20 de noviembre de 2023

Ponotx (1183 m.) y Puigcampana (1408 m.)

 Miércoles 14 de diciembre de 2022

El combo Puigcampana/Ponotx es, junto a Pla de la Casa/Mallà del Llop en la Serrella, el doblete por excelencia de las montañas alicantinas. Ya habíamos subido con anterioridad a ambas montañas, pero de forma individual, por lo tanto teníamos pendiente subirlas las dos en una misma ruta. Lo más común, cuando se realiza esta combinación es empezar la ruta desde la Font del Molí en Finestrat, subir al Puigcampana por la pedrera del Carreró, bajar hasta el Coll del Pouet, enlazar con el Coll del Llamp y subir en ida y vuelta al Ponotx, para luego, de regreso al Coll del Pouet, volver al punto de inicio recorriendo cualquiera de las dos vertientes, oriental u occidental, del Puigcampana. Nosotros le dimos una pequeña vuelta de tuerca, y empezamos la ruta en Polop, remontando el Barranc de la Canal hasta el Coll del Cigarrí, de ahí, y afrontando el Passet, coronamos el Ponotx, posteriormente bajamos al Coll del Llamp y enlazamos con el Coll del Pouet para subir por la vertiente norte al Puigcampana. Por el mismo camino volvimos al Coll del Llamp, para desde allí acceder de nuevo al Coll del Cigarrí, pero esta vez por la vertiente sur del Ponotx. Para volver a Polop repetimos a la inversa el recorrido por el Barranc de la Canal.



Vista desde Polop, la silueta del Ponotx asemeja a la de un león dormido, y es así como se le conoce popularmente a esta montaña. Durante la subida, y luego la posterior bajada, por el Barranc de la Canal no pudimos apreciar esa semejanza, pero si la tremenda verticalidad, y altura, de las paredes de la cara sur de esta montaña. La llegada al Coll del Cigarrí nos recordó que andábamos a escasos kilómetros de la costa, por si con tanta verticalidad se nos había olvidado. La gracia de subir al Ponotx por aquí estuvo en superar el Passet, que requiere habilidad y sobre todo no tener vértigo. Nosotros vértigo no tenemos, y la habilidad, se nos supone. Del Passet hasta la cumbre es terreno más propicio para cabras que para humanos y perro, y no lo digo por decir, pues sorprendimos en este tramo a varias, y numerosas, manadas de arruís. Que la cima del Ponotx es el mejor y más cercano mirador del coloso Puigcampana ya lo sabíamos de nuestra anterior visita, pero por si se nos había quedado alguna duda hoy lo volvimos a comprobar. De la bajada del Ponotx al Coll del Llamp no tenía muy buen recuerdo, pues en ella, allá por 2017 me di un golpe en la rodilla que me tuvo en el dique seco durante una temporada... era cuestión de resarcirse. El trazado que hace de enlace entre el Coll del Llamp y el Coll del Pouet es de una exquisitez montaraz, uno de esos típicos chispazos de las montañas alicantinas, que las pone a la altura de montañas más septentrionales. Y el tramo final de subida al Puigcampana, lo habíamos hecho dos veces en descenso, las suficientes para barruntar que también sería durillo subir por allí. Esta montaña hay que ganársela, subas por donde la subas, por lo tanto sería una soberana tontería no saborear como toca el haber alcanzado la cima de este coloso, ya no digo recrearse, que también, pero que menos que comerse el bocata allí arriba, aunque la fría jornada no invitase a ello...

El impresionante espolón oriental del Ponotx, durante los primeros compases de una ruta que acumuló un desnivel pirenaico (1300+).

Pero de un tiempo a esta parte, en este blog, números los justos, los considero secundarios, prefiero centrarme en otras cosas, en narrar historias, y plasmar en ellas detalles, como este frare, con ojo incluido.

El espectáculo en este primer tramo de la ruta corrió a cargo de los impresionantes paredones del Ponotx.

A todo esto, este espectáculo calizo, lo disfrutamos mientras remontábamos el Barranc de la Canal.

Es una subida progresiva esta, por buen sendero y con excelentes vistas, más no se pudo pedir en este inicio de ruta.

En estas verticales y altas paredes, además de una célebre vía ferrata, hay un buen puñado de vías de escalada.

Incluso hay tramos en el que el barranco se encajona, justo cuando empezamos a recibir las primeras vistas a larga distancia. Vemos Bèrnia y la Serra del Ferrer.

También vimos por primera vez, allá al fondo, y de diferente tonalidad, lo que es la cima del Ponotx

Ya cerca del Coll del Cigarrí divisamos la costa, con la totalidad de la Serra de Bèrnia y el Penyal d'Ifac.

