4 de noviembre de 2018

La Palma: Pico Bejenado (1856 m.)

Domingo 16 de septiembre de 2018


No teníamos previsto subir al Pico Bejenado en este viaje, más que nada por que al hacer las rutas de la Crestería y el Roque de los Muchachos y la de la Caldera de Taburiente no queríamos redundar en esta. Pero tras la niebla del día de la cresta, y las nubes que se nos metieron en la Caldera la jornada anterior no pudimos disfrutar plenamente de ella, así que...¿por qué no un tercer intento subiendo al Bejenado?, además la silueta de esta montaña, de lejos la cumbre más bonita de la isla, nos tocó el corazón cuando la vimos desde la Caldera, no podíamos irnos de la isla sin haberla ascendido. Al final la Caldera premió nuestra insistencia, cierto que tras amanecer un día estupendo volvieron a entrar nubes, pero esta vez jugaron a nuestro favor y pudimos disfrutar de unas espectaculares vistas de la Caldera de Taburiente flotando sobre un mar de nubes.


El Bejenado, junto al Roque de Idafe, visto desde el interior de la Caldera de Taburiente, en la ruta del día anterior.




Puntuales a su horario de apertura nos presentamos en el Centro de Visitantes de el Paso para solicitar una autorización de aparcamiento en la Cumbrecita, punto en el que teníamos pensado iniciar la ascensión. Decir que en dicho aparcamiento solo caben 20 coches, y no se puede acceder a él sin haber obtenido un permiso previo (también se puede tramitar por Internet), dependiendo de la actividad que queramos hacer desde allí los conceden desde un mínimo de media hora a un máximo de cinco, que es el tiempo más o menos se necesita para subir y bajar del Bejenado desde allí. Por desgracia no había ningún hueco libre hasta la una del mediodía, y de los que habían a partir de esa hora eran de una hora solo. Nada, volveríamos al plan inicial de subir, desde el Refugio del Pilar, al Birigoyo y Nambroque. Pero el chico del centro, muy amable por cierto, nos dijo que también teníamos la opción de empezar la ascensión al Bejenado desde la pista de Valencia en el Barrial, ruta esta con un poco más de desnivel pero con más distancia horizontal, y con la posibilidad de hacer un tramo circular, pues la que parte desde la Cumbrecita es de ida y vuelta, y además sin tener que depender del límite de tiempo del aparcamiento. Nos vendió y explicó tan bien la ruta que decidimos hacerla.

Gracias a las precisas indicaciones del chico del centro llegamos al punto de inicio sin problemas. Ha amanecido un día estupendo, de lejos el mejor de los que tuvimos en nuestra estancia en la Palma, no hay ni una sola nube en el cielo y hace una temperatura agradable, aún así solo nosotros y una pareja belga hemos apostado hoy subir al Bejenado desde aquí.

Empezamos por un precario camino, que tras un par de revueltas nos enlaza con la Pista de Ferrer, que discurre en mejor estado en un nivel superior a la que nos había traído hasta el punto de inicio. Decir que la práctica totalidad de la ascensión transcurre bajo un extenso bosque del resistente e increíble pino canario.

Tras un par de kilómetros de suave y cómoda subida por la pista encontramos el sendero que nos ha de subir hasta la cima, que se pone bravo al instante, aunque más adelante sucesivas y largas lazadas mitigan en buena manera la inclinación de la ladera. En la primera parte de esta subida es recomendable desviarse unos metros del sendero madre para visitar los petroglifos de Lomo Estrecho, "encerrados" en una jaula para evitar actos de vandalismo.

Empiezan a entrar nubes de forma rápida, por ambos lados, la barrera de Cumbre Nueva es un obstáculo fácil de saltar para las que vienen del este, las que vienen del oeste entran como Pedro por su casa. No hay escapatoria, se va cubrir toda la isla, pero esta vez tenemos la corazonada que vamos a ser más rápidos subiendo que las nubes y que va a ser para bien. Y no andábamos desencaminados, al llegar a la cresta y enganchar el sendero que sube desde la Cumbrecita ya podemos ver algunas pinceladas de la Caldera con un mar de nubes, así que afrontamos la dura parte final de la ascensión con muchas ganas, sabiendo que desde arriba vamos a gozar de un espectáculo increíble.

