Domingo 18 de enero de 2015
Volvemos a bajar a tierras alicantinas para subir al icónico Montgó, otra de las montañas imprescindibles del territorio valenciano, y a la cual nosotros no habíamos subido aún, y ya tocaba, esta es la crónica de lo que aconteció en una fría jornada de montaña en la Marina Alta alicantina.
Nuevamente un cambio de planes a última hora era el culpable de que volviéramos de nuevo a Alacant, ya que en un principio llevábamos idea de ir a el Forcall, en la comarca de els Ports, al norte de Castelló, a subir a la Mola Garumba, pero la alerta de fuertes nevadas nos hizo huir hacia el sur casi sobre la marcha, ya que allí anunciaban un tiempo más estable.
Eso suponía tener que madrugar un poco más de lo planeado, aunque al final, y debido a un pequeño lío a la hora de encontrar el punto de inicio del recorrido hizo que empezáramos a andar a las 10 de la mañana.
Estamos en Dénia, en una de las urbanizaciones más pegadas a las faldas del Montgó para ser más concretos, allí empieza nuestra ruta, tenemos ante nosotros un mazacote de montaña, y es que el Montgó aunque apenas llegue a los 800 metros de altura, es enorme, y no en vano se divisa desde cualquier montaña del País Valencià desde la que se divise el Mar Mediterráneo, luego, su privilegiada situación, en pleno Cap de Sant Antoni, ayuda bastante a ello.
Nos ponemos en marcha, como digo, ante nosotros se nos presenta una enorme pared caliza, la cara norte del Montgó, que se extiende hacia el este hasta donde nos alcanza la vista, y que presenta multitud de cavidades y oquedades, empezamos siguiendo el Camí de la Colònia que mediante varias curvas de herradura nos hará ir ganando altura de forma paulatina, y viendo cada vez más abajo la hiper-urbanizada Dénia y su puerto, uno de los más activos, sobre todo en fechas estivales, del Mediterráneo, Mediterráneo del que hoy íbamos a gozar de unas fantásticas vistas durante todo el recorrido.
Obviamos una primera indicación hacia el Montgó y seguimos por el camino que llevamos en dirección este, hasta toparnos con la señal de la senda que se desvía hacia la Cova de l'Aigua, esta será el sendero que seguiremos a partir de ahora, y la Cova de l'Aigua el primer punto de interés de la ruta.
La Cova de l'Aigua es una de las muchas cavidades que como os he comentado tiene esta parte de la montaña, pero esta tiene varias peculiaridades que la hacen especial, como que en el interior de ella se filtra y se acumula el agua de la lluvia (y de ahí el topónimo), lo que llevó a construir un aljibe en el siglo XVI, o que por allí pasaron, en el año 283 d.C. soldados romanos de la legión VII Gemina, dejando para la posteridad una inscripción perfectamente visible.
Pero a nosotros lo que más nos gustó de la cueva fue en el entorno en el que está enclavada, un pequeño pero espectacular anfiteatro rocoso de verticales paredes y con frondosa vegetación en su base.
Visitada la cueva desandamos un tramo el bonito sendero que daba acceso a ella, hasta toparnos con otro senderillo que seguiremos a partir de ahora, este va abriéndose paso entre la arbustiva vegetación, principalmente palmito, brezo y lavanda, y también alguna endémica, como el cardancellus dianius, que solo se puede encontrar aquí y en la isla de Eivissa, según pudimos leer los carteles de micro-reserva de flora.
Este sendero va alternado dureza con belleza, transcurriendo colgado en algunos tramos, y abriéndonos nuevos horizontes, hacia el sector más occidental del macizo del Montgó, y hacia montañas y sierras de más al norte, entre las que podíamos distinguir picos en los que hemos estado recientemente como la Safor y el Benicadell, y otro en el que esperamos estar pronto, el Mondúver.