Incluso vimos, exprimiendo el zoom, el perfil de la isla de Ibiza, tras la Serra d'Oltà.

La remontada del Barranc de la Canal culminó en el Coll del Cigarrí, un buen punto para pararse y observar lo que habíamos dejado atrás...

...y lo que nos aguardaba más adelante, Puigcampana inclusive.

Pero ese sería el potente segundo plato, lo que tocaba ahora era desviarse y empezar el asedio al Ponotx. Terminaban, por un buen rato, las comodidades en el avance.

Localizamos visualmente el Passet, al cual nos dirigimos. Es el paso clave para subir al Ponotx por esta vertiente. No hay que errar.

Antes de ponernos en faena echamos un vistazo al horripilante skyline de Benidorm, cuando no tengan espacio para urbanizar más, ¿qué harán?, ¿construirán un rascacielos en la isla?.

Guiados por algunos hitos, y unas marcas de pintura de color azul, localizamos el Passet, la cosa se pone vertical de inmediato.

El paso en cuestión se trata de una estrecha diagonal ascendente...

...con buenos agarres para manos y pies, pero en la que encontraremos una buena caída a nuestra derecha.

Isa a punto de afrontar el punto más delicado del Passet, ya que solo se puede pasar por ahí, como bien indica esa excesiva marca de pintura.

Isa, además de una divertida compañera de ruta es muy buena figurante...

...y me fue de gran apoyo para que Laia superara con seguridad el Passet.

Laia e Isa ya han superado el tramo más delicado del Passet...

...es ahora mi turno, vigilado por el Puigcampana. Fácil, pero está prohibido caerse.

A partir de ese punto el terreno sigue igual de incómodo, pero ya sin riesgo de despeñase...

...y con un ambiente brutal. La masa forestal que se ve a la derecha corresponde al Barranc de la Canal.

Un karst en toda regla, hubo que tomarse con paciencia el avance por este terreno...

...terreno en que los arruís se desenvuelven con más soltura que nosotros.

Este tramo me recordó un montón a algunas secciones del ascenso a la Penya de Sella, que hicimos unas semanas antes.

Terminamos alcanzando el cordal, donde esta pequeña cota oriental del Ponotx nos pareció sugerente... 

...así que pusimos rumbo a ella.

De camino allí sorprendimos a más arruís, a los que seguramente estaré señalando en la imagen.

Esta cota fue un buen mirador hacia la costa...

...y por supuesto a la magnífica Serra de Bèrnia, tras la que se perfilan las montañas de Ibiza.

También vimos desde allí otros vecinos calizos del Ponotx, como el Cabal y el Sanxet.

Con ese pequeño bonus pusimos rumbo, ahora si, a la cima del Ponotx...

...a la cual llegamos en unos minutos. Uno de los mejores, sino el mejor, mirador, del Puigcampana.

El Puigcampana es mucho más grande, pero el Ponotx puede presumir de ser una cima mucho más aérea.

Vistas hacia Benidorm, la Serra Gelada y el Mediterráneo.

Mismos protagonistas, pero con diferente figurante.

Debido al viento, y al no encontrarnos con nadie allí arriba, hubo que turnarse en las fotos cimeras. Turno ahora de posar con el Puigcampana.

Felices en nuestro segundo Ponotx. En unas horas estaríamos Laia y yo, respectivamente, por segunda y tercera vez en el Puigcampana.

Para ello la inmediata era descender hasta el Coll del Llamp. Optamos por la opción de la senda. Se puede hacer por una sencilla cresta, en la que en 2017 me di un fuerte golpe en la rodilla.

En aquella impresionante ruta también subimos al Cabal, tras el que asoma, a la izquierda, la Penya de Sella.

Tras el Cabal asoma también el Sanxet, pico que tenemos pendiente ascender.

Aproximándonos al Coll del Llamp, inconfundible por la aguja que lo custodia.

Isa y Laia, en el tema juegos, hicieron el fit perfecto.

El Puigcampana, en una vertiente del Coll del Llamp...

...y el Cabal, en la otra. Al Coll del Llamp también se le conoce como les Quatre Fites, ya que allí convergen los términos municipales de Finestrat, Benidorm, Polop y Benimantell.

Desde el Coll del Llamp debemos descender hasta el Coll del Pouet.

El tramo que une ambos collados, como veréis en las siguientes fotos, es pura delicia montañera.

El sendero transcurre en ligero descenso bajo la aguja del Coll del Llamp...

...y cruza este espectacular portillo rocoso.

El Coll del Pouet, cada vez más cerca, tras él vendría la potente subida final al Puigcampana.

Tantas eran las ganas que me dio por correr.

El Ponotx visto desde las cercanías del Coll del Puet.

