El Monte Arabí y la Cueva de la Horadada

 Domingo, 17 de abril de 2022

Tercera y última de las rutas que hicimos en territorio murciano la pasada Semana Santa. De Espuña nos fuimos a Yecla, para visitar el Monte Arabí. A la riqueza geológica de este peculiar y magnético paraje habría que añadirle su pasado rupestre, y también su coqueteo con el misterio, una mezcla de ingredientes que convierten a este lugar en fascinante.

Esta vez si que no tuvimos problemas en dormir con la furgo en el punto donde íbamos a iniciar la ruta el día siguiente. Pasamos un relajada tarde allí, bueno, todo lo que uno se pueda relajar teniendo como compañera de viaje a una Border Collie 😂, cenamos con buena temperatura y dormimos a gusto y tranquilos, sin que viniese a importunarnos ningún OVNI, por que si, parece ser que ha habido algunos avistamientos allí... Nosotros esa noche, el único cuerpo celeste que vimos aparecer por el horizonte fue una espectacular y redonda luna llena.

Y es que el tema ufológico solo ocupa una pequeña parte de los misterios que encierra el Monte Arabí, ahí están las cazoletas y petroglifos, de significado desconocido, leyendas como la de la Cueva del Tesoro, gente que se marea cuando visita esta lugar, que si enterramientos rituales, reuniones de sectas... Si este Monte Arabí hasta tuvo su viaje particular en la nave del misterio de Íker Jiménez.

A nivel histórico hay muchos vestigios arqueológicos que prueban que el magnetismo del lugar llevó a nuestros más remotos antepasados a poblar Arabí... Los mencionados petroglifos y cazoletas, las pinturas rupestres de los Cantos de Visera o el poblado de bronce de la Cueva del Mediodía o el Arabilejo...

Geológicamente hablando, a primera vista el moldeado del Monte Arabí nos puede parecer el típico moldeado de rodeno o arenisca, con el que estamos altamente familiarizados, pero realmente la roca predominante es la calcarenita del Mioceno, roca altamente erosionable, lo que propicia que se puedan encontrar allí espectaculares taffonis, formaciones varias o joyas geológicas como la magnífica Cueva de la Horadada, que fue directa al top 10, y en un puesto muy alto, de los rincones más espectaculares visitados este 2022. Geograficamente, Arabí está situado en mitad de una llanura, por lo tanto desde su cima se disfrutan de unas amplísmas panorámicas, en las que se abarcan sierras murcianas, alicantinas y albaceteñas.

Ya hemos hablado un poco del Monte Arabí, hablemos ahora de la ruta que hicimos allí:

Merienda-cena en el punto de inicio de la ruta, a donde llegamos el sábado de la tarde.

Antes de meternos en la furgo a dormir disfrutamos de la salida de esta espectacular luna llena. Lástima que no estuve fino con la cámara.

Unas horas después amaneció un bonito y soleado domingo, un día perfecto para disfrutar del Monte Arabí, el cual vemos al fondo.

De lejos ya nos deja entrever su peculiar geología. Bonito contraste con los campos de olivos.

Pasamos junto a la Casa del Guarda, donde han crecido unos pinos bien altos y majos.

Y ya superada la casa veremos de inmediato las dos cimas a las que subiremos hoy, el Arabilejo primero...

...y el Arabí un poco más tarde.

Pero antes nos acercaremos a visitar las misteriosas Cazoletas, su origen, y significado, son inciertos.

Hay diversas hipótesis acerca de el significado de estas cazoletas, algunas dicen que si estaban relacionadas con rituales, otras que si eran mapas de constelaciones, y otras dicen que si tienen que ver con la fertilidad.

Sea cual sea su significado, de lo que no hay duda es que estamos ante una joya ancestral. Aquí os dejo un interesante artículo al respecto.

Vistas las Cazoletas nos encaminamos a la cima del Arabilejo, pero antes nos acercaremos a unas repisas que quedan en su vertiente sur, en la que se adivinaban algunas formas erosionadas, como esta oquedad.

Como hoy era una ruta corta y con poco desnivel íbamos a permitirnos el lujo de explorar muchos recovecos.

Erosiones de esta vertiente sur del Arabilejo.

Aunque la foto lleve a engaño no llevó ningún riesgo transitar por esta repisa.

Llanuras y sierras murcianas.

Todo un acierto haber añadido este erosionado extra a la ruta.

Ahora si, nos dirigimos a la cima del Arabilejo. Vemos el hito que nos desvía hacia ella. Al fondo el Monte Arabí.

En la cima también encontramos cazoletas y petroglifos...

...además de regatas talladas para almacenar agua en pequeñas marmitas allí excavadas.

La altitud del Arabilejo es de 912 metros, y es un excelente mirador hacia el Arabí.

En la cima del Arabilejo podremos encontrar restos del poblado de Bronce que hubo allí arriba.

Bajamos del Arabilejo y nos reincorporamos al camino del Arabí. Seguimos fascinados con las erosiones.

Vertiente oriental del Monte Arabí.

En el transcurso de este tramo vimos taffonis tan espectaculares como este...

...o como este.

El extremo más romántico de la erosión.

Y así llegamos a la joya del paraje...

...la impresionante Cueva de la Horadada.

Un grupo de montañeros alicantinos se prestaron a hacernos unas cuantas fotos en tan magnífico lugar, así que mejor que sean ellas las que hablen.

Visitada y disfrutada la cueva proseguimos con la circular. Pasamos por el conjunto rupestre de los Cantos de Visera, bien protegidos por una valla. Este vídeo recrea las pinturas rupestres que protegen dicha valla.

La ruta nos llevó a un mirador, donde tuvimos estas vistas de la vertiente norte del Arabí.

Desde el mirador, y sin sendero seguimos subiendo por estas placas rocosas, disfrutando de unas extensas vistas.

Ya por el sendero que sube a la cima pudimos seguir viendo, a vista de ave, las llanuras que rodean al Arabí. Si nos fijamos bien podremos observar...

...la boca superior de la Cueva de la Horadada.

Llegamos a la cima del Monte Arabí, coronada por un vértice geodésico.

Vistas aéreas y espectaculares en todas direcciones, pero sobre todo hacía levante.

El Monte Arabí tiene una altitud de 1065 metros.

Lo dicho, vistazas, y para nosotros solos.

Posando contentos en tan bonita cima.

No hice muchas fotos durante la bajada, así que solo os mostraré tres, esta del festival de erosiones...

...una de esta balsa en la que Laia se pudo refrescar...

...y esta final del Monte Arabí, que si resultó ser tan mágico como nos habían dicho.

Y con esta ruta finalizábamos nuestro periplo pascuero en Murcia, lo celebramos tapeando en una terraza de una bulliciosa Yecla, en plena vorágine de procesiones y tamboradas. Volvíamos a Betxí con un importante botín en una mochila rebosante de las experiencias vividas durante estos tres días.