4 de noviembre de 2023

Las Fajas del Embalse de Cortes de Pallás

 Sábado 10 de diciembre de 2022

En el pasado 2022 solo realizamos un ruta en la provincia de València, pero fue una ruta de las que dejan huella. Fue en Cortes de Pallás y tuvo como protagonistas al Júcar, el Embalse de Cortes y dos de las fajas que recorren, a diferentes alturas, su margen orográfico derecho. Todo un espectáculo de recorrido que os paso a relatar a continuación.



No lo voy a negar, siempre que he ido a esta zona de Cortes de Pallás, Jalance, Cofrentes, etc, siempre se me han hecho muy largos los viajes, no es que estén excesivamente lejos de Betxí, y mira que me gusta conducir, pero son esas carreterillas, que no sé que tienen... Digamos que siempre que planteo ir a la zona me da como pereza, pero oye, más pereza me da escuchar al grupo musical del mismo nombre...

Total, que finalmente, en ese frío sábado de diciembre fuimos y volvimos de Cortes de Pallás habiendo disfrutado de un espectáculo de primer orden. Cuando se habla de Cortes de Pallás la ruta por excelencia suele ser la de la Cortada/Senda Cavanilles, pues en mi opinión está es mucho más espectacular, y lo puede ser aún más, pues recorriendo en sentido inverso la faja superior (la más espectacular)se puede prolongar la ruta subiendo al Alto del Francho, y luego unirla con la parte de la ruta de la Cortada/Cavanilles que prefiramos. Pero eso ya se hará, espero, en un futuro, hoy toca hablar de esta de diciembre de 2022, y hablar de ella es hablar de las dos fajas recorridas. La primera, la inferior, es ancha, con mucha vegetación, incluso a veces recorrida por un ancho camino, y da la sensación de no ser una faja, pero lo es, y cuando el arbolado y la vegetación nos lo permite se gozan de unas fantásticas vistas del embalse, sus laderas y peñascos y del Castillo de Chirel, vistas que se tornan más grandiosas en la faja superior, la cual se alcanza tras superar la única subida reseñable de la ruta. Son siete kilómetros horizontales, con algún repecho que otro, de puro deleite, en la que además de las mencionadas, y reitero, espectaculares vistas, se le suman covachas, estrechos pasos de vértigo, la caída desplomada del Barranco de la Zangarriana (ese día con extras incluidos), vegetación variada y altas paredes, y además si vamos en la época adecuada, como fue nuestro caso, tendremos la posibilidad de ponernos como el quico, comiendo madroños. Además de todo esto, el otoño también hizo su contribución, regalándonos algunas pinceladas de colores que hicieron que todo aquello brillara aún más.

Disfruten de las fotos!!

Accedimos al punto de inicio, la Cruz del Collado, por la carreterilla, que desde Cortes sube a la enorme balsa de acumulación de la Muela de Cortes. Desde el primer momento fue visible...

...el Castillo de Chirel, el cual estuvimos viendo durante todo el recorrido.

La primera parte de la ruta la hicimos siguiendo el GR-7. Primer contacto visual con el Embalse de Cortes.

En un recodo del sendero vimos, en un nivel superior, la faja que recorrimos en la vuelta.

Y al cruzar un pequeño collado, empieza el verdadero espectáculo visual, empezando por el Barranco de la Zangarriana...

...y esta fantástica visión, a dos luces, del embalse, lleno a rebosar, y el Castillo de Chirel.

Nos alegró ver el embalse al máximo de su capacidad, y nos resultó curioso ese pequeño islote que emerge de estas aguas represadas del Júcar.

Era el lugar idóneo para hacernos esta foto, que a partir de ese mismo momento pasó a ser de mis favoritas de siempre.

Ya os habréis fijado antes, pero las laderas meridionales del embalse estaban moteadas de colores otoñales. Fijaros, en la parte superior de la foto, la estrechez de la faja. En unas horas andaríamos por allí.

En la otra vertiente el panorama tampoco era manco, con altísimas paredes y pinos colgando de forma imposible de ellas.

