Tavernes de la Valldigna: de l'Alt de les Creus al Pic de la Ratlla- Senda dels Amoladors

Miércoles 17 de enero de 2018.

Hacía ya un tiempo que no realizaba una ruta entre semana. Aprovechando la festividad patronal en Betxí cogí a Senda y a Laia y nos fuimos hasta la Valldigna, para seguir conociendo esa Serra de Corbera que tanto nos gustó cuando hicimos la ruta de la Murta y el Cavall Bernat el pasado mes de noviembre. Esta vez nos fuimos al extremo más sur-oriental de esta sierra, para desde la población de Tavernes de la Valldigna realizar una panorámica excursión en la que además de subir a cuatro cimas pudimos recorrer de forma íntegra la histórica Senda dels Amoladors.

"...impresionado por la belleza de este valle el Rei Jaume II el Just le dijo a su capellán fra Bononat de Vila-Seca: "Vall digna per a un monestir de la vostra religió", a lo cual el clérigo contestó: "Vall digna, senyor, vall digna", así fue como el Rei Jaume II cedió estas tierras a el abad de les Santes Creus para una nueva fundación cisterciense (Monestir de Santa Maria de la Valldigna) en este valle que desde entonces se llamaría Valldigna"

Esta es la historia (fuente: simat.org) del porqué de la actual denominación, se denominaba Vall d'Alfàndec en época medieval, de este valle, comarca natural e histórica de la provincia de València y que actualmente se encuentra integrada administrativamente en la comarca de la Safor. Actualmente existe la Mancomunitat de la Valldigna, formada por las poblaciones de Barx, Benifairó de la Valldigna, Simat de la Valldigna y Tavernes de la Valldigna. A este último es al que hemos venido a hacer esta excursión. La calle Doctor Gómez Ferrer es un buen sitio donde empezarla.

Nada más bajar de la furgoneta nos llama de inmediato la atención nuestro primer objetivo de la jornada, l'Alt de les Creus, delatado por las cruces a las que hace referencia el topónimo, aunque a nosotros lo que realmente nos atrae y sorprende más es su verticalidad, así que teniendo en cuenta que empezamos a 35 metros sobre el nivel del mar y que la cima está a 540, más la proximidad a Tavernes, se antoja una subida exigente y además inmediata. Así es, sin dejar lugar para ningún tipo de calentamiento la cosa se pone cuesta arriba desde un principio y de manera bastante brava, aunque el bosquecillo por el que sube el sendero se empeñe en disimularlo. Así bastarán una decena de revueltas del sendero para hacer una primera parada para que la chaqueta hiciese el resto de la ruta embutida dentro de la mochila.

Al salir del bosquecillo el sendero nos saca a un pequeño anfiteatro rocoso, el cual atraviesa de forma casi horizontal, dándonos un pequeño respiro tras tan explosivo inicio, para luego rematar esta atractiva sección remontando una canal que nos deja en la parte alta del anfiteatro, donde se tienen unas bonitas vistas de Tavernes, el fértil valle de la Valldigna, tapizado de naranjos y de las montañas que lo protegen, entre las que sin duda destaca el picudo Mondúber. Un gran inicio de ruta sin duda. Apuntar que en esta sección podemos contemplar les Fontetes de Cantús y les Covetes de Mossen Ricardo, en las que hay unas pinturas rupestres del Mesolítico Inferior, realizadas hace entre 9000 y 12000 años. Con buen criterio el acceso a estas cuevas se encuentra vallado, ya que parece ser hace unos años estas pinturas fueron víctimas del vandalismo.

Inicio de la ruta, con el primer objetivo de la jornada, l'Alt de les Creus, visible desde primer momento.

Por el interior de un pinar y por empinado sendero ganamos un buen porrón de metros de forma rápida. Asoma el pequeño circo rocoso al que nos dirigimos.

Paisaje muy agreste, siempre es chocante encontrarlos tan cerca de un gran núcleo de población.

En esta imagen además de un desprendimiento de rocas podemos ver el vallado que protege la cueva en la que están las pinturas rupestres.

Preciosa imagen, obtenida una vez alcanzada la parte superior del pequeño circo, en la que podemos ver Tavernes de la Valldigna y las cimas del Mondúber y el Penyalba, que son las que más destacan.

Vistas hacia la entrada del valle, en las que podemos apreciar su cercanía al mar, al fondo distinguimos...

...el icónico Montgó.

Salimos a una zona más alomada, en la que nos quedan patentes la ventajas de que esta Serra de Corbera sea una sierra en primera línea de playa. Desde el Montgó en el Cap de Sant Antoni hasta la costera Serra d'Orpesa es mucho litoral el que se divisa desde ella. Alternando tramos de pinar, uno de ellos con los efectos de un incendio reciente, y otros desprovistos de arbolado vamos ganando metros, hasta que nos plantamos junto a la más alta de las cruces que habíamos visto al inicio de la ruta. Efectivamente, la verticalidad intuida desde abajo se hace más patente aquí arriba. Espectacular y vertiginoso mirador de Tavernes y la Valldigna, de los de recrearse. Un poco más arriba encontramos el vértice geodésico que marca el punto más alto de este Alt de les Creus.

