rutes.
Enhorabona i a seguir així!
Salut i abraçades!
Hola Carles.
EliminarBé, jo controle més de les muntanyes del País Valencià i en concret de les de Castelló, quan anem a Conca ens deixem portar per l'amic Toni, que coneix la Serranía com el palmell de la seua mà. Si haguéssim anat nosaltres pel nostre compte ni de conya haguéssim trobat aquestes espectaculars faixes ni la forma de baixar a elles.
No ho dubtes, si alguna vegada tens pensat visitar la Serrania, dona-li una ullada al bloc de Toni, Magia Serrana, tota una enciclopèdia de la Serranía de Cuenca.
Una abraçada i salut company!!
Aupa Dani:
ResponderEliminarPodrías estar todo el día haciendo fotos de esas fajas tan elegantes y sus formaciones.
tienes buen guía que te lleva por esos lugares insospechados.
Un abrazo.
Aupa Fernan.
EliminarMal lo hubiese pasado yo con las cámaras de carrete de antaño...
Hablando de guías, a ver si hay suerte y el día que tengáis pensado subir a Penyagolosa tengo libre, y os indico de nuevo el camino a la canal :-)
Un abrazo.
Hola Dani.
ResponderEliminarQue buen colofón, además todo el equipo junto. Otra gran entrada, en la que me ha gustado mucho el texto, me parece muy bien narrado. Bueno como haces siempre. Y las fotos pues pata negra, como tú dices.
Ya te dije cuando llegasteis, que como había mucha sequía, había preparado dos rutas más aéreas en las que la sequía no se mostrara tan cruel, y acerté en pleno. Realmente este tipo de rutas siempre tienen un plus, con la roca colgada sobre el vacío y nosotros por ellas.
El único pero es desde que empezamos la faja hasta que metí los brazos en el arroyo de las Chorreras lo pase un poco mal, de los picores, pero bueno al final pues una reacción que se me curó y ya está.
Jjajaja, es como dice tu amigo Fernán, deberían terminar viniendo a buscarnos mientras haya fajas, y tu y yo como posesos haciendo fotos sin parar..
Un abrazo.
Hola Toni.
EliminarMe alegro que te haya gustado el texto de la entrada, ya que cuando te comenté que me iba a pillar el toro en esta crónica era por que estaba bastante atrancado con el texto, al final fueron saliendo las palabras y este fue el resultado.
Otra gran jornada el escuadrón golondrinero, las que van ya y las que nos quedan.
Cuando llegamos a Cuenca no te suelo preguntar mucho ni que me expliques muchos detalles sobre las rutas que vamos a hacer ese finde, disfrutamos mucho más dejándonos llevar por ti y que vayan apareciendo las sorpresas, que por suerte todas las rutas que nos preparas están cargadas de ellas.
Esta ruta fue completísima, pero el tramo que comprende desde las dos rocas apoyadas hasta el final de la faja fue un pasote total.
Como le he comentado a Fernan, ¿Nos imaginas a nosotros dos, con lo suelto que tenemos el dedo, en la época de las cámaras con carrete?...
Un abrazo.
Hola Dani!!!
ResponderEliminarComo te dije en la crónica anterior, telita con la ruta...
Que gozada tener un guía como Toni, que os lleva a parajes impresionantes.
La caliza conquense tiene algo mágico, con esas impresionantes fajas, cortados, y sus "ciudades encantadas" que se esconden en cada rincón de su serranía.
Un placer leer tu blog y descubrir en cada entrada un nuevo rincón mágico que está haciendo engordar mi lista demasiado... jejeje
Un abrazo!!!
Hola David.
EliminarCon tantos halagos el caché de Toni a este paso va a estar por las nubes jajaja.
La verdad es que las dos rutas que nos preparó Toni para este finde fueron las dos superiores, difícil elegir con cual quedarse, en un principio Eva y yo nos quedábamos con la de Uña, pero viendo esta con la perspectiva del tiempo, y repasando una y otra vez la fotos, no sé, no sé...
Un abrazo.
