Gestalgar- Peña María- Balneario de Chulilla- Cañón del Turia

Sábado 3 de marzo de 2018

La sociedad la Voz de la Tierra/Per Dalt i Per Baix ya lleva hechas un buen puñado de rutas conjuntas, la mar de variadas y en sitios de lo más dispares. Pero si hay un punto por el que parece que tenemos fijación ese no es otro que el Río Guadalaviar. Hace un par de años, en una calurosa jornada de junio hicimos una ruta en la que entre otras cosas visitamos el nacimiento de este río, luego, unos meses más tarde, ya con el otoño recién estrenado recorrimos el estrecho que forma el Guadalaviar en San Blas antes de entrar en la ciudad del Torico. Hace unas semanas este río, ya bajo la denominación de Turia, y evidentemente, en terreno valenciano, y a su paso por la comarca de los Serranos, entre las poblaciones de Chulilla y Gestalgar, fue el eje vertebrador y principal protagonista de la ruta que os paso a narrar a continuación.

Poco me he prodigado todos estos años por la comarca de los Serranos, de hecho solo he estado una vez, fue en 2012 y haciendo barranquismo, la ruta de hoy también tendrá el componente acuático, pero no nos llegaremos a meter en el agua, al menos intencionadamente 😂.
Nos situamos en Gestalgar, desde sus calles, una vez cumplido el ritual de desayunar bien en un bar, arranca esta excursión. Iremos callejeando hasta llegar al paseo que hay junto al Turia, junto al que caminaremos, en sentido inverso a su curso, hasta llegar a la zona de baño del Motor o los Chorros, catalogada como Playa Continental, allí vadearemos el río mediante una pasarela de hormigón, para a partir de entonces empezar a caminar por la orilla contraria a la que veníamos, por un encharcado camino paralelo, rodeados de un bonito paisaje de ribera y con la imponente presencia de los paredones de la orilla contraria, a la que poco a poco se le irá sumando la todavía más imponente estampa de Peña María.

Fuente de los Chorros en el paseo junto al Turia, en la que nos abastecimos de agua.

Siguiendo el paseo se llega a esta playa fluvial, apetecible para un chapuzón veraniego, ¿verdad?.

Mediante esta pasarela, que hace las veces de represa cruzamos a la otra orilla del río.

Caminamos, a veces por terreno encharcado, junto a grandes chopos, y con bonitas vistas de las paredes de la orilla contraria.

El Turia baja cantarín, entre un mar de juncos, al fondo aparece Peña María.

Imponente su presencia, pese a su modesta altura. Será la cima de hoy.

Acabaremos llegando, sin perder nunca de vista la altiva Peña María, a un nuevo paso de vadeo, donde se nos presentará la circular. Tendremos la opción de hacer la ruta en sentido anti-horario, pasando por la Fuente de Peña María, o hacerlo siguiéndole la corriente al reloj, visitando la Fuente el Morenillo. Subiendo entonces primero a Peña María y dejando el tramo del cañón para el final nos decantaremos finalmente por esta segunda opción. Un fuerte repecho del camino nos acercará a la fuente, situada en un bonito rincón del Barranco del Barco. Un generoso chorro de agua brota de la fuente. La ruta continúa en ascenso y por el camino, que no tardará en convertirse en sendero, por el que iremos ganando metros, por terreno desolado por el brutal incendio de 2012, hasta alcanzar el collado previo a la cima de Peña María, desde el que nos encaminaremos, en tramo de ida y vuelta hasta la cumbre. Pese a su fiero aspecto ganar la cima por su vertiente sur no tiene dificultad alguna, saber moverse por terreno lapiaz y una pequeña trepadita al final, si que es más difícil subir por su cara norte, escalando evidentemente, Javi nos comentó que en esta pared hay varias vías, con nombres tan variopintos como No a la Guerra, Mata Domingueros o Asaltamontes. Desde allí arriba se pueden disfrutar de unas sensacionales y aéreas vistas de Gestalgar y sus montes cercanos, el cañón del Turia por el que circularemos más tarde o de la población de Chulilla y el Pico del Remedio de Chelva.

Un segundo punto de vadeo represa las aguas del Turia. Es en este punto donde da comienzo la circular. Ante tal estampa de Peña María no la dejaremos para el final.

En la otra rivera se alzan estas peñas, en rivalidad directa con Peña María.