No nos es necesario llegar a la misma cumbre para quedar maravillados, un poco antes ya podemos gozar de toda la línea de cumbres de la Caldera flotando sobre un mar de nubes y con un lienzo azul de fondo. Y no solo eso, toda la isla es un mar de nubes, del que solo sobresalen las mencionadas cimas de la Caldera, la nuestra y los conos volcánicos de Cumbre Vieja...incluso en la lejanía el Padre Teide asoma la cabeza entre nubes, alguna lagrimilla rebelde se da a la fuga.

Los 40 minutos en la cima hoy más que justificados, sabedores de ello, a ver que les cae, empiezan a aparecer del hito cimero multitud de lagartos tizones, ¿o más bien habría que llamarles lagartos fisgones?, por que se meten en la mochila los tíos, vamos, que si no les cae nada ya se lo cogen ellos. Incluso por un breve momento las nubes que inundan la Caldera se disipan permitiéndonos ver sus profundidades. Inolvidable la cima del Bejenado.


Compases iniciales de la ascensión, mañana de cielo azul, al fondo podemos ver...

...los volcanes Birigoyo y Nambroque, objetivos iniciales de no haber optado por subir a última hora al Bejenado, tendrán que esperar a una próxima visita a la Palma.

Por la Pista de Ferrer, que transcurre bajo un limpio bosque de pino canario.

En uno de los claros que deja el bosque aparece nuestro objetivo.

Fascinados una vez más con las formas que pueden adquirir estos pinos insulares.

Volvemos a mirar hacia los volcanes de Cumbre Vieja, empiezan a entrar nubes, las de la izquierda de la imagen entran saltando Cumbre Nueva, haciendo el llamado Efecto Foehn.

De momento las cumbres de la Caldera permanecen limpias, destaca la Punta de los Roques.

Ya hemos enlazado con el sendero PR-LP 13.3, aunque nos separamos brevemente de él para ver y fotografiar el petroglifo de Lomo Estrecho.

Tras unas rampas iniciales bastante exigentes el sendero tiende a suavizar y nos ofrece tramos tan chulos como este.

Las nubes acechan las cumbres de la Caldera. Puntualizar que aunque el pino canario regenere tan rápidamente tras un incendio no lo hace así el sotobosque, y de ahí que en cierta zonas haya carencia de él.

Llegando a la zona del Rodeo, donde nuestra ruta se une a la que viene desde la Cumbrecita.

Al llegar allí por fin la Caldera premia nuestra insistencia...

...y empieza a acicalarse para cuando lleguemos a la cima del Bejenado.

También le veíamos por fin la cara al Roque de los Muchachos, cumbre más alta de la isla. Esperemos que en la próxima visita a la Palma la imagen se invierta y podamos ver el Bejenado desde el Roque.

Pero esto es solo un aperitivo de lo que nos espera arriba, así que subimos sin demora.

Las nubes empiezan a entrar también por el Valle del Riachuelo.

Nueva mirada a las cumbre de la Caldera, en concreto hacia el Pico de la Nieve, en el que estuvimos, bajo la niebla, unos días antes.

Y el resultado de tanta nube entrando por todos lados es este, un fantástico mar de nubes...

...del que solo logran emerger las puntas más altas de Cumbre Vieja.

Qué gozada caminar con esto a nuestras espaldas.

Llegamos a un pequeño collado previo a la cima y nos tenemos que frotar los ojos, no creemos lo que estamos viendo...

...por fin, la Caldera de Tabueriente, y con sus mejores galas.


Lo festejamos como si de una cima se tratase.

El espectáculo de forma panorámica.

Cubramos los metros que nos separan de la cumbre.

Pico, o mejor dicho, Estratovolcán Bejenado, 1856 metros.

Tampoco nos importa que por un momento se disipe el mar de nubes, así podemos ver el fondo de la Caldera. El claro gris del margen derecho de la imagen es la Playa de Taburiente.

Impresionante mirador hacia este majestuoso enclave llamado Caldera de Taburiente.

Las nubes del sur y del oeste ni se mueven.

Hacemos zoom hacia el grandullón Roque Palmero.

Otro zoom hacia el Pico de la Cruz...

...y otro más hacia los picos del Cedro y la Nieve.

Miramos ahora un momento al suelo y a los descarados lagartos.

No le hacían asco a nada los tíos, ya fuesen frutos secos, plátanos o loncheado vegetariano. Este, que come un poco de plátano, se llegó a meter en mi mochila.

