Circular a los Mallos de Agüero + Punta Común (1191 m.)

 Martes 13 de julio de 2021

Al final conseguí rascar una semana de vacaciones en el nuevo curro, y la aproveché para largarme a los Pirineos, a los cuales no pude subir en 2020, rompiendo así una racha de diez años consecutivos subiendo. Por eso iba a ser tan especial esta ocasión, por eso y por que iba a ser la primera vez que subía en solitario, aunque solo solo no estuve, ya que vino conmigo mi fiel Laia. Elegimos el Valle del Aragón. Allí, con apartamento base en Canfranc Estación haríamos varias rutas. Aunque el ansiado reencuentro físico con el Pirineo tuvo que esperar un día, ya que ante la mala meteo del martes nos bajamos hasta el Pre-Pirineo Oscense, donde las previsiones eran mejores. Nos fuimos a Agüero, a realizar la ruta circular a sus Mallos, a la que le añadimos la ascensión a Punta Común y alguna cosita más.

Agüero y sus Mallos. Foto de marzo de 2018, cuando tras hacer la ruta de los Mallos de Riglos fuimos a visitar Agüero.

Aunque no alcanzan el nivel de espectacularidad de los cercanos Mallos de Riglos, los Mallos de Agüero conforman un soberbio paisaje de roca conglomerada, a lo que también colabora el bonito entorno que hay alrededor de ellos. En esta ruta además de centrarnos en los Mallos también profundizamos algo en ese entorno. Y para eso nos salimos tres veces de la circular a los Mallos. La primera y más corta para llegar a la base de la portentosa Peña Sola y sentirnos insignificantes bajo ella. La segunda y más larga fue para subir hasta la panorámica cima de Peña Común, un ascenso que resultó ser más variado y bonito de lo que esperábamos, lo cual fue una grata sorpresa. Y la tercera para descubrir un cacho del Barranco de la Rabosera, en el que vimos los restos de una antigua tejería, la Cueva de Al-Foraz y la coqueta Foz de Pituelo.

Una ruta sencilla y sin altibajos, y que nos dejó un gran sabor de boca, al igual que la pizza y el trato en la Terraza de Casa Yeste en Murillo de Gállego, donde ya comimos la anterior vez que estuvimos por la zona y a donde seguro que volveremos.

Para que luego digan de los martes y trece...

Nuestra ruta arranca desde las mismas calles de Agüero. En la imagen la Iglesia de el Salvador. Según Wikipedia data del siglo XII, su estilo románico y con reformas renacentistas. Esta y las siguientes fotos de Agüero son de la visita de 2018.

Portada norte de la iglesia, con tímpano decorado con un pantocrátor rodeado de tetramorfos. Lo vuelve a decir la Wikipedia.

La Plaza Mayor de Agüero es un buen lugar para disfrutar de las vistas a los Mallos...

...aunque realmente desde cualquier rincón de sus calles los podremos ver.

Una bella localidad sin duda, Agüero, y ubicada en un precioso entorno natural.

La Peña Sola entre las fachadas y balcones de Agüero.

Viajamos al reciente verano de 2021, aunque el día no tuvo nada de veraniego. Abandonamos las calles de Agüero y ponemos rumbo hacia los Mallos. Las formaciones que se ven detrás, y que seguramente ya habréis reparado en ellas en las anteriores fotos son los Manzargos y tendrán casi el mismo protagonismo que los Mallos.

Nos plantamos en la base de los Mallos, en su vertiente sur, donde da comienzo la circular. Estos bicharracos de conglomerado imponen de inmediato.

Afrontaremos la circular, como buenos enemigos del reloj que somos, en sentido anti-horario.

Abandonamos momentáneamente el sendero principal para realizar una breve pero potente subida hasta la base de la Peña Sola.

Llegamos a los pies de la Peña. La verdad es que cuando uno llega allí le entran ganas de cuadrarse.

Entre la Peña Sola y el conjunto principal de los Mallos queda un estrecho, que nos dará mucho juego visual, como esta esplendida visión de los Manzargos.

Nos atrevimos incluso, hasta donde vimos que era prudente, a recorrer unos metros de esta repisa.

Vista del "estrecho".

Obtenemos también esta perspectiva de Agüero.

Sky is the limit.

Ahí se queda usted, Doña Peña Sola. Nos vemos en un rato.

Retomamos la circular, que se aleja un poco de los Mallos...

...lo cual nos deja esta perspectiva en la que parece que la Peña Sola esté inclinada...

...y sin embargo en esta otra vuelve a estar erecta.

Tomamos un sendero ascendente que además de obsequiarnos con esta vista de Agüero...

...nos vuelve a acercar a los Mallos...

...más en concreto a su vertiente oriental. En ella hay varias vías de escalada, algunas con nombres muy originales, como "Tierra de Naide".

Ganamos un collado, Collado Pedro según el Iberpix. Allí tenemos esta vista de los Mallos.

Dejamos de momento la circular a los Mallos y seguimos en ascenso. Nos ponemos con la ruta, en un principio lineal, a Punta Común.

Los Manzargos, y su fascinante geología acapararán el protagonismo visual durante la primera parte del ascenso.

Y aunque las previsiones eran mejores que en el Pirineo aquí tampoco nos íbamos a escapar de la lluvia. Pero fue muy escasa y como veréis más adelante vino con regalo.

La fina lluvia no fue impedimento para sacar la cámara y fotografiar esta bonita estampa de los Mallos.

