26 de febrero de 2022

Pic de Tristaina (2878 m.)

 Sábado 11 de septiembre de 2021

Tercera y última entrega de la trilogía andorrana. Con la llegada del fin de semana se marchaba el tiempo revuelto, dándome vía libre para realizar alguna ascensión más pretenciosa. Comprendo perfectamente que os inclinarais a pensar que subiría a alguno de los 2900 de Andorra (Comapedrosa, Font Blanca, Serrera, Estanyó...) pero soy de los que les tira más la belleza que la altura, así que elegí el Pic de Tristaina, un antiguo antojo mío que por fin iba a hacer realidad. "Wasapeando" la tarde del viernes con David (A una Chapa del Cielo) me comentó que tenía pensado subirse esa misma tarde a Benasque, a hacer alguna cosilla por allí. Le comenté el plan mío y le dije que por qué no se venía a Andorra, que encima le pillaba más cerca. No me costó mucho convencerlo, a las pocas horas ya lo tenía allí, con ganas de cerveza y sobre todo de pasar una gran jornada de montaña el día siguiente, la cual os voy a contar a continuación.



El Pic de Tristaina es una de las cimas con más entidad de Andorra, pero posee un pequeño hándicap, y no es otro que el parking superior de Vallnord-Arcalís (otro puertaco de montaña, varias veces final de etapa en Vuelta y Tour), lo que hace que la ascensión desde allí tenga un asequible desnivel vertical de 600 metros, asequible que no fácil, pues para acceder a la cima hay que realizar trepadas con un puntito de exposición, y si accedemos por la arista occidental, que nosotros utilizamos para el descenso, la dificultad aumenta. El mencionado parking hace que esta cima sea bastante concurrida, y que los lagos de su base se suelan masificar. Nosotros para hacer una ascensión más acorde con el prestigio de esta montaña iniciamos el ascenso desde el parking inferior, situado unos 400 metros verticales más abajo.

La HPR, el torrente que se descuelga de los Estanys de Tristaina y nosotros dos formamos combo en la primera parte de la subida, que nos mostró la belleza de esta zona de Arcalís y el valle del Riu de Tristaina, belleza que fue en aumento cuando alcanzamos el a esas primeras horas sosegado conjunto lacustre de Tristaina, con sus tres Estanys: el Primer, el del Mig y el de Més Amunt. El tercero es el espejo en el que se mira la imponente cara sur del Tristaina. Reanudamos la subida para alcanzar un llano en el que hay unos pequeños lagos, que nos ofreció una tregua antes de afrontar la parte más exigente de la subida. Tras la exigencia física llegó la exigencia técnica, pues ganar la cima requirió de algunas trepadas fáciles, con buena roca pero con algo de exposición. En lo más alto disfrutamos largo y tendido de un excelso panorama visual. Subir al Tristaina había sido todo un acierto, y eso que aún quedaba lo mejor de la ruta, la arista occidental del Pic de Tristaina, un trazado que sin tener pasos excesivamente comprometidos si que nos exigió encontrar el equilibrio entre disfrutar y no bajar la guardia. Al llegar a una brecha quitamos el modo cresta y nos pusimos a jugar con la geometría, primero trazando una trabajosa horizontal a media ladera, que nos regaló unas fabulosas vistas del circo de Tristaina, y luego una descendente diagonal, que nos bajó de nuevo hasta los masificados lagos. Mezclarnos con toda la muchedumbre estuvo justificado, comernos, yo un bocata, David una pizza, cerveza para ambos, en el bar de Vallnord-Arcalís, que digerimos andando un tramo por la carretera e invirtiendo la primera subida de la mañana.

Espectacular montaña, espectacular compañía, espectacular cierre de esta escapada a Andorra.

Tras dejar el parking y andar un cacho por el trazado de la antigua carretera localizamos el sendero por el que efectuamos la primera parte de la subida. Maravillados con el entorno desde el minuto cero.

Unas fieras rampas iniciales nos pusieron las piernas a tono en cero coma, un poco más arriba la subida se hizo más llevadera.

Aquí se nos abrieron dos opciones, o seguir remontando, de forma más directa, junto al torrente que cae de los Estanys de Tristaina...

...o hacerlo junto al que se desprende de les Basses del Port de Rat. Elegimos esta segunda opción, que dio un poco más de rodeo pero fue más llevadera.