Volvemos a mirar sobre las nubes, por que de ellas emerge, en la vecina isla de Tenerife, nada más ni nada menos que el Teide.


El Bejenado también tiene un vértice geodésico, pero no está en su punto más alto, sino unos metros más abajo en su vertiente NO. Debajo de las nubes deben andar enclaves como el Barranco de las Angustias o el Mirador del Time.

Vértice del Bejenado y al fondo al cima.

Lo que cubren aquí las nubes es la zona de los Llanos de Aridane y toda la costa SO de la isla.

La cima desde el vértice.

El frente que entra desde el Riachuelo vuelve a llenar de nubes la Caldera.

Un momento de los de retener por mucho tiempo.


Pese a no quererlo nos tenemos que ir. Desandamos nuestros pasos hasta el entronque de senderos, para seguir ahora el que va a la Cumbrecita, que efectúa un bonito cresteo de roca y pinos hasta una nueva bifurcación, en ella dejamos el ramal de la Cumbrecita y seguimos el que nos ha de bajar al punto de inicio, que antes realiza una breve subida al poco relevante Roque de los Cuervos. Al perder metros nos hemos metido de lleno en la nube, y pocas vistas tenemos desde esta modesta cima. Suponemos que deben ser buenas.

Desde aquí y hasta el final es todo cuesta abajo, buen sendero, suelo mullido de pinocha, y pocas paradas fotográficas pues vistas no había, así que bajamos rapidito. Al volver al centro de visitantes el Bejenado directamente había desaparecido, poco nos importaba eso ahora, habíamos subido a su cima en el momento exacto y habíamos podido disfrutar de una espectacular estampa paisajística que ponía el broche perfecto a nuestro periplo rutero en la Palma.

Para ir finalizando, y a modo de balance, decir que volamos a la Palma con las expectativas muy altas, y la isla no solo cumplió con ellas con creces, sino que las superó. Volvimos enamorados de su cultura, de sus pueblos, de su gente y sobre todo de su riqueza natural y excursionista, tanto que nos hemos prometido que volveremos, además se nos han quedado rutas pendientes, y no solo la cresta del Roque de los Muchachos y la Ruta de los Volcanes, sino también investigar a nivel rutero el sur y el oeste de la isla...así que un futuro, espero que no muy lejano, la Isla Bonita volverá a aparecer por el blog.

Y despido estas cinco crónicas palmeras parafraseando a la Fuga, ellos se lo cantaban a Buenos Aires, yo se lo aplico a la Palma..."antes de llegar ya quise quedarme, antes de marcharme ya quería volver".


Un saludo a tod@s, la semana que viene volvemos a la Península.


Hemos iniciado la bajada, pero nos resistimos a abandonar este lugar.

Un último vistazo a este regalo que nos hizo la Palma.

Ya en la parte circular de la ruta, por el camino que sube desde la Cumbrecita.

Solo haremos un pequeño tramo de esta ruta, que es un precioso cresteo.

Las nubes empiezan a cubrir por completo la cima del Bejenado.

Echémosle un último vistazo antes de que sea engullido totalmente.

A partir de ahora y hasta el final de la ruta deambularemos entre la niebla.

Aunque esta le dio un toque mágico a este cresteo por el pinar.

Llegando a la bifurcación, en la que el sendero de la izquierda baja a la Cumbrecita y el nuestro hace una breve subida hacia el Roque de los Cuervos.

He aquí dicho cruce.

Superada una dura rampa seguimos por el lomo, camino del Roque de los Cuervos.

El susodicho roque, detrás de Eva, no es más que la culminación del cresteo, poco tiene que ver con lo que se define como roque aquí en la Palma.

Desde la base de esta pequeña cima vemos el amago de despejar del Bejenado.

La cima del Roque de los Cuervos está a 1604 metros y resulta ser un buen mirador hacia el fondo de la Caldera.

Iniciamos la bajada definitiva, a falta de vistas nos entretenemos con las formas de los pinos.

Qué senderos más bonitos tiene esta isla!!.

Un recodo del sendero nos asoma al Valle del Riachuelo, en el que vemos uno de los puntiagudos Roques de la Cumbrecita.

¿Comprendéis ahora por que el de los Cuervos no se ajustaba a la definición de la palabra roque?.