¡Hola, Dani! Pues eso, espectacular y vistosa ruta en la sierra cuyo calificativo "Mágica" tal vez se quede corto o más bien no exprese en toda su realidad la belleza que esconde. Con razón vuelves y vuelves con Toni a esa fabulosa sierra. Este post es un claro ejemplo de la belleza y singularidad de la serranía de Cuenca.
ResponderEliminarUn abrazo.
Hola Emilio.
EliminarYa ves, hasta hace poco toda una desconocida para nosotros la Serranía, y desde el primer día que Toni nos la descubrió nos hemos vuelto unos enamorados de esta sierra, tanto que ya tenemos ganas de que llegue la primavera que viene para volver a visitarla.
Un abrazo.
Hola Dani...
ResponderEliminarPues a ver que te escribo,porque después de ver la anterior entrada por Uña y ''alrededores'',esta sube el nivel mas que al cuadrado,al cubo...
Me he vuelto a recrear con esos cortados,fajas y ''rocas curiosas''...
La Serranía de Cuenca maravillosa y como ya te he comentado en la anterior entrada...tener un guía como Toni,es garantía de disfrutar plenamente de la ''Magia Serrana''...
Por cierto,un ''pajarito'' me ha contado el porque del nombre de tu blog....y yo pensando que ''Esto Se Empina'' parecía ''porno e indecente'',ya te contare una ruta de tres a -6º, que sabiendo lo que se,hicimos honor...jajaja
Un abrazo
Hola Juane.
Eliminar¿Quién habrá sido el "chivato? jajaja, no, en serio, me tienes intrigado, pues no mucha gente sabe el origen del nombre del blog. Fue una brillante ocurrencia de Raúl, un amigo que nos acompañó en algunas rutas cuando empezamos a salir al monte. También me tienes intrigado con eso que me tienes que contar, si hicisteis honor a Per Dalt i Per Baix o a Esto Se Empina...o las tres cosas a la vez!!! jajajaja.
Espectacular la Serranía de Cuenca, en todos los sentidos, no le hace falta tener montañas picudas y destacadas para ser poseedora de unos lugares y paisajes fantásticos.
Un abrazo.
El ''pajarito'' es de CasiAventurilla,imagino que ya sabes quién...jejeje y lo de la ruta a -6º,hubo mucha ''descompresión,''Per Dalt i Per Baix...jajaja.
EliminarUn abrazo.
Jajaja, entonces ha sido Alex, jajaja. Pues ya que nombras Casiaventurilla, el domingo estuvimos haciendo la ruta de la Creu del Cardenal y el Cavall Bernat en la Vall de la Murta, nos cruzamos con numerosos senderistas, y hubo uno de ellos que llevaba una camiseta de una marcha senderista de Ribesalbes, a raíz de preguntarle si era de allí iniciamos una animada conversación, y al final resultó ser Jesús Morant, con quien los chicos de CasiAventurilla hacen el tema de las Rutas y Flora.
EliminarUn abrazo.
Hola Dani:
ResponderEliminarMenudas fajas, de ver la altura que tenían esas caídas, a uno se le pone los pelos de punta.
A Huélamo también lo tuvimos en mente cuando estuvimos por allí, pero ya no nos quedaba ni un sólo minuto libre para poder hacer algo allí, ja ja jaaaaaa...
Esta mañana Sandra me ha enviado otra posible ruta por Cuenca y la verdad es que tiene muy buena pinta y si la hacemos tendrá que ser ya, antes de que se acabe el otoño, para aprovechar esos colores tan bonitos que tiene esta época del año.
Saludos y mucha montaña.
Hola Eulogio, hola Sandra.
EliminarAsí es, nada tienen que envidiarle estas fajas que nos enseñó Toni a las de otros lares y montañas más altas. Espectaculares.
Bueno, por lo que leí en un comentario veo que le sacasteis muchísimo partido a vuestra visita a la Serranía, pero es que cuando esta entra en vena ya no te puedes desenganchar de ella ;-)
Pues a seguir aprovechando el otoño si tenéis ocasión!!
Un abrazo!!
Hola Dani.
ResponderEliminarSi no hubiese disfrutado del rutón de Uña, está me parecería la ostia, pero es que venimos de disfrutar de una ruta cinco estrellas.
