Jueves 13 de septiembre de 2018
En la anterior entrada os comentaba lo difícil que es atinar el tiempo en la Isla de la Palma, aunque de anuncie un día soleado suele ser habitual que se formen nubes y se queden enganchadas en las zonas altas de la isla, en especial en la zona de la Caldera de Taburiente. "Un día cualquiera en la Caldera de Taburiente: amanece despejado por la mañana, se forma una nube que lo cubre todo en las horas centrales y desaparece al final del día", así de gráfico lo explicaba, más o menos, un panel en el centro de visitantes de la Caldera. Pero muchas veces esa nube no se va, e incluso provoca lluvias, y eso es lo que echó al traste una de las rutas que más ilusión me hacía hacer, nuestra subida, a pie y por la cresta, por que con el coche no cuenta, al Roque de los Muchachos, punto más alto de la Palma.
La ruta arranca un poco antes de alcanzar el punto kilométrico número 25 de la espectacular carretera de montaña que sube hasta la misma cima del Roque de los Muchachos, en la que hay un importante observatorio astrofísico. Allí hay una explanada en la que se pueden dejar aparcados bastantes vehículos.
El plan previsto era desde allí hacer el tramo final del PR 3 hasta la cima del Pico de la Nieve, y desde este enganchar rumbo norte el GR 131 (Ruta del Bastón) y la cresta y seguirlos, casi 10 kilómetros, hasta la cima del Roque de los Muchachos, para luego regresar haciendo auto-stop hasta el punto de inicio. Durante ese cresteo gozaríamos de unas espectaculares vistas de la Caldera de Taburiente, y pasaríamos junto a alucinantes formaciones erosionadas.
Pero subiendo por la carretera ya vimos que había bastante niebla, y ya a pie nos vimos inmersos en ella al poco de ganar altura, todo sea dicho de paso, por un excelso y limpio bosque de pino canario. Albergaba la esperanza de que al igual que el día anterior al ganar más altitud, la niebla quedase abajo, y pudiésemos disfrutar del cresteo con un mar de nubes bajo nosotros. Ingenuo de mi.
Al coronar el Pico de la Nieve no es que no hubiese mar de nubes, es que directamente estábamos buceando en él. La niebla lo cubría todo, y no tenía la cosa pinta de cambiar mucho, ya que no íbamos a subir mucho más, pues el Pico de la Nieve está a 2200 metros y pico y el Roque supera por poco los 2400. Si acaso la cosa de cambiar tenía pinta de que hacerlo a peor. En ese momento ya pensé en dar media vuelta y buscar un plan alternativo, ya que hacer este recorrido sin vistas pues como que no tenía mucho sentido, pero vi a Eva bastante convencida de seguir y eso hicimos.
Metidos de lleno en el continúo sube y baja del cresterío fuimos avanzando, sin la Caldera ni las formaciones erosionadas a la vista, hasta llegar a las inmediaciones del Pico de Punta Llana, donde empezó a chispear de forma leve. Un poco más adelante nos encontramos con unos trabajadores del parque limpiando un tramo del sendero, paramos brevemente a charlar con ellos. Al contarles nuestros planes nos recomendaron que nos diésemos la vuelta, pues según ellos se iba a poner a llover de lo lindo. Nadie mejor que la gente del terreno para saber si va a llover o no, así que les hicimos caso, de hecho al poco de dar media vuelta, cayó un chaparroncillo. Por cierto, se me olvidó preguntarles donde miraban ellos la meteo, por que lo que es las páginas que solemos mirar nosotros no acertaron ni una en todos los días que estuvimos en la Palma.
De regreso al Pico de la Nieve, la niebla, quizás premiando nuestra osadía, hizo un amago de disiparse en la zona de la Caldera, ante nuestros ojos aparecieron de forma espectacular, y también siniestra, algunas de las oscuro roques y barrancos de este monumental cráter de erosión, incluso llegué a plantearme incluso si no nos habíamos precipitado dando media vuelta. Qué ingenuo de nuevo. Se volvió a cubrir en un abrir y cerrar de ojos, e incluso, ya cerca del coche nos tocó apretar el culo para no mojarnos.
