28 de octubre de 2018

La Palma: Caldera de Taburiente y Barranco de las Angustias

Sábado 15 de septiembre de 2018


Si hay un referente a nivel geográfico en la Isla de la Palma este no es otro que la Caldera de Taburiente, un magnífico cráter de erosión de 9 kilómetros de diámetro en el que las paredes interiores alcanzan hasta 2000 metros de altitud, desprendiéndose de ellas multitud de arroyos y barrancos, todos estos cursos fluviales confluyen en el Barranco de las Angustias, que supone la única salida natural de las aguas de la Caldera hacia el Océano Atlántico, creando una imagen satelital espectacular. Tras no haber podido disfrutar de ninguna vista de la Caldera durante nuestro intento de ascenso al Roque de los Muchachos tocaba intentarlo por el interior de la misma, haciendo parte del PR-LP 13, uno de los clásicos de la isla. Aunque la visibilidad al final no fue del todo buena, si que fue mucho mejor que dos días antes, y pudimos disfrutar parcialmente de este majestuoso enclave.





Amanece nublado en Breña Baja, y el plan inicial era hacer un pequeño tramo de la Ruta de los Volcanes, subiendo a los picos Birigoyo y Nambroque (la ruta de la Caldera teníamos prevista hacerla el día siguiente), así que con temor a que nos pasase lo mismo que el día del Roque de los Muchachos hicimos un rápido cambio de planes pero sin variar el tema volcanes, por lo que decidimos irnos al extremo sur de la isla y hacer una ruta por los volcanes de San Antonio y Teneguía. Pero como ya os había comentado la meteo es muy caprichosa en la Palma, y al llegar a los Canarios (Fuencaliente) había allí una niebla digna del más estereotipado Londres. Urgía un plan ya no B sino C, ya nos daba igual que hubiese volcanes de por medio o no. Mientras sopesábamos que hacer continuamos conduciendo rumbo norte pero por la costa oeste, cuando de repente nos volvíamos a quedar patidifusos con la meteo, mientras en la costa oriental el día despertaba otoñal los cielos de la occidental lucían un azul esplendoroso, increíble, y más si contamos que la isla solo tiene 29 kilómetros de ancho...

Así, que decidido, adelantaríamos para hoy la ruta de la Caldera, por lo que pusimos rumbo a los Llanos de Aridane y al parking del Barranco de las Angustias. El problema es que al ir hasta allí dando el rodeo que dimos y no ir de forma directa por el Túnel del Tiempo (se le llama así, por razones obvias, al doble túnel que comunica las dos costas de la isla), más las retenciones por obras de la LP-2 y el rato que tuvimos que esperar para que se llenase el taxi de subida (media hora más) al Mirador de los Brecitos (punto de inicio de la excursión) hizo que iniciásemos la ruta casi a las 11 de la mañana y ya se estaban empezando a meter bastantes nubes en el interior de la Caldera y que a la larga nos iban a privar de tener una visión completa de la misma.

El sendero arranca, con unas parciales pero impresionantes vistas de las paredes y roques más occidentales de la Caldera, desde el mismo mirador, y empieza su sostenida bajada hacia la Playa de Taburiente. El trazado que dibuja el sendero en el pinar es sencillamente precioso, combinando lazadas, pasos por puentes y muchos tramos aéreos, camuflados, al igual que en la ruta de Marcos y Cordero, por los pinos, algunos de ellos majestuosos, las vistas hacia la Caldera, aunque cada vez con más nubes, también lo son. El sendero atraviesa también seis barrancos, el del Ciempiés, el de las Cañeras, el de las Traves, el de las Piedras Redondas, el del Risco Liso y el de las Bombas de Agua. Nos choca especialmente este último, y no solo por el topónimo, también por su profundidad, y sobre todo por que por él entraban canalizados los sonidos del agua del cercano Río Taburiente y del viento en las copas de los pinos, que mira que estamos acostumbrados a ellos, pero nunca me habían llegado a estremecer tanto como lo hicieron en este punto.