Este recorrido por la Peña Rubia, me ha gustado mucho, paisajisticamente me parece brutal, y caminar por esas fajas imposibles, es la leche!, está Serranía de Cuenca, me recuerda mucho a la Sierra de Guara, pero allí hay menos bosque.
Yo creo que los que hacen el trail, lo mismo les da, correr por esa zona, que por la carretera, se fijan poco por donde van, por eso a mi, no me gustan las carreras, me gusta disfrutar del paisaje que me rodea, al fin y al cabo, muchos de estos lugares se disfrutan solo una vez en la vida.
Un saludo.
Hola Eduardo.
EliminarHoy se lo comentaba a Eva, que a los pocos días de volver de Cuenca y haciendo balance los dos coincidíamos, que en el caso de tener que elegir cual de las rutas nos había gustado más, hubiésemos elegido la de Uña, pero que viendo las fotos de esta ruta por Huélamo con la perspectiva del tiempo, ahora ya no lo tendría tan claro, sería una elección muy difícil. Lo que está claro es que en las dos pudimos disfrutar de la espectacularidad de la Serranía en toda su expresión, como tu dices, sos rutas cinco estrellas.
Completamente de acuerdo en lo que comentas en el último párrafo. Respeto lo de correr por la montaña y las carreras, ya que todo el mundo tiene derecho de disfrutar de ella como le plazca, pero siempre que no la perjudique, y es por eso por lo que pienso que esto del trail se ha convertido en una moda, por que es una moda, peligrosa, peligrosa, por que la gente que lleva haciendo trail antes de toda esta explosión runner si que tiene un respeto por la naturaleza, pero la inmensa mayoría que se apuntado al carro pienso que no, ya que es gente que no había hecho montaña e incluso ni deporte, luego esta el tema de la competitividad, que nada tiene que ver con la filosofía de la montaña, que cuando se mezcla con la falta de respeto por el medio se convierte en una peligrosa combinación.
Yo tuve una época en la que me apunté a unas cuantas carreras, e incluso me llegué a obsesionar con el crono, luego me di cuenta de dos cosas, que obsesionándome con el crono no disfrutaba del paisaje, luego, ¿qué por que tenía que pagar por algo de lo que puedo difrutar gratis y cuando yo quiera?, y dejé de hacer carreras. Seguí corriendo por el monte, pero sin reloj, a mi ritmo, con Laia y Senda, si estaba cansado me paraba y me sentaba, si me tenía que para a echar unas fotos me paraba, las veces que hiciesen falta. Desde este año ya no corro por el monte ni por asfalto, me sirven de entreno para las rutas de fin de semana mi horita y media/dos horas diarios de monte (sobre todo en primavera y verano) caminando, en definitiva, cada vez soy más devoto y ferviente seguidor de la filosofia "slow mountain". Esta es mi opinión al respecto, y recalcando, una vez más, que cada uno disfrute del monte como quiera, faltaría más.
Un saludo.
Hola Dani, enhorabuena por tus rutas. Comentarte que soy de Cuenca, me llamo Pablo, apasionado por el ciclismo de montaña, pero enamorado también del senderismo. Me gustaría hacer una incursión por Huélamo y Peña Rubia y he visto la magnífica descripción y las espectaculares imágines de vuestro recorrido. Quería preguntarte si dispones del track de la ruta y si no te importa compartirlo conmigo. Te dejo mi correo electrónico: viveysefeliz2009@hotmail.com
ResponderEliminarSi te interesan rutas de BTT, te dejo mi enlace a wikiloc: https://es.wikiloc.com/wikiloc/user.do?id=266250
Gracias y un saludo
Hola Pablo.
EliminarGracias por pasarte por el blog y comentar. Pues no dispongo track de esta ruta, pues cada vez que voy a la Serranía, soy de Castellón, me dejo guiar por Toni, y tampoco soy de grabar todas las rutas que hago. Si quieres más información sobre esta ruta nadie mejor que Toni para proporcionártela, pues su blog, Magia Serrana, es el referente indiscutible del senderismo por la Serranía de Cuenca. En en su blog viene su dirección electrónica para contactar con él.
No hago BTT, pero me he hecho seguidor tuyo en wikiloc ;-)
Un saludo.