Bajo la lluvia subimos con el coche hasta la cima, que se nos presentaba con un ambiente hostil, a la espesa niebla y la a ratos fuerte lluvia se le sumaba una bajada importante de la temperatura. Con esas condiciones allí no había ni el tato ni nada para ponerse a cobijo, imaginaros que carita hubiesen puesto dos que yo me sé, de haber continuado con la ruta, haciendo dedo...
Más vale una retirada a tiempo...El Roque de los Muchachos tendría que esperar para una futura visita a la Palma, pues no iba a sacrificar ninguna de las rutas planificadas por volver a intentar subir.
Respecto a la Caldera, nos dio calabazas en el primer cortejo, pero no sabía que somos unos pretendientes muy insistentes.
Un saludo a tod@s.
En la anterior entrada os comentaba lo difícil que es atinar el tiempo en la Isla de la Palma, aunque de anuncie un día soleado suele ser habitual que se formen nubes y se queden enganchadas en las zonas altas de la isla, en especial en la zona de la Caldera de Taburiente. "Un día cualquiera en la Caldera de Taburiente: amanece despejado por la mañana, se forma una nube que lo cubre todo en las horas centrales y desaparece al final del día", así de gráfico lo explicaba, más o menos, un panel en el centro de visitantes de la Caldera. Pero muchas veces esa nube no se va, e incluso provoca lluvias, y eso es lo que echó al traste una de las rutas que más ilusión me hacía hacer, nuestra subida, a pie y por la cresta, por que con el coche no cuenta, al Roque de los Muchachos, punto más alto de la Palma.
La ruta arranca un poco antes de alcanzar el punto kilométrico número 25 de la espectacular carretera de montaña que sube hasta la misma cima del Roque de los Muchachos, en la que hay un importante observatorio astrofísico. Allí hay una explanada en la que se pueden dejar aparcados bastantes vehículos.
El plan previsto era desde allí hacer el tramo final del PR 3 hasta la cima del Pico de la Nieve, y desde este enganchar rumbo norte el GR 131 (Ruta del Bastón) y la cresta y seguirlos, casi 10 kilómetros, hasta la cima del Roque de los Muchachos, para luego regresar haciendo auto-stop hasta el punto de inicio. Durante ese cresteo gozaríamos de unas espectaculares vistas de la Caldera de Taburiente, y pasaríamos junto a alucinantes formaciones erosionadas.
Pero subiendo por la carretera ya vimos que había bastante niebla, y ya a pie nos vimos inmersos en ella al poco de ganar altura, todo sea dicho de paso, por un excelso y limpio bosque de pino canario. Albergaba la esperanza de que al igual que el día anterior al ganar más altitud, la niebla quedase abajo, y pudiésemos disfrutar del cresteo con un mar de nubes bajo nosotros. Ingenuo de mi.
Al coronar el Pico de la Nieve no es que no hubiese mar de nubes, es que directamente estábamos buceando en él. La niebla lo cubría todo, y no tenía la cosa pinta de cambiar mucho, ya que no íbamos a subir mucho más, pues el Pico de la Nieve está a 2200 metros y pico y el Roque supera por poco los 2400. Si acaso la cosa de cambiar tenía pinta de que hacerlo a peor. En ese momento ya pensé en dar media vuelta y buscar un plan alternativo, ya que hacer este recorrido sin vistas pues como que no tenía mucho sentido, pero vi a Eva bastante convencida de seguir y eso hicimos.
Metidos de lleno en el continúo sube y baja del cresterío fuimos avanzando, sin la Caldera ni las formaciones erosionadas a la vista, hasta llegar a las inmediaciones del Pico de Punta Llana, donde empezó a chispear de forma leve. Un poco más adelante nos encontramos con unos trabajadores del parque limpiando un tramo del sendero, paramos brevemente a charlar con ellos. Al contarles nuestros planes nos recomendaron que nos diésemos la vuelta, pues según ellos se iba a poner a llover de lo lindo. Nadie mejor que la gente del terreno para saber si va a llover o no, así que les hicimos caso, de hecho al poco de dar media vuelta, cayó un chaparroncillo. Por cierto, se me olvidó preguntarles donde miraban ellos la meteo, por que lo que es las páginas que solemos mirar nosotros no acertaron ni una en todos los días que estuvimos en la Palma.
