Ares del Maestrat: Forat y Faixa de Cantallops - el Salt

 Domingo, 20 de noviembre de 2022

La faja de Cantallops y su continuación hasta el Salt del Molí de la Roca es una de las sendas más espectaculares ya no de Ares, si no de todo el Maestrat. Tenía claro que, cuando vinieran a visitarme, se la tenía que enseñar a mis amigos serranos Maru y Toni, luego, cualquier cosita que le añadiéramos (la Mola d'Ares, el Cingle de la Mola, el Roure de les Berrugues, la Ruta dels Molins...) resultaría una buena combinación. Pero unas semanas antes de que vinieran, y gracias al blog de Goterris, supe de la existencia del Forat de Cantallops, que me resultó de lo más atractivo, tanto la propia cavidad como la forma de llegar hasta ella, así que quedaba adjudicado: Forat de Cantallops y la mencionada faja, que unidos a la posterior subida a Ares, más un grupete guapo (en todos los sentidos) resultó ser la combinación ideal para pasar un estupenda jornada de montaña en l'Alt Maestrat. 

Ese domingo se presento frío en Ares, casi tan frío como las cervezas que nos tomamos en la velada vespertina del día anterior en el Lapsus. Pese a lo gélido de la mañana el poder de convocatoria de la ruta estuvo fuera de lo común, y más si tenemos en cuenta que normalmente solemos ser solo Laia y yo. Lo dicho, el frío no amilanó a Mar y a Jaime, que también se unieron a la expedición, resultando ser al final un sexteto que ni los Iron Maiden, que oigan, que si nos ponemos, y si hay cerveza, y carajillos, de por medio, podemos ser igual o más ruidosos que ellos, y a las pruebas me remito.

La ruta la podríamos haber empezado perfectamente en Ares, pero este es un pueblo al que, si se viene en plan montaña, hay que subir andando, es que no hay color. Por eso que Ares hoy quedaría, y además estratégicamente, en la parte final de la ruta y sería el punto más alto de la misma. Así que para empezar nos fuimos a por la parte de la ruta que ninguno de los seis conocíamos, el Forat de Cantallops y el trazado que lleva hasta allí, que fue de lo más entretenido... Qué si cruza un puente de mampostería; que si camina por un barranquete; que si equivócate de camino; que si trepa unos resaltes; que si un toque otoñal por aquí... Así nos plantamos ante el Forat de Cantallops. Para acceder a su boca de entrada hubo que realizar un sencilla trepada de 5/6 metros. Una vez arriba nos esperaba una esepctacualr galería, en la que se puede ir en todo momento de pie, de casi 200 metros, naturalmente natural, pero que si nos hubiesen dicho que se trataba de una mina también nos lo hubiésemos creído...

Empezamos la ruta al poco de entrar en el camino de tierra que se dirige al Molí del Sol de la Costa.

Ares estuvo casi en todo momento bien presente. Sería la "cima" de la jornada.

Dejamos la comodidad del camino para adentrarnos en el interior del Barranc de Cantallops. Lo hicimos cruzando esta pequeña obra maestra de ingeniería ancestral.

Tras un pequeño extravío (hay que estar atentos a los puntos rojos) volvimos a dar con el camino correcto, que como apuntaba se ciñó al cauce del barranco. No tardamos en encontrar el primer resalte a superar...

...y que vino seguido de alguno más.

El recorrido nos fue descubriendo rinconcitos realmente encantadores...

...todo aderezado por luminosos toques otoñales.

Y como en toda ruta conjunta MS/PDIPB que se precie, no podían faltar las "tontás" reglamentarias.

Y fueron apareciendo más resaltes...

...

...los cuales fueron todos resueltos con solvencia.

Los puntos rojos nos ordenaron salir del barranco, y tras cruzar un tupido carrascal y una posterior subidita...

...nos llevaron a pie de la trepada que da acceso al Forat de Cantallops.

La trepada, aunque vertical, es sencilla y escalonada.