Llegamos a este llano junto al curso de agua. Se nos volvieron a presentar dos alternativas, o tirar hacia el parking superior...

...o tirar para arriba remontando esas laderas de la izquierda. La segunda fue la opción ganadora.

Durante esta subida pudimos ver como se retuercen las aguas del torrente, y el bello y escarpado skyline de la Serra d'Arcalís, con, de izquierda a derecha, el Pic de Cataperdís, el Port de Rat, el Cap de la Costa Gran, el Pic de Cabanyó y el Pic de Creussans.

Bonito tramo de senda, que parece tener las nubes como destino.

Pero no, el destino fue el punto donde empieza a desaguar el Estany Primer de Tristaina, allí conseguimos algunos resultones contraluces...

...así como una privilegiada vista del valle del Riu de Tristaina. Vemos perfectamente el parking desde el que habíamos echado a andar, así como la serpenteante carretera que sube a él.

Aquí tenemos el Estany Primer de Tristaina, el más pequeño de los tres, con sus apaciguadas aguas reposando en su cubeta.

Al quedar un poco apartado de sus dos hermanos mayores este lago siempre suele estar más tranquilo.

Empezamos a bordearlo por su derecha para acceder al Circ de Tristaina y a los dos lagos superiores. Si os fijáis bien, en el pico del centro de la imagen, la Punta de Peiraguils, se halla el Mirador Solar de Tristaina, un horrible, en mi opinión, armatoste metálico de reciente construcción que para mi no pinta nada ahí arriba, ¿de verdad son necesarios incentivos así para subir montañas?. He preferido no empañar este reportaje y por eso no hay foto con zoom, que la hice, hacia el mirador.

Pero cambiemos de tema y sigamos deleitándonos con la belleza de origen natural, como la del Estany Primer.

Las nubes, el cielo azul, las montañas, los reflejos, el frescor de la mañana... todo conjugado para disfrutar de una bonita estampa.

Llegamos a la altura del Estany del Mig y entramos de lleno en el Circ de Tristaina, donde, en la derecha de la foto, el Pic de Tristaina se nos presentó

Primera de las muchas fotos de David que vais a ver en este reportaje. Para empezar esta espectacular panorámica.

Fue un acierto por nuestra parte hacer la circular en el sentido que la hicimos, así pudimos disfrutar del espectáculo lacustre de Tristaina casi en total soledad.

Mismos ingredientes que hace cuatro fotos, mismo, o mejor resultado.

Llegamos a las orillas del Estany de Més Amunt, donde el circo se cierra de forma brusca, todo ello presidido por el Pic de Tristaina.

Ahora si, y con el estany como testigo de excepción, el Tristaina y nosotros nos mirábamos cara a cara.

Tras este careo inicial había que mirar por donde empezar a meterle mano al Tristaina. Lo haríamos remontando los contrafuertes occidentales del Pic de l'Arbella.

Subida ardua esta, pero que se vio compensada por las vistas hacia el Estany de Més Amunt y el graderío occidental del circo.

El objetivo de este nuevo tramo de fuerte subida fue el gran hito, junto al que ya había unos excursionistas más madrugadores que nosotros, o que habían empezado la ruta desde el parking superior 😉

Tregua y vistas, las recompensas de esta subida.

Tras una breve parada para echar algo al buche reanudamos la marcha. Tocaba cruzar el llano y meterse de lleno en la, aparentemente, vertical ladera sur del Tristaina.

Pero conforme nos fuimos acercando vimos que la cosa no era tan vertical...

...pero que no fuese vertical no quiere decir que no se pusiese la cosa tiesa, la ladera quiero decir 😂...

...y si no mirad que pronto dejamos abajo ese llano y sus pequeños lagos. No faltaron figurantes en la ruta de hoy, aunque con semejante paisaje tampoco es que hicieran mucha falta 😉

Por suerte ese pedregal solo lo tocamos de refilón. Aquí pudimos ver, exceptuando el Estany Primer, todo el conjunto lacustre de Tristaina, incluidos los dos pequeños estanys del llano. Detrás de la Serra d'Arcalís empezaron a aparecer algunas cimas del sector del Comapedrosa.