El sitio es bonito de veras, y rebosa frondosidad.

También es frondoso el rincón en el que se halla la Fuente el Morenillo, en el Barranco del Barco.

Fuente el Morenillo, generosa en liquido elemento.

Tras la fuente el camino prosigue su subida hacia Peña María.

Excelentes vistas durante la subida, en las que además del río y las peñas podemos ver algunas construcciones de carácter hidroeléctrico.

Vistas hacia el valle en el que se sitúa Gestalgar, con la silueta de la Calderona al fondo del todo.

Alcanzamos el collado previo a Peña María, frente a ella la cima del Sabinarejo.

Javi y Tere en el esfuerzo final antes de coronar.

Llegamos a la cima de Peña María, situada a 363 metros de altitud.

La osada Laia se asoma a los precipicios que caen al norte de esta cima.

La bonita población de Gestalgar, de donde habíamos partido un instante antes.

Vertiginosa vista hacia el cañón del Turia, por el que transcurriría la parte final de la excursión.

Con el zoom acercamos el blanco núcleo de Chulilla, al fondo destaca el Pico del Remedio de Chelva.

De regreso al collado la ruta continúa en ascenso y con buenas vistas en dirección al Collado de Cherales. Llegamos a un punto en donde el PR que seguimos se bifurca en dos ramales, uno descendente y el otro ascendente, que fue el que empezamos a seguir. Entre que íbamos sin mapa y sin track, y que el incendio de 2012 barrió con todas las indicaciones tomamos el camino incorrecto, pero no nos dimos cuenta hasta bastante más adelante, cuando ya nos habíamos desviado totalmente del rumbo de la ruta. Tocaba retroceder, pero como era mucho trozo a recular hasta la bifurcación utilizamos el manido recurso del trochemoche, que mira por donde no fue tanto, ya que hayamos una buena trocha que nos condujo a pies de una loma, solo nos tocó remontar esta campo a través y enseguida hallamos el sendero correcto, cerca ya del Collado de Cherales. En dicho collado se tiene una completa visión de la Hoya de Cherales, copada de naranjos, así como de las paredes de la Ceja del Gabacho, en las que vimos algunos escaladores trepando por sus numerosas vías de escalada.

Pese que ya hemos alcanzado la cima de la jornada la ruta sigue en ascenso, y con excelentes vistas.

La zona va recobrando verdor tras el terrible incendio de 2012. Si no me equivoco esta foto la tomé cuando ya nos habíamos desviado del itinerario previsto.

La Hoya de Cherales y su enorme finca de naranjos, durante el tramo de campo a través mediante el cual recuperamos el sendero correcto.

Desde allí vimos también, y lo acercamos con el zoom, el Pico Ropé, un viejo conocido.

Ya por el sendero que tocaba alcanzaremos el Collado de Cherales, y los roquedos de la Ceja del Gabacho.

Pasaremos bordeando las paredes, tras lo cual saldremos a un carril, por el que andaremos ahora durante un buen rato. Pronto esta vía unirá sus designios con el Río Sot, con buen caudal, al cual acompañaremos un buen tramo en su camino hacia el Turia, en el que iremos viendo como su cuenca se va haciendo cada vez más profunda, hasta llegar a convertirse en un precioso cañón. El carril nos acabará desembocando a la carretera que une Sot de Chera con Chulilla, la cual tendremos que seguir ahora un largo trecho para llegar al Balneario de Chulilla, que por lo que vimos parece ser que ya lleva un tiempo cerrado, y que tiene un aspecto bastante desangelado.

El sendero se abre paso entre el matorral y bordea las vías de escalada.

El Río Sot, que bajaba con una energía propia de un río pirenaico.

Y no solo eso, sino que además labra a su paso un profundo cañón.

Bonito de veras.

Tras un largo tramo de carretera, llegamos al Balneario de Chulilla, cerrado desde 2013.

Una pena encontrar así estos jardines e instalaciones.