Esta ruta lineal comienza con estas fantásticas vistas hacia el interior de la Caldera. Mirador de los Brecitos, situado a 1030 metros de altitud y al que hemos accedido en taxi.

Hacia el otro extremo nos llama de inmediato la atención la puntiaguda silueta del Pico Bejenado...

...ya aviso que va a aparecer en muchas fotos.

Aunque van entrando nubes de momento no nos cubren esta parte de la Caldera, podemos disfrutar de estos gigantescos paredones...

...o de estas agujas y roques.

Dejemos de momento las alturas y volvamos a ras de suelo. Este es el sendero por el que bajaremos hasta la Playa de Taburiente...

...una mullida alfombra de pinocha. Si os fijáis, entre los pinos se ve la continuidad del sendero.

Este sendero atraviesa seis barrancos y cada vez que lo hace se nota en la vegetación.

También cruzaremos varios puentes, este si no me equivoco sobre el Barranco de las Cañeras.

Unas preciosas lazadas del sendero.

Cada vez van entrando más nubes.

Otra lazada, que nos baja hasta el puente cruza el frondoso Barranco de las Traves.
Pasando por la zona del Barranco de Piedras Redondas.

Mirada hacia el corazón de la Caldera, las nubes no logran cubrir al Bejenado.

Empezamos a pasar junto a enormes pinos.

Caminando junto al Barranco del Risco Liso.

Como os comenté en una anterior entrada, un super-árbol este pino canario...

...además de por el tamaño que pueden alcanzar por su resistencia al fuego.


Espectacular visión del Barranco de Bombas de Agua con el Bejenado.

Pinos, roques y nubes, un espectáculo.


Llegamos al pedregoso lecho del río, más conocido como Playa de Taburiente, en la que no falta gente bañándose. Por desgracia las nubes cubren casi por completo el fondo del circo, privándonos de una de las imágenes más famosas de esta ruta, por lo que descartamos también subir a ver la Cascada de la Desfondada. La ruta continúa vadeando el río y efectúa una corta subida hasta la zona de acampada y un pequeño centro de interpretación. Desde allí afrontaremos la parte más pronunciada del descenso hacia el Barranco de las Angustias. Este sector de la Caldera, al ser más escarpado, los pinares son menos espesos y por lo tanto las vistas mejores, y por suerte también habían menos nubes, por lo que disfrutamos de unas panorámicas brutales, especialmente del Pico Bejenado y del monolítico Roque de Idafe, el cual era venerado por los aborígenes benahoaritas, y es que la Caldera, en la antigüedad Cantón de Aceró, fue un importante santuario guanche, y supuso la última resistencia, encabezada por Tanausú, antes de que la Corona de Castilla conquistase la isla e impusiese el culto a la cruz. Tanausú fue apresado y llevado a la península para allí ser exhibido, antes que eso prefirió dejarse morir por inanición durante la travesía en barco.

Llegado a un punto del descenso se nos presenta una pequeña variante, que es hacer un tramo de sendero, que acaba enlazando con el principal, calificado como "difícil y solo apto para senderistas experimentados", al ser esta una ruta tan frecuentada se curan en salud, ya que de por si el tramo no es nada del otro mundo ni tiene ninguna dificultad técnica, eso si, el sendero es estrecho y pasa pegado al borde del Barranco del Almendro Amargo, hacia al que hay una buena caída.


Llegamos a este depósito sedimentario que es la Playa de Tabueriente, y que es el centro de la Caldera. Por desgracia las nubes cubren la cresta y nos privan de disfrutar de esta espectacular panorámica. A la izquierda vemos el Roque del Huso.

Más despejado luce hacia el exterior de la Caldera. Bastante gente bañándose en esta peculiar playa.

Nosotros también nos bañaremos en esta ruta, pero no será aquí...Vadeamos el Río Taburiente...