Una exigente rampa nos deja en un collado, donde nuestro sendero se une al que sube desde Jesús Pobre (teníais que haber oído pronunciarlo a unos ingleses con los que nos cruzamos más adelante ..."ieisus poure"... o algo por el estilo, aunque mi inglés para explicarles como se llegaba allí tampoco tuvo desperdicio jajaja), y en el que se nos amplían las vistas hacia el sur, con el trío de ases de las montañas alicantinas a la cabeza, Bèrnia, Puig Campana y Serrella, no dudamos sentarnos allí al solecito a pegar un bocado, aunque no lo tuvimos que hacer muy largo, puesto que a partir de ahora íbamos a andar siempre completamente desprotegidos del frío viento que hacía.
Empezamos a transitar ahora por el amplio cordal del macizo, donde el paisaje da un vuelco, las paredes dan paso a formas más redondeadas, la vegetación se reduce casi exclusivamente a al palmito y se nos presenta un terreno más árido y erosionado, casi lapiaz.
No solo las vistas iban a ser el punto fuerte de este largo tramo por el cordal, también lo serían el paso junto al bien formado Barranc de l'Hedra o el primer contacto visual con la cima del Montgó, cuyo descomunal paredón sur nos devolvía a la verticalidad de su cara opuesta.
Una definitiva subida nos dejaba en la cima del Montgó, donde como suponíamos y nos habían contado las vistas eran espectaculares, y eso que el día no acababa de estar claro del todo, a las panorámicas que ya os había comentado que habíamos disfrutado durante la subida se le añadían ahora enclaves como el Penyal d'Ifach, la isla de Eivissa, la población de Xàbia, el Cap de Sant Antoni o l'Illa del Portixol, ahora urgía buscar un sitio donde resguardarnos del frío viento y disfrutar de todas esas vistas mientras comíamos en la cima de esta emblemática montaña del País Valencià.
Nos hubiese gustado estar mucho más rato en ese privilegiado mirador, pero el molesto vientecillo y la baja sensación térmica que provocaba no nos invitaba a ello, así que nos pusimos con el descenso.
Y lo íbamos a hacer por la que está considerada vertiente normal de subida al Montgó, o al menos, por donde más gente sube, el descenso se inicia con un atractivo tramo en el que el sendero transcurre colgado en una repisa, para luego empezar a discurrir por una ancha cresta, en la que la erosión, unida a lo pulida que estaba la roca hacían que el avance no fuese muy cómodo y no exento de resbalones.
Donde termina la cresta el sendero rompe de forma brusca a la izquierda e inmediatamente después empieza a dibujar una interminable serie de zetas o lazadas por la que ya avanzaríamos de forma menos engorrosa, y perdiendo cota de forma bastante rápida.
El sendero muere cuando llegamos a una zona conocida como la Plana de Iusta, donde encontramos un panel de madera con información del parque, unas imponentes vistas de la montaña que acabábamos de descender a nuestras espaldas y un camino de tierra que empezaremos a seguir, aunque solo por unos metros, ya que enseguida aparecería a nuestra izquierda el sendero que conduce hasta la Cova del Camell.
Llegamos a ella tras superar una descenso bastante técnico, la Cova del Camell a pesar de sus dos grandes bocas de entrada si que presenta el que digamos es el patrón de una cueva al uso, formaciones fantasmagóricas, las típicas banderas y alguna estrechez suponemos reservada a ámbitos espeleológos.
Visitada la cueva cruzamos una barrancada que nos iba a enlazar de nuevo con el Camí de la Colònia, el cual recorre sin perder ni ganar altura toda la cara norte del Montgó, a la cual volvíamos de nuevo, con el consiguiente cambio paisajístico, este camino fue construido a principio de la década de los años 20 para facilitar el acceso a los colonos del Montgó y que estos pudieran abancalar el terreno para el cultivo.
Este bonito camino está cerrado al tráfico, y en él, como digo, iremos bordeando toda la pared norte del Montgó, de la que, y fue lo que más me sorprendió de este tramo, se desploman multitud de barrancos, también encontramos varios pozos en los que poder sacar agua (aunque solo encontramos uno sin candar) y tendremos una ¿bonitas? vistas del enjambre de urbanizaciones que rodean Dénia.