De regreso al Pico de la Nieve, la niebla, quizás premiando nuestra osadía, hizo un amago de disiparse en la zona de la Caldera, ante nuestros ojos aparecieron de forma espectacular, y también siniestra, algunas de las oscuro roques y barrancos de este monumental cráter de erosión, incluso llegué a plantearme incluso si no nos habíamos precipitado dando media vuelta. Qué ingenuo de nuevo. Se volvió a cubrir en un abrir y cerrar de ojos, e incluso, ya cerca del coche nos tocó apretar el culo para no mojarnos.
Bajo la lluvia subimos con el coche hasta la cima, que se nos presentaba con un ambiente hostil, a la espesa niebla y la a ratos fuerte lluvia se le sumaba una bajada importante de la temperatura. Con esas condiciones allí no había ni el tato ni nada para ponerse a cobijo, imaginaros que carita hubiesen puesto dos que yo me sé, de haber continuado con la ruta, haciendo dedo...
Más vale una retirada a tiempo...El Roque de los Muchachos tendría que esperar para una futura visita a la Palma, pues no iba a sacrificar ninguna de las rutas planificadas por volver a intentar subir.
Respecto a la Caldera, nos dio calabazas en el primer cortejo, pero no sabía que somos unos pretendientes muy insistentes.
Un saludo a tod@s.
Arrancamos, como pudimos comprobar la jornada anterior, perfecta señalización y senderos muy bien delimitados. |
Al poco de empezar nos llaman la atención estos extraños círculos hechos con piedras. |
Además, como habréis visto en la anterior foto, y también en esta, son capaces de adquirir curiosas formas. |
La ruta planeada más que bien explicada en este panel. Andamos ya sobre los 2000 metros de altitud, pocos pinos logran sobrevivir ya a esta cota. |
Entramos en terreno volcánico, a punto de enlazar con el GR 131. En este punto, en circunstancias normales, ya deberíamos estar viendo la Caldera. |
Afrontando la rampa final a Pico de la Nieve. |
Hoy más bien deberíamos llamarle Pico de la Niebla. |
Pico de la Nieve, 2234 metros. |
Pese a la ausencia de vistas continuamos con la ruta. |
Pasando por uno de los numerosos collados del cordal. |
Pese a la niebla, disfrutando, entre codesos y retamas. |
Otro collado, la niebla cada vez es más espesa. |
Hubo que afinar mucho la vista para distinguir algunas formaciones. |
Arte erosionado entre nieblas. |
Seguimos por "la Ruta del Bastón", llamada así por que en su recorrido de 72 kilómetros entre el Puerto de Tazacorte y el Faro de Fuencaliente adquiere forma de bastón. |
Subiendo al Pico de Piedra Llana (el sendero no pasa por su cima), vemos otro endemismo canario, el tajinaste blanco. Unos centenares de metros más adelante nos dimos la vuelta. |
Ya hemos desandado un buen tramo y nos ha caído un chaparroncillo, tras el cual hay un amago de despejar. |
Será muy efímero, habrá que aprovechar para disfrutar del momento y sacar cuantas más fotos posibles. |
Pico del Cedro. |
Van emergiendo puntiagudas torres de entre la niebla. |
Solo una minúscula pincelada de toda la grandeza que nos puede ofrecer la Caldera de Taburiente. |
Pero suficiente como para caer rendidos ante la majestuosidad de este espectacular cráter de erosión. |
Espectacular barrancazo. Desde la cresta hasta el fondo de la Caldera llegan a haber, en muy poca distancia, desniveles de hasta 1500 metros. |
Incluso podemos adivinar la parte opuesta de esta cresta semicircular. |
Posemos con esta maravilla de la naturaleza antes de que la niebla nos la vuelva a cubrir. |
También podemos llegar a apreciar de forma nítida el arte volcánico. |
Y de nuevo envueltos en la niebla regresamos al coche. Despedimos este corto reportaje fotográfico (se hace raro ver una crónica mía con tan pocas fotos) con este curiosos pino que ya habíamos visto antes. Si os apetece ver el recorrido que teníamos pensado hacer pero a la inversa y todo lo que nos perdimos, os recomiendo esta crónica del blog Deriscoenrisco. |
Hola Dani.