El inicio de la subida al Puigcampana es bajo un pinar, del que fuimos saliendo a medida que fuimos ganando metros. Tal cosa nos permitió tener esta visión más picuda del Cabal.

La mayor parte de la subida transcurre entre rocas, pedreras, caducifolios y pequeñas carrascas, entre las que pude fotografiar a Laia, que como de costumbre iba de avanzadilla.

Subida exigente en lo físico. Paradita para tomar aire, y observar Cabal y Ponotx.

Repitiendo operación desde un poco más arriba.

Alcanzamos el Bancal del Moro, collado que separa las dos cimas del Puigcampana, vemos la más baja de las dos, el Pic Prim.

Y bajo la vigilancia de este afrontamos la parte final del ascenso.

Pic Prim, cuyo ascenso es más complicado que el de la cima principal. Está en la lista de pendientes.

Eso será en un futuro, hoy estábamos de nuevo en la cima del coloso alicantino por excelencia, y así de contentos estábamos.

Vistas: Ponotx...

...Penya de Sella y Aitana...

...Bèrnia, Oltà, Morro de Toix, Penyal d'Ifac e Ibiza. Todo ello bañado por el Mediterráneo.

También un poco de fauna, con este hiperactivo acentor alpino.

Tras comer resguardados en un vivac de la cima emprendimos el descenso.

Roquedos del Puigcampana, de regreso al Coll del Pouet.

Tras pasar de nuevo por los dos collados, Pouet y Llamp, cogimos un sendero que discurre por la vertiente sur del Ponotx.

Puigcampana, Coll del Pouet y Ponotx.

Alcanzamos de nuevo el Coll del Cigarrí, allí, antes de empezar a bajar por el Barranc de la Canal, le dijimos hasta luego al Puigcampana.

El también nos dijo adiós a su manera, con un tímido sol ocultándose tras su cima.

Antes de ser engullidos por el pinar del Barranc de la Canal nos deleitamos con el Penyal d'Ifac...

...que estaba interpretando una bonita performance junto con unas nubes.

No se me ocurre una manera mejor de cerrar este reportaje.


9 comentarios:

  1. Una pasada, chavales.
    Nosotros hicimos (desde la Font del Molí), primero el Ponoig, por Pouet, y vuelta por el mismo camino a Pouet, para subir Campana también por la Norte... y bajar llegando de noche, por la pedrera vertical. Se nos hizo un poco largo, la verdad. Pero es espectacular.
    Vosotros habéis hecho algo más difícil... esos pasos de trepada no los pillamos nosotros.
    Oye, vaya vistas... vaya luz, tío, que placer.
    Veo que el acentor alpino está anillado... ¡que bueno! Ayer pillé con el telescopio una espátula común, en la Bahía de Cádiz, y le leí los números de la anilla: NAJ5, que me acuerdo todavía.
    Se la mandé a Francisco Hortas, coordinador del proyecto Limes Platalea, de la migración de la espátula. Siempre es un dato útil, pues la anilla se pone para que, si alguien la ve, mande los datos para saber por donde se mueve el ave. Claro, en espátulas es fácil porque las anillas son grandes... en pequeñas paseriformes, como no sea con recaptura... es muy difícil.
    Han sacado una nueva canción los Robe... imagino que ya la habrás escuchado... ;)
    Bueno... este puente vamos a ir a las Hurdes y las Batuecas... Cáceres-Salamanca, que es zona de pizarra y granito muy guapa.
    Un abrazo, chaval... y ya van a hacer 2 años que nos vimos...

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    1. Ayer mismo escuché el nuevo tema de Robe, sigue inspirado el de Plasencia. Hoy he leído que sacan el nuevo disco en diciembre.
      Todos los acentores que he tenido la suerte de ver y fotografiar en cimas valencianas estaban anillados, siempre me ha parecido curioso ese hecho. También me parece muy curioso lo que llegan a acercarse a los humanos estas avecillas. Así es muy sencillo fotografiarlas.
      Yo también tengo planeado escaparme el puente, lo que no tengo claro es a que lugar jajaja.
      Haga la ruta que se haga, esta combinación Puigcampana/Pontx es la bomba, tanto por la belleza del paisaje como por la dureza y exigencia del recorrido.

      Qué os vaya bonito por esa Sierra de Francia... Y que no se os lleve el aire 😉

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  2. Hola Dani.