Y así, disfrutando de unas inmejorables vistas de esta parte del litoral Mediterráneo llegamos al punto en donde habíamos tomado la primera senda, y cerrábamos el círculo, finalizando así una gran ruta, ya solo nos quedaba regresar hasta donde teníamos el coche, para luego irnos a Dénia, a buscar un sitio donde tomar unos churros con un chocolate bien calentito, que hoy, en este frío día de enero, apetecían mucho más que la cerveza de costumbre.
Un saludo a tod@s.
Volvemos a bajar a tierras alicantinas para subir al icónico Montgó, otra de las montañas imprescindibles del territorio valenciano, y a la cual nosotros no habíamos subido aún, y ya tocaba, esta es la crónica de lo que aconteció en una fría jornada de montaña en la Marina Alta alicantina.
Nuevamente un cambio de planes a última hora era el culpable de que volviéramos de nuevo a Alacant, ya que en un principio llevábamos idea de ir a el Forcall, en la comarca de els Ports, al norte de Castelló, a subir a la Mola Garumba, pero la alerta de fuertes nevadas nos hizo huir hacia el sur casi sobre la marcha, ya que allí anunciaban un tiempo más estable.
Eso suponía tener que madrugar un poco más de lo planeado, aunque al final, y debido a un pequeño lío a la hora de encontrar el punto de inicio del recorrido hizo que empezáramos a andar a las 10 de la mañana.
Estamos en Dénia, en una de las urbanizaciones más pegadas a las faldas del Montgó para ser más concretos, allí empieza nuestra ruta, tenemos ante nosotros un mazacote de montaña, y es que el Montgó aunque apenas llegue a los 800 metros de altura, es enorme, y no en vano se divisa desde cualquier montaña del País Valencià desde la que se divise el Mar Mediterráneo, luego, su privilegiada situación, en pleno Cap de Sant Antoni, ayuda bastante a ello.
Nos ponemos en marcha, como digo, ante nosotros se nos presenta una enorme pared caliza, la cara norte del Montgó, que se extiende hacia el este hasta donde nos alcanza la vista, y que presenta multitud de cavidades y oquedades, empezamos siguiendo el Camí de la Colònia que mediante varias curvas de herradura nos hará ir ganando altura de forma paulatina, y viendo cada vez más abajo la hiper-urbanizada Dénia y su puerto, uno de los más activos, sobre todo en fechas estivales, del Mediterráneo, Mediterráneo del que hoy íbamos a gozar de unas fantásticas vistas durante todo el recorrido.
Primeros compases de la ruta, Camí de la Colònia, con la imponente pared norte del Montgó ante nosotros |
En una de las numerosas revueltas que tiene este camino en su primer tramo, echamos un vistazo atrás, hacia Dénia, el cerro donde está su castillo y el Mar Mediterráneo |
Obviamos una primera indicación hacia el Montgó y seguimos por el camino que llevamos en dirección este, hasta toparnos con la señal de la senda que se desvía hacia la Cova de l'Aigua, esta será el sendero que seguiremos a partir de ahora, y la Cova de l'Aigua el primer punto de interés de la ruta.
La Cova de l'Aigua es una de las muchas cavidades que como os he comentado tiene esta parte de la montaña, pero esta tiene varias peculiaridades que la hacen especial, como que en el interior de ella se filtra y se acumula el agua de la lluvia (y de ahí el topónimo), lo que llevó a construir un aljibe en el siglo XVI, o que por allí pasaron, en el año 283 d.C. soldados romanos de la legión VII Gemina, dejando para la posteridad una inscripción perfectamente visible.
Pero a nosotros lo que más nos gustó de la cueva fue en el entorno en el que está enclavada, un pequeño pero espectacular anfiteatro rocoso de verticales paredes y con frondosa vegetación en su base.