Este pino nos indica la dirección a seguir.
Finalizada la ruta fuimos a visitar el museo y el jardín botánico del centro de visitantes. ¿Recordáis como había amanecido?, pues mirad como estaba unas horas después, el Bejenado había sido borrado del horizonte...

...pero una hora y media después, tras haber visitado Tazacorte y haber tomado unas cervezas allí, mirad que cambio de tiempo y quién aparecía de nuevo. Fascinante la Palma.










16 comentarios:

  1. hola Dani,
    Bonita ruta, te permite contemplar la caldera de Taburiente con una perspectiva diferente de las que ofrecen la ruta por el interior de la Caldera o la ruta por las cumbres.
    Ciertamente el dia os regaló un cielo con su azul mas intenso y el impresionante espectáculo del mar de nubes.
    un saludo

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    1. Hola Nuria.

      Primero que nada darte las gracias por haber seguido y comentado las cinco entradas de la Palama.
      Con esta ascensión y el espectáculo del mar de nubes nos pudimos resarcir del día de niebla que tuvimos cuando intentamos llegar al Roque de los Muchachos por la cresta, pero no nos olvidamos de esa ruta, que escrita en rojo y con letras en la lista de rutas a realizar en nuestra próxima visita a la isla ;-)

      Un saludo.

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  2. Hola Dani.

    Toma ya, que mar de nubes más guapo, además en ese lugar como es la Caldera como que toma otro cariz más mágico, al estar rodeados de mar.

    Jjeje, macho si comparamos tus entradas y las mías, parece que están hechas al revés, la del Roque de los Muchachos y la del Bejenado por ejemplo. Nosotros al Bejenado con nubes todo, vosotros con nubes abajo, Vosotros al Roque con nubes todo, nosotros despejado y nubes abajo. Vaya isla más caprichosa. Cada vez entiendo más que no sea una isla para turistillas, aparte de esa sorprendente carencia de playas.
    Me han encantado todas las fotos, pero esas vistas del sur con lo de Cumbre Vieja empergiendo entre ese mar de algodón son muy chulas.
    Ah, y vosotros tuvisteis en el Bejenado lagartos fisgones sin nubes, y nosotros tuvimos con nubes cuervos fisgones, jajaja parece que se ponen de acuerdo para turnarse y husmear a los que subimos.

    Maru y yo dijimos lo mismo, de dejar pasar unos pocos años, y volver para completar cosas, y volver a sentir esa tranquilidad palmera y esa isla tan distinta a otras islas canarias más "turistificadas" de playa y jolgorio.
    Eso si, recomendaría ir entre los meses de Marzo y Junio, meses que el calor no aprieta aún tanto y en ningún momento es condicionante en las mil rutas que hay por allí.

    Un petroabrazoglifo.

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    1. Hola Toni.

      Vaya, no me había fijado en ese detalle de la inversión térmica de nuestras entradas por las alturas palmeras jeje.
      Recuerdo tu crónica del Bejenado bajo la niebla, y como contabas que subíais con la esperanza de que en algún momento superaríais la nube y quedaríais sobre elle, por eso nada más llegar a esa antecima y ver el mar de nubes pensé en vosotros, y por eso os mandé el vídeo de inmediato. Si vosotros subíais con la esperanza de quedar sobre la nube nosotros lo hacíamos con la tensión de que esta no nos superase a nosotros jeje, por suerte la nube puso el modo "slow" y empezó a cubrir la cima justo en el momento en que nos bajábamos, entre medias pudimos disfrutar del espectáculo cimero y de la descarada compañía de los lagartos. Todo un acierto haber cambiado al final el Bejenado por el Birigoyo/Nambroque, pues estos dos conos de Cumbre Vieja quedaron cubiertos por la niebla, los que emergían de ella en esa bonita estampa eran creo la Deseada y alguna otra que no recuerdo el nombre.
      Respecto a una más que segura vuelta a la Palma creo que son mejores las fechas que fuisteis vosotros que en septiembre, pues en este mes aún hace bastante calor y como bien dices puede condicionar el hacer o no algunas rutas, sobre todo en la zona oeste, aunque también se corre el riesgo de que algunos senderos estén cerrados...lo suyo sería mayo, o principios de junio, aunque he visto muchos tracks en wikiloc, sobre todo de rutas por las cimas, que están realizados en invierno, y en las fotos suelen aparecer cielos bastante limpios.