No nos entretendremos mucho pues allí. Vadearemos de nuevo el río, esta vez por un puente más moderno, y empezaremos, y hasta el final de la ruta, a caminar en el mismo sentido que su curso. El siguiente tramo de camino tendrá la peculiaridad de que transcurre por el interior de una gigantesca canalización de agua, evidentemente hoy en desuso. Al salir de ella el cauce del Turia nos volverá a mostrar su cara más agreste, y seguidamente llegaremos a una canalización más moderna y activa. Cerca de allí arranca el sendero que nos aproximará al tramo del cañón. Enseguida encontraremos un paso estrecho y algo aéreo asegurado con unas cadenas. Después haremos una subida para acometer un tramo a media ladera. Un par de subes y bajas, otro par de pasos bastante aéreos y nos plantaremos en la parte más espectacular de la excursión, en el que el Turia se encajona entre dos altas y rojizas paredes, bajo las que el sendero traza unos bonitos escarceos. Un tramo en el que asombrarse y recrearse. Coincidimos los tres en afirmar que quizás se trate de uno de los tramos de sendero más espectaculares de la provincia, y también de los más infravalorados, porque siendo sábado y haciendo buena temperatura no nos cruzamos con ningún excursionista en toda la ruta, y la verdad, y pese a que la zona quedó devastada por el incendio de 2012, la excursión en general merece mucho la pena, yo desde luego la recomiendo encarecidamente.

Por este puente más moderno volvemos a vadear el Turia, e iniciamos el regreso a Gestalgar.

Quedaos con esta tranquila estampa del Turia.

Afrontamos un largo tramo por el interior de una antigua canalización anexa al Turia.

Os dije que os quedarais con la estampa anterior del Turia, sobre todo para que la compararais con esta otra que nos mostró a la salida de la canal.

El sendero del cañón empieza con un estrecho tramo equipado...

...y le sigue otro en el que hay que pasar agachado. No hay que bajar la guardia en esta sección.

Meandro del Turia en el que se remansan sus aguas, formando una poza, ideal para venir a bañarse en verano.

Poco a poco el ambiente se va tornando más agreste y el cauce empieza a encajonarse, y aunque no se aprecie, por la parte izquierda de la imagen va nuestro sendero.

El sendero entra hacia el Barranco Hondo, lo cruza y vuelve a salir en dirección al río.

Salvaje Turia.

Otro paso equipado, esta ya con mucha más exposición.

Vuelvo a insistir, aunque no lo parezca por ahí va un sendero, y sino buscad a Laia en la foto.

Otro paso con mucho patio, este sin equipar. No recomendaría este tramo a la gente con vértigo.

Entramos en la zona del cañón, se nos abre un panorama realmente espectacular.

Según el IGN estas paredes reciben el nombre de las Cinglas de Gregorio.

Impresionante, un tramo que hará las delicias de todo buen amante de la montaña y la naturaleza.

Majestuoso trabajo el que ha obrado aquí el Turia.

Tramo del sendero tallado en la roca, sobre un respiradero de un canal soterrado.

La salida del cañón nos devolverá la visión de la pared norte de Peña María, hacia la que nos dirigiremos ahora para visitar la fuente homónima, antes pasaremos junto a un bonito recodo del río en el que encontraremos un antiguo puente y otra zona de escalada, también bastante concurrida. En la fuente nos podremos refrescar con su abundante agua. Desde ella seguiremos el sendero que nos hará salir al punto donde se iniciaba la circular, donde para no repetir el tramo de la mañana vadearemos de nuevo el río para regresar a Gestalgar por la orilla contraria, pasando junto a las fuentes de San Juan y Grande en el Barranco de la Rivera, o apuntándonos para una próxima visita a Gestalgar la ídem al Acueducto Romano de los Calicantos. De nuevo las calles de Gestalgar, y las cervezas en el albergue pusieron el broche a este bonito recorrido protagonizado por el Turia.

Un saludo a tod@s.

Vamos saliendo del cañón, volvemos a ver Peña María, que aparenta mucha más altura de la que tiene realmente.

Bonitas estampas las que nos regalaron los protagonistas de la ruta, el Turia y Peña María.

Vistazo hacia atrás, para despedirnos del cañón.

Sobre un antiguo puente, asomándonos a un remansado recodo del río.

Escalable cara norte de Peña María, con la fuente en su base.

Fuente habilitada con mesas, lugar perfecto para venir de merendola.

Las peñas rivales de Peña María, entre chopos.

Nos despedimos de esta altiva montaña.

De regreso a Gestalgar cazamos, fotográficamente, claro está, a esta cabrita que triscaba por las alturas, ¿o era un diablillo? 😊.

Puente en el Barranco de la Rivera.

Iglesia de la Inmaculada Concepción de Gestalgar.

Comentarios y sugerencias sobre la ruta, por favor aquí 😉.

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