En este punto nos desviamos del Camí de la Colònia para tomar el sendero que lleva hasta la Cova de l'Aigua |
A medida que nos vamos aproximando nos impresiona cada vez más esta pared norte |
Este es el pequeño anfiteatro rocoso en el que está situada la Cova de l'Aigua, realmente espectacular |
Aunque digo que es pequeño, no lo es tanto, mirad que diminuta se ve a Eva al lado de la pared |
Esta es la Cova de l'Aigua, a la parte más alta de la misma se accede mediante unos escalones de piedra |
Desde lo alto de la cueva, vista hacia donde está la inscripción romana |
Inscripción romana, sobre la que algún gilipollas también dejo la suya con pintura, ...y eso que han puesto una valla, presuntamente para protegerla de cosas como esta... |
En el interior de la cueva encontramos una deteriorada construcción, tipo refugio, también llena de pintadas, y este aljibe, donde se almacena el agua que se va filtrando de la montaña |
Allí también existe un saliente rocoso donde hacer un poco de postureo, hiper-urbanizada Dénia, con su puerto |
Además de posturear, desde allí tenemos otro punto de vista y disfrutamos mejor de este bonito paraje, hacia arriba, donde vemos otra cavidad... |
...y hacia abajo, donde podemos ver, entre la vegetación, el sendero que nos había traído hasta aquí, si tuviese que destacar algo de una ruta que tuvo muchas cosas buenas, sin duda sería este rincón |
Visitada la cueva desandamos un tramo el bonito sendero que daba acceso a ella, hasta toparnos con otro senderillo que seguiremos a partir de ahora, este va abriéndose paso entre la arbustiva vegetación, principalmente palmito, brezo y lavanda, y también alguna endémica, como el cardancellus dianius, que solo se puede encontrar aquí y en la isla de Eivissa, según pudimos leer los carteles de micro-reserva de flora.
Este sendero va alternado dureza con belleza, transcurriendo colgado en algunos tramos, y abriéndonos nuevos horizontes, hacia el sector más occidental del macizo del Montgó, y hacia montañas y sierras de más al norte, entre las que podíamos distinguir picos en los que hemos estado recientemente como la Safor y el Benicadell, y otro en el que esperamos estar pronto, el Mondúver.
Continuamos con la ruta, las vistas van a ser de lo mejorcito a partir de ahora, nos encanta ese contraste de la roca siluetada con el mar |
Este es el sendero que empezamos a seguir desde la cueva y que nos haría ganar el cordal del Montgó, el cual discurre por encima de esas paredes que quedan tras nosotros |
También podemos ver con claridad el Cim de la Safor o la Serra de Segària, y poblaciones como Ondara y el Verger |
¿Algún experto en botánica en la sala que nos saque de dudas?... (1/02/2015, Juan Joeski, vía facebook nos saca de dudas, se trata de un arisarum vulgare, gracias Juan!!) |
Descomunal la norte del Montgó |
El sendero no tiene desperdicio, y parece encaminarse hacia el sector más occidental del Montgó, la zona que tenemos delante se la conoce como el Racó del Bou |
...o cómo este, que le otorgan al ambiente una pizca de sensación aérea |
Ambiente de alta montaña a escasos metros del mar |
Una exigente rampa nos deja en un collado, donde nuestro sendero se une al que sube desde Jesús Pobre (teníais que haber oído pronunciarlo a unos ingleses con los que nos cruzamos más adelante ..."ieisus poure"... o algo por el estilo, aunque mi inglés para explicarles como se llegaba allí tampoco tuvo desperdicio jajaja), y en el que se nos amplían las vistas hacia el sur, con el trío de ases de las montañas alicantinas a la cabeza, Bèrnia, Puig Campana y Serrella, no dudamos sentarnos allí al solecito a pegar un bocado, aunque no lo tuvimos que hacer muy largo, puesto que a partir de ahora íbamos a andar siempre completamente desprotegidos del frío viento que hacía.
