23 de junio de 2019

Ascensión al Cabeçó d'Or (1209 m.)

Sábado 1 de junio de 2019

El Cabeçó d'Or, era ahora o a saber cuando...digo esto pues con los inminentes calores ya no es muy aconsejable bajar a sierras alicantinas, y con lo complicado que tenemos cuadrar fechas Miguel Ángel y yo (esta montaña nos dijimos que la teníamos que subir juntos, y ya lo habíamos aplazado al menos en un par de ocasiones) a saber si en otoño o invierno nos podríamos juntar. Así que, como este pasado sábado primero de junio aún no anunciaban excesivo calor por Alacant y pudimos cuadrar agendas Miguel y yo, decidimos pegarnos el madrugón y poner rumbo sur para ascender esta emblemática y bella montaña alicantina. Para subir a lo grande al Cabeçó huimos lo máximo posible de senderos balizados, e hicimos un ascenso, y también una bajada, más técnica y aventurera.






Tres horas después de haber salido de Betxí (con parada en Xixona incluida para desayunar, no necesariamente turrón, aunque no hubiese estado mal) llegamos al punto de inicio de la ruta, el aparcamiento del Pla de la Gralla, situado un poco más abajo del de las turísticas Coves del Canelobre. Minutos antes de aparcar, y desde la carretera, el Cabeçó d'Or ya muestra visos de la gran montaña que es.
Echamos a andar inicialmente por el PR-CV 2. Nos aguarda ahora una larga tirada de pista, cómodo trayecto que recorre la práctica totalidad de la espectacular vertiente occidental de la Serra del Cabeçó d'Or, que nos muestra sus fantásticas virtudes desde el principio, como sus paredones, altivos peñascos como la Penya de l'Homenet, espinazos como l'Esquenal de l'Ase o rincones como el de la Mina o el de Seva, todo ello acompañado de unas sublimes vistas hacia sierras más interiores como la Carrasqueta, la Penya Migjorn, el Maigmó o la Silla del Cid. 


El macizo del Cabeçó d'Or visto desde la carretera que sube a les Coves de Canelobre. En ese momento ya sabíamos que el madrugón y la tirada de coche habían valido la pena.

Ya con los pies en el monte nos disponemos a recorrer buena parte de la vertiente oeste del Cabeçó. En unas horas estaremos andando por la parte alta de la sierra.

El sol trata de emerger sobre estas altas paredes. Al ir en dirección norte haremos este primer tramo de la ruta a la sombra.

Las vistas son excelentes desde el principio. Vemos dos de las pendientes que aún tenemos por Alacant; la Silla del Cid y el Maigmó.

Me desvío un poco del camino para subirme a un promontorio, este me anticipa lo que nos espera al girar la curva...

...la impresionante estampa de la Penya de l'Home.

La acercamos con el zoom, para distinguir también...

...el espinazo de l'Esquenal de l'Ase.

Esta impresionante y afilada cresta es una de las 23 crestas que aparecen en el libro 23 Crestas y Aristas de la Comunidad Valenciana, os dejo el enlace a una reseña de la escalada a esta arista.

Disfrutamos de la belleza del paisaje caminando por la comodidad del PR-CV 2.

Detalle de uno de los gendarmes de la cresta de l'Esquenal de l'Ase.



Dejamos que el PR se vaya solo hacia el Coll de Polset (más tarde pasaremos por él) y seguimos por el camino, que ya en marcado ascenso se convierte en sendero por el que alcanzamos un collado, en el que vale la pena detenerse un momento para disfrutar del enorme paisaje que hemos dejado atrás. Y llegado este punto terminan las comodidades, pues a medida que se irá aproximando a las paredes del Cabeçó el sendero se irá poniendo más vertical, descompuesto y complicado de seguir cuando llegaremos a pie de pared, hasta tal punto que habrá que estar muy atentos a los pocos hitos que iremos encontrando para no errar el itinerario correcto y más seguro, en el que tendremos que realizar alguna que otra trepada. Descendiendo una descompuesta ladera, realizando alguna que otra trepada y sorteando bonitos pasos calizos, todo ello rodeados de un ambiente fantástico, nos plantaremos a pie de la primera de las canales que tendremos que remontar para ganar la cuerda de la sierra.
Inicialmente empezamos a trepar por la derecha, hasta que los hitos nos mandan escorar hacia la izquierda y remontar la inclinada y descompuesta pedrera central de esta primera canal. Ganamos un rellano, donde se nos abre un alpino panorama alpino en el que se nos presentan dos canales a remontar, elegimos la de la izquierda, que sigue con la tónica de la canal anterior, mucha inclinación y piedra suelta a mansalva, que incomoda mucho el avance.