...y tras una subidita llegamos a la zona de acampada y al centro de interpretación, que visitamos brevemente. Su principal reclamo es esta maqueta de la Caldera.

La ruta se aleja momentáneamente del curso del río y se enfila por la izquierda de la Somada del Palo.

Pasamos bajo esta "meta volante" de chumberas.

Bordeando la Somada del Palo. Nos dirigimos hacia ese pequeño collado. Un viejo conocido nos saluda de nuevo, el Bejenado ¿quizás queriendo decirnos algo?.

Llegamos a un mirador, por suerte en esta zona de la Caldera las nubes son menos densas y podemos ver parte de la cresta de la Caldera...

...en la que destacan varios afilados roques y el Pico de la Nieve, al que subimos bajo la niebla dos días antes, en la ruta abortada al Roque de los Muchachos.

Espectacular balcón hacia la crestería y el Barranco del Almendro Amargo.

Seguimos bajando, vemos ya el Roque de Idafe...y de nuevo el Bejenado.

Espectacular todo.

Volvemos al Bejenado, como me enamoró su silueta, y en ningún momento se llegó a cubrir de nubes, no teníamos prevista su ascensión en este viaje, pero en esos momentos en mi cabeza ya empezaba a rondar la idea de intentarlo el día siguiente...

...pero de momento nos seguimos centrando en esta ruta que nos estaba dejando absortos ante tan grandioso paisaje.


Un último vistazo hacia el fondo de la Caldera.

A partir de ahora el Roque de Idafe se llevará todo el protagonismo.

Lo vemos aquí junto al tajo del Barranco del Almendro Amargo.

Este roque se trata de una estructura fonolítica, y fue declarado declarado Monumento Natural en 1994, 40 años después que la Caldera de Taburiente fuese declarada Parque Nacional.

Variante "peligrosa" del sendero, que se asoma bastante al Barranco del Almendro Amargo...

...cosa que también hace el sendero normal un poco más abajo.

Empequeñecidos ante tal grandiosidad.

Más o menos desde donde estaba Eva en la foto anterior se obtiene esta bonita imagen del Roque de Idafe y el Barranco del Almendro Amargo, del que se desprende una bonita cascada...

...la cual acercamos con el zoom.


 Bajamos hasta la confluencia, conocida como Dos Aguas, del Barranco del Almendro Amargo y del Barranco Limonero, el agua del primero baja de color verde, y la del segundo amarillo, creando un bonito contraste, cerca de allí un cartel nos invita a desviarnos 500 metros para visitar la Cascada de Colores, que en unos sitios leímos que es artificial y en otros que fue restaurada tras un derrumbe, sea lo que fuere la verdad es que el color ocre del agua ferruginosa combinada con el verde de los musgos crea un bonito y fotogénico contraste.


Llegamos a la zona de Dos Aguas, donde remontamos rambla arriba para ir a ver la Cascada de Colores.
Punto de confluencia del Barranco del Almendro Amargo (aguas verdes) y el Barranco Limonero (aguas amarillo ocre).

Aunque el color amarillo solo era un rastro del paso del agua, ya que aquí el arroyo bajaba seco, eso nos hizo pensar que la cascada también lo haría.

Pero no, más adelante bajaba agua, no mucha pero bajaba, que más abajo fuese seco era debido a una filtración.

Y acabamos llegando a esta curiosa y cromática cascada, en la que por cierto probé su ferruginosa agua, digamos que no me dejó un buen sabor de boca.


De regreso al sendero principal nos volvemos a encontrar con el Río Taburiente, que curiosamente, y tras recibir el agua de la anterior confluencia pasa a ser un barranco, el de las Angustias. Tras vadear sus aguas, que por cierto aparecen y desaparecen, y hasta el final de la ruta iremos siguiendo su ancho y encajonado cauce, unas veces por su interior y otras escorando por una u otra rivera. El lugar logra transmitir con creces la grandeza que tiene, y por supuesto su importancia, pues como comentaba al principio es la única vía de salida de las aguas de la Caldera hacia el océano. Gracias al compartir un tramo del barranco con un chico palmero y su pareja descubrimos un pequeño y bonito estrecho, que lleva a una bonita poza con cascada bajo un arco rocoso, en la que no me pude resistir darme un baño, no veáis lo fresco que hice la parte final de esta ruta por la majestuosa Caldera de Taburiente.