Empezamos a transitar ahora por el amplio cordal del macizo, donde el paisaje da un vuelco, las paredes dan paso a formas más redondeadas, la vegetación se reduce casi exclusivamente a al palmito y se nos presenta un terreno más árido y erosionado, casi lapiaz.
No solo las vistas iban a ser el punto fuerte de este largo tramo por el cordal, también lo serían el paso junto al bien formado Barranc de l'Hedra o el primer contacto visual con la cima del Montgó, cuyo descomunal paredón sur nos devolvía a la verticalidad de su cara opuesta.
Llegamos a un collado, paramos a pegar un bocado, y también nos asomamos a disfrutar de las vistas... |
...aquí podemos ver la Penya de l'Àguila, cima más occidental del Montgó, y numerosas sierras de Alacant hacia el sur |
¡Vaya!, una procesionaria despistada nos distrae de ver las vistas... |
...volvamos a ellas, la Serra de Bèrnia en su totalidad, la cima del Puig Campana, que todo lo que tiene de grande lo tiene de tímida, no se deja ver entre las nubes |
Ondara, Segària, Safor, y sin nos fijamos bien, Benicadell |
Tras la parada continuamos, el cordal del Montgó nos espera, vaya cambio de paisaje, ¿verdad? |
Pasamos junto a la canal que forma el Barranc de l'Hedra, por el cual vimos que sube un sendero que enlaza con el que llevábamos |
Seguimos subiendo, ahora de forma más moderada, a nuestras espaldas, Bèrnia, el Puig Campana, el Penyal d'Ifac y la población de Gata de Gorgos |
Primer contacto visual con nuestro objetivo, la cima del Montgó |
Nos impacta ese paredón que se desploma hacia el sur |
¡¡¡Vamos!!! |
Una definitiva subida nos dejaba en la cima del Montgó, donde como suponíamos y nos habían contado las vistas eran espectaculares, y eso que el día no acababa de estar claro del todo, a las panorámicas que ya os había comentado que habíamos disfrutado durante la subida se le añadían ahora enclaves como el Penyal d'Ifach, la isla de Eivissa, la población de Xàbia, el Cap de Sant Antoni o l'Illa del Portixol, ahora urgía buscar un sitio donde resguardarnos del frío viento y disfrutar de todas esas vistas mientras comíamos en la cima de esta emblemática montaña del País Valencià.
Afrontando las rampas definitivas hacia la cima del Montgó |
Nos fijamos en otras dos cimas del macizo, la más alejada es la Creu de Dénia, la del centro desconozco su nombre, existe la posibilidad de realizar todo ese cresteo |
Un pequeño llano antes de la cima, hacemos una parada a contemplar el Penyal d'Ifac |
Esta si que es la rampa definitiva |
Hoy, ración doble de foto cimera, ahora ración séxtuple de vistas... |
...impresionante vista del Cap de Sant Antoni... |
...aquí con la Bahía de Xàbia y l'Illa del Portixol... |
...zoom hacia esta última, en el que podemos apreciar también la Platja de l'Arenal de Xàbia y la propia población de Xàbia... |
...las nubes le dan un aspecto inquietante a Bèrnia, Puig Campana, Ponoig y Aitana... |
...unas panorámicas un poco más generales (Serrella, Montcabrer, Benicadell, Cavall Verd, Safor, Segària...)... |
...y por último, el Penyal d'Ifac de Calp |
Otro pequeño nos vuelve a distraer de las vistas, en este caso un caracol que ha aprovechado un agujero de la erosión para cobijarse |
Nos hubiese gustado estar mucho más rato en ese privilegiado mirador, pero el molesto vientecillo y la baja sensación térmica que provocaba no nos invitaba a ello, así que nos pusimos con el descenso.
Y lo íbamos a hacer por la que está considerada vertiente normal de subida al Montgó, o al menos, por donde más gente sube, el descenso se inicia con un atractivo tramo en el que el sendero transcurre colgado en una repisa, para luego empezar a discurrir por una ancha cresta, en la que la erosión, unida a lo pulida que estaba la roca hacían que el avance no fuese muy cómodo y no exento de resbalones.