Aquí tenemos a Toni finiquitando la trepada...

...y disfrutando de este excelente mirador que es la entrada de la cueva, con Penyagolosa al fondo.

Se trata sin duda de un lugar muy fotogénico, en el que hicimos una buena sesión de fotos.

Este Forat de Cantallops se podría catalogar como surgencia fósil de galería amplia-larga, y según este artículo estaría dentro del grupo de las cuevas manguera.

Jaime, Toni, Laia y yo entramos a explorarla, pero entre los cuatro no fuimos capaces ninguno de subirnos un mísero frontal, y las linternas de los móviles no es que alumbraran mucho...

...así que no llegamos al final de la galería ni hicimos muchas fotos.

La ruta prosiguió un poco al trochemoche, y con alguna faja aperitivo. Así hallamos el paso clave para acceder a un altiplano, donde mis amigos cataron en sus pieles como se las gasta el viento cuando sopla en estos altos páramos del Maestrat. Asomados en todo momento al Barranc de Cantallops encontramos la manera de bajar hasta prácticamente su cabecera, y de ahí ir en busca de la Faixa de Cantallops, que se estrecha a la vez que encandila desde el segundo cero. Creo que ya os he comentado en alguna ocasión que una de mis primeras rutas en solitario fue en Ares, y esta impresionante faja estaba incluida en dicha ruta. Me marcó, y a lo largo de los años no he dudado en volver para enseñársela a los amigos. La faja continuó asomada al barranco, pero ya sin tanta sensación de altura. Un terreno aterrazado sirvió de transición para enlazar con la faja superior del Salt del Molí de la Roca, que nos dejó en la parte de arriba del propio salto, que por desgracia, como casi siempre, estaba seco, pero no pasa nada, la falta de agua la compensó un luminoso arce... 

Tras la cueva vino un tramo de incómodo trochemoche. No nos quejamos, más tedioso es escuchar un disco entero de Dream Theater.

Pero este tramo fue muy necesario, de lo contrario no hubiésemos alcanzado esta faja...

...en la que nos tocó sortear algunos bloques desprendidos.

Menudos rincones que esconde el término municipal de Ares.

Encontramos (hitos) la forma de subir a la parte alta de los roquedos de la faja...

...y localizar este paso...

...en el que utilizando la técnica de la oposición...

...nos permitió, además de gozar de estas vistazas...

...acceder a un ventoso altiplano...

...excelente mirador hacia Ares y el Coll d'Ares.

Estas vistas hacia el Barranc de Cantallops, Ares, la Mola de Vilar y Penyagolosa...

...fueron fruto de ir pegados a los bordes del páramo que se asoman al barranco.

Pronto tuvimos a la vista el próximo objetivo de la excursión...

...la Faixa de Cantallops.

Toni, Maru, Penyagolosa, qué guapos sois!!

Desde el páramo bajamos hasta casi la cabecera del barranco...

...y pasamos a la otra vertiente, para, por esta vereda herbosa...

...ir aproximándonos a la faja.

De camino a la faja vimos otra de las señas de identidad de Ares y el Maestrat, los bancales de Pedra en Sec, y como antaño aterrazaron hasta donde les fue humanamente posible.

En plena faja, que se pone aérea de inmediato.

Este es su paso más estrecho y aéreo, no se puede evitar, así que con cuidadín...

...y si tenéis vértigo, esta fotaza de Toni atestigua el patio que hay. Ese salto con agua debe ser bestial.

Unos metros más adelante la faja ya permite alejarnos un poco del borde...

...pero no hay que bajar la guardia.

Aquí, además de verme a mi, se aprecia la curva de la faja y su continuidad.

Me quedé un poco rezagado para fotografiar a mis compis desde la distancia y así poder calibrar...

...pero si queréis calibrar de verdad esta es la foto. Encontrad a Jaime, Mar y Maru en ella.

Os los acerco. Es el tramo más espectacular de esta repisa. Hala!, a seguir calibrando!!