Ya por sendero alcanzamos un collado, desde el que tenemos esta privilegiada visión del Racó de Seva, con la Penya de l'Homenet y la cima de l'Esquenal.


El sendero se pone bravo y nos va aproximando a las paredes del Cabeçó.

Ya estamos a pie de pared, además de al paisaje habrá que estar muy atentos al sendero, no siempre fácil de seguir.

Vamos ganando cota, y eso tiene su recompensa.

Impresionante Penya de l'Homenet.


Miguel Ángel acabando de negociar la primera trepada. Si nos fijamos bien aparece fugazmente la cima del Cabeçó d'Or.

Pero pese a que ya hemos tenido un primer contacto visual con la cima, nuestra ruta se sigue alejando de ella, y sigue subiendo hacia las paredes.

En muchas de ellas vimos chapas, seguramente esta trocha que estábamos siguiendo es la que utilizan los escaladores para aproximarse a las vías de escalada.

Llegamos a un punto que hacia arriba no podemos tirar, toca perder un puñado de metros ahora, y por terreno muy descompuesto. El sol nos ilumina la continuación de la subida.

Con un ojo puesto en la resbaladiza pendiente y el otro en las doradas paredes del Cabeçó, ¿el oro del topónimo?, pues no, el oro al que se refiere es el agua, aquí os lo explican mejor, aunque referentes al oro hay algunas leyendas, de las que he visto en Internet esta es la que más me ha gustado.

Nosotros el oro ya lo llevamos en la mochila, bien fresquito en una neverita, disfrutaremos de él en la cima, pero para eso aún queda un trecho. Tas la bajada toca volver a trepar.

Un bonito paso entre la caliza en el que quedarse absorto con las vistas.

No es para menos, la belleza de esta vertiente occidental es descomunal. La cresta de l'Esquenal se ve ya muy pequeñita.

Toca seguir, pues aún queda tela por cortar. A seguir trepando se ha dicho.

Y con una trepada alcanzamos el paso clave, el que da acceso a las canales por las que ganaremos el cordal.

El paso es precioso, así que hacemos turnos para fotografiarnos en él. 

A un lado del paso tenemos esto...

...y en el otro nos aguarda la canal a remontar, Miguel Ángel ya está en faena.

Dejo atrás el paso, hay que andarse con cuidado aquí, pues es una zona bastante expuesta.

La canal se antoja inclinadilla. En un principio treparemos por las rocas de la derecha...

...ahí estoy en ello...

...y luego remataremos por la pedrera, que será un pasito pa'lante, un pasito pa'tras. Ganaremos un colladete.

Cara a cara.

El ambiente se torna alpino, tenemos muy cerca el cordal, pero antes habrá que remontar la canal de en frente.

Con panorámicas como esta hallamos la respuesta al por qué nos dejamos sucumbir tan fácilmente por las sierras alicantinas...

...¿aunque?, si en este pie de foto os pusiera que estamos, por ejemplo en el Pedraforca, ¿a que colaría?.

Tras el descansillo toca afrontar el generoso esfuerzo que supondrá alcanzar el cordal cimero.

Fatigoso trabajo remontar estos descompuestos pedregales.

Ya casi tenemos el cordal, mientras Miguel Ángel se funde con el entorno...

...yo me entretengo fotografiando detallitos.

