4 de febrero de 2017

Aprovechando las Nevadas en la Serra d'Espadà: Puntal de l'Aljub (944 m.) y la Rápita (1106 m.)



El reciente temporal de mitad/finales de enero que tiñó de blanco casi todas las montañas del País Valencià también fue generoso en nieves en Castelló y en la Serra d'Espadà. Hacia casi cuatro años que no veíamos la nieve en esta sierra, y no podíamos desaprovechar tal circunstancia, así que ascendimos en modo(semi)invernal, y en dos mañanas diferentes, dos destacadas montañas de Espadà, el Puntal de l'Aljub y el techo de la sierra la Rápita. En esta ocasión tan especial, en vez de hacer un reportaje de cada ascensión, he optado por resumir las dos rutas en una misma crónica, así que esta semana, ración doble de Espadà, y además con nieve!!!.






Dos mañanas muy diferentes entre si, una con un tiempo desapacible, y la otra muy soleada, de las que da gusto salir al monte. Los dos mismos protagonistas, servidor y mi fiel Laia. Dos montañas de la Serra d'Espadà de las que no necesitan presentación, y a las que hemos subido ya en varias ocasiones y seguro que subiremos muchas más; el Puntal de l'Aljub es la primera de la sierra que se levanta sobre los 900 metros de altura viniendo desde levante, su piramidal silueta con Eslida a sus pies es de sobra conocida por cualquier buen aficionado castellonense. De la Rápita ya lo he dicho antes, es la más alta de la sierra, y pese a que siempre queda un poco a la sombra de su emblemático vecino Pic d'Espadà, es una montaña que nunca defrauda. Cuantas veces habremos pateado sus sendas. Cuantas veces habremos pasado bajo sus bosques de alcornoque y pino rodeno. Cuantas veces nos habremos parado a respirar el puro aire serrano en sus faldas y a disfrutar de las montañas y parajes que se divisan desde sus cumbres, cuantas buenas historias hemos vivido en estos montes. Muchas, sí, pero que pocas han sido con nieve, donde todas esas sendas, todos esos bosques, todo ese aire, todos esos paisajes...todos esos momentos cobran una dimensión diferente cuando el blanco se apodera del rojo del rodeno. Qué diferentes sensaciones en las mismas montañas, esas en las que me he formado, y me sigo formando como montañero.

Puntal del Aljub, domingo 22 de enero de 2017

Con el temporal aún dando sus últimos coletazos se anunciaba una ventana de relativo buen tiempo para el domingo por la mañana. Como no pude aprovechar el sábado no desperdicié la oportunidad de salir a la sierra y pisar nieve. En un principio tenía tramado irme hasta el Collado de la Nevera, y desde allí o bien subir a la Rápita o bien al Pic d'Espadà, con la garantía de pisar nieve desde el principio de la ruta, pero luego pensé que quizás mucha gente pensara igual que yo, y que eso, unido a los domingueros que ese día iban a salir en masa, convirtiesen el collado en un hervidero, como pasó hace cuatro años. Así que opté por hacer una ascensión empezando desde algún pueblo, aunque ello supusiera una caminata previa antes de pisar la ansiada nieve. El primer pico que me vino a la cabeza fue el Bellota, si ya es bonito sin nieve... Unido al Bellota irremediablemente va el pueblo de Chóvar, desde el que no había empezado una ruta hacía mogollón de tiempo...nos tendríamos que remontar a noviembre de 2012, mucho no, demasiado tiempo, la verdad. Y allí que nos fuimos, nos recibe un día frío y gris, aunque con tímidos amagos de querer salir el sol, y cada vez más ventoso conforme iríamos ganando cota. El principio de la ruta será tan fácil como seguir el PR-CV 63.6, por él alcanzaremos tres collados, el de los Muertos primero, el del Pinaret después (nieve continúa a partir de aquí) y el de Aín al final, donde engancharemos el cordal por el que iremos al Bellota. Pero al llegar allí empieza a ponerse el cielo más oscuro y a chispear, y precisamente hoy no era de los días en los que más apetecía mojarse, así que hago un cambio de planes rápido, y en vez de coger la cuerda a la izquierda hacia el Bellota la cogeremos a la derecha, siguiendo el PR-CV 352, y subiremos al Puntal de l'Aljub, en su cima, en caso de que la lluvia fuese a más, podríamos resguardarnos en el cobertizo donde aparcan los coches los vigilantes forestales. El gélido viento nos hace apremiar el paso en la cresta, creo que batimos nuestro propio récord en este tramo Collado de Aín-Puntal de l'Aljub. Nos vamos de cabeza al cobertizo, para poder comernos a gusto el bocata, luego, y aunque lo del cielo oscuro fue una falsa alarma, el repaso a las vistas fue de lo más rápido, ya que, y repito, el viento era frío y molesto. Si nos quedamos más rato del deseado en la cima fue para charlar con una pareja que subía en ese momento.