Alcanzar el lomo de la montaña nos proporciona nuevas vistas, en concreto hacia la Ribera Baixa, con Cullera, sus playas y arrozales a la cabeza.

Una de les tres cruces de l'Alt de les Creus. La montaña que destaca en la lejanía es la Penya Alta de l'Aixortà.

Serra de Corbera hacia el nor-oeste, vemos, muy lejos aún, el Tossal de Massalari, y asomando tímidamente el Pic de la Ratlla, a los que también subiremos hoy.

Llegamos a la parte alta de l'Alt de les Creus, donde esta ubicada la más alta de las cruces, espectaculares y aéreas vistas sobre Tavernes, 500 metros más abajo.

Sector central del valle con Tavernes, Benifairó y Simat.

Las dos últimas, con el sector occidental de la Valldigna.

Cullera.

Bajamos hasta donde está la cruz, también hay un buen patio desde allí.

Vértice geodésico de l'Alt de les Creus, a 540 metros de altura.

Vistes des de l'Alt de les Creus (Tavernes de la Valldigna) from Per Dalt i Per Baix on Vimeo.

Desde el vértice digamos que la ruta, y comparado con lo visto hasta el momento, pega un bajón. El sendero, intentando no ser engullido por el abundante matorral que tapiza esta vertiente de la sierra, pone rumbo hacia el Puntal de Massalari, bien visible en todo momento. Solo el enclave donde se sitúa la Font de Sangonera, seca como la mojama, nos ofrece un oasis arbóreo en este tránsito a plena solana. Desde ahí mismo arranca la subida, que finaliza con un valiente repecho, que nos deja en lo más alto del Puntal de Massalari, que nos recibe con unas excelentes vistas, tanto del litoral, como de comarcas y sierras más meridionales e interiores. Siguiendo la cuerda coronamos inmediatamente después la poco relevante cota del Puntal dels Germanells, con vistas calcadas al vecino Massalari.

Desde el vértice ponemos rumbo a nuestro siguiente objetivo, el Puntal de Massalari, bien visible en todo momento.

También vemos la afilada cresta de la Serra de les Agulles en la Casella.

Font de Sangonera, esperando lluvias que le vuelvan a otorgar vida.

Paisaje que nos sugiere: "mejor no venir en verano".

A punto de afrontar la subida final al Puntal de Massalari, aunque no lo parezca entre el matorral discurre un buen sendero.

Aquí tenemos a mis dos campeonas, en la cima del Puntal de Massalari, a 600 metros de altura.

Extensas vistas hacia el este y el sur...

...y también hacia poniente.

Lomo de la Serra de Corbera, con las dos cimas centrales subidas en esta jornada, la tachuela del Puntal dels Germanells y el Puntal de Massalari.

Nada más superar el Puntal dels Germanells, la ruta recupera de golpe el atractivo perdido. Nuestro siguiente objetivo, el Pic de la Ratlla, con sus fajas, tiene una pinta estupenda, y la manera que vamos a llegar al collado previo también. Aunque el sendero pasa lo suficientemente separado de ella para no correr riesgos, nos es inevitable no pasar pegados a una vertiginosa cresta/cornisa en la que mejor no tener un tropezón. Tras ella viene un corto descenso que nos deposita en el mencionado collado, en el que se afronta la subida, único tramo de ida y vuelta de toda la excursión, al Pic de la Ratlla. La subida es corta pero exigente, y tiene alguna sección rocosa que le otorga un plus. Al llegar arriba descubrimos que al vértice que corona esta cima le ha volado el chirimbolo, y que solo queda la base, ahí es donde me río yo de esa plaquita que todos los montañeros conocemos y que reza: "...la destrucción de esta señal está penada por la ley...", que busquen al que se lo ha cargado 😂 bromas aparte, sensacionales, tal y como suponíamos, también las vistas de este Pic de la Ratlla, ampliadas hacia la espectacular zona de l'Ouet, les Orelles d'Ase y el Cavall Bernat, y por si fuera poco, además de punto más alto de la ruta, también techo comarcal, de la Ribera Baixa en concreto, ya llevo 12 de los 33!!.

La próxima parada será en el Pic de la Ratlla, que tiene una bonita estampa.

Esta cima tiene unas bonitas fajas en su cara oriental, y una pequeña y aérea cresta en la aproximación a su collado previo.

Precaución si pasáis pegados a estos bordes, pues la caída es de las majas.

En la subida al Pic de la Ratlla tendremos que hacer incluso alguna pequeña y sencilla trepada.

Vistas hacia el collado previo al Pic de la Ratlla.