    Ya lo dices tú en una foto: pura delicia montañera, pero es que esa zona de collados entre el Puigcampana y el Ponoxt es guapísima, y con el verdor y las pinadas resaltando más todavía.
    La verdad que toda esa zona es de alto voltaje senderista y montañero: el peliagudo Passet (ese estrecho paso con caida al patio de la derecha me ha hecho reinconporarme en la silla), los arruis, las excelente compañia la risueña Isa (y Laia siempre), Ibiza al fondo, la dureza de las subidas. El Bancal de Moro, el Pic Prim y la cima del Puigcampana(estos ya conocidos por mí cuando bajamos por ahí la vez que subimos por la pedrera) y ese colofón de la performance del Penya d'Ifac. ¡¡Todo sublime!!

    Nosotros nos bajamos en el puente a ver a unos amigos a Malaga y luego perdernos unos días por la Sierra de las Nieves.

    Tambien he escuchado el ultimo tema de Robe y suena cañero. Promete el disco ;-)

    Un abrazo.

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    1. Hola Toni.

      Indudablemente me vinieron buenos recuerdos de aquella ascensión que nos marcamos Maru, Nacho, Eva, Laia, tú y yo al Puigcampana, y por supuesto aquella velada nocturna en ese apartamento de la mafia rusa, y la rocambolesca historia para encontrarlo por parte nuestra jajaja.
      Y eso, vosotros que ya conocéis la montaña, al igual que Fran e Isabel, ya sabéis de su grandiosidad, pero no solo del propio Puigcampana, sino de todas sus montañas vecinas, con sus collados, valles, pasos montañeros y demás. La verdad es que siempre que he estado de ruta en el Puigcampana y alrededores lo he gozado mogollón.
      Ya me contaréis, en Lizara jeje, que tal por Málaga...

      Un abrazo.

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  3. ¡Hola, Dani! Preciosa y exigente ruta con muchos alicientes para realizarla. Tengo pendiente el Ponoig que se nos quedó así las dos veces que subimos al Puig Campana (del que bajamos por ambas pendientes). Pero a estas alturas no sé si seríamos capaces de afrontar una aventura como la que tan bien nos has descrito. Poco a poco los años y las lesiones van mermando nuestra condición física y nuestros retos van siendo menos difíciles cada vez. Pero bueno, nada es imposible y tal vez algún día los hagamos. De momento, he disfrutado muchísimo con la lectura de esta hazaña montañera y con las fotos de esos gigantes alicantinos tan emblemáticos.
    Un abrazo.

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    1. Hola Emilio.

      Pues creo que el Ponotx es una montaña digna para dedicarle una escapada expresamente para él solo, sin necesidad de acompañarlo del Puigcampana.
      Existe una posibilidad muy atractiva de subir que es, partiendo desde la Casa de Dios en Polop, remontar el Barranc del Gulabdar hasta el Coll del Llamp y de ahí alcanzar la cima sin necesidad crestear ni tener que pasar por el Passet. Paisajísticamente la subida és excepcional, y se puede hacer circular bajando luego por el Barranc de la Canal. Físicamente exigente, si, pero viendo que el otro dia subisteis a la Pena Pastor la podéis hacer sin problema 😉

      Un abrazo y a por el Ponotx!!

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  4. Hola Dani.

    Magnífico dueto el que coronasteis, ya veo, que ambas cimas se pueden combinar con otras, así que, es una zona con mucha alternativas, vamos, para volver unas cuantas veces.

    Como bien comentas, el Pugicampana es más alto, pero, visto el Ponoig desde su cima, la verticalidad de este, es impresionante, al igual, que las vistas, menudos miradores y que majo el Penya d'Ifac envuelto en las nubes.

    Por cierto, a modo de curiosidad y porque no se aprecia bien la fotografía (57), aun dándole al zoom, ¿Qué es eso blanquecino que se ve a los pies de la Serra de Bèrnia?.

    Salud y montaña.

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    1. Hola Eduardo.

      No sé exactamente a que te refieres con lo blanquecino de la foto 😅, así a bote pronto te diría que podría ser alguna urbanización de Altea Hills, por que a los invernaderos no te refieres, ¿verdad?.
      Cierto es lo que comentas, esa zona, además de ser espectacular, ofrece la posibilidad de hacer varias y exigentes combinaciones de cimas, y lograr acumular desniveles propios de los Pirineos. Sin ir más lejos allí se puede hacer lo que en la zona llaman la Estrella de la Muerte, que es una ruta que enlaza cinco cimas, Puigcampana, Ponotx, Cabal y las dos cimas del Sanxet. Además de ser un recorrido potente en cuanto a distancia, desnivel y exigencia física, tiene algunos puntos bastante aéreos en las crestas del Sanxet. Es una ruta que tengo pendiente, solo me falta engañar a alguien para que venga a hacerla conmigo 😅

      Un saludo.

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    2. Si, eso serán, los invernaderos, me habia parecido, pero al ver tanta extensión, tenía dudas.

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