Seguimos subiendo, a nuestras espaldas aparecen los picos de l'Arbella y les Planes. Me apostaría una cerveza a que son dos montañas muy poco visitadas.

Tramo de mucha exigencia física este, tanto que tuvimos que poner pulmones y piernas al máximo rendimiento. Al fondo aparece el Pic de la Font Blanca, uno de los siete 2900 de Andorra, y que por supuesto está en la agenda.

Aquí vemos mejor la inclinación de la ladera y el Pic de la Font Blanca, con un circo a sus pies, ya en territorio francés, que forma parte del Parc National Regional des Pyrenées Arégeosises.

Y la ruta llego aquí, y con estas brutales vistas, a un punto de inflexión. De hecho fueron un par de excursionistas los que abandonaron y dieron media vuelta en este punto...

...y es que se acababa el andar. Tocaba guardar los bastones y la cámara tocha en la mochila y ponerse a trepar por roca, primeramente por esta chimenea...

...y luego por una serie de pequeñas y fáciles pero expuestas, terrazas. David, en la crónica de su blog, dejaba en el limbo si mi pose en la foto era natural o postureo... venga, confesaré que algo de adorno por mi parte si que hubo 😉

Lo que estaba claro es que estábamos disfrutando de este tramo y su ambiente.

Vuelvo a tomar yo la delantera y le toca a David hacer de figurante. Aquí le vemos trepando otra chimenea. Peste de fotos que hace mi móvil.

Le vemos aquí negociando otra zona rocosa...

...y aquí, superado la parte más técnica del ascenso, a puntito de ganar la arista cimera.

Una miradita atrás para evaluar todo lo que llevábamos subido.

Una última trepadita...

...y llegamos a la ancha arista que conduce a lo más alto del Pic de Tristaina, al cual se llega andando.

Más que contentos en lo más alto del Pic de Tristaina, 2878 metros.

Pico fronterizo este. De las vistas hacia la vertiente Andorrana ya habíamos disfrutado durante la subida. Aquí arriba se nos abrieron panorámicas hacia Francia, donde a esta montaña se la conoce como el Pic de Tristagne.

La panorámica gana sin el colorines. Precisos Étang de l'Ossada y Étang Fourcat, que si os fijáis bien lucen colores diferentes.

También hay que tener buen ojo para distinguir allí junto a los lagos el Refuge du Forcaut, que yo os acerco con el zoom.

Miramos ahora hacia el oeste, donde una montaña despunta sobre todas...

...la Pica d'Estats, el techo catalán, bien escoltado por la Punta Gabarró y el Pic de Verdaguer. Seguro que ese día, siendo la Diada de Catalunya como era, habría bastante gente por allí. Qué buenos recuerdos nos vinieron a David a mi de nuestra aventura conjunta de 2018 en esta bella montaña.

Pero hoy el protagonismo tenía que ser todo para el Tristaina y su entorno. Volvemos a ver sus lagos, pero ya desde la cima. Lástima que la zona del Comapedrosa se cubrió de nubes.

Hacia el este un sinfín de montañas que no supe identificar. Por cierto los que aparecen en la imagen son una pareja barcelonesa, con los que compartimos la parte final de la ascensión y buena charla en la cima, y su perra, con la que compartí parte de mi bocadillo 😊

Me fui un momento a fisgar al extremo oriental de la cima, y David me hizo este fotón. Al fondo, y si no me equivoco, el Estany del Roig, el mismo color que mis pantalones.

Estos dos si que sé con certeza que son el Estany de la Goella y el Estany de l'Arbella. Destaca sobre todas las cimas el Pic de la Font Blanca.

Un zoom exclusivo para el Estany de la Goella.

Desde ese punto también hice un par de panorámicas con el móvil, esta y la de abajo.


Extasiados de vistas tocaba ponernos con el descenso. Como lo íbamos a hacer por la cresta volví a guardar la cámara. Volvía a la penosa calidad de las fotos del móvil, que si, que se ven muy bien en la pantallita pequeña, pero cuando las pasas en el ordenador y les subes el tamaño, adiós muy buenas. Probablemente eso no me pasaría con un móvil de gama alta, pero me niego en redondo a pulirme casi el sueldo de un mes en un cacharro de esos.

David si que llevó el arma reglamentaria en la cresta, y sacó buenas fotos. Negociando los primeros pasos de la cresta, que aquí todavía no se había agudizado.