Vistazo atrás, hacia la recién remontada canal.


El premio al gran esfuerzo es alcanzar el cordal de la sierra, en el que se nos abre una gran panorámica hacia el Mediterráneo y sierras alicantinas más septentrionales, entre las que destaca la siempre potente silueta del Puig Campana. Gracias a estas vistas no se nos hizo demasiado largo el tramo de cuerda comprendido entre la Penya de l'Home y la cima del Cabeçó, que transcurre en su mayor parte por un vetusto carril de montaña rodeado de matorral y que sin duda fue el tramo más monótono de la ruta. Terminamos alcanzando la cima del Cabeçó d'Or, tan ansiada por Miguel y por mi durante los años que nos conocemos. Regamos el momento con dos buenas y frescas cervezas que porteé para la ocasión. La cima del Cabeçó es un estupendo mirador de las sierras más importantes de la Marina Baixa, las de l'Alacantí, y también de muchas más meridionales, la mayoría de ellas ya en territorio murciano. La balconada hacia el litoral cercano a la capital alicantina tampoco está nada mal.


Ganando el cordal.

En la cuerda el paisaje pierde espectacularidad, pero ganamos en vistas. La Marina Baixa...

...con el rey de la misma, y a su vez de todas las montañas alicantinas, el Puig Campana. No le faltan escuderos: Penyó Roc, Cabal, Ponoig, Bèrnia, Penyal d'Ifac...

Uno de los pocos tramos de sendero del cordal, con la cima del Cabeçó de nuevo a la vista. Como el sol pega de lo lindo en la cuerda, desestimamos subir a la Penya de l'Home...

...en su cima hay una caseta de vigilancia forestal, la dejamos atrás.

Tras una larga tirada de soso carril alcanzamos la cúspide del Cabeçó d'Or.

Cabeçó d'Or, 1209 metros.

Repasemos las vistas. Cordal hacia el sur, con el litoral sur alicantino, en el que se puede distinguir la ciudad de Alacant y su Castell de Santa Bàrbera.

Vistas hacia la comarca de l'Alacantí...

...con un bonito tridente de cimas, la Silla del Cid, el Maigmó ¿la próxima que subiremos en Alacant?, y el Carche, un casi 1400 ya en territorio murciano.

Vemos con el zoom la bella Penya Migjorn, la cual nos regalamos el día de reyes de este año. En la esquina inferior derecha vemos Xixona, desde donde empezamos dicha ascensión.

Nos vamos hacia la Marina Baixa, volvemos a ver Aitana, Cabal, Ponoig, Serra Gelada, Bèrnia, Penyal d'Ifac...

...y como no el descomunal y prominente Puig Campana, con su fiel escudero Ponoig.

De nuevo el Ponoig, con el binomio bicéfalo Cabal/Sanxet, al fondo Bérnia reclama el protagonismo que también merece.


Retomamos la marcha reencontrándonos con el PR-CV 2 y siguiéndolo rumbo sur, en dirección al Coll del Polset, lo que viene a ser el tramo final de la ruta de ascensión normal al Cabeçó. Entre medias una montaña que nos devuelve a raudales toda la belleza que el cordal había ocultado y el paso calizo del Escalón Hillary, que no es tan complicado como su pretencioso nombre pueda hacer aparentar.
Llegamos al Coll del Polset, que entre otras ruinas conserva las de un pequeño pozo de nieve, vestigio de tiempos anteriores al cambio climático. En el collado le decimos adiós al PR y empezamos a seguir un senderete que nos lleva de cabeza a otro collado a los pies de la imponente Penya de l'Homenet. Allí se nos presenta la amplia Canal de l'Homenet o de la Gralla, por la que tendremos que bajar. Nos espera una inclinadísima bajada por un sendero muy descompuesto en el que será inevitable no resbalar y darnos algún culazo. Buena, y quizás excesiva, prueba para mi tobillo. Lo cierto es que bajé con bastante temor, pero lo importante es que no me resentí lo más mínimo y pude disfrutar del espectacular paisaje de esta bajada.
El terreno se pone más favorable cuando llegamos al Racó del Calderó, en el que reinan la impresionante de Penya de Malena y otra roca con agujero incluido. Con este terreno más confortable acabamos enlazando con la pista inicial de la mañana, cerrando así una espectacular y exigente circular. De vuelta al coche nos subimos a tomarnos la cerveza de rigor en el kiosko de les Coves de Canelobre, para después de ello, y con esa sensación, mezcla de cansancio y euforia, que siempre nos dejan las sierras alicantinas, emprender las dos horas y media de regreso a Betxí.

