Circular y Ascensión a Bèrnia (1127 m.)

Sábado 17 de febrero de 2018

Siempre he reconocido que de todas las sierras alicantinas mi favorita es la Serrella, pero con la que quizás tenga un vínculo más especial esa es sin dudarlo la espectacular Bèrnia, y por muchas razones; por que con esta ya son seis veces las que he estado allí, siempre con compañer@s diferentes, todos ell@s excepcionales; he pernoctado cuatro veces a su abrigo, una de ellas, lo reconozco, con una buena tajada; he vivido una de las mejores experiencias montañeras de mi vida, hacer íntegra su cresta; he conocido allí a buenos amigos como Fernan y las "tres jotas" de Trotasendes; en definitiva, muy buenos momentos los vividos en esta sierra, de los que puedo contar un puñado de anécdotas. Es por eso que esta era una montaña a la que tenía que volver sí o sí con Eva y Laia. Aunque bien es cierto que ya estuve allí con ellas en 2016, pero fue casi de paso y solo hicimos la ruta de ida y vuelta hasta el Forat, así como a mi lo que realmente me hacía ilusión era hacer con ellas la circular con subida hasta la cumbre pues hace unas semanas volvimos a poner rumbo Alacant. Y para que veáis que el vínculo con esta montaña es real, esta ruta la hicimos, y os juro que no fue premeditado, un 17 de febrero, cuando la primera vez que estuvimos en Bèrnia fue un 18 de febrero de 2012.

Como la ruta fue calcada, con dos ligeras variaciones, a la que os narré con todo lujo de detalles en 2012 (crónica) no voy a explayarme mucho en la descripción de la misma y le daré casi todo el protagonismo a las fotos, que tratándose de Bèrnia siempre salen espectaculares.

Empezamos, como siempre que hemos venido a esta sierra, desde les Cases de Bèrnia, siguiendo el PR que da la vuelta al macizo, por su cara norte y pasando por la Font de Bèrnia y llegando posteriormente al Forat, donde por arte de magia te ves en la vertiente sur de la sierra cuando un minuto antes estabas triscando por la norte. Desde allí ponemos rumbo contrario al que habíamos llevado hasta el momento. Al poco de ello haremos la primera de las dos pequeñas variaciones que os comentaba, ya que nos desviamos momentáneamente en tramo de ida y vuelta para ver las pinturas rupestres de la Penya de l'Ermita del Vicari. Más adelante volvemos a abandonar el PR, esta vez para remontar una empinada pedrera que nos hace ganar el espectacular collado del Portixol. Desde allí hacemos una fácil escalada por una prolongada chimenea por la que ganamos la cresta cimera, solo queda seguirla, realizando alguna que otra trepada, y superando dos pasos equipados; una diagonal ascendente y una corta chimenea, para alcanzar el vértice geodésico que culmina esta Serra de Bèrnia. Tras un pronunciado descenso, en el que hay otro paso equipado, alcanzamos la pedrera previa al Fort de Bèrnia, dirigiéndonos después de visitar esta al Coll de l'Orenga, donde reencontraremos el PR, pero no lo seguiremos de inmediato, segunda de las variaciones, ya que antes nos acercaremos por un senderillo a visitar el paraje del Planiol y coronar a una pequeña tachuela. De vuelta al PR este nos lleva a otro collado, y de ahí enganchamos una pista por la que, de nuevo en la vertiente norte, cerramos la circular.

Apuntar que en lo que a la climatología se refiere nos salió un día muy bueno, ya que para ser febrero no nos hizo frío y tampoco pasamos calor cuando la ruta transcurrió a plena solana. Luego, y aunque las vistas a larga distancia no fueron buenas, la visibilidad durante la ruta fue excelente ya que suele ser normal que se enganchen nubes en la parte alta de esta sierra, que es donde guarda su mayor atractivo, y siempre es un fastidio que se te metan nubes y no puedas disfrutar de tal espectáculo visual plenamente.

Sin más os dejo con las fotos, y debajo de cada una algunos detalles y apuntes más precisos de la ruta. Espero que os gusten!!.

Un saludo a tod@s.

Vertiente norte de la Serra de Bèrnia, desde les Cases de Bèrnia, bonito contraste con las casas de campo, vides y almendros con la dentada silueta de la sierra.

Collado del Portixol, punto clave de la ascensión a Bèrnia, en unas horas estaremos allí, pero llegando por la otra vertiente.

Font de Bèrnia, esta nunca falla, seis veces que hemos pasado junto a ella y siempre ha tenido un generoso chorro de agua.

Miramos hacia la cresta, la placa lisa que vemos en la imagen se pasa "a caballo" en el cresteo integral.

Vamos por cara norte y por tanto de umbría, en la que encontramos bastante humedad.