Detalle de alguna de las fajas de esta cima. Cullera tuvo hoy una buena dosis de protagonismo.

Vértice "decapitado" del Pic de la Ratlla, a 625 metros sobre el nivel del cercano Mediterráneo.

Las vistas son excelentes en general, pero estás del cresterío Ouet-Cavall Bernat, cercano a la Murta, son las que llaman más atención.

Veámoslo mejor con el zoom. Ouet, Matxo Flac, Orelles d'Ase, Creu del Cardenal..

...Cavall Bernat, espectacular!!.

Alzira, con las sierras del Ave y Martés destacando al fondo.

Peculiar geomorfología la de este fantástico anticlinal costero llamado Serra de Corbera.

Dos cimas que no pasan desapercibidas, el gigantón Mondúber...

...y otro que no le va a la zaga, el Montgó, casi 800 metros emergiendo desde el mismo mar.

De vuelta el collado empezamos a seguir un pronunciado senderillo descendente que acaba por enlazarnos con un camino, dando inicio a un tramo de la ruta bastante tedioso, ya que a la larga tirada de pista forestal, por el interior de una especie de valle colgado se le sumaba muy poco a destacar tanto a nivel paisajístico como panorámico, lo más interesante quizás, el poder contemplar las pequeñas dolinas o torcas que hay en esta zona de los llanos del Barber y Sangonera, o al menos eso supuse yo que eran. La cosa acaba mejorando un poco al cambiar de pista forestal a sendero.

Serra de les Agulles, Orelles d'Ase, Matxo Flac y Pic de la Ratlla durante la larga tirada de carril.

Solitario pino en el Pla de Sangonera.

Sin querer darnos cuenta estamos asomados de nuevo a la Valldigna, y para bajar allí, magistralmente dibujada entre las agrestes laderas del Barranc de la Penya Roja, la Senda dels Amoladors, principal razón por la que habíamos venido a hacer esta ruta, hoy las cimas y las vistas quedaban en un segundo plano, el plato fuerte de hoy era recorrer y degustar cada una de las decenas de lazadas de este histórico camino de herradura. En un principio tenía pensado hacer la ruta en sentido inverso al que os estoy contando, pero creo que al final fue buena elección dejar lo mejor de la ruta para el colofón final. Una gozada ir bajando hacia el valle por esta espectacular barrancada, saboreando el entorno y cada giro de este sendero ancestral, utilizado en la antigüedad por los habitantes del valle para subir a los cultivos y corrales situados en los llanos anteriormente mencionados, y que hace unos años fue felizmente reparado, ya que según he leído se encontraba en bastante malas condiciones. Una gran noticia que algunas instituciones se preocupen por preservar patrimonio de este tipo.

Tras un tramo sin mucho a destacar el paisaje vuelve a recobrar su esplendor, con esta ventana hacia la Valldigna...

...y sobre todo con el trazado de la Senda dels Amoladors, por la que volveremos a Tavernes.

Acerquemos esas lazadas con el zoom.

Impresionante sendero. Tomaros la biodramina 😜, que vamos a bajar por él.

Las primeras revueltas transcurren en una vertiente del barranco y después continúan por la opuesta.

Además de ser una pasada de sendero el paisaje también acompaña.

Una obra maestra, afortunadamente restaurada, de trabajo de piedra en seco.

Entre tanta lazada se me había olvidado presentaros el Barranc de la Penya Roja...

...que tiene cosas tan chulas como esta roca equilibrista...

...o este puente de roca...

...y que además es muy agreste.

Esta es la Penya Roja a la que hace referencia el topónimo, en ella está instalada la vía ferrata de les Marujes, una K3 que digo yo que habrá que venir a probar.

Viendo esta imagen del Barranc de la Penya Roja nadie diría que un sendero baja por ahí, ¿verdad?.

A medida que iremos bajando la Penya Roja irá adquiriendo una forma más destacada.

Abrimos plano, para ver la Penya Roja, su barranco y l'Alt de les Creus.

Estar de nuevo en el valle nos devuelve la vertical presencia de l'Alt de les Creus, presente ya hasta el final de la ruta, completada por un bonito paseo paralelo a una canalización de agua llamada el Canal de Defensa. Encantados de haber venido a Tavernes y a la Valldigna, y de haber gozado, en una soleada jornada, muy primaveral, de una ruta tan atractiva como esta.

Un saludo a tod@s.

l'Alt de les Creus, a partir de ahora lo estaremos viendo constantemente hasta el final de la ruta.

Había mencionado al principio el Monestir de Santa Maria de la Valldigna en Simat, aquí lo tenéis, abusando del zoom. Si algún día me veis recordarme que os cuente una divertida anécdota que nos pasó allí hace ya unos cuantos años.

Volvemos a l'Alt de les Creus, que nos muestra una cara incluso mucho más escarpada de lo visto hasta entonces, con imágenes de ella despedimos el reportaje.

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