Un saludo a tod@s.


Seguimos por el cauce, que vemos que se ha abierto de manera considerable, hacia la confluencia con el Río Taburiente.

Una vez allí debemos buscar un buen lugar para vadearlo. 

Por el pedregoso cauce del Barranco de las Angustias, que baja seco en este tramo. Nos lo imaginamos, después de fuertes lluvias, bajando desbocado hacia el Atlántico.

Tramo en que vuelve a recuperar el caudal.

Aquí vuelve a venir seco. Visto desde uno de los pasos por uno de sus laterales. Los figurantes que van por el interior vienen de perlas para calibrar la grandeza del sitio.

Volvemos al cauce, que se encajona. Gracias al chico con el que está hablando Eva descubrimos...

...este otro estrecho...

...perfectamente esculpido en la roca gris...

...y que lleva a esta bonita poza con cascada, en la que al contrario de lo que os podéis imaginar el agua estaba tibia.

La poza se encuentra bajo este arco de roca.

Tras el baño seguimos con la ruta a la que aún le quedaba un buen tramo. Continuamos por el interior del barranco.

Grandeza. La ruta empezó y terminó envuelta de ella.









12 comentarios:

  1. Hola Dani.

    Vaya con la Palma y las nubes. Hay que estar presto y decidido para cambiar el plan A por el B, el C o el H. A nosotros nos pasaba igual. Hasta por la noche no sabía bien que ruta íbamos a hacer Maru y yo. Menos mal que la isla no es muy grande y no se tarda mucho en ir a los sitios (excepto las carreteritas del norte)

    En cuanto a la Caldera, las fotos son un pasada. Si es verdad que no pudisteis ver los bordes desde abajo, y poder entrar hasta la Cascada de la Desfondada para ver esos barranco justo desde abajo, pero esas fotos de la nubes medio envolviendo los roques y barrancos le dan un toque muy irreal y sugerente.

    Hay fotos como la de la silueta del Roque Idafe que es guapísima, y la de estrecho del Barranco de las Angusias con ese baño y esa poza con el arco, también es muy chula, y nosotros no la vimos por coger ese tramo de senda que va por el lateral y evita los estrechos.

    Pienso que la Caldera un sitio de esos que hay que conocer, por ser distinto y extraño a todo lo que hemos visto hasta entonces, incluido dentro de las Canarias, que mira que tiene sitios raros.

    Está claro que el Bejenado os estaba mandando señales para que lo conocierais, allí arriba con la cima tan limpia y despejada, jejeje.....a ver a ver la semana que viene ;-)

    Un abrazo.

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    1. Hola Toni.

      Si hay que decir algo negativo, a parte de lo que os comentamos de los cazadores, de la Palma es eso, que no puedes llevar hecha una planificación de rutas de antemano, ya que según las características de la ruta estás a expensas de la meteo, tan cambiante y caprichosa aquí. Al final lo mejor es hacer lo que tu dices, decidir que ruta hacer por la noche e incluso el mismo día nada más levantarse y ver como pinta el tiempo.
      Pero volviendo a lo positivo es eso, que planes alternativos y opciones ruteras hay muchas, y al ser la isla tan pequeña no fastidia tanto en caso de tener, por ejemplo, que moverte del este al oeste.

      La ruta de la Caldera nos pareció majestuosa, esa geomorfología se podría decir que es única en el mundo, no es de extrañar que lo antiguos habitantes de la isla la tuvieran como un santuario y como una suerte de fortaleza natural, que solo podía ser asediada por el Barranco de las Angustias. Nos encantó la primera parte del sendero por el pinar, pero la sección que baja desde la Playa hasta el barranco nos pareció sublime. Es uno de los lugares en los que hay que estar para saber de lo que hablamos.