No tardamos en encontrar los primeros obstáculos que nos obligaron a hacer uso de las manos y a descender con tiento...

...pues como observareis la cosa se fue agudizando.

Hicimos buenas migas con los barcelonenses, tanto que formamos quinteto en la cresta, e incluso ayudamos a su peluda compi de cuatro patas en estos pasos más técnicos. 

En la cresta, muy estética en todo momento, fuimos combinando tramos más anchos...

...con otros más estrechos.

En general la roca de la cresta es buena, y encontramos precisos puntos amarillos que indican el mejor paso.



Mirada atrás, hacia todo lo que llevábamos descendido.

Otro paso de destrepe en oblicuo.

Buen patio hacia los Estanys de Tristaina. Al fondo derecha se dejan ver el Pic de Medacorba y el Pic de Lavans, ambos en el macizo del Comapedrosa.

Bonita foto de David, en la que vemos la totalidad de la cresta, que culmina en los picos de Costa Redona y l'Étang Fourcat. Es factible llegar hasta ellos dos, eso si, con un pelín más de dificultad de lo que encontramos nosotros en el tramo de cresta que recorrimos.

David, en un tobogán al Estany de Més Amunt.

El mismo paso, desde abajo...

...con diferente figurante y mejor calidad fotográfica.

La horcada, en la que abandonamos la cresta, a la vista. 

Salvamos este resalte por la zona herbosa...

...y nos plantamos en la mencionad horcada, terminaban las dificultades técnicas de la ruta.

Desde la horcada tuvimos estas vistas de los lagos franceses que habíamos visto minutos antes desde la cima, y que seguían teniendo colores diferentes.

Desde la horcada bajamos unos metros y empezamos a transitar en horizontal por esta ladera herbosa. Aquí apretamos por inercia el ritmo y a la que nos quisimos dar cuenta habíamos dejado bastante atrás a los amigos barceloneses. Una lástima no habernos despedido de ellos y habernos intercambiado vías de contacto. Un saludo si leéis esto.

A priori parecía que lo mejor de la ruta ya estaba hecho, pero no, este tramo de descenso hasta los lagos fue una sorpresa muy agradable a nivel paisajístico...

...ya que cada mirada nos regaló una bella postal pirenaica.

Por fin, los tres Estanys de Tristaina, juntos en una foto. Al fondo, justo en el centro de la V del valle, los Pics de Casamanya, a los que ascendí dos días antes.

El Tristaina...

...menudo montañón.

Creo que en esta foto, mejor dicho, en este fotón, se nota que estaba gozando de lo lindo de esa sección de la ruta.

Menudo balcón hacia el Pic de l'Arbella y el Estany de Més Amunt, en el que si os fijáis bien había un hombre haciendo pádel-surf. Si no me creéis mirad esta foto que le hizo David.

Apuntar que el avance sin ser complicado no fue cómodo en este tramo ya que hubo varios subes y bajas, y tuvimos que atravesar algún que otro pedregal, como el que nos esperaba ahí delante.

Como disfrutamos este tramo, y lo mejor de todo es que lo hicimos en absoluta soledad. Ojo con hacer este recorrido con el terreno mojado, pues un resbalón supondría deslizarse por la hierba mojada, con amerizaje directo en el Estany de Més Amunt.

Hoy por suerte el terreno estaba seco y no tuvimos el riesgo de acabar junto al del pádel-surf 😄. Disfrutando en todo momento de las estampas. Tristaina, Estany de Més Amunt y l'Arbella.

Atravesando el pedregal...

...bien guiados por los puntos amarillos.

Embelesados anduvimos en este tramo.

Como me gusta cumplir esa máxima de que los lagos de montaña hay que verlos primero desde abajo y luego desde arriba, o viceversa.

A sus pies, señor Tristaina.

Lo más cerca que vais a ver en este reportaje el horrendo mirador solar.

En plena diagonal descendente, ya por terreno más cómodo.

Y una postal tras otra.

Mucha gente disfrutando, a orillas del lago, de este soberbio paisaje.

Aquí en este gran hito había una preciosa estampa del Circ de Tristaina, con el pico y los lagos, era un punto ideal para hacernos la foto de fin de ruta, lo que pasa que no le di la cámara a la persona más hábil y un poco más no sale ni el Tristaina 😅 pero bueno, la intención es lo que cuenta y al menos captó en la foto lo contentos que estábamos tras haber culminado tan gran recorrido.


