20 de octubre de 2023

Al Montcabrer (1390 m.) por l'Alberri, el Pic Negre y les Penyes Monteses

 Jueves 8 de diciembre de 2022

"...Vaig perdre el nord, vaig perdre el nord, si el perd de nou deixa'm que caiga. Qui sap on va?, qui sap què vol?, camí del sud perdent el nord" (Deixa'm que caiga - Zoo). De nuevo perdíamos el norte para poner rumbo al sur, a nuestras queridas montañas alicantinas. Nueva ascensión al Montcabrer, en esta ocasión por la que en mi opinión es su vía de ascenso más atractiva, la que parte desde Sant Cristòfol de Cocentaina, remonta la Solana de l'Alberri y recorre el cordal oriental del Montcabrer hasta llegar a su cumbre, pasando antes por las cimas del Pic Negre y les Penyes Monteses, y que repetíamos siete años y pico después.



Mi quinta ascensión al Montcabrer tenía prevista hacerla desde Alcoi y por l'Estret del Cint, pero surgió volver a subir por l'Alberri y no me iba a negar. El recorrido fue casi calcado al que hicimos Laia y yo mano a pata en 2015, y ya está muy bien descrito en la crónica que hice en su día. Las únicas variaciones residieron en que esta vez no nos equivocamos (tanto) en la subida, y que en esta ocasión tuvimos la compañía y la simpatía de Isa, y es por eso, que al venir ella tuve un apoyo extra para subir con Laia a la aérea cima del Pic Negre, a la cual no subimos en 2015. Por el contrario en esta ocasión declinamos subir al Castell de Cocentaina. Mariola y el Montcabrer nunca defraudan, aunque el día estuviese gris y frío. Ya con ganas de subir por sexta vez al Montcabrer y contároslo aquí.

En plena subida por la Solana de l'Alberri. Como al principio de la ruta estuvimos dándole a sin hueso no hice fotos ni de Sant Cristòfol ni de la primera parte de la subida, pero está transcurrió por la ladera boscosa que hay bajo la Penyeta Blanca, en la que está el Castell de Cocentaina.

La mañana nos recibió gris en Cocentaina, con algunas nubes aposentadas sobre la Plana del Comtat.

En circunstancias normales esta subida recibe la luz del sol desde primera hora de la mañana, y de ahí lo de la Solana de l'Alberri. Una sucesión de hitos son la guía en esta rocosa, preciosa y exigente subida. El intermitente mar de nubes también bañaba valles más orientales como el de la Vall de Gallinera.

Tras este tramo inicial de exigente subida nos plantamos ante el Pic Negre.

Pues ya que estamos subiremos, ¿no?. Ojito que la caída hacia el norte es considerable.

Un poco de funambulismo, al que le siguió un atrevido pasete que nos dio acceso a la cima.

Por precaución llevamos atada mi locuela de cuatro patas. Las vistas hacia la vertiente norte de este cordal, que recorrimos enterito, son apabullantes.

Vemos que el Pic Negre (912 metros) tiene dos cimas. Quizás la de detrás sea la más alta y la verdadera, pero ya vimos demasiado arriesgado continuar hasta ella y dimos esta como buena, que tampoco hay que ser tan exquisito, Eberhard Jurgalski. Para mi, y pese a todo el sensacionalismo que ha levantado el tema, Messner sigue siendo el puto amo, y no puedo estar más de acuerdo con la opinión de Sebastián Álvaro sobre todo esto, la cual transcribo aquí:

SOBRE EL GUINNES Y MESSNER…
Yo soy de los críticos con Eberhard y también con los que han dado carácter científico y pábulo a un estudio que no se sustenta más que en las hipótesis de un tipo gris, un burócrata que no ha hablado con ninguno de los “encausados”, basado en fotografías y no en conocimiento geográfico, en cartografía que, en todo caso, debería realizarse de nuevo. No puede tomarse en serio, el trabajo “científico” de Eberhard, porque parte de premisas falsas y conjeturas no demostrables. Reinhold Messner sigue siendo el alpinista con mejor historial deportivo de la Historia. Y junto a un pequeño número de otros alpinistas, como Mummery, Mallory, Bonatti, Buhl, Lionel Terray… uno de los grandes innovadores y revolucionarios de nuestra actividad. El resto es farfolla y tratar de sembrar confusión intentando convertir (y compararse) con actividades deportivas perfectamente regladas y competitivas. Algo que es inaplicable al Alpinismo. Es una chapuza, (con innumerables errores fácilmente detectables, como otorgar la cumbre a un alpinista y no a su compañero de cordada) de un burócrata que desconoce la Montaña y su Historia. Desde cuando el libro Guinnes de los Récords ha escrito la historia del Alpinismo…?