El descenso lo haríamos inicialmente por la pista asfaltada que sube hasta la cima, pero a la tercera o cuarta revuelta tomamos un senderillo que nos llevó de nuevo al Collado del Pinaret sin necesidad de tener que pisar más asfalto. Ya desde este collado invertiríamos nuestros pasos hasta regresar, tres horas después de haber salido, a Chóvar, donde dábamos por finalizada esta ruta. Al final me fui con cierto regustillo amargo, ya que el tiempo aguantó, y podríamos haber hecho la circular que tenía pensada al Bellota, pero esta improvisada ruta en forma de raqueta al Puntal de l'Aljub tampoco estuvo nada mal, y al fin y al cabo de lo que se trataba era de volver a pisar nieve en la Serra d'Espadà.


Chóvar, punto de partida de esta excursión, con el Alto del Carrascal, ligeramente espolvoreado, a su izquierda.

Aunque hoy la protagonista iba a ser la nieve no olvidemos que los amos y señores de Espadà son los alcornoques. Tímidos amagos de salir el sol.

Por el PR remontamos hasta el Collado del Pinaret, allí cogemos esta pista a la izquierda, nieve continúa a partir de aquí.

Desde la pista vemos así el que era el objetivo inicial, el Bellota y sus pedreras.

El PR abandona la pista y sigue por esta senda. Vemos uno de los efectos negativos de estas nevadas, muchos árboles, en este caso un alcornoque, no aguantan el peso de la nieve, y acaban partiéndose.

Cada vez vamos encontrando más espesor, y aunque las llevaba encima, no fueron necesarias las raquetas.

A los habituales ingredientes de esta sierra, rodeno y alcornoque, se les sumaba hoy la nieve.

El Bellota de nuevo, se nota que es mi pico favorito de la sierra, ¿verdad?.

Hemos superado el Collado de Aín, tras tomar la decisión de cambiar de objetivo. Preciosa estampa nevada del Pic d'Espadà y del Benialí/Batalla. Cualquier cima de este sector central de la sierra hubiese sido hoy una buena elección.

Nosotros al final nos decantamos por el Puntal de l'Aljub, que tampoco es mala opción, ni mucho menos, uno de sus muchos atractivos, el cordal si lo subimos desde el Collado de Aín.

De la cima que teníamos prevista subir al principio...

...a la que subimos al final.

Escarpada cota del cordal, que se flanquea por su vertiente norte.

Vistazo hacia el cordal recorrido.

La cima cada vez más cerca, esas horrorosas antenas lo delatan.

En el tramo final de ascensión encontramos un par de tramos equipados.

Este creo que hace mejor función en bajada que en subida.

Este es un cordal muy estético, mucho más hoy con nieve, solo echamos de menos que hubiese salido el sol. Todo no se puede tener.

Un paso con "falso" patio. Intuimos Chóvar allá abajo.

Este es el otro tramo equipado.

Afrontando la cuesta final hacia el Puntal de l'Aljub. Única foto en la que salgo hoy. No hacía día para estar poniendo y quitando el trípode de la cámara.

Qué bonita estaba esta parte final de la subida.

Antes de que las antenas estropeen el paisaje visual hacia poniente, disfrutamos de dichas vistas antes de llegar a la cima.

Arriba hay que buscar huecos entre tanto hierro para identificar cimas.
Por suerte hacia levante no hay nada que nos obstaculice la visión. Hace ya unos años, mirando en esa dirección, en un día mucho más ventoso que este, y despejado, llegué a ver desde esta cima la isla de Eivissa.


Si que distinguimos hoy, con una inmensa nevada, horizontes turolenses.

Descenso, inicialmente por el asfaltado que sube a la cima. Esas carriladas delatan que algún osado subió al Puntal, y bajó, el día anterior con su vehículo.

Buen espesor en estas laderas de la vertiente sur, que cubre por completo los zarzales. Al fondo el Bellota.

Encontramos esta senda que nos evitará mucho asfalto. Era la primera vez que transitaba por ella. Una gozada hacerlo con nieve.

Panorámica, con el Bellota y la cuerda hasta el Puntal de l'Aljub.

Parte final de la ruta, recreándonos con el Espadà más puro.

De vuelta a Chóvar.