La osadía, seña de identidad del gran Jaime, permite que le podamos hacer fotazas como esta.

El tramo de las anteriores fotos, en primera persona, como los videojuegos.

Mar, además de guapa, es una chica que siempre tiene cosas interesantes que contar, normal que el resto del grupo la escuche tan atentamente.

El espectacular tramo de faja que habíamos recorrido hasta el momento.

Pero aún quedaba faja por delante, y con tramos tan chulos, y también aéreos, como este.

La faja perdía altura, pero no belleza.

¿Comprendéis lo que decía antes sobre lo de abancalar hasta donde les fue humanamente posible?.

Quitando obstáculos, sin éxito, del camino, parte primera.

Terminada esta faja nos pusimos con el tramo de enlace con las fajas del Salt.

El trabajo de Pedra en Sec y Ares, protagonistas de este tramo.

Pues te queda bien Ares, Jaime.

Por antiguas terrazas, camino de las fajas del Salt.

En una de esas terrazas encontramos esta carrasca tan maja, con la que interactuó Toni.

Ya estamos en una de las fajas del Salt, aunque mi intención era de haber recorrido la inferior.

O sea que recorrer esta fue por un error por mi parte, pero ese error al final fue un acierto...

...por lo chula que es la faja y sobre todo por que en plena faja encontramos un par luminosos arces...

...este sobre todo se llevó un montón de fotos.

Los fotógrafos...

...y los modelos.

La faja, también aterrazada, es preciosa...

...y nos llevó a la parte de arriba del Salt del Molí de la Roca, que como suele ser habitual estaba seco. Solo he logrado verlo una vez con agua.

Estas son las vistas, abajo vemos algunos de los antiguos molinos de la zona. La Ruta dels Molins, muy recomendada.

No me canso nunca de recorrer estos parajes de Ares.

Ante de ponernos con la subida a Ares nos acercamos a recorrer la fja central del Salt, que es la que quería haber recorrido en un principio.

Cuando cae agua esta lo hace sobre esta roca, y la anchura de la faja permite pasar por detrás de la cascada.

Mis compis, sobre una de las captaciones de agua que suministraban al molino de abajo.

La pequeña Ordesa del Maestrat.

Ya solo quedaba la subida a Ares, y luego la posterior bajada. Ambas las hicimos por dos estupendos senderos con aroma ancestral. Entre medias, no hace falta que comente nada... Viendo el viento que hacía, en el hotel de Ares tuvieron la gentileza de dejarnos entrar al interior del bar con Laia, además de dejarnos sacar nuestra comida. Nosotros a cambio hicimos un buen gasto en concepto de cervezas, y carajillos...

Comenzamos la subida a Ares. El trabajo de Pedra en Sec cobra dimensiones bárbaras.

Sendero colgado del muro de Pedra en Sec, y carrascas colgadas del sendero.

Quitando obstáculos, sin éxito, del camino, parte segunda.

En la parte final de la subida a Ares pudimos captar detallitos como este...

...un arce iluminando una plantación de carrascas truferas.

Vistazo hacia la zona del Salt del Molí de la Roca y sus diferentes fajas. Se ve perfectamente, por los arces, la que habíamos recorrido nosotros.

Finalizando nuestro pacífico asedio a Ares.

Toni, Maru, sabía que Ares os iba a encantar. El Portalet de les Roques.

Unas cuantas fotos de los callejeos por Ares, pre y post comida.

Portal de Sant Joan.

Restos del Castell d'Ares.

Fuimos de nuevo hasta el Portalet de les Roques...

...y desde allí, con la siempre mágica luz de la tarde, y una ligera chispilla, nos pusimos con la bajada hasta los vehículos.

Mis compis, en tres niveles diferentes de este precioso sendero de bajada.

Tramo del sendero que discurre por un azagador.

Ares y la Serranía de Cuenca quedaron hermanados para siempre. Creo que no había mejor foto para despedir el reportaje fotográfico de esta estupenda excursión.

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