ResponderEliminarQue faena la verdad pero es que no hay una escapatoria en un día así, en un lugar como ese. Hay que intuir todo el rato....seguro que tiene sus momentos al ver aparecer roques puntiagudos entre la niebla y volver a desaparecer pero fue una gran putada.
Pero esto no se puede quedar así, es como le dije a Maru, que pasen unos tres o cuatro años, y ale hop, otro vuelo a la Palma y ver cosas que faltaron. A vosotros esto, a nosotros los Nacientes.
Un abrazo.
Hola Toni.
EliminarUna putada haber tenido que renunciar a esta ruta...a la vez que un gran acierto, pues cuando subimos con el coche a la cima se había liado la del pulpo, hubiese querido hacer algunas fotos, pero es que ni apetecía bajar del coche, la verdad. De la ruta me quedo sin duda con esa siniestra y fugaz aparición de los roques de la Caldera, y también con la comida en una terraza de Santa Cruz con un bochorno insoportable...isla de contrastes extremos la Palma.
Eso, vosotros hacéis la de los Nacientes y cuando terminéis subís a por nosotros al Roque de los Muchachos, y luego a tomar unas Doradas o Tropicales con unas buenas papas arrugás por ahí jajaja
Un abrazo.
Espectacular esa parte final entre nieblas y una verdadera pena no poder finalizarla... Pero en fin aquí seguimos a la espera de ver esas otras rutas por la zona. Saludos.
ResponderEliminarHola Salvador.
EliminarSeguro que cuando volvamos a la Palma en un futuro y hagamos completa esta ruta la disfrutaremos el triple. Un saludo, y gracias por comentar.
Estas rutas me traen buenos recuerdos, de hace 30 años cuando, durante un año estuve visitando periódicamente todas las islas, muy en concreto La Palma , la isla bonita,recorridos envidiables y por supuesto una redacción de las jornadas de verdadero periodista. Enhorabuena Dani y compañía.
ResponderEliminarHola lector "desconocido", aunque me da a mi en la nariz que no lo eres tanto, lo de desconocido digo , por que lector fiel ya me lo has dicho infinidad de veces que lo eres, sobre todo cuando nos encontramos paseando tu a Roc y yo a Laia y a Senda, y que hasta hace unos años éramos vecinos ¿me equivoco? ;-)
EliminarGracias por el halago, y que bonita es la Palma, no es gratuito su apelativo, nos conquistó plenamente y pensamos volver!!
Un saludo, Dani. Os tocó niebla... es lo que tiene la Isla Bonita, como decía Madonna. Yo recuerdo que había niebla, pero al cruzar el túnel, por la carretera, estaba despejado. La zona cimera la tuvimos despejada, y es espectacular. Creo que fue en 2004 cuando yo estuve por allí, pero estamos pensando ir de nuevo a finales de año. ¿Desde donde habéis volado vosotros? Es que por aquí, por Cádiz, no hay vuelos directos a La Palma... recuerdo que fuimos desde Madrid. Lo que menos me gusta de ir a Canarias, es volar. Odio los aeropuertos, ponen una música muy mala... aunque Brian Eno lo intentó en un disco... Music For Airports, ¿no era así?
ResponderEliminarUn saludo, y gracias por el reportaje... las fotos son guapas a pesar de la niebla. Salud.
