Ruta al Aneto - Capitulo Segundo:..y Aragüells Dictó Sentencia

Domingo 19 de junio de 2011


No pudo ser, el día que en teoría y sobre el papel parecía mas sencillo y casi de transición, se termino complicando de mala manera al tropezar con una inclinada, supernevada y peligrosa pala de nieve camino del Collado de Aragüells o Cregüeña, que nos hizo retroceder y privarnos así de llegar al Ibón de Coronas, donde teníamos previsto hacer noche, y por supuesto también nos impidió alcanzar nuestro objetivo final de esta ruta: la cima del Aneto, pero sin embargo esta vuelta atrás junto con otras circunstancias nos hicieron improvisar un vivac que terminó siendo una experiencia que ninguno de nosotros olvidará en la vida.

La noche fue fría en Cregüeña, pero eso no impidió que durmiéramos como marmotas, además despertarse a mitad noche, abrir los ojos y tener sobre ti un manto de estrellas no tiene precio, por lo que os recomiendo el vivac, sin tienda ni nada, es toda una experiencia.
Pero volviendo al frío,fue una noche tan fría que se congeló el lago (literalmente), una estampa realmente increíble y que dio para poner objetos en el agua y echar unas risas.

Sale el sol en Cregüeña

Cregüeña congelado...

...y para muestra un botón

Este gorrión vino a darnos los buenos días

Como veis amaneció un día esplendido

El plan para hoy era aparentemente sencillo: bordear el ibón, salvar unos 250 metros de desnivel hasta el Collado de Aragüells o Cregüena, una vez allí estaba la opción de subir al Pico de Aragüells (3030 m.s.n.m.), volver al collado y descender 150 metros hasta el Ibón de Coronas, donde haríamos noche.

Aquí he señalado el Collado de Aragüells o Cregüeña, desde aquí parecía fácil llegar a el

Es por eso que no nos dimos mucha prisa en salir (a la postre eso seria determinante), desayunamos algo, desmontamos tiendas y vivac, volvemos a cargar las pesadas mochilas (ayyy!!! mis hombros!!!)  y nos ponemos en marcha.

Lo hacemos bordeando la cara norte del ibón, buscando su parte mas ancha, en el camino, poco definido, vuelven a estar presentes las enormes rocas, para luego dar paso a la nieve, las vistas del circo son si cabe más espectaculares que cuando llegamos ayer por la tarde, destacando sobre todo el imponente Pico Maldito y su afilado cresterío.

Preparándonos para partir

De nuevo a caminar sobre piedras...

...pero la nieve apareció

Bordeando el ibón

Pico Maldito 3350 m.s.n.m.

Los pirineos...¿o el Ártico?

Parte más ancha de Cregüeña

Panorámica del circo, de izquierda a derecha: Abadías, Maldito, Cresta de Cregüeña, Aragüells, Pedres Albes, Agulla y Cregüeña

Y llegamos al punto donde empieza la pala de nieve, allí hacemos una paradita y nos equipamos con lo necesario para afrontarla (crampones, piolet,polainas etc.), pero antes de ello hacemos unas practicas de auto-detención, cosa que sirve para echar unas carcajadas y liberar posibles tensiones.

Practicando la auto-detención,nos lo pasamos pipa

Aquí he trazado el recorrido por la pala hasta el collado

Los primeros metros de la pala no tienen complicación, la nieve esta perfecta y avanzamos abriendo huella cómodamente y sin prisas, disfrutando de las vistas y saboreando ese punto de aventura que da siempre la practica del alpinismo, incluso nos permitimos hacer una paradita a beber.

Equipados...

...y a por la pala

Primeras rampas...

...que nos permiten posar...

...y admirar las vistas...

...como las de este chorro que se produce al deshacerse los neveros

Seguimos en marcha

Un pequeño respiro...

...con el collado a tiro...

...y estas brutales vistas

Pero llegamos a un punto en que tenemos que cruzar la pala en horizontal, y ahí se pone la cosa muy peliaguda ya que aparte de la brutal caída que tenemos a nuestra derecha, hay tramos en los  que la nieve esta congelada, por lo que tenemos que avanzar lentamente y con mucha precaución.
Hasta que alcanzamos  un determinado punto en el que no podemos avanzar en horizontal debido a el hielo que había y a que lo que pensábamos que era una huella abierta no era mas que un efecto óptico.
La única opción que nos queda es tirar p'arriba y casi en vertical, José María (que gran alpinista eres) decide ir primero y jugándose el tipo a inspeccionar el terreno, había mucha inclinación (casi 60ª calculamos), demasiada nieve y con el peso de las mochilas (unos 15 kilos) la cosa se ponía aun más peligrosa, tras un arriesgado descenso hacia donde estábamos los demás nos dice que es imposible, por lo que decidimos dar media vuelta, estábamos muy cerca del collado (a escasos 200 metros) pero haberlo intentado hubiera sido una imprudencia por nuestra parte, creo que al final tomamos una dura, sabia y correcta decisión, ya nos habíamos jugado el bigote (perdoneu l'expressió xiques) llegando hasta ese punto y no era cuestión de tentar aun más a la suerte.