Al final, salir a la montaña no es coleccionar cimas ni procesar fríos números como si fuésemos computadoras. Se trata simplemente y llanamente de amasar experiencias y de disfrutar, como hicimos nosotros con este sensacional paisaje...

...y por que no, de posturear un poco si la cosa se tercia.

Coronado el Pic Negre volvemos a la ruta. Lo dicho antes, modo funambulista.

La ruta nos dio aquí un poco de tregua y comodidad en el caminar...

...antes de volverse a poner rocosa y con pasitos tan interesantes como este y el de la siguiente foto.

Vemos Alcoi allá abajo.

Tras hacernos un pequeño lío volvimos al trazado correcto. Nos encaminamos ahora a la brecha que tenemos delante, pero antes de llegar a ella treparemos por la diagonal en la que se ven los dos pinos juntos.

Estas son las vistas durante dicha trepada.

Ese paso nos permitió pasar a la vertiente norte de la cuerda, cosa que se notó en la vegetación.

Vemos el Castell de Cocentaina asomando entre la cresta.

Y tras una ardua subida nos plantamos en les Penyes Monteses, justo cuando se abrió un gran claro en el cielo.


Les Penyes Monteses son una serie de peñascos calizos con unas vertiginosas vistas.

Grandes vistas hacia la Plana del Comtat, con Muro d'Alcoi y el Embassament de Beniarrés.

Fotón que nos hizo Isa a Laia ya mi en lo alto de una de les Penyes Monteses.

Coronamos también, por el que dirán, la más alta de todas, 1354 metros, y tuvimos estas vistas del Montcabrer.

Como me gusta esta montaña!!

Iba a subir por quinta vez a su cima...

...pero antes había que recrearse con las vistas desde les Monteses, no era para menos.

Disfrutado del espectáculo de les Monteses, ponemos rumbo, ahora si, al Montcabrer.

Llegamos al amplio collado que separa el Montcabrer de les Penyes Monteses.

Este solitario pino es el sempiterno habitante de este collado. Atrás quedan les Monteses...

...y frente a nosotros el Montcabrer y la parte final de la subida.

Alcanzamos la cima, de 1390 metros de altitud. Se volvió a encapotar el cielo...

...eso no fue impedimento para hacer un poco el tonto allí arriba.

Laia me mira como diciendo, "¿qué hace este tío?".

De las pocas vistas que tuvimos fue reseñable esta, en las que un jirón de nubes se enganchó brevemente a les Penyes Monteses.

Fotos ya del descenso. Peñasco bajo el que está la Font del Pouet, en la que hicimos una parada para comernos los bocatas.

La imponente y rocosa fachada oriental del Montcabrer durante este tramo del descenso.

Siempre que hemos subido o bajado por aquí nos habíamos fijado en este peñasco, pero nunca nos había dado por subirnos a él... Hasta este 8 de diciembre de 2022.

Salta!!!

Este tramo de bajada coincide parcialmente con el GR 7.

La parte final del descenso, y de la ruta, la hicimos siguiendo las marcas del PR-CV 27, que digamos es la subida normal al Montcabrer desde Cocentaina.

Esta vertiente del Montcabrer aún nos tenía reservadas algunas sorpresillas...

...como fueron estos deliciosos toques otoñales.

El tramo final de la bajada transcurrió por zona de umbría. Había bastante humedad en las rocas, por lo que hubo que estar al tanto con los resbalones.

Durante este tramo final de la ruta pasamos hasta por cuatro fuentes, esta, con la que despido el reportaje, si no me equivoco, es la Font de la Penya Banyada... Banyada, así acabó Laia la ruta.


4 comentarios:

  1. Hola Dani.

    Que familiar me son parte de estas visiones despues de un largo finde tan bueno como el pasado.
    La ascensión al Montcabrer se nota muy espectacular tambien, con esos vertientes nortes, los pasos, las cuestas rocosas, los patios de caida, el toque otoñal, ese fresco en el ambiente que tambien le queda a las montañas alicantinas, fuera de los calores estivales.
    Acabamos de volver y ya queremos máaaaaas!!