      La poza no estaba difícil de encontrar, pero de haber hecho ese tramo con el chico palmero nos la hubiéramos saltado. Estaba en un punto en que una de las sendas que iba por el lateral del barranco bajaba a él y de inmediato volvía flanquear por la otra vertiente, pues antes de esto había que retroceder unos metros por el cauce.

      El Bejenado se nos presentó como una golosina, difícil de rechazar jeje.

      Un abrazo.

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  2. Hola Dani,

    Impresionante esta ruta por el interior de la Caldeta de Taburiente, que aunque no fuera vuestra primera opción, ha sido una ruta de 10.

    Es impresionante lo bien cuidados que están los senderos en todas las Islas Canarias, es una gozada transitar por ellos y disfrutar tanto de impresionantes pinos canarios, como de helechos y formaciones rocosas, en las islas si que han sabido aprovechar un tipo de turismo respetuoso con la naturaleza y de calidad.

    Que raro, una poza en mitad de un barranco y tu bañándote... jajaja

    Ese Bejenado, como huele a que en la próxima entrada nos vas a describir su ascenso... jejeje

    Un abrazo.

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    1. Hola David.

      Andar por el interior de la Caldera es hacerlo por el interior de un paisaje único, hay que saborear cada paso.
      Lo de los senderos es increíble lo bien cuidados que están, pero es son, te recomiendo que entres en la web de senderos de la Palma, es el principal reclamo de la isla, y claro está, también los entornos naturales que rodean a estos senderos.
      Ya estuve tentado de bañarme en la Playa de Taburiente, pero había demasiado gente, así que cuando descubrimos esa pozita no dudé en quedarme en gayumbos y bañarme jeje.
      Lo del Bejenado, en unos minutos se resolverá el misterio jejej.

      Un abrazo.

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  3. Esta es una de las rutas que no se pueden dejar de hacer en la Palma. A nosotros la parte final se nos hizo pesada, sobre todo por el calor. Habría sido mucho mas llevadera después de un baño en esa estupenda poza, todo un descubrimiento!!
    Un saludo, Dani.

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    1. Así es Nuria, imprescindible el recorrido de la Caldera y las Angustias si se va a a la Palma a andar, es hacerlo en un paisaje muy difícil de igualar en la Península.
      Nosotros tuvimos suerte y al haber algunas nubes mitigaron un tanto la calor. aún así el baño en la poza me vino a las mil maravillas.

      Un saludo.

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  4. ¡Hola, Dani! Tras nuestro encuentro casual el jueves pasado en Aín y ver esta nueva entrada en La Palma, no puedo evitar pensar en qué diferentes son ambos ecosistemas y sin embargo, en ambos disfrutamos de lo lindo (yo disfrutaría si fuera, je,je..). Me sigue maravillando ese paisaje tan peculiar y tan diferente al que estamos acostumbrados por estos lares. Lo que también me impresiona es la majestuosidad de los paisajes y lo pequeños que somos ante tan grandioso escenario. Aunque el tiempo no ha sido el más conveniente, al menos hemos podido disfrutar más que en la anterior etapa.
    Un abrazo.

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    1. Hola Emilio.

      Bueno, es que me comparas la Palma con nuestra Serra d'Espadà, y es que si nosotros nos hemos maravillado con la laurisilva y demás paisajes de esta isla un palamero también se maravillaría al ver los bosques de alcornoques, las formaciones de rodeno o los bonitos pueblos de la sierra y sus castillos...paisajes maravillosos, unos más cercanos que otros y en los que disfrutamos de lo lindo caminando.
      Aunque vuelvo a apuntar que el la Península pocos parajes hay que se puedan comparar a la Caldera de Taburiente.

      Un abrazo.

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  5. Hola Dani.