Hubo que poner especial atención de no dar un resbalón en las zonas rocosas.

Llegando a las inmediaciones del Forat, con la cima de les Penyes del Portixol al fondo.

La vemos con mayor detalle y también un grupo de alpinistas llegando al collado donde empieza la cresta. Recordemos que en ella además de continuas y expuestas trepadas también son obligatorios cuatro rápeles y un largo de IV+/V de escalada, por lo que es necesario llevar material. Os invito a leer la crónica de cuando la hicimos nosotros.

La mayoría de vosotros ya sabréis como es el tema del Forat. Y los que no me diréis: "Dani, ¿como es eso que un minuto puedes pasar de una vertiente a otra de la sierra?, ¿y más teniendo esa barrera rocosa?".

Pues tan fácil como meterse en el Forat...

...pasar el primer tramo en cuclillas...

...y cuando ya te puedes poner de pie de repente ves esto, sin duda la imagen que más se suele asociar a Bèrnia. Siempre he dicho que en Pirineos hay pasos de montaña espectaculares, pero no hay ninguno que pueda compararse a este.

Era la sexta vez que cruzaba este túnel y la fascinación fue la misma que la primera vez. Hoy la neblina nos privó de tener unas nítidas vistas del litoral...

...pero si que pudimos ver con total claridad el Puig Campana, o como lo bautizó recientemente el amigo Toni, el Cielo Alicantino...

...puestos a bautizar, yo a este trío las llamo las Tres Sorores Alicantinas, Puig Campana, Ponoig y Cabal...

...de los tres no hay ninguna duda en cual sería el equivalente a Monte Perdido.

Siempre con estos tres a la vista empezaremos a andar por la vertiente sur, evidentemente esta es cara de solana, y encontramos el terreno completamente seco.

Impresionantes paredes de la vertiente sur.

Asoma la cima de Bèrnia...

...pero aún nos queda un trecho para llegar a ella, de momento nos desviremos a ver las pinturas rupestres.

Esta Penya de l'Ermita del Vicari está ubicada en un rincón extraordinario.

Esta son las vistas que tenemos desde allí.

Y este es uno de los grabados rupestres que hay en la roca, que requieren de un buen esfuerzo visual para poder localizarlas, a lo que también ayuda sobremanera el panel colocado allí.

Recuperamos el sendero principal, nos dirigimos hacia un paso entre bloques desprendidos.

Calibramos la grandeza de Bèrnia con estos excursionistas.

Los bloques anteriormente mencionados ponen un marco original al Puig Campana y sus escuderos.

Nuestra campeona Laia, disfrutando, aunque aquí todavía no sabía que esta ruta iba a ser todo un desafío para ella, pues lo pasó un poco mal en los pasos equipados de más arriba.

Pedrera que tendremos que remontar para acceder al Portixol (un gran hito marca el desvío).

El Portixol, ahí lo tenemos de nuevo, como os había dicho, desde la vertiente contraria. Nos espera una exigente subida ahora...

...nos la tomamos en modo "slow", y parando varias ocasiones para disfrutar y fotografiar el espectáculo calizo.

Llegamos al Portixol, mirada hacia la dirección en la que continúa la ruta. A partir de ahora nos guiarán unos puntos rojos, que nos harán escalar la chimenea de la izquierda, a la que le da la sombra.

Antes de ponernos con ella andamos un poco en dirección contraria, para admirar la gigantesca Penya del Rellotge.

El Portixol, sin lugar a ninguna duda uno de los collados más espectaculares de la provincia de Alacant.

Empezamos a trepar por la chimenea, lo rápido que ganamos altura delata su verticalidad. Alucinantes vistas del Portixol y la Penya del Rellotge.

Las trepada es sencilla y hay muy buenos agarres, pero no hay que bajar la guardia ni tomársela en broma, pues como veis el patio es de los respetables.

Poco a poco el terreno va menguando en inclinación, lo que no menguan con las vistas, fantásticas.

Vemos perfectamente en esta imagen las tres cimas de la vertiente oriental de Bèrnia; la Penya del Rellotge, la Panxa Blanca y les Penyes del Portixol. En otras circunstancias detrás veríamos el telón de fondo azul del Mediterráneo.

Y en frente divisamos las dos cimas occidentales de Bèrnia, la más alejada es el punto culminante de la sierra.

Por terreno un poco caótico, intentando no perder el rastro de los puntos rojos.

Este paso es otro punto de referencia en la ruta...

...por el accederemos de nuevo a la vertiente norte de la sierra, por la que circularemos ahora unos instantes. Nada más salir a esta vertiente encontraremos el paso de las cadenas (si os fijáis bien se aprecian en la imagen). No hay fotos de cuando lo pasamos pues tuvimos que estar bastante atentos con Laia en este punto.