Donde termina la cresta el sendero rompe de forma brusca a la izquierda e inmediatamente después empieza a dibujar una interminable serie de zetas o lazadas por la que ya avanzaríamos de forma menos engorrosa, y perdiendo cota de forma bastante rápida.
Iniciamos el descenso, urge volver a pasar a la vertiente norte, en la sur el viento sopla de lo lindo |
Pasamos por una zona de repisas... |
...donde el sendero parece ir colgado |
Esto dio para un poco más de postureo |
Estas repisas dan paso a una ancha cresta, nos volvemos a detener a contemplar el Cap de Sant Antoni |
Por la cresta, terreno incómodo, erosionado y pulido, engorroso avance |
La cresta finaliza al superar este paso rocoso... |
...ahora nos esperan unas cuantas decenas de lazadas, podemos ver uno de los largos espigones del puerto de Dénia...y también la jungla de urbanizaciones |
Aprovechando los efectos de la erosión para juguetear un poco con la cámara |
El sendero muere cuando llegamos a una zona conocida como la Plana de Iusta, donde encontramos un panel de madera con información del parque, unas imponentes vistas de la montaña que acabábamos de descender a nuestras espaldas y un camino de tierra que empezaremos a seguir, aunque solo por unos metros, ya que enseguida aparecería a nuestra izquierda el sendero que conduce hasta la Cova del Camell.
Llegamos a ella tras superar una descenso bastante técnico, la Cova del Camell a pesar de sus dos grandes bocas de entrada si que presenta el que digamos es el patrón de una cueva al uso, formaciones fantasmagóricas, las típicas banderas y alguna estrechez suponemos reservada a ámbitos espeleológos.
Las lazadas terminan aquí, junto a este panel de madera, en el que encontramos señalados varios itinerarios del parque |
Así de imponente luce el Montgó desde este lugar, la Plana de Iusta |
Seguiremos unos metros por este camino, bien franqueados por dos hermosos palmitos, un poco más adelante encontraríamos el sendero de la Cova del Camell |
Ya hemos llegado a ella, bajemos a inspeccionarla |
De momento podemos decir que tiene un aspecto...tétrico |
Estas son sus dos bocas de entrada, el sendero pasa justo al lado de las barandillas de madera |
Yo me quedé fuera con Laia y Senda, Eva si que entró a inspeccionar un poco más a fondo, me dijo que no era mucho más profunda, pero que si que había una gatera |
Visitada la cueva cruzamos una barrancada que nos iba a enlazar de nuevo con el Camí de la Colònia, el cual recorre sin perder ni ganar altura toda la cara norte del Montgó, a la cual volvíamos de nuevo, con el consiguiente cambio paisajístico, este camino fue construido a principio de la década de los años 20 para facilitar el acceso a los colonos del Montgó y que estos pudieran abancalar el terreno para el cultivo.
Este bonito camino está cerrado al tráfico, y en él, como digo, iremos bordeando toda la pared norte del Montgó, de la que, y fue lo que más me sorprendió de este tramo, se desploman multitud de barrancos, también encontramos varios pozos en los que poder sacar agua (aunque solo encontramos uno sin candar) y tendremos una ¿bonitas? vistas del enjambre de urbanizaciones que rodean Dénia.
Y así, disfrutando de unas inmejorables vistas de esta parte del litoral Mediterráneo llegamos al punto en donde habíamos tomado la primera senda, y cerrábamos el círculo, finalizando así una gran ruta, ya solo nos quedaba regresar hasta donde teníamos el coche, para luego irnos a Dénia, a buscar un sitio donde tomar unos churros con un chocolate bien calentito, que hoy, en este frío día de enero, apetecían mucho más que la cerveza de costumbre.
Un saludo a tod@s.