    En cuánto a lo que comentas, esta entrada es un perfecto ejemplo que, aunque subais a una cima, lo que de verdad cuenta no es la cima, si no lo bien que os lo pasasteis y lo qué disfrutasteis con los posados, las tontás y las risas, todo ello por el camino. Ya sabes que nosotros no le solemos dar tanta importancia a una cima; en cierta manera hay que reconocer, en muchos casos, que están sobrevaloradas. Da la sensación que si no has subido a ella y te has metido + de 1000 metros de desnivel la ruta no es una ruta de diez.

    Cuando hay rutas que te puedes meter ese desnivel sin tener que subir a ningun vértice o cima reconocida, u otras rutas que ves y visitas tantos puntos de interes (geologico, fluvial, etnologico, botánico, etc, etc) que al final se te quedan en el recuerdo por lo mucho que has disfrutado, igual o mas que una ruta que has subido a dos o tres montañas.

    En fín, que ese Montcabrer ya está en la lista de pendientes ;-)

    Un abrazo.

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    1. Pues ya sabes, no hace falta que os busquéis guía para subir al Montcabrer... El único requisito, además de que aprendas a pronunciar bien Quatretondeta 🤪, es que la nevera de Gina venga bien cargadita de cervezas, que copón como enfría esa nevera!!!
      Abriendo un poco de debate, a mi lo que más me gusta de salir a la montaña sin duda es subir cimas, pero no lo considero lo más importante, valoro por igual una ruta que haya tenido cima como la que no. Si ha tenido cima valoro por encima de todo el camino recorrido hasta llegar a ella, ya sean los puntos de interés que haya tenido (lagos, cascadas, formaciones rocosas, paisajes, fauna, flora etc.) y por supuesto la compañía y las anécdotas que hayan sucedido durante ese camino. También me importa un bledo el tiempo que haya podido emplear en subir a esa cima. La cima, como diría el gran Iñaki Ochoa de Olza, no es más que la guinda de todo. Pero oye, hay filosofías y filosofías, conozco a gente que para ellos no cuenta nada más que la cima, y la única foto de la ruta que les importa es la de la cima. Y luego está el tema de menospreciar, o restar entidad, a una ascensión si no ha tenido una burrada de longitud y desnivel positivo. Parece que de un tiempo a esta parte solo se trata de eso, y también de subir, cuanto más rápido, mejor, que al final es resumirlo todo en números y estadísticas. Respeto esa filosofía, por supuesto, pero centrándolo todo en el número y la estadística se deja a un lado lo más importante, disfrutar. Es mi modesta opinión.

      Un abrazo.

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  2. Hola Dani.

    Leí hace hace unos días la entrada, pero no tuve tiempo de dejar el comentario y hoy, la he vuelto a leer. El tema de los ocho miles, me parece una soberana tontería y yo, si fuera uno de los que hay hecho todas las cimas, me importaría un bledo lo que dijeran otras personas. Esto, está pasando también con la famosa lista de tres miles, tan pronto quitan uno de la lista o como ponen otro, porque, resulta que falla unos centímetros o su cima no tiene x prominencia, en fin, ganas de dar mal, que, parece que es lo que gusta hoy en día, criticar todo y crear follón.

    Del recorrido, me ha gustado en general todo, pero, siempre me llama la atención, como de diferentes pueden ser dos vertientes, por un lado la norte con su verticalidad o la subida por la Solana y la bajada por la Umbría. La cresta tiene muy buena pinta y además, es bastante larga, por lo que el disfrute y las tontás, están garantizadas 🤣.

    Salud y montaña.

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    1. Hola Eduardo.

      Pues oye, te agradezco que te hayas tomado la molestia de volver a leer la entrada para comentarla 😉
      Mariola y el Montcabrer nunca defraudan. Cierto que cuando voy a esta sierra siempre lo hago para subir a esta montaña, pero con sus cinco/seis vías de ascenso más comunes, y a la mínima que le añadas alguna pequeña variante, siempre descubres rincones de este bonito parque natural alicantino.
      El tema de los ochomiles ya hace tiempo que dejó de interesarme, especialmente desde que se convirtió en el puro negocio que es actualmente, en el que no se tiene el más mínimo respeto por la montaña, ni tampoco por las vidas humanas. Lo no me gustó es que se pusiera en entredicho a Messner, y que sus logros estuviesen en el absurdo libro Guinness ese, junto, no sé, al gordo de Wisconsin que logró comerse el mayor número de hamburguesas en una hora... Ya te digo, me parece absurdo, como también me parece absurdo que la persona que certifica si has llegado o no a lo alto de un 8000 sea una persona, antes la señora mayor aquella y ahora el tipo este, que en su vida ha pisado la cima de un 8000...

      Un saludo.

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