Un saludo a tod@s.



A bajar se ha dicho, rumbo sur, por el PR-CV 2 y con fantásticas vistas del litoral alicantino.

Paradita para disfrutar de las vistas al Mare Nostrum.

Llegamos a otro de los puntos claves de la ruta...

...el llamado Escalón Hillary, aquí me tenéis destrepandolo.

El paso visto desde abajo. Ya le gustaría a su homónimo del Everest estar como este, libre de masificaciones.

Superado el escalón y camino del Coll de Polset el Cabeçó nos vuelve a mostrar su cara más salvaje.

Espectacular, sin más.

Un poco más abajo encontramos este tramo equipado con grapas.

El paso bajo esta pared es otro de los atractivos de este tramo.

Nos deleitamos una y otra vez con esta estampa del Cabeçó, al fondo vemos la Penya de l'Home.

¿Estará el oro de la leyenda escondido en esas covachas?.

El Cabeçó d'Or visto desde las inmediaciones del Coll de Polset.

Dejamos el PR y nos encaminamos a la base de la imponente Penya de l'Homenet.

Y desde este punto ya vemos por donde nos toca bajar ahora, la Canal de l'Homenet o de la Gralla.

Nos espera una bajada frenética por un sendero muy inclinado y muy descompuesto. Habrá que estar atentos a los resbalones, que serán inevitables.

Esta canal nos bajará, rodeados de un entorno fantástico, hasta el Racó del Calderó.

Conforme iremos bajando se irá afianzando la presencia de la Penya de Malena.

Qué bien me hubiesen venido unos bastones para esta bajada. Es por eso que mi compi me sugirió un ingenioso título para esta entrada: "el Cabeçó sense Bastó" (el Cabezón sin bastón), al cabezón bien puede referirse a la montaña o al de amarillo que sale en la foto... Vemos en esta imagen lo que vamos dejando atrás, con las paredes que hacen inaccesible a pie la Penya de l'Homenet. 

Tampoco parece muy accesible, sin material de escalada, la Penya de Malena. Impresionante peñasco que preside el Racó del Calderó.

Al otro lado le hace la competencia este agujero en la roca.

Lo vemos desde un poco más abajo.

Y de nuevo en el camino inicial de la mañana echamos un vistazo atrás para observar el festín calizo que nos hemos dado.

Y ya en el coche y de regreso a casa, fotografiamos este otro "forat" situado sobre les Coves de Canelobre...

...y también la Penya de l'Homenet, con su pronunciada canal de bajada. Qué grandísimo sabor de boca nos dejaba el Cabeçó d'Or.


NÚMEROS Y APUNTES SOBRE LA RUTA:


  • Este recorrido tiene una longitud aproximada de 11 kilómetros, en los que se salvan unos 900 metros de desnivel acumulado.
  • A pesar de su corta longitud se trata de un recorrido muy exigente, y no solo por el desnivel a salvar, ya que en bastantes puntos tendremos que trepar, y también subir y bajar por descompuestos e inclinados pedregales. Por lo tanto no considero esta ruta apropiada para principiantes o para gente poco habituada a moverse por este tipo de terrenos.
  • También hay que tener en cuenta que en los tramos que iremos fuera de senderos homologados se trata de una ruta de compleja orientación, por lo que es recomendable apoyarse de un buen track si no se conoce el terreno. Nosotros no lo conocíamos y nos llevamos de apoyo este track de Santiago González, sacado de una reseña de su magnífica página Apatita.
  • No encontramos agua en ningún punto de la ruta.
  • Turismo Busot.
  • Coves de Canelobre.