Pues no he sido nunca muy fan de Roxy Music y de lo que hayan hecho después sus miembros en solitario, así que ahí me has pillado...aunque por curiosidad lo buscaré, para ver cual es el concepto del Sr. Eno sobre la música que ha de sonar en los aeropuertos ;-), música que nos hubiese venido de perlas para amenizar las casi cinco horas de retraso del vuelo de vuelta a Madrid, con lo que te contesto a la pregunta de donde salimos, desde Valencia tampoco habían vuelos directos a la Palma, y desde Castellón...directamente apenas hay vuelos a ninguna parte. Por suerte Eva tiene casa en Madrid y viajamos allí el día antes del vuelo.
EliminarImpactante cuanto menos lo del túnel, y más con la poca extensión que tiene la isla de este a oeste y viceversa. ¿Pero que no es impactante en esta isla?, lo que más su fantástica naturaleza que engancha, por que veo que no somos los únicos que pensamos volver ;-)
Como le decía a Salvador cuando volvamos y podamos hacer al completo esta ruta de la Crestería seguro que la disfrutaremos el triple.
Gracias por el comentario Franeto, un saludo.
Hola Dani,
ResponderEliminarLástima que el tiempo no permitiera realizar al ruta que querías, pero ya lo sabes, es la excusa perfecta para volver a La Palma.
Todo y no ser la ruta que queríais hacer y que la niebla no se portó bien con vosotros, os salió un bonito paseo entre un frondoso bosque de pino canario, que la primera vez que lo ves impresiona por su majestuosidad.
Esperamos con ganas vuestra siguiente aventura por tierras canarias.
Un abrazo.
Hola David.
EliminarEn situaciones así es mejor quedarse con lo positivo: el bosque de pinos, la cima alcanzada y la breve visión de la Caldera, sin olvidarnos de la acertada decisión de haber sabido renunciar a tiempo.
Ten por seguro que volveremos a intentar esta ruta cuando volvamos a la Palma jeje.
En unos minutos la siguiente aventura ;-)
Un abrazo.
¡Hola, Dani! Tras innumerables intentos de comentar tu entrada (desde Chrome no podía) por consejo de Álex he cambiado de navegador y desde Firefox puede comentar. Una pena esa pertinza niebla que no hizo posible que disfrutárais de ese paisaje insular tan peculiar, pero aún así, lo hecho se disfruta también y nos deja abierta la posibilidad de volver en otra ocasión.
ResponderEliminarUn abrazo.
Hola Emilio.
EliminarPues es raro, yo utilizo Chrome y puedo comentar sin problema en blogger...
Bueno, una de las razones por las que la Palma es tan verde y la más bonita del archipiélago es por esas nieblas, así que tampoco nos quejamos mucho jejeje, así la próxima vez que vengamos será más benévola y podremos disfrutar de las vistas de esta ruta.
Un abrazo.
Hola Dani...
ResponderEliminarBueno,como esta entrada era ''mas corta'',me ha dado tiempo de leerla y verla...jejeje.
Una verdadera pena,no haber podido disfrutar a tope de ese Roque de los Muchachos,aunque aun pudisteis disfrutar algo.
De nuevo la niebla protagonista,pero aun pudiste sacar algunas fotos de esa parte volcánica tan espectacular.De hecho me ha venido a la mente,que el amigo Peter Jackson,podía haber ido a filmar parte de El Señor de los Anillos,allí perfectamente...jejeje.
Pues nada,en la agenda te queda,recuerdo que cuando Toni y Maru anduvieron por La Palma,me quede en la entrada del Roque de los Muchachos(fíjate el tiempo que hace que no me paso por su blog...imperdonable...jejeje).A ver si me paso a leer su crónica.
Bueno,me voy corriendo a comer y a currar...jejeje
Un abrazo.
Hola Juane.
EliminarLa isla de la Palma tiene muchos escenarios de película jeje. La nuestra tenía todos los ingredientes para ser una superproducción, pero se coló en el reparto la niebla y se quedo en una de esas que ponen los domingo por la tarde después de comer jajaja.
Fuera de coñas, y pese a verse truncada la ruta, aún pudimos disfrutar del caminar bajo ese bosque de pino canario, y por supuesto de esa visión de la Caldera, que pese a que fue muy fugaz quedó muy marcada en nuestras retinas.
Un abrazo.