Ya solo nos quedaba enfilar el concurrido sendero que llevaba directamente al bar, en el que pusimos el turbo, pues nos llegaba el olor a cerveza. ¿El bocata? no fue precisamente el mejor que me he comido en mi vida, lo compensé poniéndome como el quico en la cena en Cal Quim de Ordino.

Como veis desde el parking hasta los Estanys es muy poco el desnivel a salvar, y por eso tanta afluencia. La Serra d'Arcalís habrá que tenerla en cuenta también en una futura visita a Andorra.


Después de la comida andamos un tramo por la carretera, viendo fugazmente y por última vez al Tristaina...

...y bajando por el primer sendero de la mañana vimos el valle del Riu de Tristaina de forma más nítida. Con esta foto cierro el reportaje fotográfico de esta ruta, que como bien apuntó David en su blog fue de las mejores de 2021. Por cierto, si todavía no habéis leído la crónica de David, ya estáis tardando.


Salud!!







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12 comentarios:

  1. Hola Dani.

    Me leí la crónica de David hace unos días, y ahora la tuya, y podría seguir leyendo más de esta pico y sus estanys. Que despliegue visual, aderezado con los colores de los lagos, de la piedra, del verde herboso y de los figurantes ;-)

    El no estar viendo este año muchas crónicas pirenaicas por la blogosfera hace que se echen mucho de menos, y crónicas como las tuyas o las de David son un caramelo para pasar un rato babeando sobre el teclado.

    Estaba pensando que como gestionaría Maru esas trepadas, sobre todo en la bajada, aunque yo creo que las pasaría sin problemas; a ella lo que le tira para atrás es cuando ponen cadenas, clavijas y cosas de esas, jejeje. Lo mejor es no decirle nada hasta que lleguemos a ellas como en en Anayet.

    Qué gran verdad lo de ver los estanys, tanto a ras de agua como desde las alturas, y yo añadiría desde dentro del agua, y en bolas si es posible, y con una jarra de cerveza en la mano, jajaja...no me hagas caso.

    Un abrazo.

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    1. Hola Toni.

      Haces, o hago, eso que tu dices en el Estany y ya te garantizo yo que nadie se hubiese fijado en el del pádel-surf jajaja.

      Creo que para la gente que tenga algo de vértigo, o que le imponga un poco este tipo de terreno con trepadas, esta ruta es mejor hacerla en el sentido contrario al nuestro, y hacer el tramo de la cresta en subida. Yo de hecho, si repito este pico y esta ruta, que me gustó tanto que lo repetiré, lo haré en el sentido inverso. Yo también creo que Maru solventaría ese tramo sin problemas

      Si que es verdad que se ha dado la coincidencia de que David y yo hemos publicado nuestras respectivas crónicas de esta ascensión en un breve intervalo de tiempo, pero yo creo que de ver fotos de los paisajes que tiene alrededor suyo este Pic de Tristaina uno no se empacha nunca, aunque quizás si habrás quedado empachado de ver a ese camaleónico figurante jejeje.

      Un abrazo.

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  2. Hola Dani, por aquí el okupa... jejeje

    Menuda suerte habernos puesto en contacto y realizar el cambio de planes, que ya sabes que no me pensé mucho... jajaja

    No he podido parar de releerme varias veces tu genial crónica de una jornada de montaña perfecta en un entorno de película, donde además, el empezar en el aparcamiento inferior fue todo un acierto.

    De igual modo que también fue realizar la divertida cresta y la vuelta por el sendero colgado de la ladera con vistas a los estanys, si es que nada de la ruta estuvo mal, además, si le sumas la compañía, no hay forma de mejorarla.

    Menudos fotones que me hiciste, tanto a mí como a todo el entorno, menudo problemón que habrás tenido para elegir las fotos, que no es fácil...

    Por un momento me he imaginado a Toni en el estany del Mig metido en el agua con su jarra de cerveza, en bolas, el gentío flipando pasando a su lado mientras les va saludando levantando la jarra... jajaja

    Un abrazo.

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    1. Hola David.

      Ya te digo, y con la de gente que suele haber en los Estanys se hubiese hecho viral de inmediato jajaja.