14 comentarios:

  1. Hola Dani.

    El verano pasado por estas fechas cuando bajábamos hacia Almeria, le di un buen repaso visualmente a todas estas sierras alicantinas, no se si está se ve desde la autovía ... pero son realmente imponentes.

    Sin duda está opción que realizasteis, es mucho más atractiva que subir por pista, con esas trepadas, las bajadas por las grapas, aunque sin duda más dura, ya que subir por las pedreras requiere de un gran esfuerzo, aunque con las paradas para hacer fotos y unas buenas vistas siempre se hace más ameno.

    Me quedo también con esa Penya de l'Homenet.

    Un saludo

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    1. Hola Eduardo.

      Seguro que te fijaste en el Cabeçó cuando bajabas hacia Almeria. Esta sierra es la siguiente que destaca, no pasa desapercibida, tras el Puig Campana. Cuando bajamos a Alicante disfrutamos tanto en la montaña en si como en el coche, pues son muchas sierras las que se contemplan. Por ejemplo para venir al Cabeçó en la ida vinimos por el interior, y vimos Benicadell, Montcabrer, Serrella, Penya Migjor...y la vuelta la hicimos por la costa y la AP-7, y nos deleitamos con Puig Campana, Bèrnia, el Penyal, Montgó, Sègaria, Mondúber...

      El tramo de pista del cordal es el pequeño precio a pagar por subir por las canales y las pedreras de la Penya de l'Home, ya que la subida normal por el PR es más directa y no toca esa pista para nada.

      La Penya de l'Homenet...no he investigado mucho, pero parece inalcanzable sin material de escalada.

      Un saludo.

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  2. Muy bueno lo del Cabezón...
    Vaya tochaco de montaña caliza más impresionante. Lo único que conozco por allí es el Puig Campana, que lo subimos hace unos años, junto al Ponoig. Me encantó esa zona. Era invierno, y no nos cruzamos a nadie, creo recordar.
    Este macizo lo vimos desde lejos, y la verdad es que cualquier grupo al que te acerques de esa zona de Alicante, es precioso. Una provincia bastante montañosa, como todo el Levante.
    Gracias por la crónica. Por cierto, no se si conoces PisandoCumbres... es bastante interesante, es la página de un tocayo, granaíno pero afincado en Extremadura... un tío como tu de majo, y al que también le gusta sentarse a redactar. Te lo aconsejo de veras.
    Salud, y me alegro de que ya estés más que recuperado de la lesión... algún dolorcillo residual quedará, pero eso no es nada para ti. Bravo.

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    1. Este compañero mío, por cierto andaluz como tú, y que te conoce del foro de Sierra Nevada, es que tiene cada ocurrencia jejeje.

      Vengo ahora mismo de echarle una leída a vuestra doblete Ponoig/Puig Campana, potente actividad, sin duda la reina de Alicante, pero no dejes pasar por alto, cuando tengas ocasión, Bèrnia, Serrella, Penya Migjorn, Montcabrer, el mismo Cabeçó...Alicante es mucho más que playas copadas de hormigón. Por cierto, en un comentario de esa crónica vuestra al Puig Campana un compañero nombra Penyagolosa, ¿para cuando?, con ella y el Puig Campana tendrías en la mochila las dos montañas valencianas más emblemáticas. Si os animáis avisa, que yo encantado de guiaros por el Gegant de Pedra.
      No conocía este blog, le echaré un vistazo, gracias por la recomendación.

      Un abrazo.

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  3. Hola Cabez....digo Dani..

    Sencillamente impresionante, y no solo por esa salvajada caliza que es todo el macizo, sino por la ruta elegida con esas trepadas y canales, donde hay fotos con árboles por la canales que son la repera, bueno todas las fotos son la caña.

    He leído sobre esa cueva del canelobre con una de las bóvedas más grandes del país, un buen añadido a esa rutaca, visitar dicha cueva.