Tras las cadenas continúa un tramo fácil por la vertiente norte...

... por el que volvemos a ganar el filo de cresta, la cima, desafiante, a tiro.

Vamos a por ella!!!.

Negociaremos una nueva trepada...

...y llegaremos a la antecima...

...donde nos espera el último escollo antes de coronar, deberemos destrepar unos metros...

...y subir ayudados por una cuerda por esta corta pero vertical chimenea. Laia nos dio un pequeño susto aquí. Creo que fue un poco imprudente por mi parte haberla traído a hacer esta ruta, al menos sin un arnés para ella y un cacho de cuerda para asegurarla.

Tras ese paso, lo que restaba para la cima, coser y cantar, y con un ambiente fantástico.

He tenido que subir cuatro veces a esta cima para darme cuenta que en ella hay restos de una pequeña fortaleza, según he leído, de una torre vigía.

Lo dicho, mi cuarta Bèrnia, 1127 metros, y primera con Eva y Laia.

Ahí estoy, con mi campeona de cuatro patas.

Imágenes ya del descenso, Bèrnia no pierde ni un ápice de esbeltez.

Esta foto deja a las claras que nos espera un pronunciado descenso hasta el Coll de l'Orenga, que separa la cima de Bèrnia de las del Morro de l'Aspre y la Penya de la Campana.

Encontraremos algunos puntos entretenidos en esta bajada, otra pequeña chimenea...

...y otro paso equipado, que Laia salvó sin problemas.

Luego habrá que volver a estar atentos a los puntos rojos, que nos harán llegar a la pedrera en la que está Laia. Esta bastante descompuesta y en ella encontraremos numerosas trazas de sendero...

...que a final todas acaban llevando al sendero que nos aproximará al Fort de Bèrnia.

El Fort de Bèrnia es una construcción militar, construida, bueno, mejor dicho, mandada construir, que los reyes eso de construir y trabajar ni antes ni ahora, por Felipe II en 1562, para defender las costas de ataques otomanos.

Su sucesor, Felipe III, la mandó demoler 50 años después, para evitar que fuera utilizada por rebeldes moriscos.

Hoy en día pues pone el toque cultural a esta ruta de la Serra de Bèrnia. Al fondo el altivo Morro de l'Aspre.

Bonito desorden rocoso en las laderas de Bèrnia.

Desde el fuerte seguiremos un sendero, en dirección al Coll de l'Orenga, donde volveremos a encontrar el PR, aunque atraídos por lo que teníamos delante no lo seguiremos de momento...

...el sendero PR discurre a la izquierda del collado, más o menos por la línea de la sombra, nosotros seguiremos un rastro que discurre por una franja herbosa en zona de umbría.

Impresionante Morro de l'Aspre...

...rivalizando con Bèrnia.

Las dos anteriores fotos están tomadas desde lo más alto de este saliente rocoso en la que estamos Laia y yo. Esta zona es conocida como el Planiol, y la vaguada de la imagen es el Barranc del Racó de la Segaissa, que como veréis luego es espectacular.

Antes una foto del sendero de la vertiente occidental de Bèrnia.

Y este es el Racó de la Segaissa de que os hablaba antes. Recuerdo que la primera vez me impresionó sobremanera. Parece que no eso no me pasó solo a mi, ¿verdad Toni?.

Vemos aparecer otra altiva y espectacular cima alicantina, la Penya Alta de l'Aixortà.

Preciosas vistas hacia la zona de Bolulla/Tárbena/Castell de Castells.

Muy a nuestro pesar vemos que a Bèrnia llegó el incendio del verano de 2016, por suerte parece ser que solo fue de refilón. En frente el Penyot de l'Orenga, y tras el colladete la vecina Serra del Ferrer.

Miramos atrás, el Cabal lo sabe y nos muestra su estampa más bonita y bicéfala.

A partir del colladete el resto de la ruta será por carril. No importa, el paisaje es soberbio. Volvemos a salir a norte de Bèrnia, por la zona de la imagen, y cerca de las paredes hay un antiguo pozo de nieve.

Penyot de l'Orenga y Serra del Ferrer, en la depresión que hay entre ambos se encuentra el ancestral Passet dels Bandolers.

El tramo final lo amenizan los almendros en flor, que darán juego a la hora de hacer fotografías, como esta hacia el Portixol.

Una parecida a la de arriba pero con el desenfoque invertido.

Vides, almendros, el Penyot de l'Orenga y l'Aixortà.

Preciosa estampa de la Serra de Bèrnia con los almendros en flor.

Y despedimos con esta de la sierra con el pozo que hay en la terraza del restaurante, que estaba cerrado. Por ello no creáis que perdonamos la cervecilla, ni mucho menos, nos la tomamos luego en Benissa 😉 .