      Un abrazo palmero.

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  3. ¡Hola de nuevo, Dani! Última y fantástica crónica de otra maravilla de la isla. Ya le echaste el ojo el día anterior al Bejenado y no pudiste sustraerte a sus encantos. Desde luego, valió la pena y el tiempo acompañó. Espectacular el mar de nubes una belleza más que sumar a todas las demás. Enhorabuena por esta bonita y fructífera estancia en la isla.
    Un abrazo.

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    1. Gracias Emilio.

      Volvimos de la Palma con muchas imágenes de las de retener muchísimo tiempo en nuestras retinas, pero sin duda estas panorámicas de la Caldera con el mar de nubes están en el TOP.

      Un abrazo.

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  4. Hola Dani. He querido dejar mi comentario para la última etapa de vuestro viaje a la Palma por no ser repetitivo en las alabanzas. Me habéis dejado pasmado con vuestros reportajes. Primero fue el amigo Toni, el Mago de la Serranía, quien me puso los dientes largos y ahora vosotros con vuestro periplo palmero. Cinco etapas como cinco soles (bueno y alguna nubecilla y niebla que otra, que la meteo isleña se las trae ¡eh!). Decirte que una de mis mayores ilusiones siempre ha sido recorrer la Palma siguiendo el GR-130 (ya sabes lo aficionado que soy a las travesías). Ahora después de ver tus crónicas esa ilusión se acentúa más ... Todo llegará, tiempo y salud mediante.
    Conozco las tres islas más turísticas de Canarias y a pesar de sus encantos nada que ver con ésta. Aquí se viene a lo que se viene, a disfrutar de sus montañas, de su vegetación, de sus nubes y de sus senderos, lo demás lo damos por supuesto.
    Salvando las distancias, y sobre todo en lo que refleja vuestra primera etapa en la isla, la de los Nacientes, me recuerda muchísimo a Madeira y sus levadas. Una isla que tuve ocasión de recorrer hace un porrón de años y que me entusiasmó.
    En fin, enhorabuena por vuestro viaje y gracias por hacérnoslo partícipe.
    Ahora, después de pisar el cielo, toca poner los pies en el suelo aunque seguro que de vez en cuando echaréis mano de los recuerdos de esta preciosa isla.
    Un par de abrazos.

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    1. Hola Paco.

      Y yo encantado como siempre de tenerte por aquí ;-)

      No conozco las demás islas del archipiélago, pero si que coincidimos con gente que vive en ellas y todos coincidían que ninguna posee la belleza y el patrimonio natural, y por supuesto excursionista, de la Palma, es lo que tiene llevarse la mayor parte de los efectos de los vientos alisios, por eso las similitudes con Madeira, islas a las que también ardemos en deseos de visitar...como tu dices, todo llegará. Recuerdo que el día de la Lloma me comentaste que habías estado en ellas.
      Pues para conocer bien a fondo la Palma y sus contrastes cardinales nada mejor que ese GR-130...y para conocer sus cumbres el 131, la Ruta del Bastón, y es que los senderos de la Palma dan para dos e incluso tres visitas más a la isla.
      Ahora sí, los pies en el suelo, pero pensando en el próximo sueño a cumplir, la Palma era uno y se cumplió.

      Un abrazo.

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  5. Hola Dani:

    Que gran ruta esta que nos has mostrado. Ese mar de nubes ha sido una pasada, que ganas tengo de pillar uno así.

    A nosotros nos pasó algo similar a la segunda parte de tu recorrido, una niebla muy densa se nos comió en la sierra de Espadán y nos impidió disfrutar de las vistas. Sandra se asustó un poco ya que a unos 5 metros ya no veía nada. Nos tocó repetirla, añadiendo nuevos puntos de interés.

    Un saludo y a seguir disfrutando de la montaña.

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    1. Hola Eulogio, hola Sandra.

      Siempre es una gozada llegar a una cima o un punto alto y que haya un mar de nubes debajo, en otras latitudes es de lo más fácil poder disfrutar de uno, pero por aquí ya es más complicado, por ejemplo, en Espadán, que yo recuerde solo he vivido uno, precisamente en el Pic d'Espadà, que ya que lo menciono y mencionas tu lo de la niebla hace unas semanas subí a su cima y se cubrió todo por completo, fue terminarme el bocata y ponerse a llover, me tocó salir por patas, aunque al final, que parecía que iba a caer la del pulpo, se quedó en nada. No hay que subestimar nunca la niebla, es capaz de cambiar por completo un paisaje que conocemos bien y desorientarnos.