Fijaros en la caída

José María, buscando un camino...

...que era muy peligroso...

...por aquí tampoco

Señalado en rojo el lugar donde dimos media vuelta, estuvimos muy cerca...

Con sumo cuidado volvemos al punto donde nos habíamos equipado, para hacer lo contrario, y allí aun surge una pequeña posibilidad de subir al Aneto, que es pegarnos la calcetinada de bajar 1500 metros de desnivel hasta Senarta aunque sea de noche, coger los coches, dormir en la Besurta y pegarnos el madrugón para subir al Aneto por la cara norte, es una locura y un palizón, pero es factible, o al menos eso pensábamos.
Así que un tanto cabizbajos (no hice ni fotos), cansados física y mentalmente pero sin perder el humor (una buena dosis de chistes malos -malísimos algunos- y canciones ayudaron a ello) nos despedimos de Cregüeña e iniciamos el regreso, de nuevo a bordear todo el ibón y el tortuoso camino de gigantescas rocas, pero esta vez en descenso (con lo poco que me gusta a mi bajar) y en contrarreloj contra el sol.

Media vuelta

Una parada a reponer las mermadas fuerzas

Pero vamos muy cansados y no podemos avanzar muy rápido, además el sol nos gana la partida y se nos hace de noche, así que al llegar a la Pleta de Cregüena tomamos una segunda y acertada decisión, hacer noche allí,porque descender hasta Senarta de noche, por un complicado camino rocoso y con el cansancio acumulado a cuestas hubiera sido una inconsciencia, se esfumaba así cualquier posibilidad de subir al Aneto, pero una vez más, decisión correcta. 
Ahora tenemos que buscar un lugar para vivaquear y por suerte unos metros más arriba encontramos un espacioso "hotelito" que nos servirá de techo esa noche, para llegar a el cruzamos un prado de unas plantas que resultan ser ¡¡¡ortigas!!! los que íbamos de corto las pasamos realmente canutas para llegar allí.
El "hotelito" en si no es más que una enorme losa (un par de  toneladas así a ojo) con un hueco debajo en la que se han construido cuatro paredes y un techo alrededor, allí nos instalamos como podemos y debido a la descarga de tensiones empiezan las risas y el cachondeo (hacia mucho tiempo que no me reía tan a gusto, que bien me lo pasé en esos momentos), la "intergaláctica"búsqueda de cobertura por parte de Graciela y Paco avivaron aun más si cabe esas risas, lo dicho, guardaré esa inolvidable noche en mi memoria para siempre.
Y tras las risas, el cachondeo y el buen humor, a dormir (quien pueda, y los que estamos debajo de la losa a rezar por que aguante otro día) que mañana será otro día....y un nuevo capitulo.

El "hotelito"

Encuentros en la tercera fase

José María y yo, en la suite presidencial

Que no falten las risas...y que no caiga esa losa, por dios!!!

Alberto, en una amplia habitación

Acogedor y espacioso, ¿verdad?

Caber ahí fue una partida de tetris humana

Postdata:


Quisiera dedicar esta crónica a mis compañeros de fechorías Alberto, Elena, Graciela, José María y Paco porque en los momentos adversos, de cansancio tanto físico como mental no faltaron la unión, los abrazos, los ánimos, las risas y el buen humor, imprescindibles para que nadie se viniera abajo.
Formamos un equipo cojonudo, ¡¡¡haremos grandes cosas juntos!!!

DATOS DE LA RUTA:


Longitud: 8'35 kilómetros
Altura mínima: 1920 metros
Altura máxima: 2857 metros
Desnivel positivo acumulado: 305 metros
Desnivel negativo acumulado: 940 metros
Dificultad: por desnivel y sin nieve la calificaría de media, pero por las condiciones en las que nos encontramos la pala para subir al collado ,le doy la calificación de alta, no físicamente, si no técnicamente ya que hay que tener alguna noción de alpinismo, luego y tras dar media vuelta el descenso hasta la Pleta de Cregüeña también es muy engorroso y requiere buena forma física.


Montañeros: ALBERTO, DANI, ELENA, GRACIELA, JOSÉ MARÍA Y PACO