    Veo que sois una pareja con muchos recursos y al final pudisteis sacaros de la manga un recorrido en el que las nubes os dejaran disfrutar del paisaje, en esta isla de la Palma donde la climatología juega un papel importante a la hora de elegir recorrido.

    En cuando a la ruta que nos lleva hoy por la Caldera del Taburiente, poco hay que decir, las fotografías lo dicen todo, simplemente espectacular!

    Al final tuvisteis hasta suerte al encontraros con esa pareja y descubrir ese precioso barranco con premio final en forma de cascada, con su respectiva poza, donde darse un buen baño, eso en pirineos es casi prohibitivo por el frío de sus aguas.

    Aunque no pones lo datos del recorrido y recordando la ruta del amigo Toni, tiene toda la impresión de que a pesar de que es larga, es prácticamente todo en bajada, no?

    Un saludo

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    1. Hola Eduardo.

      Tan importante es el papel de la meteo a la hora de planificar las rutas en la Palma que lo mejor es no llevar nada planificado, y elegir la ruta a realizar el mismo día dependiendo de como haya amanecido, por que ya te digo, de las webs que nos solemos fiar en la península no acertaron ni una. Aunque también puede amanecer nublado en un lado de la isla y en el otro estar despejado, por suerte las distancias en coche son cortas, excepto si vas al norte, y las opciones excursionistas numerosas y variadas, por lo que no es difícil improvisar y llevar a cabo un plan B.

      De la espectacular Caldera no me importa ser redundante, es un paraje, que por sus características no tiene parangón, ni en las islas ni en la península. Obligado está a visitarlo todo aquel que viaje a la Palma.

      Si se utiliza el recurso del taxi la ruta es toda en descenso, 1000 metros negativos para ser exactos, y apenas acumula 200 metros en subida. La variante circular se alarga considerablemente, por lo que en la parte final nos cruzamos con algunos grupos que iban con tienda en ristre, ya que el la Playa de Tabueriente está permitida la acampada, deducimos que lo mejor es hacer el recorrido en dos jornadas, con el bonito aliciente de pernoctar en el corazón de la Caldera.

      Un saludo.

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  6. Hola Dani...
    Aun con esa meteo adversa y como nos explicas,en esa isla de La Palma,en que hay que ir casi ''a salto de mata'' en cuestión rutera,nos has mostrado una joya.
    Si hay algo que me sorprende sobremanera,es ver esos cambios climáticos en apenas horas y lo curioso es que cuando nos muestran imágenes en TV,''vendiendo'' turismo de playa,siempre aparece un sol radiante.Personalmente,prefiero las maravillas de La Palma que nos estas mostrando,pero bueno...
    Sorprendente ruta de principio a fin,con esas sendas que como comentas,parecen alfombras,con esos paisajes agrestes y volcánicos,ademas de rincones ''inesperados'' como esa poza o esa cascada de colores,digna de la mejor peli de aventuras,escondiendo un gran tesoro...jejeje.
    Me he leído el enlace que has puesto de Tanausú y creo que los Palmeros,no deberían olvidar su historia...
    Sin duda una ruta obligada la de la Caldera de Taburiente,aun teniendo que lidiar con la meteo.

    Un abrazo.

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    1. Hola Juane.

      Qué menos que intensarse por la historia del lugar que vamos a visitar. Me pareció muy interesante la de Tanausú y decidí dejar una pequeña reseña en la crónica y poner ese enlace.
      En la Palma mucha playa no verás que te vendan, principalmente...por que apenas hay unas pocas!!, el principal reclamo de esta isla, es el excursionismo, ya que hay rutas para todas las edades y condiciones físicas, y entre todas esas rutas quizás sea esta de la Caldera, junto a la de los Nacientes de Marcos y Cordero, la más emblemática, pero es que como digo, este cráter de erosión es el punto de referencia de la isla, no en vano los ancestros guanches lo tenían como santuario.

      Un abrazo.

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