      Para fotos guapas la que hiciste tú, sobre todo en el tramo de la cresta, y que le han dado calidad a ese tramo del reportaje fotográfico, por que con la mierda de fotos que hace mi móvil... Y si más de 400 fotos que hicimos entre los dos, no fue sencillo hacer la criba, la verdad es que no jeje.

      Como ya te comenté en tu crónica, el Tristaina era una montaña a la que tenía muchas ganas de subir, y que cambiaras de planes para venir a subirla conmigo me hizo mucha ilusión, y desde luego la montaña, su entorno y el recorrido que elegimos para subirla no solo estuvo a la altura de las expectativas, sino que las superó.

      Un abrazo.

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  3. Hola Dani, otra buena elección montañera en el País de los Pirineos. Más recuerdos de la HRP que me traen de la etapa en la que pasamos a Andorra por el Port de l'Arbella donde acudió mi Jordi a esperarnos. La bajada hacia los lagos parecía el Serengueti con los sarrios pastando a sus anchas. Buena subida al pico sí señor. Ya tendré ocasión de hacerla en cuanto pueda. Es otra de las pendientes en Andorra y que te quedas con las ganas cuando pasas cerca, pero claro "o vamos a Rolex o vamos a setas". Estupendo dueto con David. No se si te queda algo en la recámara de tu estancia ... Y lo dicho ... cuando vuelvas a Andorra dame un toque.
    Un abrazo.

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    1. Hola Paco.

      Pues no, no queda nada en la recámara, todo lo que había de contar de la escapada a Andorra ya está contado, al menos todo lo que se puede contar aquí jajaja... Bueno, podría añadir que el domingo, antes de volver para Betxí, el telecabina que me subía a la Massana se detuvo dos veces, cuando estaba a más de mitad subida, fueron solo un par de minutos, pero a mi me parecieron una eternidad, fue un mal trago...
      Aunque en la primera crónica de esta trilogía andorrana dije que me fui allí sin ningún plan en concreto si que de confesar que si que fui convencido de que el Tristaian iba a caer si o si, y mira que hay cimas chulas, y más altas, en Andorra, pero ya hacía tiempo que sentía debilidad por esta montaña y no me defraudó en absoluto, que David me acompañará, y además cambiando sus planes, hizo que esta ascensión resultase más especial aún.
      Pues que suerte con los sarrios oye, en los tres días que estuve no vi ni uno, y las marmotas apenas ni las escuché, ese sábado era otra especie, el homo dominguerus, la que campaba a sus anchas por los lagos jajaja.

      Un abrazo.

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  4. Bueno, al que habría que "poner tieso" es al cerebro de la operación "Hierro en la cumbre". Menudo mamotreto innecesario y costoso, a la vez que anti natural, egocéntrico, decadente, mamarracho... y podría seguir adjetivando con ansias... pero paro.
    Gran caminata de categoría, si señorías... me ha gustado bastante. De hecho, voy a serte infiel y voy a pasarme por el blog de tu acompañante, a ver a cuantas chapas se quedó del cielo. Estoy intrigado.
    Imagino, que de haber hecho esta ascensión en agosto, el gallo cantor se hubiera quedado afónico de gritarle a la gente que no se metiese en los lagos... debe ser una suerte de feria del ganado esa zona en verano pleno. Yo voy tomando nota de posibilidades de ascensión, pues la única vez que he estado en Andorra con objetivos montañeros, me dediqué a lo fácil: Comapedrosa y Serrera.
    Un abrazo, amigo... y decirte que al final, no se si estuvimos en Gredos, o no, pero redactar, redactamos.
    ¡Salud!

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    1. Je, pues cuando veas todo el hierro de la próxima ruta vas a flipar...

      El Pic de Tristaina es uno de los imprescindibles de Andorra, así como el blog de David, que también es imprescindible para los que gustamos de disfrutar de una buena lectura montañera.

      Es el precio a pagar si queremos disfrutar de las montañas de Andorra, que quitando de unos pocos rincones, todos los macizos del Principat tienen accesos asfaltados hasta bastante arriba, lo que hace que esas zonas cercanas a los aparcamientos suelan estar frecuentadas, unas más que otras... Yo ya hace tiempo, cuando estoy en un paraje natural concurrido, que he aprendido a abstraerme, voy a la mía y dejo que cada cual vaya a la suya, al final toda esa gente tiene el mismo derecho que nosotros a disfrutar, cada uno a su manera, de la montaña.