Nos volvemos a encontrar con el Camí de la Colònia, que acaba aquí, no lo abandonaremos ya en lo que queda de recorrido |
El camino es llano, y muy variado, imponentes vistas del Montgó... |
...algún que otro pozo donde poder sacar agua para hidratarse, en este caso lo hace Laia... |
...interior del pozo... |
...paneles de micro-reserva de flora en los que hacer un posado... |
...y más y más Montgó |
Un paseo realmente agradable, y con inmejorables vistas del Mediterráneo |
Uno de los numerosos barrancos que se desploman en esta cara norte del Montgó, junto con otro pozo |
Qué queréis que os diga, no veo diferencia entre veranear aquí y hacerlo en una gran ciudad...ayy (suspiro), de poder tener un de las costas más bonitas de todo el país a tener esto... |
...me quedo mejor con estas vistas, pasando bajo el circo donde esta situada la Cova de l'Aigua, la ruta toca a su fin, nos espera un chocolate calentito en Dénia |
- Longitud total del recorrido: 16 kilómetros.
- Desnivel positivo acumulado: 750 metros.
- Desnivel negativo acumulado: 750 metros.
- Cota mínima alcanzada: 101 metros.
- Cota máxima alcanzada: 753 metros.
- Duración total del recorrido: 7 horas y 8 minutos.
- Acceso al punto de inicio: Una vez entremos en Dénia deberemos estar atentos a las señales del parque natural y seguirlas, ellas nos harán localizar el Camí Pou de la Muntanya primero y el Carrer de la Colònia después, el cual seguiremos hasta encontrarnos un camino cortado por una cadena, buscaremos un sitio donde estacionar el vehículo para ya a pie seguir por el camino de la cadena, que es el Camí de la Colònia.
Hola Dani, nos pegamos un par de días visitando toda esa zona, y la verdad que nos gusto mucho, sobre todo las zonas menos urbanizadas, hasta nos dimos un baño en la Cala Granadella. Una lastima el destrozo que se ha hecho en este tramo de costa, porque si se hubiese respetado, sería espectacular.
ResponderEliminarNos quedo pendiente el Montgo, a mi casi me ha gustado más la ruta normal, con esos pasos por repisas,y con la visita a la Cueva del Camell. Yo este fin de semana, otro que he tenido que anular, íbamos a realizar una super ruta por la Sierra de Guara, subiendo el Fragineto y Tozal de Guara, pero hace un tiempo de perros (cierzo, nieve, agua y frío), mañana a correr un rato para quitarme el ansia. Un saludo
Hola Eduardo.
EliminarSí, quizás la ruta normal sea más montañera y más directa.
Cuando bajamos a hacer rutas a Alicante, sobre todo a sierras cercanas al mar, por desgracia siempre vemos las dos caras de esta provincia, unas montañas espectaculares, y luego unas costas y pueblos costeros que también podrían serlo, pero en los que han urbanizado hasta donde les ha sido humanamente posible, una lástima de verdad, pero así hacen las cosas en esta región...
Este fin de semana me parece que en ningún punto del país nos hemos escapado del mal tiempo, yo aún me aventuré a hacer una ruta cortita por Montanejos, pero con el feroz viento que hacía no la acabé de disfrutar del todo.
Un saludo.
Yo al final me fui a correr un rato, aquí se ha desbordado el Ebro, viento de más de ochenta kilómetros por hora y en pirineos un metro de nieve, y todos los puertos cerrados. Mira que imágenes de Sallent http://lameteoqueviene.blogspot.com.es/2015/02/sallent-de-gallego-tras-la-nevada-2-feb.html
EliminarYa he visto, ya, no pierdo ningún boletín ni ninguna de las fantásticas fotos que publica Jorge en sus entradas.
EliminarBuenas Dani.!!
ResponderEliminarPreciosas vistas,como siempre nos sorprendes con rincones tan bellos como estos.Un saludo amigo.
Hola Juan Carlos.
EliminarUn placer como siempre compartir con vosotros estas montañas que visitamos.
Un saludo.
Hola Dani.