Pico de la Rápita, miércoles 25 de enero de 2017

No veáis que alegría el martes por la tarde cuando la encargada del almacén dijo "hasta mañana a las dos y cuarto". Toda una mañana de miércoles libre, tiempo más de sobra para hacer otra ascensión con nieve a algún pico de la sierra. Me decanto, esta vez sí, por ir al Collado de la Nevera, para subir desde allí a la Rápita. Menuda diferencia de día con respecto al que tuvimos en Chóvar hace solo tres días, hoy lucirá el sol, y no tendremos nada de viento, eso sí, frío hará igual o más, con deciros que durante la ruta encontramos alguna plaquita helada, que nos obligó a andar con tiento en algunos tramos descendentes. Pese a ser entre semana, mientras me estoy equipando llegan allí cuatro coches, de los que bajan un buen grupo de excursionistas, que por lo que me dicen van a subir al Pic d'Espadà. Mientras ellos se preparan nosotros tomamos el camino contrario, hacia la Rápita, vamos a hacer la habitual ruta lineal de ida y vuelta que se suele hacer cuando se asciende a la cima más alta de la sierra desde el Collado de la Nevera, y que sigue a rajatabla un tramo del PR-CV 63.6. Quizás la parte más exigente de la subida la encontraremos al principio, cuando nos encaramaremos a la cima sur de la Almenarilla, que como coloquialmente a esta doble cima se la conoce como las Dos Tetas pues entonces se convierte en la Teta Sur. Bajamos hasta el Collado del Esparsa, y se inicia una moderada y sostenida subida hasta el Alto de los Cubos -antecima- primero, y el Pico de la Rápita después. Hoy si que nos podremos comer más plácidamente el bocata mientras disfrutamos de las vistas y sin tener que preocuparnos de resguardarnos del viento.

El mismo camino que utilizamos para subir lo utilizamos para la bajada, para la que me puse los crampones. La única variación residió en que nos desviamos brevemente del camino balizado para subir a la cima de la Teta Norte, y ver con nieve las diferentes trincheras, nidos de ametralladoras y demás fortificaciones de la Línea XYZ, del bando republicano de la Guerra Civil.

Quedaba así muy bien aprovechado, creo yo, este episodio de nevadas, al menos a lo que la Serra d'Espadà respecta, porque en días posteriores lo seguimos aprovechando, también en Castelló, pero en montañas un poco más lejanas. Ya os lo iré contando.

Un saludo a tod@s.


Nos recibe un mañana muy fría en las inmediaciones del Collado de la Nevera.

Así que para entrar en calor nada mejor que unas duras rampas iniciales.

Estas nos conducen a la cima sur de la Almenarilla, más conocida como Teta Sur, 871 metros. Desde allí gozamos de esta perspectiva del Alto de los Cubos y la Rápita.

Vistas hacia montañas de Almedíjar y Algimia de Almonacid.

Muchos troncos y ramas partidas por el peso de la nieve obstaculizarán nuestro en varias ocasiones.

Otra de las señas de identidad de la sierra, las trincheras, cubiertas de nieve.

Y es que cada vez íbamos encontrando más espesor, y lo mejor de todo, de forma continúa.

Hoy si que saqué a pasear, y bastantes veces, el noble arte de la auto-foto.

Buen paquete de nieve el que cubría las laderas de la Rápita.

El frío de la noche anterior había compactado bien la nieve, y se pisaba bien sin hundirse, incluso la encontramos dura en algunos tramos.

Esencia "Espadánica".

Los días posteriores a la nevada llovió en la sierra, temíamos que esa lluvia deshiciese la nieve, por suerte no fue así.

Como disfruta Laia en la nieve!!!

El Alto de los Cubos, antecima de la Rápita, esta cubierto de un excelso bosque de pinos.

Hoy ese pinar lucía mucho más bonito.

También lucía esplendorosa la rampa final de subida.

Nieve virgen, vistas infinitas hacia el sur.

Tramo final, al estar dando el sol si que nos hundíamos un poco más aquí.

Laia, la nieve y más vistas infinitas, esta vez hacia el noroeste.

Ahí la tenemos, la cima de la Rápita.

La Rápita, 1106 metros.

Disfrutemos de las vistas, el pueblo de la imagen es Villamalur, la de detrás a estas alturas no hay necesidad de presentarla...

...pero por si acaso. Advertirán la presencia de un núcleo de casas en la imagen, es el Castillo de Villamalefa.

Hay quien está más por la labor de jugar con la nieve que disfrutar de las vistas, que son excelentes hacia sector oriental de la sierra.

Os identifico algunas cimas. La montaña poblada de pinos en primera instancia es el Alto de los Cubos.

Cuatro pueblos en el Valle del Palancia, Jérica, Viver, Gaibiel y Benafer. Al fondo, totalmente nevada, la Sierra del Toro.

En primera instancia el pico de la Lastra. Espectacular la estampa del piramidal Santa Bárbara de Pina.