      Un saludo.

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  6. Hola Dani,

    Esto si que es acabar un viaje como dios manda, con un montañón en un entorno privilegiado.

    La Palma os debía un día perfecto tras los anteriores, y esta vez se portó la mar de bien.

    La verdad es que se me acaban las palabras para definir el regalo en forma de crónica que nos habéis regalado durante estas semanas al compartir con nosotros este precioso entorno.

    Gracias a vuestras crónicas y a las de Toni ya me estoy montando un listado con rutas y sitios para ver para cuando nos decidamos a acercarnos... jejeje

    Un abrazo.

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    1. Hola David.

      El Bejenado y sus vistas pusieron una deliciosa guinda a nuestra estancia en la Palma.
      Fue todo un acierto el doble cambio de planes, primero el de incluir al final el Bejenado y luego empezar la ruta desde donde nos dijo el chico del centro, ya que nos salió una semi-circular muy chula.
      Nosotros seguro que volveremos, yo tengo la corazonada, al igual que la tuve con el mar de nubes, que no tardaremos en veros a vosotros por allí jejeje.

      Un abrazo.

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  7. Hola Dani.

    Que pronto se acaba lo bueno!. Al final en el último intento conseguisteis disfrutar de la caldera, subiendo por un camino poco habitual al pico Bejenado, que siempre se agradece ir fuera de los senderos habituales, aunque tengo que decir que la parte del recorrido que más me ha gustado es ese cresteo hacia la Cumbrecita.

    Yo de las islas solo he estado en Tenerife y la verdad que por aquellos años iba a otro rollo con los amigos. No se si la isla de la Palma será la más bonita en cuanto a naturaleza, pero sin duda a mi me ha gustado mucho, también yo creo que la Gomera tiene que ser una pasada, de todas ellas es la menos civilizada.

    Un saludo

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    1. Hola Eduardo.

      Dicen que el que la sigue la consigue jejeje. Hubiese sido una pena haber volado de regreso a la Península y no haber disfrutado de uno de los famosos mares de nubes de la Palma. Coincido contigo en que el tramo más bonito del recorrido es ese cresteo entre la base del Bejenado y el Roque de los Cuervos.

      Pues ahora no sabría decirte si la menos humanizada es el Hierro o la Gomera, pero lo que está claro que estas dos, junto a la Palma, al ser las más occidentales y estar más al influjo de los vientos alisios son las más verdes del archipiélago.

      Un saludo.

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  8. Hola Dani...
    Vaya espectáculo visual que disfrutasteis desde el Bejenado y que nos has mostrado en otro fantástico reportaje fotográfico.
    Desde luego,que digno colofón el que hicisteis en vuestro ''tour canario''.
    Las vistas del Roque,Caldera o Teide,una pasada y la segunda parte de la ruta ha tenido ese halo mágico que da la niebla,pero que tiene su atractivo.
    Sin duda,un acierto el de cambiar la subida que teníais prevista,ya que no podíais hacerlo desde ese parking que comentas.
    Por cierto creo que lo de ''encerrar'' los petroglifos,al final es lo mejor,porque puede llegar el ''iluminado'' de siempre y hacer la ''cagada'' como el que nos mostraste en la anterior entrada...
    Enhorabuena por estas magnificas rutas que nos has mostrado desde La Palma y que habéis disfrutado a tope.
    Espero que algún día pueda ir,todo se andará...jejeje

    Un abrazo.

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    1. Gracias Juane.

      Cuando llegamos allí arriba y vimos ese espectáculo es que no podíamos parar de echar fotos y grabar vídeos, pero es que había que inmortalizar ese mágico, y ansiado, momento. Como ves, la niebla en esta ruta tampoco faltó a la cita jejeje, y es que si no recuerdo mal, todos los días de nuestra estancia en la Palma, en un punto u otro de la isla, hubo niebla. Pero gracias a esa niebla esta es la isla más verde de todo el archipiélago canario. Yo de ti no dudaría, en cuando tuviese la ocasión, y un dinerillo ahorrado, en viajar y conocer esta fantástica isla.

      Un abrazo.

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