Perdimos un poco de cota, para pasar bajo el salto de 60 metros del Barranco de la Zangarriana. Más tarde pasaríamos por la parte superior de dicho salto, y con sorpresa extra.

El sendero de esta faja inferior se ciñe de forma fiel a la orografía del terreno. Con una tónica boscosa hay que aprovechar al máximo cada claro del arbolado para...

...poder fotografiar y disfrutar, el orden es igual, del paisaje fluvial.

Zoom hacia el Castillo de Chirel y los precipicios que caen al sur de la fortaleza, la cual tenemos pendiente visitar.

Aún no viéndose el agua, el espectáculo es sublime.

Embalse, Castillo de Chirel y Puntal de Crespo.

Cintos del Castillo, espectaculares.



Laia, justo en el punto donde dejamos del seguir el GR e iniciamos, con el Alto del Francho como faro, la subida hacia la faja superior.

Ganamos un leve collado a pies del Pico del Carrascal, desde allí ya vimos la faja a recorrer, la más estrecha, la que discurre entre dos franjas rocosas.

Pero antes de ponernos con la faja me hice una foto en tan excelso mirador. Laia estaría ocupada con algún palo barra piña.

Pudimos disfrutar aquí, además de las vistas del embalse, de alguna panorámica más lejana, como la de la Sierra y Pico del Ave, que aparecen al fondo.

En una de estas un ruido, y movimiento, en el embalse, nos sobresaltó...

...era este barco, que desde Cofrentes ofrece la posibilidad de disfrutar del entorno navegando.

Cerca del collado está el ramal que permite la opción de subir al Alto del Francho y empalmar la ruta con la de la Cortada/Cavanilles. Para otro año, hoy tocaba faja.

Nuestro periplo por la faja empezaba con esta estampa. Como bienvenida no está nada mal. ¿verdad?.

¿Y qué me decís de los toques otoñales?.

Durante el recorrido por la faja encontramos algunas covachas, esta fue la primera de ellas.

Esta nos ofreció algo de resguardo del frío vientecillo que soplaba, por lo que hicimos la parada bocadillera allí.

Además de llenar el buche también hice alguna panorámica, esta es la que mejor me salió.


Tras el necesario bocadete tocaba seguir devorando la faja, a la cual le quedaban unos cuantos kilómetros...

...kilómetros repletos de rincones especiales, y con el colorido de los caducifolios y los numerosos madroños...

...que se encontraban a rebosar de su rojo y maduro fruto.

Podría haberme atiborrado, pero solo comí un par, primero por que dicen que si comes muchos causan embriaguez, y luego por una experiencia, no muy buena, que tuvo con ellos mi gran amigo Toni Magia Serrana.

La presencia de los caducifolios y el embalse me permitió jugar un poco con la cámara...



Vistazo atrás, hacia lo que llevábamos recorrido de faja.

Qué colorido espectáculo el de los diversos caducifolios!!!

La de veces que hemos ido a propósito a buscar los colores del otoño en otras rutas, y no hemos acertado la fecha. Hoy, sin esperarlo, y aunque fuese a pequeñas dosis, si que pudimos disfrutar de los lienzos otoñales.

Tampoco nos pasaron desapercibidas las altas paredes de la faja.

No os lo había comentado hasta ahora, pero todo el terreno por el que discurrió la ruta es una pequeña porción de la inmensa Muela de Cortes.

Y que viva el otoño!!!

Como veis hasta el momento había habido un poco de todo, hasta erosiones tobáceas.

A lo tonto ya llevábamos un buen cacho de faja recorrida y disfrutada...

...y lo mejor es que además de quedarnos otro buen cacho...

...íbamos a entrar en la sección más aérea del recorrido.

Las vistas hacia el embalse seguían siendo excelsas. Al fondo del todo vimos la Sierra de Martés.

Zoom hacia este meandro del embalse, con una estela acuática dejada por uno de los barcos turísticos.

Ampliamos esta imagen, aprovechando que se colaba un tímido rayo de sol, pues el día se había encapotado.