En la bajada nos recrearemos en algunos detalles.

Vemos la doble cima de la Almenarilla, desde esta perspectiva se entiende mejor lo de las Dos Tetas.

La Talaia, una cima de Espadà a la que todavía no he subido, detrás asoma Penyagolosa.

Nos desviaremos para ver las fortificaciones bélicas en la cima de la Teta Norte, 875 metros.

De las posiciones defensivas republicanas mejor conservadas de la sierra.

Os invito a indagar un poco en la historia de la Linea XYZ.

Ya sea visitando sus castillos árabes o sus innumerables líneas de trincheras, caminar por la Serra d'Espadà es caminar por la historia, aunque en el caso de las trincheras sea una historia triste.

Y despedimos este doble reportaje con esta foto de la Rápita, ojalá no vuelvan a pasar cuatro años para que volvamos a ver estas montañas vestidas de blanco.



8 comentarios:

  1. Hola Dani si que has aprovechado bien la nevada en Espadan con estas dos bonitas rutas. Mira que da gozo ver asi la sierra y la provincia en general. Lastima que no pase todo los años una nevada de estas o dos aunque la pena sea que algunos árboles sufran las consecuencias .
    Un abrazo

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    1. Hola Jose.

      Ojalá que a este ciclo tan seco que hemos tenido estos últimos años le siguiese uno más lluvioso, con sus consiguientes nevadas en invierno, y ojalá no hubiesen esos ciclos, y todos los inviernos hiciese el frío que tiene que hacer, lloviera lo que tiene que llover y nevara lo que tiene que nevar.
      Lo de los árboles, buff, el otro día subiendo al Santa Bárbara, por ese pinar tan chulo de su cara sur, aquello parecía un campo de batalla, con numerosos soldados caídos en combate :-(

      Un abrazo.

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  2. Hola Dani.
    Bien aprovechada la nevada en Espadán con este 2x1 con tres días de diferencia.
    Curioso que mientras tu andabas por l'Aljub en Chovar,nosotros andábamos por la Nevera en Siete Aguas y al entrar a ver el enlace que has puesto de hace cuatro años(no he comentado,porque lo iba hacer aquí),también estábamos casi igual,tu por Espadán con mucha nieve y nosotros en la Nevera de Siete Aguas,también con mucha nieve....jajaja.
    Vaya sorpresa en aquella ocasión con los amigos de Trotasendes y demás...jejeje.
    Como comentas,todo no puede ser,una ruta con ''mal tiempo'' y la otra con bueno...jejeje.
    El disfrute de andar por tu querida Espadán con nieve,creo que ha colmado plenamente tus expectativas y por lo que me has comentado en mi blog,tienes otra de nieve pendiente...jejeje.

    Un abrazo.

    Un abrazo.

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    1. Es verdad, el otro día cuando leía tu crónica de ascensión a la Nevera de Siete Aguas y vi esa foto de 2013 que pusiste, pensé "vaya, esta debió ser la misma nevada que aprovechamos nosotros para subir con nieve al Pic d'Espadà un día y a l'Espaneguera el siguiente". Lo que tu dices, hay por ahí una conexión cósmica o algo jajaja.
      Si tengo pendiente publicar más nieve, pero no es una crónica, son dos jeje.

      Doble abrazo para ti también ;-)

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  3. ¡Hola Dani! Si Espadán por sí misma ya nos impresiona y nos hace disfrutar, con la blancura de la nieve se convierte en una sierra espectacular y maravillosa como hemos podido comprobar en esta bonita doble entrada. Dos mañanas bien aprovechadas para disfrutar de esa nieve que tan cara es de verse por aquí. Como dices, esperemos que la nieve no tarde en volver tanto tiempo.
    Un abrazo.

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    1. Hola Emilio.

      Tras el nefasto verano corren ahora buenos tiempos para Espadán, las lluvias de finales de noviembre/principios de diciembre y estas recientes nevadas, con su posterior deshielo están haciendo que se multiplique el esplendor de esta sierra, y nosotros encantados de disfrutar de él.

      Un abrazo.

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  4. Hola Dani!!!

    Que preciosa que es la Serra d'Espadà cubierta de nieve.
    La verdad es que la nieve le da un toque mágico a cualquier montaña, y si encima es tu tan querida Espadà, mejor aun.
    Veo que has aprovechado el tiempo para poder difrutar de la tan esquiva nieve por esas latitudes.

    Un abrazo!!!

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    1. Hola David.

      Teníamos muchísimas ganas de ver, y sobre todo pisar la nieve por aquí. Por suerte tuve algunos huecos en el trabajo y puede aprovechar para matar el mono hasta que subamos a hacer la habitual invernal al Pirineo jeje.

      Un abrazo.

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