En algún punto de la subida nos habíamos desviado del sendero que nos marcaba el track y estábamos siguiendo otro diferente. Nuestra intuición montañera nos dijo que nos llevaría a buen puerto, así que no retrocedimos.

Seguramente el ir embelesados por las vistas fue la causa del despiste.

La corazonada fue buena y acabamos llegando, y de forma más directa, ante Punta Común.

Hacemos un zoom hacia su cima, en la que habían dos personas. Nos cruzamos con ellos unos minutos más tarde y resultó que eran valencianos 😆.

Nos ponemos con la parte final, la más bonita, de la subida a Punta Común. Empezamos remontado pendientes herbosas.

No será necesario estar arriba del todo para gozar de buenas panorámicas.

En primer término el Embalse de la Peña, más atrás Peña Oroel y al fondo, totalmente cubierto por las nubes, el Pirineo.

Más arriba topamos con el "muro" de Punta Portolás, que salvamos por esta brecha, en elegante paso montaraz.

Tras el paso nos aparece esta bella horcada, al que habrá que bajar para afrontar la subida final a Punta Común.

Los bojes, los pinos, los verdes pastos, la caliza... todo conjugado para formar un rincón idílico.

Y en las rampas finales, el regalo que os había dicho que nos trajo la lluvia...

Solo por esto ya había valido la pena la ruta.

El viento arrastraba los riffs y melodías de guitarra de Ritchie Blackmore, el potente martillear de batería de Cozy Powell, la poderosa voz de Ronnie James Dio...

...y yo en esos momentos me sentía como el Hombre Sobre la Montaña de Plata.

Espoleados por ese arcoíris nos plantamos en la arista final...

...que nos conduce hasta lo más alto de Punta Común o Punta del Común, 1191 metros. Punta Común, reseña en Mendikat.

El campo visual hacia el norte es amplísimo. Lástima de las nubes enganchadas al Pirineo, que nos privaron de verlo.

Más nítido era el panorama hacia el este y la Hoya de Huesca. En primer término la gigantesca Peña Rueba, y más al fondo...

...la siempre altiva Peña Gratal, que también era una opción que había barajado para este día. Ya le llegará su turno.

Los cielos y montes del oeste estaban totalmente cubiertos.

En la bajada nos entretuvimos un poco en la horcada y en sus detalles calizos.

En vez de bajar por donde habíamos subido fuimos a buscar la ruta que llevaba en el gps, para así trazar una pequeña circular.

Fuimos hasta un collado, Barrera del Estanco en el Iberpix, y empezamos a bajar. Los cielos del oeste empezaron a despejar...

...por lo que la bajada estuvo acicalada con buenas vistas. Los Manzargos, omnipresentes. También destaca, a la derecha, el puntiagudo Cerro Castellazo.

Buscamos, con el zoom, detalles de los Manzargos.

Llegando de nuevo al collado donde habíamos abandonado la circular de los Mallos. Tocaba ahora retomarla.

Lo hacemos por un descarnado e inclinado carril descendente, que nos muestra la vertiente norte de los Mallos.

Este es el carril, los de en frente no hace falta que os los presente. Si que os diré que sus dos puntas principales son Punta Chotero y Punta Repicón.

Llegamos al paraje de la Fuente de la Tejería, donde nos volvemos a salir de la circular. Iremos a visitar al Cueva de Al-Foraz. Tras nosotros se nos queda esta preciosa vista del valle del Barranco de la Rabosera, flanqueado por los Mallos y los Manzargos. De no haber hecho un día tan frío tened por seguro que hubiésemos bajado a darnos un baño a esa poza del barranco.

Las vistas de este sendero son espectaculares, con los Manzargos por un lado...

...y los Mallos de Agüero por el otro.

Crestón, que de forma directa y espectacular baja desde los Manzargos hasta el Barranco de la Rabosera y sus pocetas.

Llegamos a la Cueva de Al-Foraz...

...que pone un bonito marco al ya de por si bonito entorno.

A pocos metros de la cueva, y por el mismo sendero, se llega a la Foz del Pituelo...

...que nos es más que un paso ancestral de montaña, pero un bello paso al fin y al cabo, y que forma parte del camino a Villalangua.

Visitadas la cueva y la foz invertimos nuestros pasos, deleitándonos con el paisaje y su impronta.

De regreso a la Fuente de la Tejería, vemos los restos de la tejería que le otorgan el nombre.

Allí volvemos a retomar, ya de forma definitiva, el hilo a la circular de los Mallos.

Mirábamos atrás, hacia el Barranco de la Rabosera, y le agradecíamos el que nos hubiera regalado tan bellas estampas.

Los detalles de los Manzargos, que antes habíamos visto desde lejos, ahora sin necesidad de zoom.

Ya conocíamos las vertientes sur, este y norte de los Mallos, tocaba ahora descubrir la oeste...

...sin quitar ojo a los Manzargos, que definitivamente nos habían hechizado.

Vertiente occidental de los Mallos...

...en la que volvimos a ver la poderosa Peña Sola.

Y cerrando la circular y la ruta nos despedíamos de los Manzargos...

...pero no de los Mallos. Finalizada la ruta nos subimos con la furgo hasta la Iglesia de Santiago (joya románica declarada Monumento Nacional en 1920, no he puesto fotos por no alargar más el reportaje, pero recomiendo su visita) para desde la carreterilla que sube allí tomar unas fotos de Agüero con sus Mallos. Fotos con las que despedimos esta crónica.

Un saludo y hasta la próxima!!