ResponderEliminarTranscribo: "y debido a un pequeño lío a la hora de encontrar el punto de inicio del recorrido" jejejeje, veo que lo de desorientarse no es flor de un día!! ;-)
El Montgó ya se ve imponente desde cualquier sitio que lo veas de la costa. De todas los colosos alicantinos me impresiona la silueta del Puig Campana. Tendré que subir alguna vez, pero antes esta e Penyagolosa.
Joer macho, la foto del la pintada encima de la inscripción romana me ha revuelto las tripas y producido nauseas. Sin comentarios!
Hasta yo cambio ahora en invierno con estos vientos helados la bendita cerveza, por cafes con leche calentitos, calditos humeantes o chocolates con churros.
Un abrazo.
Hola Toni.
EliminarYo es que soy muy de pueblo, y si me metes con el coche en una urbe de más de 5000 habitantes ya no me hallo jajaja.
Penyagolosa y Puig Campana, ninguno de los dos puede faltar en tu haber, así que ya sabes...y yo te acompaño a los dos, faltaría más!!!
Ya ves macho, mucho urbanizar y urbanizar, y luego preservar un diminuto patrimonio como pueda ser una inscripción o una pintura rupestre...lo hacen cuando ya es demasiado tarde.
Lo del chocolate, bueno, voy a confesar, como íbamos con Laia (Senda estaba reventada y no quiso bajar del coche) el plan era sentarnos a tomar una tapa calentita con birra en la primera terraza que viéramos que tuviera una de esas estufas a gas tan modernas, y en toda Dénia solo encontramos una que la tuviese, y era una chocolateria...pero fue bien recibido, no te creas jejeje.
Un abrazo.
Hola Dani.
ResponderEliminarMuy buena crónica y buena variante.Cuando la hice el año pasado,fue subir y bajar por el mismo sitio,desde Jesus Pobre....Me apunto esta,que le da algo mas de ''vidilla''..jejeje...Me ha hecho mucha gracia lo de los ''giris''....Yo me cruce con uno bajando que iba con vaqueros,camisa y ''mocasines''....jjjj....''pasmao'' me quede....
Saludos.
Hola Juane.
EliminarPues ahora que lo dices desde el cruce de la senda de Jesús Pobre hasta la cima casi toda la gente con la que nos cruzamos iban en plan montañero como nosotros y "casi tots parlaen valencià", pero bajando por la normal si que podría afirmar que más del 50% de la gente que nos cruzamos iban en plan dominguero y con calzado y ropa poco adecuados...y mucho de ellos eran de habla no hispana jajajaja.
Un saludo.
Hola Dani
ResponderEliminarUna montaña que como bien dices se ve desde innumerables puntos de la Comunidad Valenciana y por eso y muchas cosas más es una montaña que no te podía faltar en el curriculum montañero.
De las vistas poco mas que ver tus fotos y eso lo dicen todo.
Si haciéndote la foto me quedo sin bocata, te toca invitarme a almorzar en Denia en la orilla de la playita jajaja.
Un abrazo
Jose
TROTASENDES BENICALAP
Hola Jose.
EliminarPues ya no podemos decir que nos falta en el curriculum, y seguro que volveremos alguna que otra vez.
Para invitarte a almorzar no hace falta que ninguna perra mía se te ventile el bocata, eso está más que hecho, pero en Dénia, no, ya elijo yo mejor el lugar jajajaja.
Un abrazo.
¡Hola Dani! Para mi gusto, la ascensión más bonita al Puig Campana. A la vista quedan la espectaculares vistas hacia el mar durante la ascensión.
ResponderEliminarUna maravilla.
Un abrazo.
Hola Emilio.
EliminarSi, y la subida al Montgó por la pedrera tampoco está mal jajaja, fuera de coñas, a mi también me gustó más por donde subimos que por donde bajamos, me pareció mucho más variado.
Las vistas, pues si no estando el día claro del todo veíamos Ibiza con bastante nitidez, no quiero ni imaginarme en un día despejado, despejado.
Un abrazo.