    Al principio con esta ola de calor que viene y al ver la blanca caliza alicantina me he asustado pero ya he visto que os adelantasteis, y disfrutasteis en buena compañía.

    Que para el otoño (y bajada de temperaturas) le voy a proponer a Maru otra escapada alicantina, que ya toca (aunque ya verás y te contaré que la Tramontana tiene algunas similitudes)

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    1. El cabezón en la cima del Cabeçó, suena bien jejeje.

      Tentados estuvimos de entrar, tras la cerveza, a visitar las cuevas, pero la visita guiada duraba cerca de una hora y nos esperaban dos horas y media de coche hasta Betxí. Lo dejamos para otra ocasión, ya que por las fotos que he visto parece que vale mucho la pena la visita.

      Solo de pensar viéndome subir por esas pedreras con la calor que estará cascando ahora en Alicante me pongo malo. Acertamos de lleno yendo al Cabeçó este primero de junio, pues quitando del tramo del cordal, en el que si que pasamos algo de calor, el resto de la ruta el calor fue muy llevadero.

      Este Cabeçó, y sobre todo su vertiente occidental, es de los que hay que estar allí in-situ para apreciar de veras su grandeza, pues las fotos, aunque hay alguna que casi lo consiga, no le hacen verdadera justicia al lugar.

      Eso, esta semana que viene, o bien caminando por el monte, o con cerveza en mano, ya nos contareis que tal por Mallorca, y por que no, planificamos alguna escapada otoñal a estas maravillosas sierras alicantinas.

      Un abrazo.

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  4. Gracias Dani por el trabajo de investigación, trazado y desarrollo de esta ruta tan ansiada nuestra, y felicidades de nuevo por cómo ha salido, y por tan estupenda crónica y magníficas fotografías. Efectivamente, como dice Eduardo, ya desde la autovía es imposible apartar las miradas hacia estas moles mientras se conduce, el espectáculo es atrayente y, como una promesa, nos imaginamos en un futuro andurreando por sus alturas, modestas pero grandiosas, Puig Campana, Serrella, Cabezó, Bernia... A todas ellas se acude con ilusión y de todas ellas se vuelve con nostalgia, se las mira en el retrovisor con la promesa de volver. Y, como tú dices, cuando vuelves estás lleno de entusiasmo. Estoy seguro de ello porque como buen montañero y amante de la naturaleza en general que eres se nota como te has empapado de ese espíritu especial de estas maravillosas alicantinas, y es un gusto ir contigo y descubrir con ese mismo espíritu abierto de entusiasmo y sospresa sus infinitos rincones. La visión de aquel espinazo de L'esquenal, la magnífica y roquera subida, las vistas del Puig Campana y el mar, la dura bajada etc ya están en mi memoria. Por muchas juntos!

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    1. Hola Miguel Ángel.

      Después de estas halagadoras palabras que me has escrito, ¿qué más puedo añadir yo?. Así a bote pronto pues que mira que en los años que nos conocemos ya hemos compartido un buen puñado de buenas actividades montañeras, de todo tipo y en lugares dispares, pero nos faltaba juntarnos en alguna de las múltiples sierras alicantinas, esas a las que tanto tu como yo profesamos una gran devoción, ya te dije que a mi subir a cualquier gigante alicantino me deja igual de saciado que haber subido cualquier montaña pirenaica, para algunos esto que digo les parecerá disparatado, pero yo lo siento así, lo sentí la primera vez que subí el Pla de la Casa (mi primera cima alicantina) y seguro que lo seguiré sintiendo en el futuro, ya sea repitiendo en algunas de las que ya he subido, o descubriendo alguna de las muchas pendientes que tengo, tenemos, por allí.
      Excelente elección el Cabeçó y sus canales y pedreras para esta primera conjunta por sierras alicantinas, y también muy buena elección el ir por el interior y volver por la costa ;-), ¿la próxima?, ¿ese vivac en el Puig Campana?.

      Un abrazo.