¿Recordáis el Barranco de la Zangarriana?, pues ahora estábamos a punto de pasar por arriba. ¿Y os acordáis que os dije que lo íbamos a hacer con sorpresa?...

...pues aquí está dicha sorpresa, íbamos a ver como dos barranquistas bajaban este rápel volado de 60 metros.

Les hice unas cuantas fotos y vídeos.

Al acabar la ruta, junto a mi furgoneta habían aparcados dos coches que supuse que serían de ellos. Dejé sendas notas diciéndoles si estaban interesados en que les enviara las fotos, dejando mi dirección de correo electrónico. Acerté, a las pocas horas me contestaron y se las envié. Los agradecimientos digamos que no estuvieron a altura del interés que yo puse para que tuvieran las fotos...

Estamos en el tramo más aéreo de la faja, donde un roble cuelga en el vacío.

La vegetación lo camufla, pero salirse un metro a la izquierda de la senda supondría caer a la faja inferior.

Tenemos que bajar a donde se están descolgando los barranquistas, y luego seguir por la faja. Se aprecia la continuidad del sendero.

Vistas durante la bajada a la parte superior del salto de la Zangarriana.

Como agradecimos que saliera el sol de nuevo, pues el día fue especialmente gélido, además de lucir más las fotos.

Llegamos al punto donde se habían descolgado los barranquistas. Se aprecia la instalación del rápel. Huelga decir que también está prohibido dar un mal paso aquí.

El tramo aéreo que habíamos dejado atrás...

...y el aéreo tramo que teníamos por delante, aunque en este el sendero pasaba más alejado de los bordes.

Aquí gozamos de la que en mi opinión fue la sección visual más espectacular de todo el recorrido.

Qué maravilla de la naturaleza. ¿No os vienen reminiscencias ordesianas?.

Calibrando el entorno con mi fiel compi de cuatro patas.

Este, y el que hay unos kilómetros más al oeste, en Jalance, dos grandes desfiladeros labrados por el no menos grande Río Júcar.

Al igual que la ruta de Jalance, esta también la hicimos dos veces en muy poco tiempo, ya que en febrero de este 2023 Laia y yo la repetimos con Maru, Toni, Mar, Jaime, Tere y Javi Nieto.

Y como en aquellas rutas por Jalance, en estas dos en Cortes de Pallás nuestras retinas volvieron cargadas a rebosar de bellas imágenes.

Entrando en un bonito rincón...

...en el que pasamos bajo este desplomado, en el que vimos indicios de un pasado pastoril.

Allí nos llamó la atención esta gran trepadora...

...que con la foto en vertical, y calibrando con la pared, se puede apreciar mejor su tamaño.

Un vistazo a las paredes más altas de la faja, que terminaban aquí, aunque por eso no perdería espectacularidad...

...y las vistas continuarían siendo igual de buenas.

Nos desviamos brevemente del sendero para ver como estos bloques desprendidos habían formado como unas galerías.

Y con esta foto y la siguiente resumo la parte final de la faja, que como os había dicho, y apreciareis, perdía verticalidad, pero no atractivo.

Un sábado muy bien invertido en Cortes de Pallás.


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7 comentarios:

  1. Hola Dani.

    ¡Y menudas fotos! Puro disfrute ver estas vistas tan limpias, las fajas y muelas cinceladas tan geométricas y perfectas, la calmada agua abajo, solo interrumpida por ese barquito, los recodos del cañón, la sendecita fajera perfilada por ella, el moteado otoñal, ese inaccesible castillo que llama a voces ser visitado.
    Y lo mejor, que si las fotos son espectaculares, visitarlo meses despues por todos, con guía incluido, fue la guinda perfecta. El poder verló in situ y en directo.

    Estoy contigo, y de hecho me sorprendieron bastante, lo curvosas, pequeñas y tortuosas que son esas carreteras. Cuando llegas desde Cuenca a Requena, nada te dice que al sur de esta población la orografia se puede poner tan abrupta, tan salvaje, en un abrir y cerrar los ojos. Pensaba que conocía carreteras de montaña tortuosas, pero la de esta zona de Cofrentes y Cortes de Pallás entra directamente en mi ranking ;-)

    Un abrazo.