      Ya leí ese relato de Gredos, confesarte que me dejaste una miaja desconcertado...

      Salud!!

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  5. Yeahh Dani!!

    Vaya ruta 5 estrellas hicieseis el dúo "D". En Andorra aunque muy domesticada sus montañas como dices, si te abstraes, encuentras ascensiones muy válidas que no tienen el prestigio de los grandes macizos pirenaicos. Ni falta que les hace.

    Que rosario de estanys adornando la ruta y ese punto de trepadas, que ya hace la ascensión merecedora de un selecto grupo de candidatos.

    Yo la verdad las montañas de Amdorra las tengo bastante alejadas de la agenda, pero reconozco que tienen un encanto especial.

    A seguir andorreando ;)

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    1. Hola Javi.

      A los que nos gusta la montaña solitaria y lo menos alterada posible es normal que nos cueste un poco hacernos a la idea de visitar la montaña andorrana, pero una vez fuera todos los prejuicios, uno descubre, como me pasó a mi, que este pequeño país tiene montañas y valles que son una delicia para el excursionista. Y si uno se lo propone puede encontrar allí montañas, con un punto más de compromiso, a las que no va mucha gente, como el Pic d'Escobes, o valles ajenos a remontes y pistas, como el de Madriu, en el que se pueden hacer largas rutas de las de encadenar muchos picos. Para los que degusten de travesías de varias jornadas también existe en el Principat una buena rede de refus, libres y guardados.

      Volveré a Andorra, y creo que más pronto que tarde ;-)

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  6. Hola Dani.

    Pues yo también leí la entrada de David y preferí esperar un tiempo, para leer la tuya, para de esta manera, poder disfrutar del mismo recorrido, desde distintos puntos de vista, pero sin tener la sensación, de haberla visto.

    Bueno, tercer día y por fin buen tiempo, eso se refleja también en las fotografías, que tienen la luz suficiente, como para dar una buena muestra de la espectacular circular que realizasteis, que la podríamos seccionar en tres partes: la primera recorriendo los tres lagos, con esa subida final, que aunque dura, es "más asequible" de lo que parece desde lejos (suele pasar), con esos pasos finales, que, con o sin postureo, obligar a ir atentos.

    Luego, está el tramo de cresta, que, como bien comentas, siempre se sube mejor que se baja, pero bueno, ofrece muy buenos apoyos en todo momento, aunque yo no se, sí con mi vértigo la haría ...

    Y para finalizar, esa bonita bajada hacia los lagos, que ofrece una perspectiva diferente del El Pic de Tristaina. Lo del tío haciendo pádel-surf, para flipar y digo yo, ¿no tendrá otro sitio donde hacerlo?, porque lo del reloj es una aberración, pero hacer pádel-surf en un lago de montaña ... eso en Francia, seguro que esta prohibido y me parece bien, en los ibones vive fauna muy delicada.

    Por cierto, ese día si que hubiese estado bien, dejarse la cartera en la furgoneta y que pague David 😅 .

    Salud y montaña.

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    1. Hola Eduardo.

      Jeje, hubiese sido de chiste tirar a pagar y que tanto David como yo nos hubiésemos dejado la cartera en la furgoneta...

      Lo del tío pues nos pareció gracioso en su momento, pues nunca habíamos visto nada semejante en la montaña, pero si que es verdad que este tipo de actividades en los lagos de montaña deberían de estar prohibidas, pero en ese sentido Andorra no tiene ninguna regulación, sin ir más lejos en los mismos Estanys de Tristaina está permitida la pesca (captura y suelta), de hecho cuando llegamos al del Mig habían dos señores pescando...

      La ruta fue una pasada, muy completa y variada y con su puntito aventurero, además dio mucho juego fotográfico, a lo que ayudó el buen día que hizo. Cierto que entraron algunas nubes, pero estas también le dan un bonito toque a las vistas y a las fotos.

      Cierto, este tipo de crestas mejor en ascenso, y mucho más si se tiene vértigo o aprensión al vacío, así siempre queda el posible patio a espaldas de uno.

      Un saludo.

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