      PD:...pue pagarme ahora?? jajaja.

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  5. Hola Dani,

    Voy con un poco de retraso esta semana a leer todas las crónicas que tengo atrasadas, pero ha valido la pena la espera, vaya rutón que os marcasteis.

    Me alegra ver que tu robillo está recuperado al 100%, ya que de otro modo no podrías haber hecho una ruta tan exigente y técnica como esta.

    Siempre me maravillo con la caliza de Alacant, que suerte que tenéis de tener tan cerca un paraíso como este.

    Por cierto, dale recuderdos a Miguel Ángel, a ver si se alinean los astros y podemos montar una salida, que hace demasiado que no coincidimos en la montaña.

    Un abrazo.

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    1. Hola David.

      Para retraso el mío, que tengo dos tuyas por leer y que seguro se me juntarán con la que publicarás el lunes, a ver si poco a poco me voy poniendo al día jeje.

      Tenía algunas dudas sobre si era lo más idóneo hacer esta ruta cuando solo hacía tres semanas que me habían dado el alta para andar por el monte, pero al final el tobillo respondió muy bien y no se resintió. Eso sí, en la bajada por la pedrera baje lento como una tortuga jeje.

      Respecto a la ruta, pues de esas que te dejan completamente saciado, vamos como todas las que hemos hecho hasta la fecha en Alacant.

      Le doy un recado de tu parte a Miguel, y eso, a ver si este verano podemos formar de nuevo, más Javi, el grupo del Moncayo.

      Un abrazo.

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  6. Hola Dani...
    Bueno pues ya he leído y visto vuestra subida al Cabeçó d'Or.Sin duda muy aventurera...jejeje.
    Desde luego llevar un track de apoyo de Santiago Gonzalez,es garantía si vas por tierras alicantinas.
    La recompensa en la cima con esas vistas,es brutal,aunque subiendo y bajando,también se disfruta con ellas.
    Me ha gustado lo del Cabeçó sense bastó...jajaja y también la leyenda del Tio Roc.
    La verdad es que ya no es época muy propicia para andar por las montañas alicantinas,aunque en vuestro caso,las paredes del Cabeçó en la subida os tuvieron en bastante parte a la sombra.
    Sin duda una gran montaña,se mire por donde se mire.

    Un abrazo.

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    1. Hola Juane.

      Desde que tenía en mente subir al Cabeçó tenía claro que tenía que hacerlo por esas canales y siguiendo un track de Apatita, por que en este itinerario, o llevas un buen track o te puedes liar.

      Fue muy gratificante alcanzar esta cima, tras la que íbamos largo tiempo, de esta manera tan aventurera y que fue un poco alejada de las rutas más convencionales, aunque he de reconocer que los tramos de PR que seguimos también nos gustaron mucho.

      Esta montaña ya es guapa de por sí, pero que además estén asociadas a ella leyendas, como la del Tio Roc, le otorga otro plus más místico.

      A ver si de cuando el otoño esté bien entrado volvemos a retomar el hilo a las montañas alicantinas, a poder ser con otra belleza, el Maigmó.

      Por cierto, en el escalón Hillary, vi que un familiar tuyo dejó allí su impronta metálica ;-)

      Un abrazo.

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  7. ¡Hola, Dani! Fantástica y aventurera ruta de tintes pirenaicos esta del Cabeçó. Desde luego, la caliza es la protagonista de la ruta ofreciendo unas imágenes preciosas e impresionantes. Las montañas alicantinas tiene ese encanto especial de las grandes cimas, a pesar de no ser de alturas excepcionales.
    Un abrazo.

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    1. Hola Emilio.

      Bueno, ya sabes que a mi la altura que tenga una montaña me es indiferente, lo que realmente valoro es su estética, sus paisajes, las vistas que nos pueda mostrar, o lo difícil que nos pueda poner la subida (aunque eso tampoco es importante), y el Cabeçó, como buena montaña alicantina, nos ofrece todo eso.
      Una gran montaña.

      Un abrazo.

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