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    1. Ah! la historieta de los Madroños, para quién se pregunte qué me sucedería, trata de si comes muchos te entra bastante sed, y en una calurosa ruta hecha en verano de hace años, me puse fino a comer y, sin darme cuenta, me bebí casi toda el agua que tenía y tuve que abortar la ruta y volver, pues vi arriesgado continuarla, quedándome aún unos cuantos km, y sin agua. En fín, el ansia

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    2. Te agradezco que hayas contado tu lo de los madroños, que sirva de aviso a navegantes, y que nadie sucumba a ese tentador reclamo de color rojo y se atiborre de madroños y acabe saqueando el agua al primer excursionista que se cruce en su camino jajaja.
      Pues yo no sé si serían esas carreterillas o qué, pero ya viste como tenía el cuerpo el día que repetí la ruta con vosotros, no hace falta que te diga que no acabé de disfrutar de la ruta y la compañía, espectaculares ambas, pero oye, que el día anterior, con las birras y la comida en Requena, y la posterior velada, con variada cena, muchas cervezas y la desternillante partida de Time's Up en la casa rural, la gocé mogollón.
      En breve estamos de nuevo juntos, y celebrando un día muy especial ;-)

      Un abrazo.

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  2. ¡Hola, Dani! Espectacular ruta como evidencian las fotos. Dos veces he estado en Cortes. Una para hacer la ruta de la Cortada y otra para una más ambiciosa que unió ésta con el Francho y la faja que hiciste de vuelta. Valió la pena el viaje. Es una de las zonas más espectaculares de la Comunidad con vistas impresionantes y reminiscencias "ordesianas" como muy bien has calificado. Seguro que no te importó repetir en Febrero con ese espectacular elenco de amigos. Y seguro que habrá más. Por cierto, de desagradecidos está el mundo lleno.
    Un abrazo.

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    1. Coincido totalmente en tu afirmación en que esta es una de las zonas más espectaculares de todo el territorio valenciano, y que no tiene nada que envidiarle a paisajes de otras latitudes.
      En cuanto planeamos hacer una ruta a mitad camino con Toni y Maru (a la que luego se apuntaron más amigos, entre ellos un par de vidigoneros que quizás te suenen jeje) tenía claro que iba a ser esta de Cortes, no me importó repetirla para nada en tan pocos meses de diferencias, y no tardaré en ir a hacer la que tu comentas, y que me suena haberla leído en tu blog, por el que me daré en garbeo para volverla a leer ;-)

      Un abrazo.

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  3. Hola Dani.

    Ya te comenté en la anterior vez que estuviste, que tenía un compañero valenciano que su familia era de Cortes de Pallars y me había hablado de esta zona.

    Está vez, te has dedicado a recorrer una parte de sus fajas, además con el aderezo de esos colores otoñales, que tan difíciles son de pillar. De todas formas, estos lugares tan grandiosos, son complejos de captar con la cámara, la mejor forma es recorrerlos, aunque, veo, que esto está bastante lejos. Me ha gustado mucho la ubicación del Castillo de Chirel.

    Habría que saber cuantos madroños se casco el amigo Toni, para quedarse sin agua y tener que abortar la ruta 😅.

    Salud y montaña.

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    1. Hola Eduardo.

      Y supongo que ese compañero tuyo te hablaría maravillas de Cortes de Pallás 😉 A mi, desde luego, y a nivel excursionista y paisajístico, me parece la mejor zona de la provincia de Valencia.
      El Castillo de Chirel tengo pendiente visitarlo, teníamos previsto haberlo visitado este verano pasado, un día que fuimos a bañarnos en unas pozas cercanas, pero con el calorazo que hacía nos tiró más ir a buscar una terraza en la que tomarnos unas cervezas frescas 😜. Aplazamos esa visita para épocas menos calurosas, seguro que en esa vertiente del embalse hay buenas rutas para disfrutar de este magnífico paisaje con otra perspectiva.

      Jejeje, yo conozco esa historia de primera mano, y el número de madroños que se comió Toni es secreto de sumario...

      Un saludo.

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